Dos días después de haber salido de su letargo, Kain detuvo a Hashirama en el pasillo de la casa, con una pluma y pergamino en mano -Tío- dijo -¿Cuáles son los sellos necesarios para el jutsu de invocación?-
Hashirama se dio la vuelta y lo vio con la pluma puesta sobre el pergamino mientras lo miraba expectante a su respuesta. Hashirama sonrió y negó -jabalí, perro, pájaro, mono y carnero- dijo
Kain escribió con rápida y casi perfecta caligrafía (cosa que su abuela había dicho que había heredado de su padre) -gracias- dijo en cuanto termino y se dio la vuelta para irse a su habitación.
Hashirama lo vio irse y se preguntó en lo que estaba trabajando. Ya llevaba dos largos días sin presentarse con ningún maestro a ninguna clase. Mito se enojó con él, pero al verlo tan concentrado en descubrir la pregunta que le hizo hace unos días, desistió de su enojo.
Por otro lado, Kain camino hasta su habitación, abrió la puerta corredera y vio a su madre y a su abuela del otro lado de la habitación. Estaban sentadas frente a la puerta corredera que daba al patio trasero. La habían abierto para disfrutar del aire de la primavera, mientras miraban el cielo con pequeñas nubes blancas. El día era tranquilo y relajado, salvo Kain. El cual las estresaba con su actitud obsesiva.
Kain paso de ellas y se fue a una esquina. Coloco el pergamino en el suelo y empezó a trazar garabatos, tratando de encontrar la incógnita al problema. Primero dibujo dos círculos en el papel separados por un pequeño espacio. Conecto ambos círculos por encima del espacio, dibujando una línea recta, después dibujándola en zigzag y volviéndola al final una línea recta. En su mente, esto simbolizaba la conexión de ambos puntos. Después anoto la palabra afinidad, frecuencia y resonancia de las almas. Kain abrió los ojos amplios por un momento y pensó en serio que a lo mejor su tío Hashirama fue una babosa en una vida pasada. Ya que, si su alma podía resonar con el alma de Katsuyu y gracias a eso hacer un contrato de ayuda mutua, indicaba que su alma era la de un insecto. Kain negó y tacho ese tipo de razonamiento, sin querer verificar su afinidad con otro ser vivo.
Mientras Kain estudiaba las posibilidades, llegaron visitas. Como siempre y en este horario de la mañana, venía Kaoru y su madre Aoi. Como Hashirama estaba cerca en ese momento, abrió la puerta y se encontró con la niña y la madre.
-Buenos días, Hashirama-sama- dijo Aoi con una postura perfecta e inclinando su espalda en cuarenta y cinco grados. Su hija Kaoru hizo lo mismo.
Hashirama miró a ambas y las encontró hermosas. Aoi con su cabello castaño, largo y sedoso. Amarrado con una cinta blanca. Su piel parecía de porcelana y su figura similar a la de un reloj de arena. Sus senos eran abundantes, resaltando aún más su estrecho vientre y amplias caderas. Vestía un kimono verde esmeralda como si fuera una princesa. Sin duda una mujer hermosa. Por otro lado, su hija tenía la misma edad de Kain, de rostro y de apariencia tierna, pero seguramente heredara la belleza de su madre. Ambas, madre e hija, de ojos pálidos distintivos de la familia Hyuga.
-Buenos días, Aoi-san, Kaoru-chan- dijo Hashirama -si buscan a Kain o Naoko, están en su habitación. Pueden pasar, creo que ya conocen el camino-
-Lo sentimos Hashirama-sama- dijo Aoi haciendo otra reverencia -seguimos viniendo una y otra vez sin considerar si le incomodamos-
-No me incomodas, Aoi-san. Lo digo porque ya has venido varias veces y siempre es para ver a Naoko o Kain-
-Muchas gracias por su paciencia Hashirama-sama, con su permiso-
-Adelante-
Tanto Aoi y Kaoru hicieron una reverencia y pasaron por al lado de Hashirama y continuaron con el camino hasta llegar al pasillo que cortaba la casa por la mitad. Entonces doblaron a la izquierda y se perdieron de la vista.
