Lefiya ha tenido varias sorpresas en la vida, algunas agradables, otras no tanto. Una de las desagradables fue sentirse especial y ser excluida por eso. Una agradable, fue sentir que había alguien que la podía proteger y ser su amiga. No obstante, ver a su senior y maestra de magia abrazada a un hombre, fue una de sus más inesperadas sorpresas en la vida. Riveria, la mejor maga de Orario, estaba entre los brazos de un alto elfo, no, de un gigante elfo mientras sonreía de manera grata. Por lo general, su maestra era una mujer de un bajo sentido del humor, muy lenta para reírse y muy rápida para volver a la calma; casi taciturna. Así que verla sonreír de esa manera, tan complacida como un gato al calor del sol, era una visión inconcebible.
En ese momento, estaban en el patio de entrada de una casa de dos pisos en el borde del distrito herrero. Por un lado, Lefiya se estaba mordiendo la uña del pulgar mientras que su amiga Ais, miraba al Kain como si fuera su enemigo. Por otro lado, Kain no les puso atención y solo disfruto del abrazo con Riveria.
-Volviste, rápido- comento Kain
-Quería verte- respondió Riveria en un susurro
-Mentirosa, solo te fuiste esta mañana-
Después de permanecer así durante un minuto, se separaron y miraron a las dos aprendices. Una con cara de pocos amigos, poco menos que gritándole a Kain con la mirada "¡me debes mis entrenamientos!" mientras que la otra parecía un animalito asustadizo, sin saber qué hacer ante la visión de su maestra coqueteando con un hombre.
Riveria tomo una profunda respiración y le dijo -Ais, hoy le toca estudios a Lefiya, debes esperar-
Ais abrió los ojos como platos y miró a Lefiya a su lado, como si fuera su peor enemiga. Le gritaba con la mirada que le estaba robando su precioso tiempo. Al mismo tiempo, Lefiya comenzó a temblar.
-Ais- dijo Lefiya con una voz tiritona -¿Por qué me miras así?-
Ais le iba a decir algo, pero apretó sus puños, para luego soltarlos y suspirar -maestro- dijo volteando su rostro para mirar a Kain a los ojos y con una profunda determinación, continuo -me tiene que entrenar más-
-Muchacha, ya te entreno lo suficiente- respondió Kain entre cansado y molesto -si te entreno más, no tendré tiempo para mi familia-
-Entonces...-
-Entonces te calmas y avanzas paso a paso- añadió Kain -mira muchacha, tengo un tiempo limitado. No me pagas y no gano nada ayudándote, así que confórmate-
-Tacaño- murmuro Ais
Entonces Riveria miró a Lefiya y le dijo -este mi marido, Kain, él te enseñara magia-
-¿Eh?- pronuncio Leifya y su cerebro produjo un cortocircuito. En ese momento se desmayó en la entrada de la casa Dragonroad. Nadie se lo esperaba, así que quedaron igual de impresionados.
-¿Segura que esto está bien?- pregunto Kain haciendo su camino hasta la pequeña elfa y cargándola en sus brazos como si no pesara nada.
-Está bien- respondió Riveria con una sonrisa -solo es alguien débil de corazón, pero veras que es muy talentosa-
De esa manera, Kain llevó a la pequeña elfa dentro de la casa mientras que era seguido por Riveria, y Ais cerraba el portón del frontis.
Kain llegó a la sala de estar y dejo a la niña acostada en un sillón de tres cuerpos. Después se sentó en un sillón y Riveria se sentó en su pierna derecha. Por su parte, Kain estaba encantado con esta mujer y su actitud de gatita mimada. No obstante, Ais entro con una cara cargada de molestia y echo a perder todo el ambiente. Para más remate, se sentó en frente de Kain mientras lo miraba directamente a los ojos.
Kain trato durante unos minutos de concentrarse solo en Riveria, pero era difícil mientras lo miraban con tanta intensidad.
-¿Qué quieres Ais?- pregunto Kain
-Quiero que me entrene- respondió
-Ya te he dedicado bastante tiempo-
-Ahora está jugando-
-Riveria es mi esposa y vamos a tener un hijo, tengo que prestarle atención-
-¿Eh?- pronuncio Ais como si su cerebro no lograra procesar lo que escucho
-Es cierto- dijo Riveria con una pequeña sonrisa -bueno, por ahora lo estamos intentando, pero esperamos que de aquí a dos meses quede embarazada-
-¿En serio?- pregunto Ais sorprendida, tanto que parecía tener una conmoción cerebral.
