Después del incidente de otoño, Kain no tuvo más entrenamiento durante el invierno. Paso esos meses estudiando dentro de la casa, aprendiendo algunos sellos de absorción elemental y cosas semejantes. Al mismo tiempo, Naoko pasaba apegada a él todo el día. Todo como una respuesta nerviosa después de casi haberlo perdido. Dentro de todo, cuando encontraron a Kain, él estaba muy delicado de salud. Había perdido mucha sangre y para colmo de males, su cuerpo había absorbido el frio. Si no hubiera sido por su fuerte vitalidad y la pronta ayuda de Hashirama, él hubiera muerto.
Por otro lado, como Mito estaba vuelta loca con su nieta, había dejado varios clones de sello para que instruyeran a Kain en las técnicas Uzumaki. Sin embargo, todo era teórico y lo practico tendría que esperar hasta que ella volviera. En términos prácticos, Kain solo tuvo que esperar hasta principios de primavera, que fue la fecha tope en que la nuera tolero a Mito. Esta última era una mujer agradable, un poco irracional a veces, pero era difícil llevarse mal con ella a menos que tuvieras segundas intenciones. No obstante, al parecer, Mito siempre le estaba diciendo a su nuera "deberías hacer esto así" "está mal hecho, mira como lo hago" y cosas semejantes. El hecho es que la joven princesa no tolero más a su suegra y sus intervenciones y le pidió a su marido que enviara de regreso a su madre. El hijo de Hashirama no era muy diferente de su padre, así que para complacer a su esposa tuvo que enfrentar a su madre. Mito llego un miércoles a la casa, con un rostro de perro rabioso y sin ganas de conversar con nadie. Hashirama que la acompañaba le explico la situación al resto y todos entendieron hasta cierto punto. La idea en general era que ninguno le comentara nada al respecto.
Al día siguiente, Mito comenzó a gritar por los pasillos de la casa -Kain, Kain, trae tu pequeño trasero, vamos a entrenar-
Kain estaba en su habitación en ese momento, al lado de su madre. Al mismo tiempo, Naoko le peinaba el cabello a su madre con una expresión en calma. Por otro lado, para Kain, Mito era una buena persona, pero cuando andaba de malas, tenía la tendencia de desquitarse con el primero que encontrara.
-Si no sales, te iré a buscar yo misma- continúo gritando Mito
Kain levantó la mirada para suplicar a su abuela, pero ella negó con un rostro sereno -ve Kain, Mito es de confianza- dijo
-Así es- añadió Naoko
-Madre lo dice porque no tiene que entrenar con ella- respondió Kain apesadumbrado
-Ve, Kain, Mito ha perdido una parte de ella, así que necesita redirigir todo ese amor a otra persona- continuo Naoko
Kain frunció el ceño incrédulo de lo que le decía su madre y negó pensando en que le habían lavado el cerebro.
-Ve, Kain- insistió Naori sentada al frente del espejo ovalado que reflejaba su envejecida apariencia.
Kain no tuvo más remedio que caminar con los brazos caído, como si se dirigiera a su muerte. Abrió la puerta corredera de la habitación y avanzo por el pasillo hasta llegar al cruce con el pasillo que conectaba el patio frontal con el trasero. Mito estaba parada ahí, emitiendo una gran sonrisa que no lo era. Ni siquiera saludo a Kain, lo tomo con su mano derecha y se lo echó al hombro.
-¿Dónde me llevas?- pregunto Kain preocupado
-Vamos a entrenar, has tenido suficiente teoría. Hay que practicar- dijo Mito
-¿No me vas a matar?-
Mito negó algo divertida, le dio una nalgada a Kain con la mano del mismo hombro con que lo cargaba y le dijo -tu maestra te enseñara algunas cosas buenas, se agradecido-
Kain negó sin creerle demasiado y se dejó cargar hasta la puerta que daba al patio trasero. Mito abrió la puerta hacia el lado y entro una brisa primaveral. El patio estaba colmado de un pasto verde de punta a punta y al final, un frondoso bosque se extendía a lo lejos.
Mito llevó a Kain durante todo el camino, hasta llegar a la mitad del patio y lo dejo en el suelo. Kain se asustó porque esta no era la usual Mito Uzumaki, estaba siendo demasiado suave. Por lo general, lo dejaría caer sobre su trasero. Kain quedo mirando a Mito, cuya cara era relativamente sería y espero sus próximas palabras.
