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Valkiria y Familia 2.153

Mientras Viggo miraba el mundo apocalíptico, con los cielos cubiertos de nubes negras y los volcanes lanzando lava a los cielos. Kiara le conto que era este mundo. Para empezar, hablo de Ymir, el primer gigante y le contó el mito de la creación del mundo. Como Odín tomo la carne de Ymir y creo Midgar. Además de tomar la sangre y crear los lagos y océanos.

-Sin embargo, no era necesario que Ymir muriera para que creara un mundo- dijo Kiara con voz seria mientras miraba el mundo oscuro. Se escucharon los poderosos rugidos de los dragones pasando a cientos de metros por encima de la montaña en donde ellos estaban de pie -hay otras razas, que se pueden considerar existencias al mismo nivel de Ymir. Tienen un poder creador, ya sea porque fueron creados con él o porque lo heredaron de sus ancestros. Aquellas personas se llaman Pintores. Ellos además de hacer magnificas obras de arte también crean mundos como este. Un pintor necesita la esencia de lo que compone ese mundo y si lo combina con su sangre, puede utilizarlo como pigmento y crear un mundo. Se necesitan como mínimo cuatro pigmentos para confeccionar una pintura y crear un mundo. Esos pigmentos tienen que representar las cuatro fuerzas de la naturaleza; tierra, agua, fuego y viento-

-¿Y este es el resultado?- preguntó Viggo mientras miraba a los poderoso dragones volando a la distancia, se veían pequeños, pero comparándolo con las montañas, debieron tener al menos cincuenta metros de largo desde la cabeza a la punta de la cola.

-Este, es el ciclo natural de la vida. No el resultado directo de la creación de un pintor. La pintura es lo que nacerá en esta tierra, pero esto, es solo el comienzo simple y ordinario de todas las cosas. Los dragones gobernarán la tierra durante algunas eras, pero luego nacerán los dioses. Ellos tomaran el lugar de los dragones y después los humanos tomaran el lugar de los dioses. Todo en un ciclo sin fin, hasta que la tierra llegue a su límite y todo termine en un cataclismo. Entonces la tierra ardera, se enfriará y nacerá el agua. volverá a surgir la vida y todo volverá a ocurrir, sin descanso, sin pausas, hasta que alguien o algo destruya el planeta-

Viggo tomo una profunda respiración, procesando lo que dijo Kiara y mirando el aterrador espectáculo delante de él. Pensando que no podía haber cosa más aterradora que un mundo cubierto de oscuridad lava y criaturas monstruos por doquier. Sin embargo, un poderoso rugido que viajo por toda la superficie de la tierra lo sacó de sus pensamientos y su corazón se aceleró.

Los dragones en los cielos se lanzaron en picada y se escondieron detrás de las montañas. Los volcanes reaccionaron estallando con más potencia, alimentando los ríos de lava y aumentando el calor en el ambiente. De repente el cielo que estaba oscuro fue perforado por la cabeza de un dragón y eso dejo pasar una poderosa luz solar que hizo arder la tierra y derritió las montañas. El dragón aterrizo sobre la faz de la tierra y todo tembló. Las montañas se desmoronaron, los volcanes se desbordaron de magma y la tierra se cubrió de un rojo refulgente.

Viggo miró a la enorme criatura, grande, majestuosa, aterradora. Con seis alas, una cabeza, cuatro patas. No tenía ojos ni odios, solo cuernos en su cabeza, como si fuera una corona. El dragón camino en sus cuatro patas y cada pisada producía un terremoto. La criatura era tan grande como las montañas que se mantenían en pie. Se acercó a una montaña, levantó su pata delantera y le dio un manotazo. Toda la montaña se vino abajo, dejando un enorme cráter en su base. El dragón metió sus enormes fauces en el cráter, mordió algo y lo sacó. Eran gigantes serpientes que fácilmente podrían tener la longitud de Orario. Fácilmente podría alcanzar la longitud de jormugand, la serpiente de Midgar. Sin embargo, aquellas serpientes no fueron nada para el dragón. Él lanzó las serpientes al suelo cubierto de magma y después abrió sus fauces, lanzando una enorme llamarada que calcino todo en kilómetros. El dragón cerró sus fauces y el fuego ceso. Después acercó sus fauces y mordió a las serpientes con magma y todo. Levantó su cabeza al cielo y trago las serpientes y el magma.