-Sí- confirmo Riveria, apego su mejilla a la de Kain y dijo -vamos a tener un hijo-
-¿Riveria va a dejar la familia?- pregunto Ais preocupada
-No, antes tuve a Elrond y tampoco la deje. No te preocupes, no dejare la familia y no las dejare a ustedes-
Ais asintió más aliviada y le dio una sonrisa -¿Cómo se va a llamar?- pregunto
-No lo sabemos- respondió Riveria divertida -para empezar, ni siquiera sabemos si va a ser niño o niña-
-Espero que crezca luego, así le puedo enseñar a ser un aventurero-
Tanto Kain como Riveria se rieron divertidos de las ocurrencias de la joven aventurera.
-o-
Media hora más tarde, Lefiya se despertó mirando un techo blanco, mientras sentía un tacto esponjoso en su espalda. Al mismo tiempo que trataba de abrir sus ojos, escucho la conversación de Kain y Riveria.
-Si hubiera sabido que así me la quitaba de encima, te hubiera propuesto desde un principio tener un hijo- dijo Kain
-Eres malo- respondió Riveria -Ais solo quiere volverse fuerte, debes tener más paciencia con ella-
-¿Qué más fuerte quiere ser? Ya es lo suficientemente fuerte, el resto vendrá con el tiempo-
-Puede ser-
Al escucharlos conversar de manera tan casual, Lefiya recordó que era lo que había hecho y se puso nerviosa. Entonces trato de cerrar sus ojos y voltearse con su rostro al respaldo del sillón para no molestarlos. Por otro lado, mientras se hacia la dormida, escucho a Riveria reírse varias veces y hacer algunas bromas tontas. Lefiya tuvo las ganas de mirar cómo se comportaba, ya que para Lefiya, este tipo de Riveria era una criatura extraña. Era como si fuera otra persona distinta.
-A lo mejor no confía tanto en nosotros- murmuro Lefiya
-No es eso- le respondió Kain a sus espaldas -ya lo entenderás cuando te enamores-
Lefiya se tapó la boca con ambas manos y entendió que había sido descubierta. Después se sentó y los miró con las mejillas rojas de vergüenza.
-Lo siento- dijo Lefiya -no era mi intención espiarlos-
Kain le dio una pequeña sonrisa divertida, mientras que Riveria aun sentada en su pierna, le dio una mirada maternal.
-No me molesta- respondió Kain -pero no deberías desmayarte con tanta facilidad-
-Uuugh, lo siento mucho-
-No es necesario que te disculpes- dijo Riveria -por otro lado, ¿Quieres que continuemos las presentaciones?-
-Sí, por favor-
-Kain- dijo Riveria mirándolo a los ojos. Sus rostros solo estaban a unos centímetros -esta es Lefiya Viridis, ella estudio y se convirtió en un nivel 2 sin haber hecho trabajos de aventurera-
Por su parte, Lefiya se puso de pie y realizo una reverencia -mucho gusto, señor, mi nombre es Lefiya Viridis, espero estar a su cuidado-
-Lo mismo digo, niña- respondió Kain -Riveria me hablo muy bien de ti, así que tengo altas expectativas-
-Uuuugh-
-o-
En estos momentos, Kain estaba sentado bajo el manzano de su casa mientras escuchaba a Lefiya darle una larga explicación del proceso de la magia. Ella estaba de pie frente a la mesa, con las manos en su regazo y pronunciando al pie de la letra el conocimiento extraído de los libros. Así que para Kain, en el sentido estricto de la palabra, Lefiya tenía una sólida base teórico. Lo que a su vez, encontró problemático.
-...De esa manera, se produce un círculo mágico, el cual hace conexión con la magia y nos interconecta con el fenómeno mágico que queremos realizar- dijo Lefiya como si lo estuviera recitando para una clase del colegio.
Kain asintió conforme con lo que había dicho, ya que era en cierto sentido, el sentido común de este mundo. Le ofreció asiento y ella se sentó en una silla, al otro lado de la mesa.
-Bien, puedo decir que eres bastante estudiosa- dijo Kain
Lefiya se puso colorada y agacho la mirada.
-Sin embargo- continuo Kain -también puedo decir que el sentido común te tiene aprisionada en este nivel-
Lefiya levantó su rostro y miró a Kain sin saber a qué se refería.
