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CAPÍTULO CUATRO

Agatha no deja de ver hacia todos lados durante el trayecto al apartamento. Al principio se rehusó en aceptar mi ayuda pero después de un rato pude convencerla. Su cuerpo tiembla de miedo, mantiene sus ojos bien abiertos ante cualquier sonido o persona. Desde que nos subimos al taxi no se ha despegado de mi cuerpo, me abraza como si fuera su salva vidas.

Llegamos al apartamento, subo al ascensor y ella se pega mas a mi, por el espejo puedo ver un morado que sobresale en su cuello así como la marca de lo que al parecer era una soga.

No  quiero imaginarme escenarios falsos pero por lo que veo ella estaba encerrada y era maltratada.

No se como pueden existir personas tan locas y psicópatas, sin pudor alguno al momento de hacer sufrir a alguien. No entiendo como pueden seguir con vida, lo que viven esas pobres personas no es justo y lo peor que la sociedad haga ojos cerrados y oídos sordos. Un ejemplo el machismo.

Las puertas del ascensor se abren, tomo la mano de la chica y avanzamos hacia la puerta de mi apartamento, abro la puerta y Sunny ya me espera sonriente pero su sonrisa se borra al ver a Agatha junto a mí. Esta mantiene la cabeza baja y solloza de nuevo llevando una mano a su boca.

- Tranquila – me giro quedando frente a ella – Aquí estarás segura no tengas miedo

- Lo mejor es que me vaya – intenta dar la vuelta pero la detengo

- ¡Agatha no! – tomo sus manos heladas – Yo prometí ayudarte y es lo que haré

- No por favor, no quiero que él te encuentre y te haga daño – Sunny se acerca

- ¿Mia? – veo por segundos a mi hermana que ve con extrañes la escena.

- Sunny es mi amiga Agatha – me arrodillo quedando a su altura -

- Hola – la melodiosa voz de mi hermana hace que Agatha la vea, se limpia las lágrimas y se arrodilla – ¿Eres amiga de Mia? – Agatha permanece callada por segundos. Se que me estoy metiendo en un enorme problema al traerla aquí, pero que podía hacer ¿dejar que se suicidara?

- Si – me observa – Ella es mi amiga – le sonríe a Sunny

- ¿Tienen hambre? Por que yo sí – me levanto tratando de disipar un poco el ambiente tenso, Agatha hace lo mismo.

La guio a la cocina, ella se sienta junto a Sunny en el desayunador. Intento sacar temas de conversación para distraer un poco a mi nueva amiga.

Después de desayunar veo la hora y es tiempo de una ducha, Agatha entra a mi habitación y observa todo con cautela.

- Puedes darte una ducha – señalo la puerta del baño – Creo que puede quedarte mi ropa – busco en el armario algo que pueda usar. Una camiseta, pantalón de mezclilla y unos tenis dejo sobre la cama - ¿Te gusta?

- Si – muerde su labio – Mia gracias – llora de nuevo y me siento junto a ella en el borde de la cama.

- Agatha ¿Quién te hizo esto? – solloza mas fuerte. Un golpe en la puerta nos asusta.

- Mia la señora Rita quiere hablar contigo – olvidé que hoy entraría a trabajar después de medio día hice un intercambio de turno con Rodrigo para cenar con Louis.

- Ya voy – veo de nuevo a la chica que tiene la vista perdida en la nada – Debo hablar con mi vecina, ella me ayuda a cuidar a Sunny regreso en un momento puedes ducharte – asiente y yo salgo de la habitación.

La señora Rita se encuentra sentada con Sunny frente al televisor, voltea  a verme y sonríe.

- Querida ¿Aún no estas lista? – se levanta y camino junto a ella hacia la cocina - ¿Qué ocurre? Sunny me ha dicho que trajiste una amiga pero que nunca la había visto – su tono de voz es preocupado

- Si – no encontraba la manera de decirle – Encontré a una chica que estaba a punto de suicidarse – frunce el entrecejo

- ¿Qué? – parpadea –

- Sí – tomo un vaso con agua – No podía quedarme de brazos cruzados viendo como saltaba  del puente

- Obvio no pero ella ¿está bien? – se sienta en una silla del comedor

- Si – ella me observa con los ojos bien abiertos – La he traído aquí

- ¡Mia! – antes que hable la interrumpo

- Yo se que me dirá que es una locura y que es peligroso – asiente – Pero sentí que debía hacerlo es más siento que puedo ayudarla.

- Mia, es peligroso pero se que eres noble y por ello lo has hecho pero ¿sabes porque quería terminar con su vida? – paso un mechón de cabello detrás de mi oreja

- Ella es victima de maltrato, cuando la encontré al borde del puente me dijo que ya no quería seguir viviendo, que el la encontraría y que la policía no puede hacer nada porque está de su lado – lo ultimo lo susurro

- ¿De su lado? Ósea que es una persona peligrosa niña, ¿Sabes lo que podrían hacerte por ayudarla? no solo a ti también a Sunny – se que la señora Rita tiene razón, desde luego es inmune a la policía es porque es alguien con mucho dinero y poder.

