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Capitulo 12.- Hola, con su permiso tengo que continuar (parte 1)

Restaurant bar familiar "El comelon", un enorme Restaurant ubicado en el centro de la ciudad principal de la cueva de la Gula, este restaurante se encuentra dividido en tres locaciones. El salón principal, donde varias mesas elegantes de fina manera adornan el salón, con un techo alto del cual cuelgan candelabros adornados con cabezas de las cuales desprenden luz de las cuencas de sus ojos que iluminan lo suficiente y no llegan a deslumbrar, ademas de que sus alaridos de dolor son armoniosos, siendo así un espacio familiar por excelencia donde demonios de todo tipo se deleitan no solo de un agradable ambiente si no ademas de platillos exquisitos preparados por los mejores chefs. "La Terraza", un espacio reservado para las parejas que desean pasar de unos momentos románticos, todas las mesas son pequeñas y redondas para ofrecer momentos mas íntimos y con la mejor vista del centro de la ciudad. Por ultimo "La Barra", un espacio reservado para los que quieren disfrutar de un descanso después de un arduo día torturando almas, las bebidas son preparadas con los más finos vinos que se disponen a ayudarte a olvidar tus penas…. Bueno, eso si estas dispuesto a olvidarlos

— haaaaaaagggg — Con un suspiro enorme que resonó en el bar, Daniel terminaba con un ultimo trago su copa.

— No entiendo por que te pones así — comentaba Poryac mientras tomaba un trago de su bebida — No es divertido si no te interesa saber de que estas hechas las bebidas, eres muy cruel al quitarme la satisfacción de ver tu rostro ponerse palido.

— No me interesa de que jugos amoniacales an de ser estas cosas — Continuaba ya un poco desorientado Daniel mientras levantaba su copa vacía llamando la atención del cantinero — Lo único que se es que están deliciosas, y mientras me hagan olvidar los problemas lo demás no me importa.

— ¡PROBLEMAS! — reclamaba eufórica Virgilia — Esta debería de ser una gran oportunidad.

— Tú que sabes, para mi no es tan fácil como crees — contesto Daniel mientras veía como le servían mas a su vaso.

— Si sigues así no vamos a llegar a ningun lado, ademas ya llevamos horas aqui sentados, dije que te invitaría lo que quisieras tomar pero hasta yo tengo un limite de crédito — contesto enfadado Poryac mientras presionaba la cabeza de Daniel buscando animarlo — Ademas no estas en posición de contestarle de esa manera si no fuera por ella ahora mismo no estuviéramos aquí.

— ¡Así es! ten mas respeto — la voz chillante de Virgilia resonó con altanería — también ya sabias que esto iba a pasar tarde o temprano, recuerda que era parte de la misión que te encargo Lucif.

Para saber un poco de lo que paso retrocedamos 3 semanas antes, en una ya no tan típica mañana en la casa de Daniel.

— ¡Auch! — una pierna en el rostro de Daniel lo desperto. A su alrededor se encontraban los trillizos. Ro estaba fuertemente agarrado de su pierna derecha como si tuviera miedo de que un día desapareciera, Cer esta tiernamente recargando su cabeza sobre el brazo izquierdo en paz y tranquilidad y por ultimo Be se encontraba a todas sus anchas boca arriba con su pie derecho sobre el rostro de Daniel, roncando con una felicidad y tranquilidad envidiable.

2 semanas habían pasado desde el día de la pelea con Aavig, después de lo sucedido los trillizos habían cambiado dramáticamente la actitud que tenían y ya no se separaban de Daniel ademas de que habían reducido su actitud violenta y bromista que tenían contra el.

— ¡AH! ¡Cuidado Cer deja de jalar mi brazo me lo vas a arrancar!

Bueno solo se redujo un poco.

Las mañanas cambiaron, en lugar de salir corriendo a la primera oportunidad ahora los tres esperaban alegres mientras Daniel prepara el desayuno.

— Aqui esta servido su cereal de dientes acaramelados con jugos gástricos, es una frase extraña que nunca espere decir — El rostro de los tres brillaba mientras disfrutaban su platillo — Coman con calma, no hay prisa. Por cierto quería decirles algo, no creen que ya es momento de regresar al mercado a seguir trabajando.