Una vez más, el gran dragón soltó un rugido que viajo por toda la tierra y de un saltó, atravesó las nubes del cielo. Dejando ver una vez más, el terrible sol que golpeaba la tierra en ese momento de las Eras. Un sol que realmente no permitiría que ningún humano pudiera vivir más de unos segundos bajo la abrazadora fuerza.

Viggo sintió que el mundo estaba en silencio, miraba, pero no sentía nada. Era como si estuviera ahí, pero su mente y alma no. La visión del enorme dragón lo había cambiado. Él no era nada, los dioses no eran nada. El mundo no era nada. Comparado con el poderoso dragón, no eran más que efímeras e insignificantes existencias ¿Acaso si él o todos los dioses atacaban juntos, aquel dragón se preocuparía?

Thor y Odín podrían parecer fuertes, pero eran vencibles, comparados con el gran dragón, no eran nada. Entonces Viggo entendió que siempre hay algo más grande y poderoso. Incluso si su padre era el más fuerte de Orario y los dioses lo temían. No significaba que él se pudiera enfrentar a Kiara y Xiao. Ellos, eran una existencia aparte. A lo mejor, eran lo mismo que los dioses para los humanos. Entonces Viggo también entendió mejor la gracia y amor que le demostró un ser como Kiara. Él miró a su derecha y vio a Kiara, vistiendo sus ropas de monja, ocultando su cabello oscuro, sus grandes senos y su hermoso cuerpo. Solo su rostro estaba a la vista, pero le pareció el más hermoso que alguna vez había visto. Viggo acercó la mano con que Kiara le sostenía la mano y le beso el dorso. Otras veces le había besado la mano, pero esta vez tuvo un significado más profundo.

-¿Por qué me enseñaron esto?- preguntó Viggo ya más repuesto

-Para que entiendas la inmensidad del mundo, muchacho- dijo Kain, al lado izquierdo de Viggo y fuera de la esfera de energía.

-Para que entiendas tus posibilidades- dijo Xiao, un metro más allá, al lado izquierdo de Kain -en un principio no lo esperaba, pero ese muchacho Surtr guardaba algo muy valioso. Una gota de la sangre de Ymir, el titan padre de todas las criaturas de los Nueve Reinos. Ese fue tu premio, eso fue lo que entrego Surtr cuando lograste pasar la fase inicial de su desafío. Algo vio en ti, a lo mejor se dejó guiar por las visiones del futuro que todos los gigantes pueden ver. No sé, pero fue tu suerte-

-Así es- dijo Kiara a la derecha de Viggo -aunque solo sea una gota y no puedas crear mundos, puedes crear pequeños espacios dimensionas con la forma de un mundo. A lo mejor, si practicas lo suficiente durante unos cincuenta años, podrías crear un cuadro con las dimensiones de Orario. Ese podría ser tu lugar secreto, un espacio para que tú y los tuyos puedan habitar en tranquilidad. Un lugar para que puedas entrenar en secreto. Y si consigues todos los pigmentos, tener tu propio calabozo de la torre de Babel, un lugar al que solo tú puedas acceder. Son tantas las posibilidades, Viggo-

-Eso, eso suena genial- dijo Viggo cada vez más sorprendido, pero negó con la cabeza, tranquilizando su excitación y preguntó -¿Cuáles son los requisitos?-

-Mana y fuerza del alma, además de los pigmentos y tu sangre- respondió Kiara

-¿Por eso está aquí padre?-

-Sí, por eso está aquí Kain. Él te enseñara a utilizar la fuerza del alma, modificara tus armas y te enseñara las aplicaciones de la fuerza del alma. Por lo menos, durante un mes solo debes entrenar tu fuerza del alma en presencia de él. Entonces cuando sepamos lo proficiente que eres en la fuerza del alma, se decidirá tu real entrenamiento. Ahora entrégale a tu padre el hacha Leviatán. Él la modificara para que, en lugar de mana, se alimente de tu fuerza del alma-

Viggo asintió, llevo sus manos a la bolsa de cuero atada en su cintura y la soltó. Después sacó su hacha leviatán y se la tendió a su padre. Sin embargo, la esfera de energía que creo Kiara le impidió poder pasarla. Así que ella hizo levitar el hacha en el aire y la transfirió al otro lado, dejándola suspendida en el aire hasta que Kain la tomo.

