La Gran Batalla de Ard-Galen

Tulcowë

Las tropas de Angband eran como un mar oscuro que se aproximaba a toda velocidad, y no podía dejarlos infundir miedo en los elfos.

Decidí liderar la carga hacia ellos, y alzando mi espada en el aire liberé la luz de los dos árboles que contenía.

Las espadas del resto de los paladines hicieron lo mismo y nos convertimos en una ola de luz.

Seguí corriendo emitiendo la luz para subir la moral de las tropas, ya había visto al enemigo con el que lucharía, era el Balrog delante de mí.

Estos seres poderosos crearían muchas en el ejército si no eran controlados.

Cuando ya estábamos cerca salte en el aire y me abalance contra él.

Todo parecía pararse entonces haciéndose más lento.

Era la habilidad de mi espada, pude notar su hacha dirigiéndose a mí y una espada de fuego que tenía en su otra mana balanceándose.

Decidí usar el escudo para bloquear el hacha y la espada para atacar.

Entonces el sonido de mi escudo y el hacha chocando explotó.

Y seguido un mar de sonidos metálicos inundó mis oídos.

La gran batalla había comenzado y debía ganar.

El Balrog se recuperó rápidamente y empezó su ataque.

Había pensado que conocía bien la fuerza de los Balrog, pero al intercambiar golpes con él me di cuenta de que había algo mal.

Cada ataque suyo lograba hacerme retroceder un poco y los ataques de mi espada eran resistidos hábilmente por su espada de fuego.

Pensé que con el inmenso poder de mis armas obtener la ventaja inicial era un hecho.

Pero no fue tan fácil.

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Ard-Galen - Gran campo de batalla - Elfo Tulcar.

La batalla comenzó hace unos 30 minutos, mis compañeros de escuadrón siguen combatiendo el mar de orcos.

No hay un momento para descansar, por cada orco que eliminó aparecen 10 más.

Dentro de ese mar apareció una figura que rompió nuestra formación, su piel era un poco dura.

Estas lagartijas escupe fuego son lo peor que existen.

Con una bocanada de fuego eliminó a cinco de los treinta hombres de mi unidad.

Compañeros con quienes he compartido durante siglos, pero debo esconderme mi pena y seguir luchando

Su fuego es difícil de resistir con nuestros escudos hay que eliminarlo rápidamente para que deje de hacer daño.

Me lancé contra él, mis movimientos fueron seguidos por mis compañeros y uno de ellos movió su escudo en dirección a mí.

Salte contra el escudo y me encontré encima de la cabeza del dragón, rápidamente le clavé la lanza en la cabeza.

Su cuerpo se desplomó y me mantuve sobre él, durante 20 segundo.

Este pequeño tiempo era posiblemente el único descanso que tenía.

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Mi batalla contra el Balrog ya llevaba 10 minutos, durante este tiempo parecía estar probando mi resistencia.

Para no cansarme con sus golpes decidí empezar a esquivar los ataques, tome distancia, dejando que su hacha gigante se clavara en el piso, mi idea era hacerlo gastar fuerza por mínima que fuera, pero también quería encontrar una brecha en su defensa justo después de su poderoso ataque.

En el segundo ataque que le esquive rodando hacia un lado vi que su mano izquierda se había quedado muy abajo como para detener un ataque a su hombre y me lance.

Antes de acertar el golpe una llamarada de fuego broto de él, lamentablemente para él, sabía que los Balrog eran seres de fuego, así que mi armadura fue reforzada para aguantarlo en su mayoría.

Una estocada profunda se clavó en el hombro del Balrog y empezó a brotar un líquido naranja y espeso.

Parecía más hierro fundido o lava, lo que salía de esa herida.

La herida pareció enojar más al Balrog, ya que se lanzó con cólera hacia mí, parecía cada vez más rápido.

Esquive y bloquee los ataques lo mejor que pude, y durante ese tiempo también aproveche en atacar sus piernas o brazos.

