Un poco de H, para empezar la semana, que lo disfruten.
-o-
Viggo detuvo su movimiento y Sakura por fin abrió los ojos cubiertos con lágrimas. Viggo sintió como si le dejaran caer un balde de agua fría en la cabeza. Él la abrazo y le pidió perdón por hacerla sufrir tanto. Sakura también lo abrazo y le susurró que lo perdonaba.
-La próxima vez será menos doloroso- dijo Kiara a dos metros de ellos -se ira haciendo menos doloroso con el tiempo hasta que te de placer. Por ahora, tu tarea será recuperarte, Sakura- Sakura asintió y Kiara continuo -por otro lado, tu tarea Viggo será hacer todas las cosas que hacían las chicas hasta que se recuperen-
-Está bien, lo entiendo- dijo Viggo mientras abrazaba a Sakura
-Viggo- dijo Sakura forzando una sonrisa, con el rostro cubierto de sudor -no es tu culpa, prefiero que sea contigo a que sea alguien más. Desde que vi a Viggo a los pies de la colina aquella vez, supe que Viggo sería para mí. Te amo-
-Gracias- dijo Viggo, ya que se negó a mentir diciendo que sentía algo por Sakura en un principio. Para él, solo existía Kiara en un principio. Era hermosa, coqueta, inteligente y sensual. Era una mujer de ensueño y el resto de las mujeres apenas entraban en sus ojos. Por otro lado, Sakura y Ana con el tiempo se fueron haciendo un espacio en su corazón. Ambas eran lindas y amables con él, así que poco a poco fue pensando en ellas como algo más-
Kiara tosió para romper la tensión entre los dos y dijo -todavía queda alguien más-
Viggo se apartó de Sakura y se puso de pie. Al mismo tiempo, Kiara tomo una toalla húmeda y se acercó a él para limpiarle la sangre que dejo Sakura de su primera vez. Viggo miró a Ana, quien agachaba la mirada.
-Disculpen, yo, bueno- dijo Ana con timidez -¿Puedo esperar a una próxima vez?-
-Nada de eso- dijo Kiara, una vez que termino de limpiar el pene de Viggo. Gracias al roce, noto que se había puesto un poco duro otra vez -es tú momento. Además, es mejor que pase ahora que nunca. De esa manera saldrás de este molesto sentimiento. La primera vez es una molestia, pero con el tiempo, se volverá bueno-
-Yo creo que fue bonito- dijo Sakura desde la cama
-Es porque todavía eres inmadura. Cuando crezcas veras las cosas desde un punto de vista diferente-
Kiara se puso de pie y miró a Ana -ven, te toca hacerlo-
-¿Eh?-
-Nada de "¿eh?"- dijo Kiara -ven aquí-
Ana frunció el ceño, se levantó de la cama y camino hasta donde estaba Viggo. Ella se sonrojo al ver la vara de carne semi erguida formando una curva hacia adelante.
Kiara se arrodillo delante de Viggo y le hizo el gesto a Ana para que hiciera lo mismo. Ana se arrodillo y miró de cerca la punta del pene que tenía la mitad del glande cubierto de piel.
-Bien ¿Te acuerdas como te enseñe?- pregunto Kiara. Ana asintió con la cabeza en un gesto lento. Kiara sonrió y le dio un beso en la frente -no es tan malo, si piensas en que él ya hizo lo mismo para ti. Beso tu vagina e incluso exploro tu ano ¿te acuerdas?- Ana asintió con la cara roja como un tomate y Kiara soltó una risita al ver lo avergonzada que estaba. Después llevo su mano al rostro de Ana y le acarició la mejilla -no te preocupes por las convenciones ni las creencias, Ana, disfruta del sexo con la persona que te gusta. El sexo a veces es…suave, inocente, tierno, apasionado, brusco, doloroso, ardiente, sucio, humillante y muchas cosas más. Solo tienes que conocer tus límites y hasta donde estas dispuesta a llegar. Si lo hablas con la persona que te gusta y él te escucha y entiende, entonces es el correcto-
-¿Y si no?-
Kiara cerró los ojos y negó -no es bueno- dijo y abrió los ojos para mirarla con seriedad -he vivido mucho y he deambulado por muchos lugares. Todo es como el sexo, salvo el sexo; que es poder. Las mujeres queremos tener poder sobre la persona que nos gusta, por eso ocupamos la seducción. Al mismo tiempo, a través del sexo confirmamos ese poder sobre la otra persona. Si lo llegamos a amar, cedemos parte de ese poder, pero siempre queremos tener el poder sobre el otro. Es inevitable. Por otro lado, los hombres son lo mismo. También quieren tener poder sobre nosotras, poseernos y saber que somos de ellos. Que no te sorprenda que alguien quiere monopolizarte. Sin embargo, tú marcas los límites, tú marcas hasta donde quieres llegar. Si algo te pasa, es porque tú lo elegiste o peor aún, es poque no elegiste nada y alguien más lo hizo por ti. No lo olvides, eliges o alguien elegirá por ti-
Ana asintió y elevó su mirada a Viggo ignorando por completo el pene que tenía en frente. Lo miró a los ojos y dijo -quiero ser amada, no sé si lo haga bien, pero quiero que me ames. Eso, al menos ahora, es lo que he decidido-
Viggo se agacho y la miró a los ojos, sonrió para ella y le tomo el rostro con las manos. La beso y Ana también lo beso. Entonces Viggo la tomo del trasero y la llevo a la cama. Se continuaron besando como si se estuvieran comiendo la boca, disfrutando del otro. Al mismo tiempo, Viggo se puso tenso y restregó su pene en la vagina de Ana. Ambos comenzaron a jadear, pero en ningún momento dejaron de besarse como si estuvieran obsesionados con el otro. Entonces cuando Viggo sintió que abajo ya estaba lo suficiente mojado, se detuvo, la miró a los ojos mientras Ana jadeaba y su pequeño pecho subía y bajaba. Ella asintió y Viggo la volvió a besar, al mismo tiempo que se introducía en ella. Ana le mordió el labio, pero Viggo se siguió introduciendo en ella sin miramientos. Al llegar con su pene al cuello del útero, Ana echo su cabeza hacia atrás y soltó gemido. Al mismo tiempo, Viggo llevó su mano derecha al clítoris y lo comenzó a estimular con el pulgar. Ana lo miró con ojos emborrachados por la lujuria y lo beso con todas sus fuerzas. Ella pudo sentir el sabor de la sangre que manaba de los labios de Viggo, también el calor del pene en su interior. El terrible dolor de su carne abierta y también el placer de ser una con la persona le gustaba.
