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Cap 114: La calma antes de la tormenta (2/2)

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"La batalla principal será en la zona central, allí habrán mas bestias y allí será donde este el eje principal de –Plaga- el –Árbol de las Mil Pestes-, por ello, necesitamos que quienes le derriben estén allí"(Sebastián)

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Santiago que estaba vestido con su armadura de placas negra y su alabarda sobre su hombro, tenía a su izquierda detrás suyo, a Agustín y Elizabeth, Agustín vestido con su armadura de placas de escamas de wyvern de color negro y con el emblema de la Iglesia en su pecho, junto con una guadaña sobre su hombro al igual que Santiago, pero en su espalda, un arco con un carcaj, una espada en su cintura y 4 dagas, dos en cada muslo.

Con su cara tapada excepto los ojos tapados por una tela violeta y con el emblema de la Iglesia de la Muerte en verde, Agustín estaba parado recto viendo hacia el norte, donde estaban las bestias de –Plaga- paradas y quietas y a diferencia de los soldados, de los cuales se podía sentir temor y tensión, el estaba apretando sus armas, con su pecho explotando y en sus oídos, escuchando sus propios latidos.

...¿Por qué?... ¿Por qué se siente tan bien?

Mientras Agustín seguía pensando, a su lado, Elizabeth que estaba con un bastón de madera violeta y un orbe en su extremo superior que era como una esfera de hielo, que incluso desprendía humo y frio a su entorno.

Estaba parada justo detrás de Santiago, con un vestido negro y ajustado rodeado de una armadura semi-transparente gris que parecía de asesino o explorador.

En la sombra de Santiago, Eric que estaba en sigilo esperando, tenía en sus manos, las dagas duales rúnico mágicas, con sus filos rojos sangre y sus mangos negros hechos con metal y colmillos.

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"Entonces está claro tienen que unirse en el centro, ¿Verdad?"(Juan)

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"Ni que lo digas..."

El Supremo sacerdote de lo Sagrado que estaba parado a la derecha de Santiago, contesto mientras no sacaba su mirada de encima a Hernán, que estaba parado exactamente a la izquierda de Santiago, ambos Supremos Sacerdotes eran como perro y gato, y aunque no se dijesen nada, la tensión se creaba con solo mirarse.

Mientras estas 6 personas estaban paradas mirando, Leonor, el líder de los Bellian estaba aun más a la derecha, cerca del Supremo Sacerdote de lo Sagrado, con su armadura de placas dorada y rúnica, y además, Leónidas estaba a su lado junto con los otros líderes de pilar.

"Esto no va a ser una buena instancia..."(Leónidas)

Mirando a Santiago y murmurando, Leónidas que vestía una armadura similar a la de su padre, estaba con su lanza rúnica mágica en su mano derecha y un escudo en la izquierda que era rúnico.

Los soldados Bellian unidos a los soldados de la Iglesia de la Muerte, sumado con muchos de los sacerdotes de lo sagrado y soldados de la Iglesia de lo Sagrado protegiéndolos y ayudando a los Bellian.

Un frente unido de casi 400.000 soldados, liderado por Leonor y el supremo general de la Iglesia de la Muerte, Enrique Ial.

"Quiero ir al frente..."(Santiago)

"No debe mi señor, aunque le desagrade, debe de permanecer aquí hasta que los soldados logren abrir camino"(Elizabeth)

El plan era sencillo y extremadamente arriesgado, dejar que las bestias rodeasen al ejercito, lo mismo que habían logrado en el anterior campo de batalla, pero esta vez, luego de dejarse rodear, el ejercito de Augusto liderado por Sebastián, y el ejercito de Juan, atacarían a las bestias desde las espaldas, rodear a los que les rodean.

Era un plan sencillo para aplicar a las bestias, pero sabiendo que ocurrirían imprevistos por la inteligencia que manejaba a las bestias, reforzaron el ejército central y casi había varios artistas marciales escondidos.

"GROOOOOAAAHHHHHHH"

Con un grito, desde el horizonte, 2 figuras gigante hicieron temblar el suelo levantándose, los soldados que ya estaban aterrados, al ver esas dos gigantes figuras en el horizonte, quedaron pálidos y sudando, incluso Santiago quedo sorprendido.