-Esto tomara algo de tiempo- dijo Kain con una sonrisa al ver el estado del hacha. Su hijo era un bandido, todavía era muy joven y no sabía cuidar de sus armas. Si no hubiera sido porque él reforzó el arma para que aguantara mucho más que la original, Viggo la hubiera roto en su uso sin cuidado -muchacho- dijo Kain -vamos a tener una larga conversación, sobre todo de cómo tratar tus armas y cuidarlas-

-Sí, padre- dijo Viggo, sin saber en qué se había equivocado.

-También acuérdate de lo otro Kain- dijo Kiara

-Sí, estoy trabajando en eso, pero es más complicado de lo que creía. No es como ninguna de las armas que haya hecho antes. Dame otro mes y la tendré lista-

-Está bien-

-¿Qué arma?-

-Una especial- dijo Kiara -no te preocupes, será bastante problemático que la aprendas a ocupar correctamente, así que no comas ansias-

-Para eso tendré que enseñarle la magia de caos ¿No es problema?- preguntó Kain -de lo contrario se pasara quemando con el terrible calor-

-Eso, bueno, no hay problemas. Es una de las magias naturales. El alma de Viggo no es tan débil como para corromperse por un poco de calor-

Viggo miraba como intercambiaban comentarios, pero no entendía nada. Últimamente todo el mundo era así. Primero Semiramis y sus planes. Ahora Kiara y su padre. Todos eran personas en las que él confiaba, pero era un poco frustrante. A lo mejor, esto pasaba porque él no era de confianza. No, era porque él era una sola persona y no podía estar haciendo todo por su cuenta. Necesitaba saber, necesitaba crecer, necesitaba volverse fuerte y confiable. Viggo soltó un suspiro, pensando en el largo camino que le esperaba.

Una vez que salieron del mundo pintado, Xiao se fue a ver sus cosas, Kain fue a ver a Eina que se había despertado y Viggo junto a Kiara se fueron a sentar bajo el manzano. Viggo no quedó tan cansado del combate con Rosewisse, pero ahora sentía como si estuviera muy cansado.

Viggo se sentó en la silla, frente a la mesa en el patio bajo el manzano. Kiara se acurruco a su lado y apoyo su oído sobre el corazón de Viggo. Este último tomo una profunda respiración, mirando como el cielo despejado se volvía naranja.

-¿Soy muy débil?- preguntó Viggo

-Todo depende del punto de vista- respondió Kiara -ninguna respuesta es absoluta-

-¿Comparado contigo?-

-Sí, por supuesto- respondió Kiara como si fuera una broma

-Con mi padre-

-Sí, demasiado débil. Kain solo necesitaría la mitad de su fuerza para vencerte. Solo hablando en terminos de fuerza fisca y habilidad. Si consideramos las magias y todos los trucos que sabe, no necesitaría ocupar ni siquiera un 10% de su poder. Lo siento, es la realidad-

-Yo sabía que papá era fuerte, pero nunca dimensione cuánto. Ver al dragón me hizo darme cuenta de lo insignificante que soy-

-¿Solo eso?-

-También de lo insignificante que son mis enemigos y mis obstáculos. Ya ni siquiera me preocupa luchar contra Odín o Thor. Tengo la ventaja de que ellos no pueden alcanzar a los que yo amo-

-Sí, es verdad, pero no te vuelvas insensible. Eso apagara tus instintos y te podrían encontrar con la guardia baja-

-No podría apagar mis instintos, son mi principal forma de fuerza-

-Es bueno que lo recuerdes- respondió Kiara

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