Pequeño nsfw.
En el tercer día de los exámenes chunin, Kain se despertó temprano en la mañana, abrazado por Tsubaki y con su rostro entre los senos. Era una sensación cálida, suave y agradable, difícil de superar. Sin embargo, hoy había demasiadas cosas importantes que atender. Así que Kain junto fuerza de voluntad y alejo su rostro de los senos, despertando a Tsubaki en el proceso.
—Kain-sama— susurro Tsubaki con voz suave
Kain se movió más arriba y le dio un pequeño beso en los labios —buenos días, voy a levantarme— dijo
Tsubaki sonrió de forma coqueta y llevó su mano derecha a la entrepierna, acariciando a Kain —Kain-sama es demasiado enérgico por las mañanas— dijo con voz sensual —dudo que pueda concentrarse correctamente si no descarga esto—
—Ayer descargue mucho— respondió Kain sintiendo como su amigo despertaba y se erguía ante el tacto suave de los dedos de Tsubaki. Se maldijo a sí mismo y busco una excusa para apartarse, pero antes de que pudiera hacer algo, Tsubaki lo beso y lo empujo a la cama. Ella se sentó sobre su entrepierna, frotando los sexos mientras la frazada caía a sus espaldas y su cuerpo quedaba expuesto. Su cabello rojo suelto caía hacia los lados. Su piel de un blanco lechoso, se veía blanda y tersa. Sus senos enormes como dos sandias y su cintura delgada. En su entrepierna destacaba un triángulo de cabello rojo, señalando su sexo. Ella movía sus caderas de atrás para delante, frotando sus labios contra el glande. Ella sonreía coqueta, tomo las manos de Kain y las llevó a sus caderas. Entonces Kain, débil ante la tentación, empezó a acariciar y a subir por el vientre, pasando por las costillas hasta llegar a los enormes senos. Tsubaki se acostó sobre Kain y coloco sus enormes senos sobre el pecho. Kain llevo sus manos a las costillas de Tsubaki, bajando por la cintura hasta las nalgas y las masajeó con firmeza.
Tsubaki beso a Kain y después se apartó, dejando sus labios a un centímetro de los de él. Ella sonrió de forma traviesa y susurro —esto es mío— entonces levantó el trasero y llevo su mano derecha a la entrepierna de Kain. Tomo el pene por la base y se sentó lentamente sobre él. Kain echo su cabeza hacia atrás, intoxicado por sensación cálida y húmeda. Al mismo tiempo, se olvidó de los kages, la villa y sus otras preocupaciones. Solo importaba Tsubaki, explorar su cuerpo y sentirse bien juntos.
Fin del Nsfw.
Una hora después, Kain y Tsubaki se fueron a bañar. Fue otra hora perdida y cuando se dieron cuenta, ya eran las siete de la mañana. Kain tenía que ir a ver a los kages y Tsubaki a coordinar el desayuno para esos tipos.
Como a las siete y media de la mañana, Tsubaki salió corriendo al salón de té, donde lo más probable, es que sus trabajadores la estaban esperando. Por otro lado, Kain fue detenido por Mito, Kaoru y Aoi en el pasillo que daba a la salida.
—Buenos días, mocoso— dijo Mito, de cabello rojo arreglado en dos moños y vestida con su usual túnica blanca.
—Buenos días, Kain-sama— dijeron Aoi y Kaoru, vestidas con ropa oscura y la chaqueta táctica de la villa, como la mayoría de los shinobis. Ellas llevaban el cabello largo hasta la cadera y ordenado con una cinta.
—Buenos días— respondió Kain con una sonrisa incomoda
—Pensé que hoy era importante— dijo Mito con el ceño fruncido
—Bueno, verá, surgieron algunas cosas—
Mito bajó la mirada a la entrepierna de Kain y después la subió a la cara, frunció el ceño y le dijo en un tono firme —¡concéntrate!—
Kain soltó un suspiro y asintió —lo siento, sensei, no volverá a pasar— dijo
Mito negó con la cabeza con una expresión de cansancio y después miró a Aoi y Kaoru —se los encargo— dijo
—No se preocupe, Mito-sama— dijo Kaoru con voz tierna —si pasa algo, Kaoru estará ahí para apoyar a Kain-sama—
—Sí, sí— dijo Aoi con voz sensual, miró a Kain y con los labios semi abiertos, dejó ver dos hileras de dientes blancos. Ella paso la punta de su lengua por el borde de los dientes y continuo —estaremos ahí para cualquier cosa—
Mito frunció el ceño, pero considerando que ella también era aficionada a los tratos de Kain, prefirió hacer la vista gorda —hoy es importante— volvió a decir —manténgase enfocados y no se distraigan. Ya habrá otro momento para ese tipo de cosas—
—¿Qué tipo de cosas, Mito-sama?— preguntó Kaoru confundida.