"¿Esas cosas... Tienen armaduras rúnicas?"(Leonor)

A pesar de que eran gigantes como montañas, esas dos bestias humanoides, estaba arrastrando dos enormes espadas que brillaban con runas y armaduras de tela rúnica, Elizabeth y Eric estaban observándoles, pero en vez de ellos actuar directamente, se quedaron en silencio observando.

Desde los laterales de la formación, 4 hombres se mostraron, los dos espadachines de Valle Dragón estaban delante de Santiago parados con sus espadas desenvainadas y además, volando mucho más arriba, se podían sentir las presencias de Franco y Ernesto, estos dos ancianos estaban observando la situación, pero incluso entre estos 4 parecían tener malas caras.

"Rango SS+ Gigantes de la Masacre"(Elizabeth)

"Incluso si no estuviesen equipados con esas armaduras y armas rúnicas, serian realmente peligrosos"(Grey)

"Lo único que tienen es resistencia alta, tanto a magia como a física, esos dos gigantes no tienen prácticamente fuerza a pesar de sus tamaños, el problema es que atacan con su propio peso"(Elizabeth)

"Elizabeth y Eric no pueden intervenir, pero tampoco podemos dejar que lleguen hasta aquí, ¿Alguna idea?"(Santiago)

"Que los magos de las líneas traseras se concentren en atacara a los gigantes en vez del ejercito de bestias"(Hernán)

"Incluso si nos abrimos paso con los soldados, esas cosas los masacrarían, debemos hacer que los soldados mantengan posiciones y luego de que los gigantes caigan, concentrarnos en avanzar"(Leonor)

"Es la mejor idea, al menos en esta situación"(Elizabeth)

Activando magia de viento para que Leonor diese órdenes a sus soldados y a Hernán para que le diese a los suyos, Elizabeth que podía malgastar su magia en ello, hizo que ambos ancianos, Franco y Ernesto avanzasen junto con los artistas marciales de Valle Dragón.

"Ese rey dijo que estaría observando, me pregunto desde donde..."(Santiago)

"Tienen un objeto rúnico mágico, -Esfera del Vidente- que les permite ver desde la lejanía, supongo que teniendo a sus hijos cerca no les dejaría arriesgarse"(Hernán)

"..."(Santiago)

Esa cosa suena peligrosa, muy peligrosa para ser exactos...

"Esto es bueno, las bestias aun mantienen posiciones, en vez de atacarnos mientras estamos inmóviles, están ellos inmóviles también"(Leonor)

"No creo que se mantenga así por mucho, está esperando a que los magos comiencen a atacar a los gigantes de la masacre para enviar a las bestias"(Hernán)

"¿Una bestia así de inteligente?... Si hubiésemos sabido..."

Mientras el Supremo Sacerdote estaba hablando hacia sí mismo con horror y arrepentimiento, Santiago le observo y hablo.

"¿La hubiesen matado antes de que reuniese tanto conocimiento?"(Santiago)

"Claro que lo hubiese hecho, podría terminar reuniendo suficiente fuerza como para atacar al Reino si le hubiésemos dejado más tiempo"

"Hhmmm, tranquilo, no hubiesen durado más de 2 años, -Plaga- ya se estaba moviendo para devorar al Reino"(Santiago)

Con una bestia inteligente... Convertir en impuros a los Haries y hacerles mermar la fuerza del Reino, además de crear caos interno... Un plan meticuloso, irreal de que lo haga una bestia de con poca inteligencia y conocimiento.

"Br-¿Bromeas? ¿2 Años? ¿En 2 años todo esto... Estaría avanzando hacia la capital?"

"Si..."(Santiago)

Observando en la lejanía, el fuego explotando contra los gigantes en sus caras y como estos intentaban golpear a los artistas marciales que parecían hormigas en sus cuerpos, Santiago no le dio mucha importancia a lo que el Supremo Sacerdote decía.

Mientras observaba, Santiago vio un destello rojo en su espalda y al darse la vuelta, vio una especie de luz de bengala subir, mientras la miraba distraído, las esferas y lanzas de fuego volaron en línea recta hacia los gigantes, estos estaban realmente lejos, pero siendo tan grandes, apuntar no era tan necesario.