- Si ¿Pero que podía hacer? – ella parece pensar lo que he dicho

– Solo espero que ayudarla no te traiga problemas – toma mis manos – Y aquí estoy para seguirte ayudando

- Gracias – no se que haría sin ella, es una lástima que no pudiera tener hijos hubiera sido una madre excelente.

- ¿Y dónde está? Me gustaría conocerla – caminamos hacia la habitación, con cuidado abro la puerta y lo que veo causa que no me arrepienta de mi decisión.

Agatha se encuentra de espaldas, su cuerpo desnudo muestra las innumerables marcas en su piel, desde la espalda hasta sus glúteos llenos de golpes y marcas como de látigos. La señora Rita lleva una mano a su boca del asombro y yo no puedo dejar de ver cada cicatriz.

...

Mi turno esta por terminar,  Melissa está emocionada porque al fin saldré a cenar con Louis, incluso ha traído ropa ya que según ella a mi se me olvidaría y vaya que tiene razón. Me siento nerviosa hace tiempo que no salgo con alguien, y ya he olvidado lo que se siente.

Atiendo al ultimo cliente y me retiro a los casilleros para cambiarme de ropa, Melissa me ha empacado todo, reviso y veo hasta ropa interior. ¡Dios! Siento como mis mejillas se enrojecen. No pienso tener sexo con él.

El vestido cuelga a un lado y es hermoso, de color blanco y largo. Simple y sencillo como me gustan.

Ya puesto arreglo mi cabello y el maquillaje, coloco una pulsera en mi muñeca, y me veo en el espejo. Me gusta.

- Usaras la ropa interior que te traje ¿verdad? – ruedo los ojos

- No Melissa – chasquea la lengua – No pienso acostarme con él

- Tú pero él dudo que no quiera al verte así – mis mejillas vuelven a enrojecer – Bueno yo solo venia a avisarte que tú galán esta esperándote y vaya que está muy guapo.

- En un momento salgo – busco el bolso de mano y camino a la salida

- En serio no usaras la ropa interior? – sigo caminando

- ¡No! – alzo la voz y escucho como ríe

Busco con la mirada a Louis y veo que habla con el señor Tyler. Me acerco y voltean a verme.

Louis parece encantado ya que no deja de mirarme y el señor Tyler lo ve como si quisiera arrancarle los ojos. Carraspea sacando de su burbuja al chico.

- Bueno espero que no intente sobrepasarse joven – me siento como una adolescente frente a su padre antes de una cita

- No señor – acomoda su traje

- Esta bien, cualquier cosa ya sabes que puedes llamarme

- Si señor Tyler – sonrío

- Creo que es hora de irnos – me despido de mi jefe y salimos del lugar para subir a su auto. El aroma de su fragancia puede sentirse por todo el auto.

Cenamos en un restaurante en el centro de la cuidad, el lugar grita elegancia por donde lo vea. En el tiempo que llevamos charlando me ha comentado que tiene 25 años y es policía, sus padres se opusieron a que el ingresara a la academia, según ellos el merece un futuro digno. Actualmente no habla mucho con ellos, tiene una hermana menor que estudia en el extranjero, Alexandra ese es su nombre.

La noche del incidente caminaba por el lugar en busca del bar donde trabajo, había quedado con unos compañeros de verse ahí. Pero un tipo encapuchado salió a su encuentro apuñalando su cuerpo, lo único que pudo ver del sujeto fue una cicatriz pero de ahí no recuerda nada. Por su trabajo sabe que esta propenso a estos ataques.

Dudaba si podía comentar la situación de Agatha, recordaba sus palabras y eso me hacia dudar de Louis ¿Seria un policía corrupto?.

Al salir del restaurante me llevó hasta el edificio donde estaba mi apartamento, me acompaño hasta la puerta y el ambiente se había tornado incómodo.

- Eh… - metió las manos en sus bolsillos – Gracias – vio hacia los lados ¿nervioso?

- Tranquilo y gracias a ti por la cena – humedece sus labios

- No debes agradecerme nada, la verdad no creí que podría volver a verte – frunce el entrecejo – sino fuera por ti, estaría muerto – flashes del momento vienen a mi mente. Ver su cuerpo ensangrentado y pálido ha sido una de las imágenes mas fuertes en mi vida.

Quedamos unos momentos viéndonos, ninguno dice nada, escucho un golpe detrás de la puerta, ambos volvemos a ver y abro la puerta encontrando a Agatha desmayada en el piso.

- ¡Agatha! – corro hasta ella Louis entre después de mi – Ayúdame – la carga en sus brazos y la acomoda sobre el sofá – ¡Agatha despierta! – no tengo idea de lo que ocurre.

Louis me pide alcohol y lo coloca sobre su nariz, ella abre sus ojos y empuja al chico mientras le grita

- ¡No me toques!