¡He vuelto!
Después de completar lo que tenía que hacer, me place comentar que desde ahora en adelante me dedicaré solo al fanfic. Así que sí, soy un cesante, pero también soy una persona con oportunidades.
Desde ahora en adelante podrán ver al final de cada capítulo la dirección de mi Patreo-n. Me explico:
Pueden ayudar a la continuación de este fanfic con USD 2,0 o más. Me gustaría decirles que subiré capítulos adelantados, pero todo eso dependerá de lo que quieran los patreo-n. A lo mejor les interesa mucho más seguir la historia junto al resto, en vez de adelantarse cuatro o cinco capítulos.
Por ahora solo les prometo continuar con el fanfic e ir mejorando en la escritura día a día. De esa manera ustedes se divierten junto conmigo.
De ante mano, gracias.
Dirección de patreo-n
https://www.patreo-n.com/SYPYVIGGO
-o-
Al día siguiente, Kotaro estaba paseando con sus dos hijos por el puente que cruzaba el lago. Los llevaba a ambos de la mano, al mismo tiempo que sonreía y se olvidaba de los problemas. No obstante, empezó a ver al otro extremo del puente, como los líderes de cada familia dentro del clan se dirigían hacia la sede en donde tenían las reuniones. Los doce ancianos llegaron al último, era una fila de momias que los jóvenes reverenciaban ¿Cuál era más viejo, jorobado o arrugado? Era casi un empate. Sin embargo, a Kotaro le daba curiosidad saber que era lo que estaba pasando. Así que corto la diversión con sus hijos y los devolvió a la casa.
Después Kotaro se dirigió a la sede, cruzando el puente que atravesaba el lago y llegando frente a las puertas de la sede. Podía escuchar al anciano Ken hablar con un vozarrón autoritario. Sin embargo, desde esta distancia le era difícil distinguir que era lo que estaba diciendo. El hecho es que cuando se acercó a las puertas dos de los guardias de ese sector lo detuvieron y le impidieron entrar.
-Ken-sama dijo que no era necesaria su presencia, Kotaro-sama- dijo el guardia en la entrada del edificio
-¿Qué estás diciendo?- pregunto Kotaro -para empezar, nadie me ha dicho que había asamblea-
-Lo siento, yo tampoco lo sé. Solo me dijeron que usted no podía entrar. Ken-sama dijo "los servicios de Kotaro no son necesarios, déjenlo descansar"-
Kotaro se quedó de piedra y ya no supo que decir. Se quedo parado con la mirada perdida durante un minuto y después se dio la vuelta para salir del distrito Uchiha.
Por otro lado, el anciano Ken se disponía a hablar con los líderes de cada familia del clan. Todos estaban sentados en posición de seiza. El anciano Ken sentado al final de la habitación con el pergamino que decía "Uchiha" a sus espaldas y el resto de sus ayudantes a los lados. El resto estaba callado, sentados en contra posición y expectantes a escuchar lo que él quería decir. Una vez que estuvo preparado, el anciano Ken tosió a modo de llamada de atención y dijo:
<<Nos hemos reunido con Tobirama Senju y ha solicitado nuestra ayuda. Para empezar, falta confirmar, pero Hashirama Senju entregara este año su puesto de Hokage>>
Todos los ancianos se miraron los unos a otros y comenzaron a murmurar. Fue tanto que se convirtió en un ruido molesto, similar al zumbido de un panal. Así que el anciano Ken aplaudió dos veces al aire para llamar la atención. Entonces todos los presentes se callaron y se concentraron en lo siguiente.
<<Tobirama Senju pidió nuestra ayuda, ya que a pesar de que Hashirama le entregara el título de hokage, aún necesita nuestra aprobación>>
Todos los viejos fruncieron el ceño y se produjo un largo silencio, entonces de la primera fila se pronunció en viejo que aún se veía como un guerrero distinguido, muy diferente de Ken y sus seguidores.