Incluso así, algunos ataques fallaron, pero siendo casi 20.000 magias simultaneas, la explosión fue inmensa, y a la vez que la explosión se daba, las bestias avanzaban, tal y como Hernán había predicho.

El suelo que temblaba como un terremoto con las pisadas de los gigantes, y temblaba con el avance sanguinario de las bestias unidas de –Plaga- hacia parecer que el campo de batalla era el fin del mundo y mientras el suelo reseco y duro, se agrietaba poco a poco por las pisas y temblores, los soldados levantaban sus escudos.

El choque inicial fue un sonido estruendoso de gritos dolidos de bestias y humanos, los cadáveres se levantaron, tanto de humanos y bestias, y la lucha comenzó, los soldados que luchaban sin cesar y los magos, que sin descanso recargaban sus magias apuntando a los gigantes.

1... 2... 3 Horas, y los gigantes, a una corta distancia de los soldados, cayeron de rodillas levantando por el impacto a miles de bestias y matando a cientas, estos que seguían vivos, intentaban con sus manos desesperadamente matar a los artistas marciales los cuales, con sus espadas, seguían cortándoles la piel y más que nada las caras.

Sin ojos, sin orejas, con sus narices cayéndose, tantos cortes como para arrancarles la piel de la cara, y escarbando a través de sus ojos, la magia de fuego que quemaba la carne y el interior de sus bocas sin piedad.

Y asi, en 4 horas, los cadáveres de esas dos colosales bestias cayeron rendidos al suelo, sobre las bestias y sobre muchos soldados, tanto de las Iglesias y Bellian.

Sin desaprovechar el caos, Leonor ordeno mediante magia de viento a los soldados subir a los cadáveres de los gigantes y aprovechar la ventaja de altitud, y así fue, a pesar de las miles de muertes, otras miles se evitaron.

Las bestias que intentaban escalar los cadáveres que eran como colinas empinadas morían de forma sencilla, y además, desde el suelo, los otros soldados seguían avanzando.

Tanto los Artistas Marciales, como Sabios, al volver estaban sudando agotados y en vez de esconderse de vuelta se pararon junto con el resto.

Desde las –Arcas Doradas- Santiago saco dos sillones de lujo que hicieron a todos abrir sus ojos, pero los dos ancianos y artistas marciales de mediana edad, no dudaron ni por un segundo el sentarse en ellos.

Caminando por delante de ellos, Santiago hizo salir una mesa de oro, marfil tallado y cristal delante de ambos sillones y entonces, sobre estas mesas, 4 copas hechas de oro puro con joyas extrañas y talladas como dragones.

Entre las 4 copas, dejo una botella de cristal tallado con palabras en antiguo y con un corcho en la parte superior, dejándoles la botella, Santiago volvió a su sitio parado observando.

"¿Esto qué es?"(Grey)

"Vino añejado de 1.000 años"(Santiago)

"¿Mil..."(Franco)

El anciano que tomo la botella y la abrió, al oler la bebida, al instante tomo una de las copas y se sirvió, los otros 3 le observaron como a un viejo descarado, pero casi se pelearon por servirse, todo mientras Franco ya estaba bebiendo.

"Esto... es... Exquisito"(Franco)

Mientras los 4 estaban bebiendo sentados, Elizabeth observo a Santiago e incluso le pregunto sin vergüenza.

"¿No es mejor guardarse eso para usted?"(Elizabeth)

"No me gusta el vino"(Santiago)

Excepto el vino en cartón, por alguna razón inexplicable ese sí que me gusta

"Oh, eso es nuevo"(Elizabeth)

"No soy tan refinado, cerveza fría es mejor o sino algo simple, whisky por ejemplo"(Santiago)

"Muchos dicen que la cerveza es el alcohol de los pobres, debería de no decir eso de forma pública, muchos le criticarían"(Elizabeth)

¡¡¿COMOOOOOOO?!! ¡PEDAZOS DE HIJOS DE PUTAA!

"..."(Santiago)

Con una mirada vacía sonriendo, Santiago carraspeo y luego que volvió en sí mismo, contesto.