Por otro lado, Hashirama negó con su cabeza y se lamentó por Aoi. Solo tenía veinticuatro años y ya era viuda. Si tan solo el hijo del viejo Kazuto hubiera sido más listo, hubiera vivido más y podría haber cuidado de mejor manera de esta jovencita.
-Hashirama-sama- dijo alguien a sus espaldas y Hashirama dio un brinco del susto.
-Mito- dijo Hashirama dándose la vuelta y sudando a mares. Su esposa había ido de compras temprano en la mañana y ahora venía con las manos cargadas de bolsas -¿Ya volviste?-
-Sí- respondió Mito, lo encontró extraño, frunció el ceño y le pregunto -¿Qué pasa?-
-Nada, nada, déjame que te ayude- respondió Hashirama y le quito las bolsas de las manos. Si su esposa descubre que estaba pensando en otra mujer, podría pasar varios días en cama…con los huesos rotos.
Por otro lado, cuando Aoi y Kaoru Hyuga llegaron a la habitación de los Uchiha, encontraron a Naoko y Naori tomando el té. Kaoru vio a la anciana Naori sentada en la silla con respaldo y perdió todas sus inhibiciones.
-Abuelita- grito feliz, se soltó de la mano de su madre y troto hasta la anciana. Naori giro su cuello y en cuanto vio a la niña de ojos pálidos, hizo una cariñosa sonrisa.
-Kaoru-chan, no corras dentro de la casa- dijo Naori con voz suave y cansada.
Kaoru se detuvo y camino como lo haría una dama de una distinguida familia. Entonces ella llego al lado de Naori y la abrazo por el cuello. Le dio varios besos en las arrugadas y blandas mejillas y ser rio con felicidad. Naori también soltó una risita feliz y la abrazo hacia atrás, con su mano derecha. Para Naori, Kaoru era muy dulce, una niña inteligente y demasiado pura para interesarse en su pequeño engendro. Kain era demasiado inteligente y astuto para una niña tan buena, pensó. Por otro lado, incluso si esto solo era un sueño de niñez, Naori deseaba que una niña tan buena estuviera con su nieto. Eso, de algún modo, la hacía feliz. Soltó una lágrima y se rio pensando en que era una abuela tonta.
-¿Qué pasa abuelita?- pregunto Kaoru un tanto asustada al ver la lágrima -¿Te hice daño?-
-No- negó Naori con una amable sonrisa, saco un pañuelo de la manga de su kimono y se limpió los ojos -es que cuando uno esta vieja, lo ojos lloran todo el tiempo ¿Cómo ha estado Kaoru?-
-Súper, súper, súper bien- respondió Kaoru animada. Después de responder, miró hacia todos lados y capto a Kain acostado sobre el tatami. Estaba dibujando con una pluma sobre un pergamino. Su rostro regordete estaba serió y sus ojos azules enfocados en el pergamino. Poco a poco le estaba creciendo el cabello blanco y ahora le colgaba como las ramas de un sauce.
-Hola, maestra- dijo Kaoru a Naoko, le dio un rápido abrazo y Naoko pudo sentir su agitación.
-Ve a donde esta Kain- dijo Naoko -pero no te sorprendas sino te presta atención. Durante dos días a esta metido en su mundo-
Kaoru asintió sin prestar mucha atención a las palabras y corrió hasta encontrar a Kain.
Naori y Naoko escucharon ese trote y un "Buenos días, Kain-sama" con voz alegre. Ambas se rieron, porque la niña ignoro cualquier cosa que le hubieran dicho y solo se acercó a lo que le gustaba. Sin embargo, su motivo de interés dijo con un tono de voz fría y orgullosa "Mm, buenos días, Kaoru-chan". Tanto Naoko y Naori perdieron sus sonrisas y creyeron que ese que hablo era Madara Uchiha, en vez de Kain. La voz era totalmente diferente como la luna y el sol, pero la frialdad y arrogancia era inequívoca. Naori negó pensando de nuevo que Kaoru era demasiado buena para su Kain.
-Buenos días, Naori-sama, Naoko- dijo Aoi por detrás de ellas, camino con paso elegante y avanzo hasta detenerse delante de ellas. Hizo una reverencia y se sentó en seiza sobre el piso de madera del corredor.
-Buenos días, Aoi- respondió Naoko con una pequeña sonrisa
-Buenos días, Aoi-chan- respondió Naori, inspecciono como estaba vestida y asintió en aprobación.