-¿Qué ofrece a cambio?- pregunto
A lo que Ken respondió con una amplia sonrisa -los Uchihas se convertirán en la policía militar de Konoha. Tendremos plena autoridad para ejercer la fuerza y solo responderemos a Tobirama Senju-
-¿Qué recibirán los otros?-
El viejo Ken frunció el ceño ante tanto cuestionamiento y respondió en un tono frio -Hyuga recibirán el monopolio de la medicina. Ino-Shika-Cho el monopolio de los sembradíos y los Sarutobi el manejo de las finanzas y los impuestos. El poder judicial seguirá residiendo en las manos del hokage-
Todos fruncieron el ceño con descontento. Mientras los otros clanes podían ser autónomos, los Uchihas seguirían siendo vigilados por un Senju, incluso sus finanzas serían decididas por otros. Todos los viejos negaron al mismo tiempo. Entonces Ken frunció la nariz, pensando que eran unos mal agradecidos.
-Esto pasa porque sus familias tienen un desempeño mediocre. Incluso se les ofreció formar sus propios negocios, pero ninguno quiso-
-Esos negocios eran sucios- grito un anciano desde la última fila de atrás -ese tipo Kotaro nos robaba en nuestras propias caras. Si hacíamos lo que él decía nos seguiría robando-
Ese comentario hizo feliz al anciano Ken, el próximo punto sería más fácil de tratar, pensó -por ahora, esta es la única forma que tenemos de producir ingresos- dijo -como nuestra gente no funciona con los demás clanes, es mejor encontrar nuestro propio lugar de trabajo-
Varios fruncieron el ceño como si les hubieran dado de comer algo amargo. Ken no presiono este punto, ya que era algo que con el tiempo se daría solo. Lo siguiente le era de mayor importancia para seguir su plan.
-Kotaro Uchiha- dijo el viejo Ken y la habitación volvió a quedar en silencio -hasta el momento, ha cumplido su labor como patriarca-
Muchos bufaron y comenzaron a murmurar, generando una vez más el zumbido molesto. Obligando al anciano Ken a dar una sonora palmada que les hizo doler los oídos. Todos los Uchihas encendieron sus ojos en señal de molestia, incluso el propio viejo Ken los encendió. Se enfrentaron las miradas, muchos pares de tomoes contra los viejos tomoes de los doce cabecillas, pero no paso nada. Todos cerraron los ojos casi al mismo tiempo y después los abrieron para mostrar pupilas normales.
-¿Qué quieres hacer con el mocoso Kotaro?- pregunto un anciano de la primera fila. Apoyo su codo sobre su muslo y descanso su mejilla sobre sus nudillos.
-Es necesario cambiar a un nuevo patriarca- dijo el anciano Ken
-No estoy de acuerdo- dijo el mismo anciano de la primera fila -esto solo genera inestabilidad en las nuevas generaciones. Si seguimos así, el día de mañana nosotros seremos cambiados-
-Somos los líderes del clan- recalco el viejo Ken
-Somos prescindibles. Viejo Ken ¿No te has dado cuenta? Estamos quedando obsoletos. Este mundo ya no es el que conocimos. Nuestras habilidades shinobis siguen siendo de utilidad para el clan, pero se necesitan nuevas ideas, nuevas formas de pensar. El otro día vi al viejo Hyuga llevando a sus nietos a conocer a Kain-sama. Necesitamos botar algunas barreras y aprender a formar alianzas. De lo contrario, seremos excluidos de Konoha-
-Tonterías- dijo el viejo Ken, con un rostro duro como las piedras y una actitud testaruda.
Esto genero otro zumbido de conversaciones, pero el viejo Ken ya no se molestó en hacerlos callar. Estaba haciendo lo mejor por este clan y esta gente no ayudaba en nada.
-Kotaro debe quedarse, debemos darle otra oportunidad- dijo el anciano de la primera fila
-No lo creo, debe ser removido- dijo otro anciano
-Eso es mucha inestabilidad- se quejó otro anciano
-Debemos buscar a alguien mayor y más centrado-
-Primero debemos liberarnos de Kotaro- dijo finalmente el viejo Ken
Todos se quedaron callados, le dieron miradas frías que el viejo no esperaba y aguardo que alguien contestara.
-No habrá asesinato, mucho menos dentro del clan. En último caso, enjuícialo y encarcélalo si ha cometido falta- dijo el viejo de la primera fila -pero no permitiré que mates a uno de los nuestros-
Todos los viejos encendieron sus ojos hasta el tercer tomoe y pusieron miradas agresivas. Esto no se lo esperaba el viejo Ken, y de solo pensar en cómo lo miraban, no se atrevió a responder a sus ojos.