"AHAM, ahm, si, vale"(Santiago)

"Dejen de tomarse esto como juego, gente está muriendo"

Viendo a Santiago y Elizabeth tonteando, el Supremo Sacerdote de lo Sagrado hablo con un tono indignado y Elizabeth le miro con reproche, pero el que contesto no fue ella, sino Hernán.

"¿Debe dedicarse entonces a verles morir? Cuando llegue su momento, ellos irán al sitio más peligroso, ¿Podrían morir en unas horas y les exiges que no disfruten sus últimos momentos? Podrían morir por los errores que tú y tu rey cometieron, ¿Y tienes el descaro de decir tales palabras?"(Hernán)

"¿Planeas arrojar la culpa sobre nuestros hombros? Vuestra nación tampoco intervino... ¡No! De hecho, cuando nuestra nación planeo derrumbar –Plaga- intervinieron para mal, ¿Tiene tu el descaro de arrojar semejante falacia?"

"¡Ya! Fue suficiente, arrojarse la culpa de unos a otros es vano, dejen eso para cuando sobrevivamos"(Santiago)

"...Supongo... Que si, mi señor tiene razón, este no es el momento adecuado para esto"(Hernán)

Apretando sus puños, Hernán refunfuño asintiendo hacia Santiago el cual estaba viendo de afuera todo el odio mutuo.

"¿Tienes más de esos objetos lujosos ahí guardados?"(Elizabeth)

"¿Hay algo que quieras?"(Santiago)

"Alcohol antes de una batalla es mala idea, ¿Algo sin ello?"(Elizabeth)

Sacando una jarra de un cristal azul que dejaba salir una especie de humo similar al del orbe en el bastón de Elizabeth, sorprendió a varios de los presentes y sacando una quinta copa de oro enjoyada, Santiago sirvió una bebida dorada, al instante la copa se rodeo de una pequeña escarcha y guardo la jarra.

Viendo la bebida y tocando la copa, al ver que el líquido ya no estaba tan helado, Elizabeth bebió un poco.

"Mi señor, no dé de esta bebida a nadie más, hay que investigarla y averiguar cómo hacerla"(Elizabeth)

"A tu gusto, todas esas cosas estaban guardadas desde hace 400 años en las –Arcas Doradas- son del anterior rey que las portaba"(Santiago)

"¿Puede que tu anillo mantenga los objetos en un sitio donde evita que se descompongan?"(Grey)

"Si yo quiero, puede poner un pedazo de carne aquí, y comerlo dentro de 70 años, porque dentro de las –Arcas Doradas- el concepto del tiempo no existe"(Santiago)

"Increíble..."(Grey)

Codicia, a pesar de que Valle Dragón está lleno de objetos rúnico mágicos, ¿Cómo puede estar codiciando mi pequeño anillo?

"De todas formas, el objeto está vinculado a mi vida, solo lo puedo heredar luego de morir y quien lo desee debe de pasar una prueba, en caso del anterior rey, exigió la muerte de una bestia SSS+ sellada en el norte la cual, a pesar de que no eh cumplido, jure matar, si me rindiese en ello, seguro el anillo dejaría de funcionar"(Santiago)

"Ya veo, ahora... ¿Por qué estas siendo tan amable? No es tu actitud común, ¿Qué hiciste?"(Grey)

Cambiando su actitud de repente, el artista marial que había notado el cambio de actitud de Santiago hacia el no dudo en mirarle con sospecha.

"¡Tu, desgraciado!"(Elizabeth)

La única que reacciono con violencia y casi atacándole, fue Elizabeth, pero Eric saco sus dagas en sigilo y le observo atento.

"Fiiuuuu"(Santiago)

Silbando con una sonrisa, Santiago hizo que Elizabeth y Eric entendiesen que realmente había hecho algo a ese hombre.

"Soy un Artista Marcial de nivel 103, no deberían haber subestimado mi capacidad para tomar las técnicas que veo, no planeo regalarlas por ahí ni hacerlas públicas, pero no niego que fue un robo exitoso"(Santiago)

La cara de ambos Artistas Marciales cambio por completo y se mostraron furiosos, incluso si no fuese a esparcirlas, ¿No acababa de robarlas? ¡De hecho! ¡INCLUSO EL MISMO LO DIJO!

