-Buenos días, Sylvaril, Silvia y a ti también Arumafi- dijo Kain con cortesía
-Buenos días, Kain- respondió Sylvaril en un tono formal
-Buenos días Sakura, Iba- dijo feliz Silvia, dejando el lado de su madre y acercándose a la familia Dragonroad
Arumafi solo hizo un gesto de saludo y no dijo nada.
Corre el año 419 del Dragon Blindado y Kain propuso a su familia salir de paseo. Una, porque en el entrenamiento de los muchachos se pondrá serió y ya no podrán holgazanear. Y dos, porque Kain quiere inspirar a sus hijos. En el continente del cielo hay una fauna única y una tundra de hielo que no se pude ver en ningún otro lado, por ende, quiere mostrársela a sus hijos. Así que le pidió a Perugius una ayuda y con la intercesión de Silvia, todo fluyo como el agua. Ahora la familia Dragonroad estaba en el castillo Triturador del Caos y se preparaban para presentar sus respetos. Todo el mundo estaba nervioso, en especial los niños, iban a conocer a un héroe real.
Por su parte, Silvia tomo la mano de sus dos amigas y les dijo -vengan conmigo, les mostrare mi casa- entonces salieron corriendo las tres sin pedir permiso ni preocuparse de nada. Dieron la vuelta en un pasillo y se perdieron de la vista de todos. Solo se escuchaban sus pasos en un trote suave, mientras Silvia les anticipaba algunas cosas en un estado emocionado. Por su parte, Sylvaril soltó un suspiro, pero puso una clara sonrisa que era el epitome de la felicidad.
-Arumafi- dijo Sylvaril -por favor, ve y vigila que no se metan en problemas. Silvia en estos momentos esta un poco loquita y se le ocurrirán muchas cosas-
-Como ordene- respondió Arumafi haciendo una suave reverencia y saliendo en la misma dirección que las tres niñas
-¿Cómo has estado Sylvaril?- pregunto Lilia
-Muy bien Lilia- respondió Sylvaril -acompáñenme, Perugius los está esperando-
-Gracias- respondió, entonces Lilia se volteo a ver a los niños pequeños y a los mas grandes y dijo -se van a comportar con respeto ¿entendido?-
-Sí, mamá- dijeron ocho niños, de los cuales, cinco eran bastante pequeños e iban en los brazos de Therese, Barbara, Catalina, Lilia y Victoria. Los tres más grandes Kain Jr, Ars y Elías asintieron con solemnidad. Sin embargo, al igual que los niños, todos los adultos estaban expectantes.
-Por aquí por favor- dijo Sylvaril y Lilia la acompaño adelante del grupo. Las dos mujeres conversaban de lo mas bien y aunque Sylvaril era recatada, por no decir sería, igual se reía cuando Lilia le preguntaba por algo que había salido bien o había salido mal. Las mujeres compartían información entre ellas mientras Kain solo podían sentir escalofríos. En su mente pensó "Dios las crea y el diablo las junta" también se preguntó ¿si él mismo era el diablo?.
Todo el trayecto al salón del trono fue en completo silencio, todo el mundo admiraba las pinturas, las mesitas, los jarrones con un fino dibujo hecho sobre la cerámica. El gran ventanal del corredor que te permitía ver la tierra como si fuera un lugar pequeño y lejano. A varios niños les dio miedo, pero los tres grandes se pegaron al vidrió y miraron a lo lejos la ciudad de Ars. Se veía como si fuera un castillo hecho para hormigas. Pequeño, blanco y distante. Incluso desde esta distancia, podías tapar el castillo y sus murallas al sobreponer tu pulgar. Solo tenías que colocar tu pulgar delante de tus ojos y vualá, la capital de Asura, Ars, había desparecido.
Después de eso, los tres grandes se apartaron de la vidrió dejando manchas de manos. Lilia se disculpó por lo sucedido, pero Sylvaril le dijo que no era un problema, Silvia lo hacía todo el tiempo. Sylvaril le comento que cuando estaba castigada y no la dejaban ir a ver a sus amigas, le gustaba pegarse al vidrió y ver si podía ver Millishion desde el castillo. No obstante, su conversación fue interrumpida por los tres grandes.
-Tía- dijo Elías -¿Cómo funciona el castillo?-
-Sí, ¿Cómo funciona?- lo secundo Ars
-¿Hay algún mecanismo en especial?¿Cómo un circuito mágico?- pregunto Kain Jr
Sylvaril miró a Kain y este último negó con una sonrisa. Ella asintió y les pregunto -¿Qué es lo que saben de circuitos mágicos?-
-Qué conducen el mana- dijo Kain Jr
-Qué no todos los materiales sirven como conductores de mana- añadió Ars
-Qué todo los circuitos tienen una resistencia y funcionan durante cierto tiempo. Nosotros hicimos uno y duro tres veces. Movimos un carrito por cinco metros y después de completar los tres intentos, se quemo el circuito-
Sylvaril miró a Kain asombrada, pero Kain negó otra vez. Después de todo, estos muchachos habían robado la tecnología de sus papeles, pero se las habían arreglado por su propia cuenta para dominarla.