-Está bien- respondió temeroso -pero en ese caso, hay algo que debemos hacer-
-¿Qué cosa?- se pronunciaron varios de los viejos presentes, casi parecían unidos por una misma causa.
-Si quieren conservar a Kotaro Uchiha como patriarca, tienen que matar a Kain Uchiha- dijo Ken con una sonrisa por dentro
-¡¿Qué dijiste maldito anciano senil?!- grito el anciano de la primera fila, se paró furioso, con sus tomoes activos y a punto de lanzarse contra el Ken
-Es como te dije, debe morir si quieren dejar a Kotaro como patriarca- dijo Ken sin asustarse, esto era parte de su plan para librarse de uno de los dos. Ya que, para sus motivos, ambos eran igual de molestos.
Al mismo tiempo, más de la mitad de los viejos presentes se pusieron de pie, con los ojos encendidos y miradas llenas de odio. Si muchos estaban en contra de matar a uno de los suyos, casi todos estaban en contra de matar a la sangre del antiguo maestro del clan. Ya eran bastante sacrílegos y tenían que vivir con la eterna vergüenza de haberle dado la espalda al niño cuando nació. Todo era por el bien del clan, pensaron todos.
-¡Explícate, maldito!- rugió uno de los ancianos
-Cada uno es jefe de su familia y deben haber escuchado el cuestionamiento que tienen los jóvenes de nuestra autoridad. Esto nació, porque el año pasado atacaron a Kain-sama y sobrevivió. Entonces, por alguna razón, se comenzó a propagar el rumor de que el niño había despertado el sharingan. Estupideces…-
Muchos de los presentes lo vieron escupir esas últimas palabras, pero lo encontraban lógico. Era casi imposible que un niño tan pequeño haya despertado sus ojos a una edad tan joven. Por otro lado ¿Vencer a un asesino? Todos negaron de solo pensarlo. Seguramente fue cosa de Mito, creía la mayoría. Una maestra de sellos era una cosa horrorosa, digna de reinar en sus pesadillas. Tenía mil trucos y formas de doblegarlos o anular sus fuerzas.
-Viejo Ken- dijo el anciano de la primera fila, saco un kunai y se lo lanzó delante de él, dejando incrustado en el suelo -si quieres morir de viejo, mejor será que te guardes esas palabras. Somos Uchiha, no matamos a los nuestros. Incluso Naori-sama en su momento sacrifico su precioso ojo por resguardar las vidas de nuestros hermanos, aunque estaban equivocados-
Muchos asintieron y se empezaron a levantar de sus puestos. Ni siquiera miraron al anciano Ken, solo se dirigieron a la salida y salieron sin despedirse.
Por otro lado, el anciano Ken permanecía indiferente por fuera, pero furioso por dentro. Ahora ni siquiera podría remover a esa molestia, mucho menos dirigir el clan en la dirección que esperaba. Una vez que salieron todos los ancianos, solo quedaron los doce lideres a puertas cerradas. Y en ese momento, apareció un shinobi. Tenía los ojos grandes y de mirada triste que lo hacía ver joven, con una bandana de Konoha en la frente. Él se arrodillo delante del anciano Ken y miró al suelo en señal de respeto.
-¿Cuál es tu respuesta a la propuesta de Tobirama-sama?- pregunto Kagami Uchiha
Ken miró a los otros once ancianos y todos asintieron sin poner problemas. Entonces Ken miró al joven Kagami y le dijo -está bien, te ayudaremos a limpiar el clan. A cambio nos volveremos la policía de Konoha-
-¿Estás seguro de que podrás cumplir lo que prometes?- pregunto Kagami levantando su rostro y mirándolo a los ojos
-Soy el líder de mi clan. Si te prometo algo, es porque será así-
-Entendido- respondió Kagami y se desvaneció
Ninguno sabía si lo que habían hecho estaba correcto. Tobirama Senju había mandado un mensaje hace meses, prometiendo ayuda con los problemas del clan, pero ninguno había aceptado. Sin embargo, sin poder doblegar a los otros viejos del clan, ni poder remover al inútil patriarca, esto empeoraba minuto a minuto.