"No te pongas tan agresivo, planeo darles técnicas del estilo del dios del cielo sin cobrar nada, además, no puede culparme, ¿Debía de no verles? Incluso su rey intento tomar las mías"(Santiago)

Aunque él no pudo ya que desconoce la existencia del –Corazón Puro- necesario para la perfección del estilo de los -7 Cielos-

Corazón Puro que por cierto, está a solo un paso, si no fuese porque activamente quise robarles las técnicas a estos sujetos, podría haberlo completado.

"Tch... Supongo que sí, no es tan grave, de todas formas, mocoso, no deberías ser tan descarado es de muy mal gusto"(Grey)

"Hahahaha, mis disculpas, mis disculpas, ahora, si me disculpan, debo seguir entrenando, estoy por alcanzar el comienzo del estilo divino celestial"(Santiago)

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"Mi señor"(Elizabeth)

Apoyando sus dos manos de forma delicada sobre los hombros de Santiago, Elizabeth despertó a Santiago que estaba con sus piernas cruzadas en el suelo, con su alabarda clavada en el suelo entre sus piernas.

Mirando hacia delante, Santiago al pararse sintió lastima y dolor, los cadáveres formaban montañas, tanto los de las bestias como de las personas.

"Al menos tienes algo de compasión..."

"Es por un futuro mejor... Para todos"(Santiago)

"Excepto por los que murieron"

"..."(Santiago)

"Cierra la boca de una vez, maldita rata de lo sagrado, ¡Todo esto ocurrió porque tu gente solo son cobardes que han huido y dejado esta madriguera crecer!"(Hernán)

"Lo dije antes, no es momento de echarse la culpa... ¿Cuántas bajas ha habido? ¿Ya fuimos rodeados?"(Santiago)

"No nos han rodeado, por eso cambiamos el plan, el ejercito del rey Augusto y el emperador Juan están atrayendo bestias hacia sus posiciones ventajosas, mientras nosotros avanzamos lentamente"(Franco)

Ambos supremos sacerdotes que estaban enrabiados unos con otros, estaban más ocupados conservando la calma y evitando matarse entre ellos que responder a Santiago, por lo que el anciano aun sentado en el sillón de lujo respondió a Santiago en sus lugares.

"¿Noticias?"(Santiago)

"Malas, que los soldados están agotados y los magos sin mana, Buenas, la magia sagrada funciona contra las sombras y que la mayoría de las bestias invocadoras están muertas, los asesinos hicieron correctamente su trabajo, aunque luego fueron rodeados y devorados"(Franco)

"¿Un escuadrón suicida?"(Santiago)

"No del todo, había algunos artistas marciales como Fernando Costera, Marcelo Romero y Mateo Estradee, pero bueno, hubo algunos imprevistos cuando bestias de rango SS- y S+ aparecieron desde el suelo"(Franco)

"Al igual que nuestros altos rangos, los suyos también están escondidos esperando, ¿Heridos de entre los artistas marciales?"(Santiago)

"Mateo Estradee, carece de energía corporal y ya está anciano, perdió uno de sus brazos y resulto bastante herido"(Franco)

"¿Alguna de las bestias murió?"(Santiago)

"No, todas ellas terminaron intactas, eran demasiadas para esos 3 ancianos"(Franco)

"Malas noticias, si 3 artistas marciales terminaron de esa forma estando juntos-"(Santiago)

"El anciano reclamo que no recibió ningún apoyo"

Luego de interrumpirle, el Supremo Sacerdote de lo Sagrado noto como el rostro de Santiago se tiño de asco.

"... Repíteme sus nombres, no quiero olvidarlos"(Santiago)

"S-señor, no creo que tal cosa sea verdad"(Franco)

"La casa Estradee no actúa de esa forma, de eso estoy seguro, pero de eso ancianos, dime, ¿Están aliados con otra familia?"(Santiago)

La mirada de Santiago cayó sobre Ernesto el cual estaba sentado sin decir nada observando hacia el campo de batalla, los ojos de Santiago estaban vacios pero llenos de agresividad y eso, se notaba al instante.