Al mismo tiempo, Aoi se sintió incomoda al ser escrutada como si estuviera delante de su suegra, pero se guardó sus comentarios. Naori Uchiha era una eminencia, incluso delante de los patriarcas y grandes shinobis de todos los clanes. Así que recibir su aprobación era un gran elogió en sí.
-¿Qué sucede con Kain-sama?- pregunto Aoi tratando de cambiar el foco de atención.
Naori entendió las intenciones, pero la dejo salirse con la suya -Mito-sama le enseño un nuevo conocimiento y ha estado metido durante días, tratando de resolver una duda-
-¿Una duda?-
-Sí, una duda. Kain no ha dicho nada, pero lo he escuchado murmurar una sarta de preguntas con relación a conectar dos lugares-
-Entiendo- respondió Aoi un tanto confundida, levantó su mentón para elevar su vista y darle una breve mirada. Noto a su hija acostada en el tatami al lado de Kain. Él permanecía mirando el pergamino, mientras que Kaoru lo miraba desde el lado y pataleaba en un gesto divertido.
Volviendo a Kain, tomo el pergamino y se sentó mirando lo que había escrito. Los garabatos al final lo mareaban en lugar de orientarlo.
Kaoru también se sentó y le pregunto -¿Qué necesita hacer con eso, Kain-sama?-
-Unir los dos puntos- respondió Kain, sosteniendo el pergamino por el extremo superior con la mano izquierda, mientras que con la mano derecha se rascaba la barbilla.
-¿Y lo puede hacer?-
Kain soltó un suspiro y bajo el pergamino en un gesto de frustración -no, para nada- dijo
-¿Va a ocupar ese papel?- pregunto Kaoru
-Para nada ¿lo quieres para algo?-
-Sí, voy a hacer unas grullas de origami para que le den suerte a Kain-sama-
Kain sonrió, soltó un suspiro y le entrego el pergamino. Kaoru lo recibió de buena gana y Kain le acaricio el cabello. Kaoru se sintió feliz, sin saber que estaba siendo tratada como una hermana pequeña, en vez de un interés amoroso. Era la ingenuidad de la niñez, muy diferente de Kain. El cual la dejo jugar con el papel y fue a buscar más para seguir garabateando, a ver si de esa manera lograba llegar a una respuesta satisfactoria. Al mismo tiempo, Kaoru se acostó en tatami y comenzó a doblar el papel en pliegues.
-Se lo toma muy en serio al parecer- le comentó Aoi a Naori y Naoko
-Me preocupa- dijo Naoko con la palma derecha sobre su mejilla
-No te preocupes, Naoko. Es la edad, mi Kazuhiko también está obsesionado con volverse fuerte. Pasa casi doce horas diarias entrenando su puño suave. Si no está en el dojo, está en la biblioteca leyendo-
Naori acercó su taza y bebió un sorbo de té verde. Cerró los ojos meditando en el sabor y después los abrió para decirles -Kazuhiko se siente presionado- dijo, produciendo un largo silencio. Después continuo -Kaoru es más fuerte ¿No?-
Aoi apretó su agarre sobre la taza y agacho la mirada -¿Cómo lo sabe?- pregunto nerviosa
Naori bufo indignada y le dijo sin tapujos -Kazuto también paso por lo mismo. Fue algo tan notorio que la mayoría de los clanes nos enteramos. Por otro lado, parece que no es primera vez que el hermano menor es más habilidoso que el primogénito-
Aoi soltó un suspiro y asintió con pesar. Trataron por todos los medios de ocultar esta información, pero Kaoru con sus escasas veintiocho horas de entrenamiento semanal, es mucho mejor que Kazuhiko. La diferencia en el talento es tan grande que el patriarca Kazuto también le ha comenzado a enseñar la técnica del puño suave de vez en cuando.
-Dile de mi parte- dijo Naori -que no haga estupideces. Su padre ya lo hizo sufrir planeando una lucha con su hermano menor, como para que él haga lo mismo con Kazuhiko. Dile que recuerde la vergüenza que sufrió en aquella época y como termino esa estúpida competitividad con su hermano-
Aoi asintió avergonzada y siguió tomando su té verde, preocupada por el futuro de su hijo y su hija.