Al momento los tres niños dejaron de comer, quedaron paralizados y sus rostros mostraban temor.

— Es que sabes papá —comentaba nerviosa Cer — no es como que no quisiéramos ir pero…

— Lo qué pasa — continuo Ro — es que hicimos muchos destrozos, ademas…

— ¡Tenemos miedo, ok! — dijo Be buscado terminar el tema — Siempre nos vieron con lastima y nunca nos importo pero ahora… creemos que pueden llegar a odiarnos por todos los destrozos que hicimos y lo que le hicimos a Aavig fue…. Además lo mas seguro es que nos vean como monst

— ¡Listo! — con un fuerte aplauso interrumpió Daniel — ya termine de desayunar, así que ahora a prepararse nos vamos todos juntos al mercado ademas ya tiempo que no veo a Poryac.

Los trillizos se miraron uno a otro un poco dudosos de lo que dijo Daniel.

— Pues no perdemos nada — Ro fue el primero en hablar — Además papá estará con nosotros.

A pesar de no estar totalmente convencidas las niñas se miraron y con un poco de duda aceptaron ir.

Durante el camino los niños trataban de no mirar a nadie sentían que si veían las miradas de los demás solo vería odio e ira. No era como otros días, días donde ellos pasaban corriendo por las calles del mercado saludando a todos llenándolos de su energía y alegría, ahora solo caminaban con dudas y tristeza.

— Hey miren — Daniel interrumpió sus pensamientos por un instante — ¿Qué será lo que estarán haciendo por allá?

El lugar donde había sido su combate estaba rodeado por una manta enorme, también se encontraban bestiales vestidos con trajes de obreros y con cascos de trabajo que platicaban entre ellos dándose instrucciones. Por un instante todos se detuvieron para mirar a los recién llegados, los tres niños veían las caras serias de todos por lo que ellos se aferraron más a Daniel, los trillizos bajaron la cabeza y apretaron su mirada esperando a que comenzaran los reclamos y gritos.

— Que bueno que por fin llegaron — se acerco alegre Poryac vestido también con overol de trabajo y su casco amarillo — y ¿Como estan jueces? Veo que ya se sienten mejor, es un gusto por fin tenerlos de vuelta.

Ninguno contesto, Ro solo estaba oculto detrás de Daniel apenas y asomando un poco la mirada, mientras que Cer sostenía fuertemente la mano derecha de Daniel.

— ¡Ya es suficiente! — Exclamo nerviosa Be que se puso delante de Daniel — Si quieren decir algo díganlo y ya.

Poryac y Daniel se miraron uno al otro y con una mueca se dieron una especie de señal.

— Muy bien — Decía Poryac mientras se alejaba — Entonces quieren la verdad, sin rodeos ¿Cierto?

A pesar de estar nerviosos los trillizos movieron su cabeza indicando que querían escuchar lo que tenían que decir.

— Ustedes si que hicieron destrozos, algunos negocios quedaron destruidos en su totalidad por lo que reubicarlos fue un dolor de cabeza — Continuo Poryac mientras se quitaba su casco para rascarse la cabeza — pero entre todo este caos algo interesante paso, me di cuenta de una falla enorme que tenia como Líder de Mercaderes. Esta zona estaba muy alejada y abandonada, por eso es que Aavig trajo aquí a Daniel pero lo que él no sabia era que aquí es donde ustedes practicaban en secreto y yo acostumbraba a pasar por aquí justo cuando terminaba el día, siempre me gusto ver el avance que llevaban, es por eso que por pura coincidencia di con Daniel. Lo que si no es un secreto es que todos pensaban que ustedes eran de cierta manera decepcionantes y ustedes lo sabían, pero desde el día que ustedes tuvieron un propósito fue que todo cambio, los ánimos de este lugar en particular comenzaron a crecer y lo que fue en su momento un lugar olvidado comenzó a ser mas brillante.

Poryac se detuvo volteo y con una gran sonrisa miro a los niños, esa sonrisa sincera provoco que Be se relajara, Ro dejo de ocultarse y Cer soltara la mano de Daniel, los trillizos empezaron a caminar en dirección de Poryac esperando lo que quería decir.