"La familia Costera esta aliada a los Cella, pero los Romero son neutrales y evitan crear aliados y enemigos, diría que son bastante independientes"(Elizabeth)

"No hay necesidad de oír mas para saber quiénes son los culpables, me encargare de que el brazo del anciano se recupere, la magia del rey de la vida es absoluta, decidle que puede retirarse en paz, hizo un grandioso trabajo"(Santiago)

Levantándose y golpeando la punta opuesta al filo de la alabarda contra el suelo, Santiago dejo de tensionar el ambiente y dejo de mostrar esa agresividad contra Ernesto, pero el anciano estaba con su entrecejo arrugado del enojo al oírle.

Para ese joven, ser un Cella ya era una prueba de haber cometido un acto atroz o criminal, ¿Cómo podía ser tan agresivo y belicoso? Su familia no actuaba de esa forma en la mayoría de los casos y aun así, con ese joven, daba absolutamente igual si eran o no culpables.

"Me alegra que sepas quienes son los culpables, el anciano no estará tan furioso ahora que al menos tiene el apoyo de algunos"

"Si me llamaron es porque nuestro momento está cerca ¿Verdad?"(Santiago)

"Llevamos 2 días completos en espera y ya se han divisado muchos humanoides capaces de mover sombras, rangos S-, S y S+ han muerto, están cazando a los débiles rezagados"(Elizabeth)

"Entonces... Dejadme ir al frente una vez más, todos ellos vendrán a por mí una vez lo haga"(Santiago)

"No es una mala idea, eliminarles nos permitirá avanzar de forma más escandalosa"(Grey)

Sacando su alabarda que estaba clavada al suelo, Santiago la apoyo sobre su hombro y estiro su cuerpo mientras que los ancianos se levantaban de los sillones, Santiago apunto su mano hacia los objetos y estos se volvieron luz que entro al anillo desde la distancia, incluso las copas lo hicieron.

"Dejadme ir solo al principio"(Santiago)

--Corazón Puro 99,2%---

Caminando hacia el norte, Santiago que iba con calma, al principio toco la espalda de uno de los soldados de la Iglesia el cual se giro con un rostro lleno de miedo, pero al instante el miedo se intensifico y quedo inmóvil mientras palidecía.

"Con permiso"(Santiago)

Moviéndole con el reverso de su mano desnuda con calma, Santiago sonrió y el resto de soldados en pánico comenzaron a moverse hacia los lados dejándole pasar.

Mientras caminaba dando pasos largos pero calmados, Santiago logro que todos los soldados de las líneas traseras que estaban heridos y agotados, le mirasen con lo que parecía esperanza.

Y luego de pasar sobre cadáveres de todo tipo, bestias y humanos, viendo hacia delante, como 3 líneas de hombres estaban luchando de forma desesperada de mantener a raya a una bestia parecida a un troll pero con cabeza de flor negra, Santiago imbuyo su alabarda con su –Quinto Cielo- mientras seguía caminando.

Nadie se atrevía a meterse en medio de su camino y por ello, nadie advirtió a esos 4 hombres que estaban luchando lo que estaba detrás de ellos, pero sin molestarse porque se pusiesen en medio, Santiago como si tuviese una jabalina en su mano, alzo el arma apuntando hacia delante.

Al lanzar su alabarda contra la cabeza de la bestia, un pilar recto de viento la impulso y la cabeza de la bestia exploto en pedazos y antes de que el arma se fuese al medio de las bestias, un segundo pilar impulso la alabarda de vuelta a la mano de Santiago.

"Retrocedan y descansen"(Santiago)

Los 4 hombres que se dieron la vuelta al oír la voz de Santiago se arrodillaron con miedo pero Santiago en vez de decirles algo mas siguió caminando hacia delante y como si no fuese nada, con una barra horizontal de su alabarda, levanto un semi-circulo donde todas las bestias fueron cortadas.

"¡A todos los soldados! ¡En guardia!"(Santiago)

Moviendo su alabarda y levantando cabezas, Santiago comenzó a masacrar sin remordimiento a las bestias que se acercaban, pero a diferencia de antes, sus movimientos eran más gráciles y lentos.

Sin necesidad de dar muchos golpes, su energía corporal y mana eran drenados con menor velocidad, mientras hacía esto, todos los soldados comenzaron a gritar de emoción.

"Y ahora... A esperar a que vengan por mi cabeza hahaha"(Santiago)

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