Mito sonrió porque la pequeña Kaoru era demasiado inocente para su edad. Bueno, era naturalmente inocente. Después miró a Kain y frunció el ceño. Solo pasaba que su discípulo era demasiado adelantado para esas cosas. Después volvió a mirar a Kaoru con suavidad y respondió —no te preocupes, Kaoru, tu solo preocúpate de la seguridad de Kain—
—Sí, no se preocupe, todo saldrá bien—
Kain se despidió de Mito y salió de la casa acompañado de Aoi y Kaoru. Cruzaron el jardín frontal, con las islas de flores a los lados y se detuvieron bajo la puerta torii de madera roja. Miraron el cielo despejado, el sol elevándose desde el Este y sintiendo una agradable brisa.
—Vamos— dijo Kain y dio el primer paso para subirse a la vereda. Después avanzó con dirección al municipio de Konoha. Llegó al cruce de las dos avenidas principales y miró al frente, justo en la esquina, donde estaba el salón de té de La Luna y la serpiente. De dos pisos, construcción tradición y un gran letrero sobre la puerta corredera del frontis. Al mismo tiempo, vio a siete personas conversando delante de la puerta. Ellos eran los cinco principales kages y dos administrativos de Konoha. Parece que ayer Kain asusto demasiado a Danzo y por eso no vino hoy. En su lugar vinieron Koharu y Homura, sus amigos y ex compañeros de equipo.
Kain cruzó la calle con Aoi a su derecha y Kaoru a su izquierda. Llegó a la esquina y levantó la mano en señal de saludo —buenos días— dijo con voz enérgica.
—Oooh, mocoso, buenos días— respondió Gengetsu de buen humor. Miró a Aoi, de hermosas y sensuales facciones y sonrió de forma burlesca —pensé que la chica del salón de té era tu mujer ¿No te ira a golpear por coquetear con otras?—
—Eso sería si tú y yo fuéramos iguales— respondió Kain con un tono despectivo. Al mismo tiempo, Hiruzen hizo una sonrisa incomoda y miró a Kain con envidia. Kain lo ignoro, paso por al lado de los kages y abrió la puerta corredera. Los miró hacia atrás de soslayo y continuo —el desayuno se va a demorar un poco más de lo habitual—
—Mientras sea igual de bueno que el de ayer, está todo bien— respondió Gengetsu
Kain sonrió, entró al local y vio a Tsubaki vestida con un hermoso kimono blanco con flores celestes en sus mangas y un obi dorado. Ella estaba de rodillas sobre un cojín mientras preparaba la mesa para los kages. Una vez que vio a Kain, Tsubaki se levantó y empezó a contar la cantidad de personas con la mirada. Kain se aproximó acompañado de Kaoru y Aoi mientras los kages los seguían.
Tsubaki hizo una pronunciada reverencia y dijo —buenos días—
—Buenos días, Tsubaki-nee— dijo Kaoru de buen humor
—Buenos días, Tsubaki-san, espero que hayas dormido bien— respondió Aoi con voz juguetona. Tsubaki se ruborizo, enderezó su espalda y sonrió con amabilidad. El resto de los kages quedaron confundidos.
Tsubaki miró a Kain y le dijo —Kain-sama, va a faltar una mesa—
—Claro— dijo Kain, se movió hacia una de las mesas individuales y la acoplo al final de la larga fila de mesas que ya había acomodado Tsubaki.
Por otro lado, Tsubaki miró a Onoki con algunos sentimientos encontrados, pero como estaba Kain, endureció su corazón y dijo con una amable sonrisa —por acá, Tsuchikage-sama—. Onoki asintió con una sonrisa incomoda y siguió a Tsubaki hasta el cojín, a la izquierda de la cabecera de la mesa. Después Tsubaki guio a "A" hasta el cojín a la derecha de la cabecera. Después llevó al Hiruzen al lado de Onoki y a Shamon al lado de "A". Gengetsu camino por su cuenta y se sentó al lado de Shamon. Por último, Koharu y Homura se pusieron al lado de Hiruzen mientras Kaoru se sentaba al lado de Gengetsu y Aoi al lado de Koharu.