-Lánzame una bola de fuego- dijo
-¡¿Ah?!- dijo Kain dando un paso atrás y mirándola lleno de incredulidad. Mito soltó una armoniosa risita y lo espero con una amable sonrisa.
-¿Lo dice en serio?- pregunto Kain -no es por nada, pero la abuela ha elogiado mi jutsu de bola de fuego-
-Tonto- dijo Mito con una mirada amable -si no me sintiera capaz de enfrentarme a una bola de fuego jamás te lo pediría-
-¿En serio?-
-En serio, en serio-
Kain tomo una profunda respiración y asintió. Después retrocedió un par de metros y le pregunto una vez más -¿Lo dice en serio?-
-¡Mocoso de mierda!- rugió Mito perdiendo todo su carácter amable y le dijo a gran voz -lanza la maldita bola de fuego en este instante-
Kain dio un respingo ante el repentino cambió de ánimo y se puso a hacer los sellos de mano. Miró una vez más a Mito y ella levantó su puño como ofreciéndole un buen castigo si no se apuraba. A lo que Kain reacciono tragando saliva y tomando una profunda respiración. Cuando sintió que sus pulmones estaban cargados de aire, sopló con fuerza y lanzó una poderosa llamarada que se condenso en una gran bola de fuego del tamaño de Mito y voló en su dirección.
Por su parte, Mito solo saco uno de los tantos papeles que andaba trayendo en sus mangas, lo puso entre su dedo indicé y anular cargándolo de chakra con una expresión de concentración y después lo lanzó para interceptar la bola de fuego. Al hacer contacto, el papel emitió un brillo azulado y absorbió el fuego.
Kain quedo con los ojos tan abiertos que parecía que se le iban a salir de sus cuencas, mientras que Mito al ver su expresión, se largó a reír con una expresión petulante, segura de sí misma. Después de un minuto, Kain soltó un suspiro, botando la emoción del momento y camino hasta Mito.
-Pensaba que las Técnicas de sellado de la maestra eran grandes, pero nunca tanto- dijo Kain
Mito inflo su pecho y levantó la barbilla para decirle con un aire arrogante -por supuesto, esto son más de quinientos años de legado Uzumaki. Una pequeña bola de fuego no es nada-
-¿Puede hacer otras cosas?-
-Por supuesto, pero explicarte sin saber nada de los sellos, no será de ayuda. Así que vamos parte por parte-
Kain asintió sin saber que eso lo conduciría a uno de los infiernos. La primera parte del entrenamiento de Mito fueron las artes marciales. Diferente de su marido que le enseñaba a Kain como luchar según las técnicas de lucha, Mito se enfocaba en la velocidad y la fuerza. En pocas palabras casi todo el tiempo era Kain corriendo por su vida.
-Madre ¿Estará bien?- pregunto Naoko dentro de la casa. Ella estaba sentada en la cocina mientras Naori estaba picando algunas verduras para el almuerzo.
-Estará bien, no te preocupes. Esa mujer es un tanto salvaje, pero no ha perdido su humanidad- respondió Naori, pero un repentino temblor la hizo dudar de sus palabras. Todos lo cuencos y ollas se sacudieron en los muebles y los vasos de greda cayeron al piso generando una quebrazón. Naoko estaba a punto de salir corriendo para ir a detener a Mito, pero Naori la detuvo de una mano.
-¿Seguro que va a estar bien?- pregunto
-Probablemente- respondió Naori
Al mismo tiempo, Kain corría atravesando el patio de punta a punta, mientras suelo había dejado de estar cubierto de pasto y ahora era un terreno lleno de cráteres. Mito alzo su puño para alcanzar a Kain una vez más y este dio un salto hacia un lado anticipando el golpe. Mito estrello su puño contra el suelo, mandando a volar el pasto y la tierra, y creando un nuevo cráter.
-Vamos, Kain- dijo Mito con una gran sonrisa -usa tus ojos mágicos, es la única forma de ganarme. Claro, si es que me puedes pegar-
-Maldita loca ¿Quieres matarme? - le grito Kain de vuelta.