— Sin que ustedes se dieran cuenta comenzaron a motivar a otros. Miren, detrás de ustedes —Los tres voltearon y vieron a los dueños de los antiguos negocios que fueron destruidos, todos estaban contentos mirándolos con ansia y alegría — Todos ellos estaban olvidados, pero al ver que venían a este lugar a practicar y mejorar los motivaron por lo que ellos no quisieron quedarse atrás y a pesar de haber estado aquí, al reubicarlos pudieron competir a la par de otros puestos mas famosos, eso fue algo que ustedes crearon y por ello me hicieron abrir los ojos.

Poryac se acerco a la manta que rodeaba la construcción varios trabajadores se acercaron, juntos tomaron distintas sogas que se encontraban y a la señal de Poryac todos tiraron quitando las mantas, al terminar de caer las mantas dejaron al descubierto un enorme local de color verde, con una puerta doble. Arriba de la entrada había un letrero con la imagen de perfil de un lobo de tres cabezas con el nombre de "Zona de Entrenamiento Los Tres Lobos". Los niños caminaron curiosos al local, al entrar miraron que adentro había distintos tipos de cuchillos, caballetes en "X", ganchos, mesas de trabajo y varias herramientas. Los niños estaban emocionados por la cantidad de instrumentos que había para practicar.

— Nos dimos cuenta que posiblemente había algún bestial con talento escondido por aquí y que lo único que les faltaba era simplemente desarrollarse al igual que ustedes, algo que yo como representante del mercado no había notado. Hemos vivido guardando tanto recelo y egoísmo que olvidamos que no todos nacen con las posibilidades de desarrollar sus habilidades, es por eso que junto a todos construimos ese centro para que cualquiera pueda practicar y mejorar su estilo, nada de esto se nos hubiera ocurrido si no fuera por ustedes y ese talento escondido que tenían.

Los trillizos miraron con asombro a todos los que estaban alrededor de ellos, mientras todos los miraban con alegría y entre aplausos empezaron a ovacionarlos. Todo este tiempo los trillizos se habían sentido rechazados pero ahora habían sido sus acciones las que habían inspirado a algunos a mejorar y cambiar esa mentalidad de competencia en cooperación.

— Parece que todo salió bien no crees — Poryac se acercó a Daniel dandole una fuerte palmada en la espalda — Aun así en lugar de estar alegre, estas todo pensativo ¿Que te preocupa?

— Bueno me alegro mucho por ellos de eso no hay duda, pero me pongo a pensar en todo lo que decía Aavig — Poryac miró fijamente a Daniel mientras el continuaba — El pensaba que un juez era aquel que se para frente a todos imponiendo su autoridad, pero en realidad un juez del infierno debe de motivar a los demás a alcanzar su potencial. Curiosamente Aavig tenia la respuesta a medias, el se había esforzado por que el juez anterior lo motivo pero en el transcurso el se perdió, había olvidado lo que realmente representaba un juez.

— Así que piensas que el antiguo juez era así ¿Eh? — Poryac se miraba pensativo.

—Eso es lo que pienso ¿Acaso me equivoco?

— Bueno… en realidad… — Antes de que Poryac pudiera continuar Be salto sorpresivamente sobre Daniel exigiendo que las acompañara. Los demás hijos se acercaron y empezaron a jalarlo, queriéndole mostrar el lugar. Poryac solo se quedo mirando — Eso, es lo que piensas, bueno te dejare pensarlo así.

Esa misma noche ya en casa de los jueces. La familia se encontraba limpiando la cocina después de cenar, Be se dedicaba a limpiar la mesa y Ro barría el comedor mientras que Daniel lavaba los platos vasos y sartenes utilizados para que después Cer los secara y acomodara.

— Oye papá—dijo un poco pensativa Cer — Ya se que favor quiero pedirte.

— ¡YA TIENES ALGO QUE PEDIR! — exclamo impaciente Be — Aunque sigo diciendo que ese punto extra fue injusto.

— Ya te lo dije Be — contesto Daniel mientras seguía con sus labores — les di a los tres un punto por haberme rescatado pero a Cer le di un punto extra por que fue ella la que se percato que algo me estaba pasando, o no es así Ro.

— Si, así fue. Aunque también pienso lo mismo que Be.

— Ya, ya, aunque no lo parezca es lo justo, así que por ahora la única que me puede pedir un favor y no negarme es Cer, entonces qué es lo que vas a querer hija?

—Pues…

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