Las heridas estaban haciendo efecto sus golpes se volvían cada vez más lentos.

La estocada final fue cuando tiro un hachazo que fue bloqueado por mi escudo, pero ya no tenía la fuerza inicial y me permitió contraatacar rápidamente, clavando mi espada en su corazón.

Un gran grito de dolor salió de Balrog que fue disminuyendo hasta terminar ahogándose.

No sabía exactamente cuando tiempo había pasado desde que inicio el combate y recién ahora podía prestar atención a mis alrededores, había cuerpos de orcos por todas partes y también de elfos.

Algunos Balrog habían logrado vencer a los paladines y andaban sueltos por el campo de batalla haciendo muchas bajas.

Logre ver a mi hijo Tanowë que estaba perdiendo terreno contra un Balrog, rápidamente corrí hacia él y enfocando su espalda salte con fuerza y clave mi espada atravesándolo, varios intercambios de golpes desesperados fueron bloqueados por mí antes que el Balrog terminara muriendo.

Tanowë fue corriendo hacia el cuerpo de un elfo, que en verdad no reconocí hasta que me acerque, tenía la armadura de un paladín y su nombre era Tanan hijo de Tanowë, noble príncipe de los Tulcar, pero más importante, era mi nieto.

Estaba listo para el dolor, pero quería evitarlo a toda costa, así que solo permití que los miembros de la casa real de los Tulcar que hubieran alcanzado el rango de paladines podían acompañarme a la guerra.

Lamentablemente la fuerza de los Balrog había sido subestimada por mí y por ese error uno de mis nietos había perdido la vida.

Pero no debo dejar que mi dolor se vea, por lo menos no este momento.

Tulcowë: "Tanowë toma tu lanza y sígueme a la batalla, entiendo tu dolor y créeme que lo comparto, pero habrá un tiempo para llorar a los caídos"

Señale a dos guardias elfos cercanos

Tulcowë: "Tomen el cuerpo del Príncipe y llévenlo al campamento"

Guardias: "Si, mi rey"

Tanowë : "Padre, necesito un favor"

Los ojos de Tanowë estaban rojos y se podía ver la cólera en su cara

Tulcowë : "¿Qué es?"

Tanowë : "Ningún Balrog debe sobrevivir el día de hoy"

No estoy seguro de poder cumplir con su pedido, pero necesitaba que se centrara

Tulcowë: "Claro que si hijo, no dejes que te arrebaten la vida"

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Ard-Galen - Gran campo de batalla - Flanco Izquierdo.

La Pelea en el lado izquierdo de la batalla era muy desfavorable, los Balrog no fueron vencidos rápidamente como sé previa en un comienzo y ocasionaron muchas bajas.

El golpe fue tal que Maethoran tomo el mando del Flanco, ya que Cánowë recibió una herida cercana a lo fatal y fue evacuado al ser salvado por Morinehtar.

Maethoran era un general valiente y aun sabiendo que la probabilidad de que su padre muriera era alta no abandono su responsabilidad.

En este momento se encuentra sobre el cuerpo del segundo Balrog que vencía, entonces vinieron dos guerreros con un mensaje.

Guerrero: "Mi general hemos recibido un informe del comando, Mi Rey ha desplegado las balistas llegarán a reforzarnos pronto para acabar con los dragones y Balrog"

Narwë había puesto varios respaldos en caso de que las fuerzas de Angband fueran demasiado fuertes, un pequeño ejército con las balizas se encontraban en Taras Serech para cubrir o reforzar al ejecito según se necesitara.

La batalla no estaba perdida ni mucho menos, solo se sufrían más bajas que las previstas, y con el refuerzo de la retaguardia las probabilidades de victoria eran superiores.