-Veamos ¿Cómo lo pongo? Digamos que tu entiendes cómo funciona la magia- dijo Kain a modo de ejemplo, Lefiya asintió con su pequeña cabeza y Kain continuo -pero los libros están llenos de teorías-
-Así es- respondió Lefiya -y esas teorías son la concentración de un largo tiempo de estudio-
-Está bien, pero dime una cosa ¿esas teorías nunca han sido refutadas-
Lefiya negó con su cabeza, moviendo su coleta de lado a lado -cada cierto tiempo- dijo -un sabio reúne las pruebas suficientes y actualizan o eliminan esas teorías-
-A eso me refiero, y si yo te dijera que todo este tiempo, todos esos tipos han ido por el camino incorrecto ¿Qué me dirías?-
Lefiya agacha su rostro y murmuro -diría que está loco-
Kain asintió con una sonrisa y le dijo -por eso te digo, el sentido común de la magia te tiene enjaulada en este nivel de comprensión-
-Pero- dijo Lefiya mirándolo con angustia y desesperación -pero Riveria también ocupa la magia igual que los demás magos, el sentido común no está mal, la magia que hemos ocupado es correcta. Es imposible que este mal-
Kain levantó su puño y emitió un aura morada que se extendió por todo el terreno del sitió.
-Trata de hacer magia, no importa que sistema ocupes, trata de hacer magia- dijo Kain
Lefiya trago saliva y se miró las manos, tenía esa aura alrededor de su cuerpo y sentía un miedo profundo, algo jamás antes vivido. Entonces miró a Kain a los ojos, asintió, se puso de pie y trato de castear el tipo de magia más básica que existe, la cual ella misma piensa que es imposible fallar. No obstante, nunca pudo emitir la magia, se desesperó en un momento y comenzó a llorar. Sus lágrimas caían como un caudal inagotable mientras intentaba sin parar emitir la magia.
Por su parte, Kain soltó un suspiro y pensó que Riveria le había dicho que esta niña era débil de corazón, pero esto iba mucho más allá de ser débil de corazón. Así que se puso en pie, camino hasta ella y le puso sus manos sobre las de ella.
-Tranquila- dijo Kain en un tono suave, se hinco sobre su rodilla derecha para no verse tan grande. Podía ver como se le habían hinchado los ojos de tanto llorar -no te hice esta prueba para que te asustes. Fue para que entendieras que la magia es una cosa llena de posibilidades y no está limitada por el sentido común ¿Entendido?-
Lefiya asintió varias veces en un gesto suave mientras se le caían las lágrimas. Kain se puso en pie y la abrazo para que llorara todo lo que quisiera.
Una vez que Lefiya se calmó, se volvieron a sentar a la mesa y Kain le convido un poco de Estus. Algo que transformo el rostro de Lefiya en uno de complacencia.
-¿Qué es esto?- pregunto Lefiya con la copa entre sus manos mientras se relamía los labios -es riquísimo, nunca había probado algo igual-
-Es una bebida que solo yo puedo hacer- respondió Kain -no te preocupes, tengo más, así que bebé, no te emborracharas ni pasara nada-
-Muchas gracias-
Después de que Lefiya se tomó su segunda copa, se sintió mejor y miró a Kain, el cual espero pacientemente que le pusiera atención.
-Mira esto- dijo Kain y le paso una pequeña libreta de cuero color café -léelo y ven a verme de nuevo cuando tengas dudas-
Lefiya tomo la libreta y la empezó a revisar -¿Qué es esto?- pregunto
-Es el legado de una de mis esposas. Se llamaba Catalina y fue la primera aventurera en realizar magia sin cantico-
Lefiya levantó su rostro lleno de incredulidad y miró a Kain, el cual tenía un rostro cargado de nostalgia al recordar a la persona en sí.
-¿Esta seguro?- pregunto
-Claro, una niña tan inteligente como tú le dará un buen uso. Mi esposa estuvo estudiando durante un par de años el sistema de magia de este mundo y llego a ciertas similitudes con el que ella ocupaba. Era una mujer brillante en muchos sentidos-
-Muchas gracias maestro, pero ¿Cuándo me va a enseñar su magia?-
Kain negó y le dijo -no te la puedo enseñar, pero te puedo dar una guía para que tu hagas evolucionar la magia de este mundo-
-¿Y Riveria?-
-Ella ya era mayor cuando le pase esa misma libreta. Tenía setenta años y el sentido común de la magia de este mundo ya se había enraizado en su cerebro. Por eso ella te trajo, porque tú eres joven y puedes aceptar de manera más fácil un nuevo tipo de verdad-
-Puedo entenderla- dijo Lefiya -me sentí terrible cuando no pude hacer magia. Así que ella debe haberse sentido terrible cuando se dio cuenta de que todo lo que creyó durante toda su vida estaba mal-
-Así es. Por lo tanto, estamos confiando en ti Lefiya-
La joven elfa asintió con seriedad y mostro un rostro cargado de determinación. Como si estuviera colocando su todo en primera fila, lista para entrar al campo de batalla.