Una vez que terminaron de ordenar todo, esperaron durante unos diez minutos y Tsubaki trajo el desayuno.
Kain se sentó a la cabecera y a su izquierda eran: Onoki, Hiruzen, Homura, Koharu y Aoi. Del lado derecho eran: "A", Shamon, Gengetsu y Kaoru. Esto dio pie a que Gengetsu lanzara algunas preguntas a Kaoru y ella respondiera lo que consideraba pertinente.
—¡Oye, Kain!— dijo Gengetsu con una sonrisa maliciosa —esta niña dice que es tu prometida ¿No que la chica del salón de té era tu mujer?—
—No seas entrometido, Gengetsu— respondió Kain, con un pocillo con arroz cocido en la mano izquierda y los palillos en la derecha —y sí, Kaoru es mi novia y Tsubaki es mi mujer ¿Tienes algún problema?—
El resto de los que estaban en la mesa quedaron de piedra. Solo Hiruzen siguió comiendo mientras la envidia lo carcomía por dentro.
—Buena broma, mocoso— dijo Gengetsu con una sonrisa que no lo era
—No es una broma, mizukage-sama— dijo Aoi, sentada al frente de él —por cierto, también soy mujer de Kain-sama—
Onoki a la izquierda de Kain dejo caer una pequeña copa de greda sobre su ropa, pero su cerebro estaba en shock, así que ni siquiera supo que paso. Solo una hora más tarde se daría cuenta de que tenía una mancha de vino en sus ropas verdes de Kage.
—Deja de husmear en mis asuntos, Gengetsu— dijo Kain con un rostro serio —es de mala educación—
—Hijo de…— murmuro Gengetsu y ya no quiso continuar con su broma. Esperaba que Kain fuera descuartizado por las mujeres, pero el único adolorido fue él y el resto de los kages.
El resto del desayuno continuo en calma, pero cada cierto tiempo Kain era mirado con incredulidad o resentimiento. En un principio, ambas miradas eran enviadas en igual medida, hasta que al final del desayuno solo quedaba el resentimiento. Kain se hizo el desentendido y se preguntó si esto afectaría a las futuras conversaciones. A lo mejor, no debió haber sido tan trasparente con sus relaciones. No obstante, sintió que no era su culpa. La mayoría de los shinobis en la villa eran tímidos, como Itachi, el esposo de su madre. Por otro lado, Sakumo y otros shinobis confirmaron sus apreciaciones. No sabía si era porque los shinobis eran demasiado recatados o los constantes siglos de lucha no habían dejado espacio para el amor. No obstante, eso no le impedía a él ser feliz.
Una vez que se fueron los kages a revisar los asuntos relacionados con los exámenes chunin, Kain se acercó a Tsubaki mientras era acompañado por Aoi y Kaoru. Tsubaki lo esperaba sentada en una silla, detrás de la barra.
—¿Va a estar bien, Kain-sama?— preguntó Tsubaki
—Sí, no te preocupes— respondió Kain con tranquilidad —era mejor decir las cosas de frente a que ellos se dieran cuenta y me guardaran resentimiento. Por otro lado, como acordamos, deja las cosas preparadas y vas con sensei para que no corras peligro ¿Entendido?—
—Entiendo, cuídese y buena suerte—
Kain se detuvo frente a la barra, acercó su rostro, Tsubaki acercó el suyo y se dieron un pequeño beso en los labios.
Tsubaki volvió a sentarse con la espalda recta y miró a Kaoru y Aoi —les dejo la seguridad de Kain-sama a usted, por favor, cuídenlo— dijo
—Sí, no te preocupes— respondió Aoi
—Tsubaki-nee, no te preocupes, cuidaré muy bien de Kain-sama— respondió Kaoru
Kain se dio la vuelta junto con Kaoru y Aoi y salieron del salón de té mientras Tsubaki los quedaba mirando.
Una vez que salieron a la calle, Kain camino con dirección al municipio mientras Kaoru le tomo la mano izquierda y Aoi la derecha. De esa manera avanzaron hasta gimnasio en donde se llevaría a cabo la final de los exámenes chunin.