Después de un fin de semana completo bastante divertido, los visitantes de Kyoto se habían ido de nuevo a su hogar, mientras mantenían la promesa de volver en otros momentos posteriormente.
Al final, se terminó de hablar con argumentos generales, y finalmente se realizó la citación oficial para la reunión que daría paso a la Paz entre las Facciones en aproximadamente un mes a partir de ese día.
El proceso fue novedoso, pero aún así, fluido, por lo que no hubo ningún contratiempo.
.......
Sirzechs salió de Kyoto con un ánimo completamente reestablecido, porque él podía admitir de manera casual que esta fue una de las mejores vacaciones que había tenido en su extensa vida. Ajuka, desafortunadamente para la diversión de sus compañeros Maous y Alexander, se fue el mismo sábado con la excusa que Sirzechs podía representarlo en los ajustes finales del diálogo político faltante, la verdad, estaba bastante frustrado porque habían pasado cientos de años desde que algo le había interesado tanto, pero aunque tenía el origen de esa curiosidad muy cerca, el origen mantenía el pico más cerrado que un pollo sobre el asunto, sin decir una palabra más o responder algunas de sus preguntas. Por la parte de Serafall, en realidad, su humor al irse fue bastante explosivo y dinámico, como siempre, pero... hubo un detalle que ni siquiera ella misma se lo esperaba.
Es decir, ver a Alexander coquetear, a veces sin ser consciente, sin son ni son, y en cualquier lado, con ya sea Yasaka o cualquier otra de sus chicas, incluso con las que actuaban como sus criadas, le daba una emoción extraña y lejana a Serafall, que recordó no haber tenido nunca en su vida.
Ciertamente, esa emoción tenía similitudes a aquello que sentía cuando veía a su So-tan llevarse tan bien con otras personas además de ella misma... pero... no, no era correcto. Era algo más profundo.
Serafall al final, se dió escandalosamente cuenta de que era sólo así, porque Alexander era un hombre, y no una chica, o una hermana como su Imouto.
Por primera vez en sus años y años de vida, la existencia conocida como Serafall Leviatán, y una de los 4 Reyes del Inframundo... pensó que tener una pareja masculina, y compartir mimos con él, no sería... nada malo.
Porque incluso siendo una Sis-con sin remedio... Serafall era una mujer, sobre todo. Y una mujer soltera.
Oh.
Y una mujer soltera por tantos años...
...
En el caso de Venelana, se podría decir que se fue... más frustrada que como llegó.
Y esto se debió en parte, a...
Hmm, si se pusiera como un ejemplo, entonces sería algo así.
Un hombre va a centro comercial y se compra un alimento o bento precalentado y listo para comer en la cena con sólo volver a calentarlo, porque no tiene tiempo ni energía para cocinar después de que llega del trabajo. Pero un día, la Señora Suerte le sonríe a ese hombre y este se encuentra con una chica que dice que lo ama y que quiere ser su pareja, el hombre acepta desesperadamente, y desde ese momento en adelante, el hombre empieza a comer la comida casera cocinada con mucho amor por su ahora Esposa.
La pregunta es, ¿ese hombre iría alguna vez al centro comercial a comprar otra cena precalentada?
La respuesta es, jodidamente no.
O sea, ese era más o menos el estado de ánimo de Venelana al salir de Kyoto.
Ella sabía muy bien cómo actuar, y tenía una etiqueta perfecta, pero el punto era que desafortunadamente, el encanto de Alexander era muy alto, simplemente... demasiado alto.
Entonces, no era sólo eso, ya que era todavía más complicado.
Si.
Era así porque por algún motivo que Venelana no podía entender... Alexander tenía esta buena predisposición hacia su familia, y hacia ella, que la dejaba anonadada.
Porque Alexander los trataba como parte de su familia, e incluso, bromeaba con ellos con naturalidad.
Venelana se dió cuenta de esto desde el momento en qué conoció a Alexander, pero en ese momento, pensó que simplemente la personalidad de Alexander era así, y por eso no encontró nada raro.