Maethoran: "el frente de batalla ha sido atravesado en varios puntos, reformen y envuelvan a las fuerzas que atravesaron, que los paladines restantes traten de volver a la formación"

Guerrero: "Si mi general, han caído seis Balrogs en esta zona de batalla y su número dejan de ser un problema pronto aunque ya han tomado una colina desde donde están disparando los arqueros"

Maethoran: " ¿Dónde está Morinehtar? "

Guerrero: "Está ayudando a mantener el frente mi señor hay algunos Balrogs tratando de atravesarlo"

Maethoran: "Bien, llama a Kalzar y su escuadrón me ayudarán a tomar la colina"

Guerrero: "Le avisaré señor"

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Ard-Galen - Gran campo de batalla - Flanco Derecho.

Narwë es uno de los elfos Tulcar más frío e inteligente su flanco sufrió una moderada cantidad de bajas al comienzo de la batalla, pero luego gano la superioridad.

El mismo lideró la primera carga intercambio duros golpes contra el primer Balrog que se encontró y noto que su poder hasta más allá de lo previsto.

Apenas tomo consciencia de la fuerza de los Balrog ordeno a los paladines retroceder y que las formaciones elfas se enfrentaran a ellos.

Las bajas fueron grandes, pero mientras tanto los Balrogs eran atacados de uno en uno por cuatro paladines.

En este momento Kulwë estaba corriendo junto a otros tres paladines en dirección a otro Balrog había sido encargado por Narwë para esa labor mientras que él lideraba el frente.

Un caballo apareció para interceptarlo

Mensajero: "Mi señor Kulwë, Mi Narwë le pide que se dirija hacia el frente, varios dragones han aparecido allí y están generando muchas bajas"

Kulwë: "Lo se hay bajas por todos lados, dile a Kulwë que voy enseguida primero liberaré la presión sobre las fuerzas que están flanqueando"

Mensajero: "Le avisaré mi señor, Las fuerzas de retaguardia ya están llegando en 30 minutos, su hermano me aviso que le hiciera recordar que el frente no puede retroceder hasta entonces"

Kulwë: "Supongo que mi hermano cuenta con que las tropas de flanqueo resistan más tiempo en solitario, entiendo, entonces iré enseguida"

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Ard-Galen - Gran campo de batalla - Centro.

Tulcowë

Ya han pasado 8 horas desde que empezó la batalla, el campo de batalla central está muy igualado.

No he logrado capturar todas las posiciones elevadas y en este momento los únicos que pueden enfrentarse a los Balrog son Tanowë, Nurdian hijo de Narwë, un paladín más y yo.

Las fuerzas de respaldo de la retaguardia están llegando y reforzando las posiciones, tal vez logremos empujar un poco más el centro.

Pero lo cierto es que la densidad de tropas orcas son mucho mayores aquí, es probable que la batalla se decida con la victoria de uno de los Flancos.

La presencia de Los Balrog es menor ahora ellos han tenido muchas perdidas al igual que nosotros.

Los dragones no son numerosos y aun así hacen mucho daño con su aliento, y en verdad quisiera barrerlos a todos yo mismo, pero no tengo fuerzas y necesito descansar unos minutos antes de que aparezcas el siguiente enemigo poderoso.

Mientras pensaba vi un caballo venir rápidamente.

Mensajero : "Mi Rey mensaje del Flanco Derecho, el Príncipe Narwë ha roto las líneas enemigas y ha empezado a flanquear al ejército enemigo"

Por fin buenas noticias

Tulcowë: "Eso es perfecto, avísale que estamos inmovilizados por los enemigos y nos es difícil avanzar las líneas. "

Mensajero: "Mi príncipe lo sabe mi Rey, envió un mensaje con sus instrucciones, para ver si le agradan "

Tulcowë: "Resúmelo"

Mensajero: "El príncipe planea hacer que retroceda el lado derecho de su frente para que los enemigos avancen y luego ser cercados por el ejército del Flanco derecho. "

Tulcowë: "Bastante factible bien me encargaré de ello, regresa rápido con mi respuesta"

Parece que esta batalla todavía seguirá