Después de reunirse con los ancianos del clan, Kagami corrió a toda velocidad para volver lo antes posible con Tobirama. Saltó de techo en techo, manteniendo el sigilo y evitando las miradas indiscretas. Una vez que llego al distrito Sarutobi, bajo de los techos y avanzó por callejuelas deshabitadas. Después avanzo con dirección norte hasta la montaña en donde habían hecho la escultura de Hashirama y continuo por detrás del municipio. Salto las rejas de malla que separaban el municipio de la calle, avanzó de forma sigilosa sin que nadie lo viera hasta el edificio. Después corrió por la pared hasta el cuarto piso, donde estaba la oficina de Hashirama y entro por una ventana.
En la oficina solo había un hombre de cabello gris parado al lado de una estantería de libros. Vestía una polera negra con cuello de tortuga y un pantalón bombacho. En esos momentos sostenía un libro entre sus manos y leía.
Kagami se puso de pie y miró el escritorio lleno de documentos por revisar producto de que Tobirama ignorara sus deberes -Tobirama-sama- dijo -no ha revisado los documentos que le dejaron en la mañana-
-Ya te lo dije, Kagami-kun- respondió Tobirama sin apartar la vista del libro -ese no es trabajo del hokage. Déjalo ser, mañana vendrán los administrativos y lo revisarán-
Kagami soltó un suspiro y continuo -todo salió a la perfección. De esta manera, el clan será limpiado de los viejos dogmas y tomará un nuevo curso-
Tobirama frunció el ceño y cerró el libro. De seguro que el clan Uchiha era un grupo de gente sorprendente. Incluso entre tanto orgullo, podía encontrarse gente inocente. Tobirama se volteó y miró a Kagami Uchiha. De pelo negro, ojos grandes y de mirada triste. Parecía un shinobi respetable, incluso a matado tan poco que ni siquiera se le puede contar como fuerza de combate en medio de una guerra.
-Te dije que solo era una posibilidad- dijo Tobirama con su usual voz apática -no sabemos si funcionara, pero si funciona…- puso una pequeña sonrisa -entonces será como tu piensas-
Kagami Uchiha sonrió, fue una sonrisa tan inocente y bien intencionada que, por un instante, Tobirama se sintió mal. Pero al final negó en su mente y se volteó a seguir leyendo su libro.
-Haz tu informe y déjalo sobre el escritorio. Se lo más detallado y preciso posible- ordeno Tobirama
Kagami asintió y salió de la oficina, dejando todo en silencio. Por otro parte, Tobirama siguió pasando hojas y leyendo hasta que notó que la luz del sol estaba desapareciendo. Entonces camino hasta la puerta y presiono el interruptor para prender la luz. De seguro los civiles del país del Fuego tenían buenas ideas, pensó. Los shinobis que se creían superiores al resto de las personas aún utilizaban velas para iluminarse. ¿No era una broma absurda? Tobirama hizo una pequeña mueca burlesca y por fin cerró el libro. Entonces camino hasta la ventana que daba a la montaña en donde estaba el monumento de su hermano y miró la oscuridad de la noche. De repente recordó algo y miró de soslayo el escritorio. En el centro había un pergamino rodeado por todos los otros documentos molestos. Seguramente era el informe de Kagami Uchiha, pero ni siquiera pensó en leerlo.
-Con esto- dijo en voz baja -quedara un clan más dócil-
Ya era un problema lidiar con el clan Uchiha en su estado actual, así que lo mejor sería seguirlos debilitando. De lo contrario, todas las reformas que había pensado Tobirama serían inútiles. Necesitaba tiempo, mucho tiempo, pensó. Sería diferente de su hermano, ocuparía su tiempo fortaleciendo la aldea y organizando sus distintos poderes. Con el poder que poseía hasta este momento, solo había podido implementar el sistema de la Academia Ninja y los exámenes de grado chunin. Todavía faltaban muchas cosas más y para poder lograr todas esas cosas, necesitaba poner bajo control a los Uchiha. Por ejemplo, en un lugar que fuera fácil verlos sin tener que rebuscar demasiado. "Policía militar", sonaba bonito, pensó Tobirama y sonrió pensando en los siempre orgullosos Uchiha.
Entonces soltó un bostezo y se estiro, para después tomar su chaqueta verde con el remolino Uzumaki en la espalda y salir de la oficina.
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