Pero en estos días aquí en Kyoto, ella notó que Alexander era así sólo con sus personas allegadas, en otras palabras, con su familia o amigos muy cercanos.
Y esto la sorprendió bastante.
¿Cómo era posible, que Alexander, sin siquiera conocerlos en el pasado, los tratara desde el primer momento que los conoció como unas personas confiables y agradables o como unos miembros más de su propia familia?
.....
Por supuesto, mientras pensaba así, Venelana no sabía que Alexander ya los conocía muy bien, demasiado bien, antes de conocerlos en la realidad.
.....
Este era un misterio que Venelana no podía resolver de ninguna forma, y que sólo la frustrada más de lo que ya estaba.
Incluso hubo un momento mientras pensaba en el asunto, y Venelana se sonrojó un poco, así mismo que se sintió extraña.
'Alex-sama no estaría... apuntando a ninguna mujer de la familia Gremory... ¿verdad?'
Yendo un poco más allá por ese pensamiento...
'No puede ser... Alex-sama... ¡¿me quiere hacer su novia?!'
Dándose cuenta propiamente de que estaba casada, y que sus pensamientos eran muy divagantes, Venelana suspiró pensando que sólo eran sus propias imaginaciones y nada más.
Porque uno de los puntos en contra, y más realistas en ello, era que... ¿cómo Alexander querría estar con ella, hacerla su novia, y volverse loco con ella en la ca-... ejem, si ella misma era una vieja de antaño, estaba casada en un matrimonio no perfecto, pero no malo, y sobre todo... con las deslumbrantes mujeres que el mismo Alexander ya tenía como Esposas?
Con una mezcla muy extraña de emociones completamente fuera de lo normal para alguien tan moderada como ella, Venelana salió de Kyoto mientras pensaba en relajar su mente estresada en estos días con los baños termales de uno de sus territorios.
Tal vez, la charla entre ella, Yasaka, Grayfia, Claudia, Olga, Chaia y Eleonora, las mujeres con la mentalidad más madura en todo el cuadro, y que se habían hecho "Amigas de baño", la estaban afectando demasiado.
Y esto era así, porque allí se hablaban cosas demasiado asombrosas...
Mucha gente pienso que sólo los hombres son pervertidos porque siempre tienen en su mente un par de pechos, o porque lo hablan sin decoro con sus amigos, pero de hecho... las mujeres son igual. Estudios encabezados por hombres curiosos, reveló que el 75% de las charlas entre las mujeres, era sobre temas muy, pero muy íntimos o privados, ya sea de el propio acto sexual, o de las fantasías sobre el acto sexual...
Un hecho sorprendente... pero un poco aterrador.
...
Rías, Koneko, Akeno y Yuuto, los pequeños Demonios presentes allí en todo el fin de semana, habían tenido un tiempo maravilloso con Alexander y su familia.
En especial, porque se hicieron amigos de Luu Luu, de Sui, y de Prim, que jugaban mucho con ellos.
Fue difícil aceptar que Alexander ya tenía más casi una docena de mujeres hermosas de Esposas, para Rías, Koneko y Akeno, llegando incluso a ponerlas un poco enfadadas con Alexander por ser tan, pervertido... diría Koneko, pero como era de imaginar, era muy, muy difícil estar enojado con Alexander por más de un minuto entero.
Y era así porque Alexander, a diferencia de cualquier otro adulto que hubieran encontrado, es muy divertido.
Demasiado divertido, demasiado interesante, demasiado gustable.
Por lo que el fin de semana en Kyoto, había terminado muy bien para ellos.
Cabe resaltar, que antes de irse, Rías, tratando de ser lo más seria posible sobre ello (que no lo podía ser y se sonrojaba adorablemente), demandó unas palmaditas de parte de Alexander, como pago por haberla hecho enfadar por casi todo un minuto entero.
Después de que ella, y en adición, Koneko y Akeno, recibieran sus pagos (palmaditas en la cabeza), se fueron de Kyoto con una sonrisa, y con la promesa de que volverían antes de que empezara el nuevo curso escolar que les correspondía a cada uno de ellos.