Viggo siguió moviéndose en el interior de Ana al mismo tiempo que la estimulaba. Después de un rato, le agarro el trasero y le apretó las nalgas. Introdujo su pene hasta que toco el fondo y Ana echo para atrás su cabeza mientras abrazaba a Viggo con sus piernas. Viggo le beso el cuello y siguió machacando el interior. Entonces cuando sintió que se iba a correr, besos a Ana. Ella también lo pudo sentir, así que lo abrazo con todas sus fuerzas y Viggo dejo todo lo que tenía en su interior. Ambos jadeaban cubiertos de traspiración. Pero pese a la incomodidad y el dolor por parte de Ana, sonreían complacidos con lo que habían hecho juntos. Viggo dejo a Ana sobre la cama, se acostó sobre ella y ella lo abrazo mientras sentía su peso. Paso sus dedos por entremedio de los rojos cabellos y le beso la frente. Entonces miró el techo y sonrió por algún motivo.
Kiara aplaudió con una gran sonrisa y dijo -bien hecho Ana, fue, hermoso-. Ana la miró con un rostro cansado y solo asintió. Por otro lado, Kiara miró a Sakura y le dijo -espero que la próxima vez elijas tu destino y puedas ser como tu hermana. Seguir un camino ya transitado no te dará diferentes resultados ¿entendido?-
-Sí, maestra- dijo Sakura agachando la mirada y sintiéndose triste
Al mismo tiempo, Viggo levantó su rostro, miró a Ana a los ojos y ella asintió. Viggo le dio un pequeño beso en los labios y se separaron. Viggo salió de ella y como la vez anterior, Kiara se acercó con una toalla y limpió la sangre. Una vez que estuvo limpió, Kiara se puso de pie y Viggo le dio un pequeño beso en los labios. Después fue donde Sakura y se recostó sobre ella, dejando que sintiera una fracción de su peso.
-No te sientas mal- dijo Viggo -tenemos toda la vida para amarnos. Por mi parte, siempre estoy pensando en ser mejor, al menos, ese es mi compromiso con mi propia alma. Si quieres, esa será nuestra promesa-
-¿Ser mejores?-
-Sí- dijo Viggo -sin disculparse, sin arrepentimientos. Nuestra forma de enmendar las cosas que hicimos mal será ser mejores-
Sakura asintió con lágrimas en los ojos y abrazó a Viggo por el cuello. Entonces dijo con una voz quebrada -seré mejor-
-También seré mejor- dijo Viggo
-También seré mejor- dijo Ana sentándose en la cama.
Viggo la miró y asintió con una sonrisa. Tomo a Sakura y la cargo como una princesa hasta Ana. La sentó a su lado y los tres se abrazaron.
-Seremos mejores- dijeron los tres al mismo tiempo
Kiara los miró desde la distancia y asintió satisfecha. Nadie sabe que vaya a pasar en el futuro, pero si pueden crecer los tres juntos y supliendo las carencias de su corazón, será lo mejor que les pueda haber pasado. Sin embargo, frunció el ceño y dio dos palmadas al aire.
-Suficiente- dijo Kiara y comenzó a caminar a la cama. Al mismo tiempo los tres la quedaron mirando y Kiara les hizo el gesto con la mano a Sakura y Ana para que se hicieran a un lado. Las dos niñas se movieron y Kiara se subió a la cama y empujo a Viggo para que este quedara acostado. Ella se sentó sobre la cintura mientras el pene de Viggo quedaba por delante de su vagina.
-Todos han tenido lo que han deseado. Ahora es mi momento- dijo Kiara mirando a Viggo con una mirada perversa. Estiro su mano y agarro el pene por la base. Entonces comenzó a frotarlo de arriba hacia abajo mientras miraba a Viggo a los ojos. Ella se acercó a su cara, lo beso y al mismo tiempo, llevo sus manos al glande mientras frotaba su vagina por el tronco.
-¿Cómo se siente?- le pregunto Kiara con una voz sexy
-Bien- dijo Viggo, sintiendo como otra vez se ponía firme. Kiara asintió con una sonrisa coqueta y levantó su entrepierna. Entonces dirigió el pene a su vagina y lo trago hasta la base. Kiara echo su cabeza para atrás y soltó un gemido al mismo tiempo que Viggo.
Por otro lado, Viggo estiró sus manos y le agarro las caderas y las comenzó a levantar y bajar, machacando sin ningún cuidado el interior de Kiara.