Mito soltó una risita que no lo era y comenzó a caminar en su dirección -¿Cómo puedes calumniar a tu querida maestra?- Mito acelero su paso poco a poco hasta empezar a correr y levantar su puño una vez más, solo a un paso de estrellarse con Kain -cuándo te estoy ayudando- dijo y lanzó otro poderoso golpe que el propio Kain pensó que no lograría esquivar. Sin embargo, sus ojos se volvieron carmesí y una vez más, el mundo se movió en cámara lenta. Dio un salto hacia un lado y con un pequeño margen de espacio logro esquivar el golpe. Sin embargo, el puño le paso rozando y rompiéndole la polera negra. El puño siguió su trayectoria y La tierra y el pasto explotaron produciendo un nuevo cráter mientras Kain salía volando por los aires gracias a impacto.
-Ves, si lo intentas puedes lograrlo- dijo Mito.
Kain se levantó del suelo adolorido, con su vista cambiada, pero poco notó eso. Más le dolía el roce que le había quemado el pecho y el abdomen.
-Vamos Kain, no es momento para descansar cuando le estas encontrando el truco-
-¿De qué truco hablas, vieja loca?- grito de vuelta al mismo tiempo que se agarraba su pequeña cabeza. Sin embargo, cuando miró en la dirección de Mito notó por fin el cambió. El mundo era lento, igual que el saltó que dio Mito, sus pasos avanzando. Su impulso que aceleraba, pero aún se veía demasiado lento. Incluso cuando llegó una vez más delante de Kain y alzó su brazo. Kain de forma instintiva rodó hacia atrás y se impulsó con sus pequeños brazos para saltar a un metro y quedar lejos del impacto. La propia Mito lo notó fluido y demasiado rápido, pero no lo suficiente para asustarla. En su juventud había peleado con otros usuarios de ojos mágicos y Kain solo era un recién nacido que estaba dando sus primeros pasos. El verdadero terror vendría en un par de años más, cuando el niño active su segundo tomoe y empiece a copiar las técnicas de los demás con la habilidad de un ladrón profesional.
No obstante, diferente de lo que ella pensaba. Kain se calmó durante un instante, observo como todo a su alrededor iba lento y entendió que algo pasaba. Cerro los ojos para recordar el sentimiento y respiró con calma para moderar el flujo de su chakra estaba siendo absorbido por sus ojos y a su vez, le estaba causando dolor.
Solo le tomo un breve instante entender a Kain y tomar el dominio de la salvaje energía llamada chakra, la cual fue dosificando poco a poco. En tan solo un instante noto que era como llenar un pequeño estanque de varios niveles. Kain empezó a llenar de chakra los otros dos espacios que había dentro de sus ojos y estos reaccionaron calmando el ardor. Después él abrió los ojos para mirar a Mito, la cual notó como aparecía un segundo y hasta un tercer tomoe dentro del iris. Ella no lo podía creer, siempre creyó que Kain era especial, pero nunca tanto. Esto era peligroso, pensó de inmediato. No por el niño, sino por los rumores y lo codicioso que era el mundo. Un adulto tenía problemas para llegar al segundo tomoe, sin contar que el tercero era una cosa súper escasa dentro del clan Uchiha. Ni siquiera quería pensar cómo reaccionarían los actuales líderes cuando se dieran cuenta de lo que se les había escapado de las manos. Sin embargo, como ella pensó, Kain era un recién nacido que estaba dando sus primeros pasos, y al verse enfrentado a la vista mejorada del segundo y tercer tomoe, cayó al suelo cubriéndose los ojos.
-¿Qué pasa, Kain?- grito Mito asustada, corrió hasta donde estaba el niño y lo tomo de los brazos para zarandearlo y preguntarle de forma insistente -¿Qué te pasa? ¿Qué te sucede? –
Kain le dijo con una voz lastimosa -la luz, es demasiado fuerte-
Mito quedo congelada y todos sus pensamientos se detuvieron durante un instante. Para después largarse a reír de forma escandalosa y tomar al niño entre sus brazos. Le beso la frente varias veces y lo llevo dentro de la casa mientras no paraba de reír. Le parecía absurdo que el primer niño en desarrollar a una edad tan joven sus tres tomoes (algo que los viejos luchaban por despertar) se viera sobrepasado por la luz del día.
¿Qué les puedo decir? 3 tomoes con cuatro años; la fortaleza de comprensión. Alguien que entiende de mecanicas y de control, más que de inspiración.