Y por la parte de el pequeño caballero Kiba Yuuto, había que mencionar el combate de práctica tan esclarecedor que había tenido con Alexander en ese tiempo. Aprendió bastantes cosas, porque Alexander le enseñaba pacientemente mientras soportaba todos sus golpes como su fueran una inofensiva brisa de aire, y como si no fuera poco...
Admitió creer que se volvió más fuerte mientras más entrenaba con Alexander.
Lo pudo sentir, porque su fuerza creció rápidamente, de una manera que su entrenamiento normal no la hacía crecer. Por lo que estuvo satisfecho a la hora de irse, incluso sin resolver el misterio de qué tan fuerte eran las mujeres de Alexander.
...
Grayfia sonrió suavemente mientras activaba el círculo mágico que los llevaría a su hogar en el Inframundo, ya sea porque la cara que estaba haciendo Rías-chan en ese momento, o por la cara que estaba haciendo su hermano mayor Sirzechs al mismo tiempo.
Ni Rías ni su hermano mayor querían irse de allí, y encontrando esta similitud bastante divertida, Grayfia no pudo evitar reír con un poco de más fuerza.
Aunque, otra cara que llamó su atención, había sido la de la Señora Gremory, que parecía estar con muchos pensamientos en su mente, y suspirando a cada rato.
Incluso, por más que le pareciera extraño, Grayfia creyó ver por un momento, que Venelana ponía su mano en su mejilla y se sonrojaba toda mientras se retorcía allí mismo, pero ella sacudió la cabeza y dejó de pensar en eso.
Se despidió de Yasaka, no sin antes prometer de que estarían en estrecho contacto, a lo que sumó la participación de algunas de las mujeres de Alexander que eran bastante maduras y sociables, y que no podía evitar encontrar similares a ella.
En especial a Chaia y Eleonora, Grayfia sonrió porque había nacido una chispa entre las tres sobre quién era la mejor sirvienta para su Amo.
También le parecía algo extraño que ambas tuvieran un sencillo collar en sus cuellos que decía literalmente, el nombre de su Esposo, como si estuviese declarando su propiedad sobre ellas... pero, cuando se enteró cuál era la raíz del asunto...
Aparte del sonrojo extremo que se desarrolló en ella, Grayfia suspiró, porque se rindió y estaba segura de que nunca podría ser una Maid tan buena (pervertida) como lo eran Chaia y Eleonora.
La apariencia de Chaia al principio le resultó fuera de lo normal, por ese hermoso pelo rojo tan atractivo, pero en diferencia a Alexander, sabía que no se podía confundir tan fácilmente con un Gremory, pues el mismo tono de su cabello era bastante más oscuro, no como el resplandeciente cabello carmesí de la mayoría de los Gremory.
También, Grayfia notó que era raro la frialdad que tenía Venelana con Zeoticus, pero al enterarse de lo que este estaba haciendo cuando Alexander visitó su hogar, entendió completamente el enfado de Venelana.
Aunque sabía por su parte que Zeoticus era un hombre muy insufrible. O sea, era difícil que él se enfadara, o que dijese algo irrespetuoso, siempre y cuando no se tratase de la vergüenza de Rías, algo que todos en conjunto parecían pensar que era muy adorable.
Y si bien Alexander y Zeoticus no hablaron demasiado en el trascurso del disfrutable fin de semana, compartieron algunas palabras normales y unas risas por aquí y por allá, llevándose bien como algo normal, en diferencia a el mismo Sirzechs, que había hecho de Alexander, un amigo al mismo nivel que Ajuka.
Y un amigo así, significa confianza extra, y la confianza extra, significa acciones irrespetuosas o vergonzosas, y tales acciones, finalmente, significaban un regaño por parte suya (de Grayfia) para con su marido.
Pero en un marco mayor, Grayfia tenía que admitir que este fin de semana, lo necesitaba.
Ahora ella sentía que se podría esforzar mejor trabajando.
Y había hecho nuevas amigas.
Por lo que no se arrepintió para nada.
.......