-A Perugius le faltan algunas manos para seguir reparando el castillo. Le preguntare si los puede contratar, no les prometo nada-
-¿En serio?- le preguntaron los tres expectantes, llenos de anhelo
-Así es- dijo Sylvaril viendo que estos enormes muchachos que le llegaban al pecho, eran todavía niños -pero tienen que entender que Perugius tiene la última palabra. Además, puede que solo estén haciendo pequeñas cosas y a lo mejor se aburran-
-Gracias tía- dijeron los tres al unísono.
-De nada, ahora vamos, Perugius los debe estar esperando-
-O-
Unas vez que llegaron al salón del trono, todos presenciaron al Dragon Blindado, Perugius Dola. Con su rostro serió casi rayando en la solemnidad. Su largo cabello blanco caía apegado a su rostro enmarcando su cara y contrastando con sus ojos de pupilas amarillas. Él se mantenía tranquilo como un juez escudriñando las caras y las intenciones, mientras que alrededor de su trono, estaban todos sus familiares, exceptuando por Arumafi. Sylvaril hizo su camino hacia Perugius y se sentó a su lado, en un taburete blanco finamente diseñado. Daba la impresión que florecían flores y enredaderas de sus cuatro patas.
Por otro lado, Kain se asintió con su cabeza. Sin embargo, nada es tan simple. Todas las mujeres colocaron a sus hijos en el suelo y los coordinaron para que hicieran una reverencia. Ralkan como era el más pequeño apenas entendía y solo se chupaba el dedo mientras permanecía al lado de Therese. El resto lo intento en un gesto tierno y torpe. Por otro lado, los tres grandes estaban bajo el escrutinio de todos, así que hicieron una perfecta reverencia, con mano en el corazón y todo. Solo Kain se quedó parado como si nada. No obstante, Lilia y todas sus esposas le dieron una fea mirada, como preguntando "¿Por qué das un mal ejemplo?". Kain soltó una risita y también se unió a la reverencia. Por su parte, Perugius cambio su rostro a una sonrisa y soltó una risita. Sin embargo, también fue mirado igual que Kain. En su caso por Sylvaril. Perugius cerro su boca y volvió a ponerse serio. Esta vez fue Kain quien se rio al ver que no era el único regañado.
-¿Cómo te ha ido Perugius?- pregunto Kain
-Muy bien, avanzando con las reparaciones del castillo- respondió Perugius en un tono solemne
-Veo que te afeitaste-
-Eso, bueno- dijo Perugius poniendo una sonrisa incomoda y pasándose la mano por el lugar en el que antes había una barba -digamos que fue una necesidad-
Kain soltó una pegajosa carcajada y se puso de pie. El resto también lo siguió en el gesto.
-Orsted estuvo aquí- dijo Perugius retomando su seriedad -vino con una joven de cabello oscuro igual al de tu esposa-
-No lo he visto en años, pero si paso algo, puede que me vaya a ver-
-Puede ser. Por otro lado, todavía no sé nada del fenómeno de mana-
-Yo tampoco, hemos seguido investigando, pero no hay indicios de un artefacto, magia o algún tipo de invocación-
-Bueno- dijo Perugius tomando conciencia de que no estaban solos -conversemos de eso en otro momento-
-Creo que será lo mejor-
-Por otro lado, quería preguntarte si podíamos ir contigo-
-¿Y eso? Dijiste que Silvia estaba muy pequeña-
-Ya ves, tuvimos una larga conversación y adivina quien perdió-
Kain puso una sonrisa divertida y le dijo -no me digas, ya lo intuyo. No hay problema, llevo suficientes suministros para varios días-
-Será como acampar- dijo Perugius soltando una risita
-Mas o menos-
Al rato después se escucharon unas carreritas por el pasillo. La pequeña alada, Sylvia, vino junto a Sakura e Ibania corriendo. Venían jadeando y con la cara colorada de tanto correr. Sakura tenía una gran sonrisa, Ibania igual, pero Silvia hacia un puchero. Avanzo sacudiendo sus pequeñas alas blancas y sin importarle nada, se acercó a Perugius y estiro sus brazos para que la tomaran. Perugius la levantó, la sentó en su pierna y Silvia lo miró con pena.
-Papá, quiero correr mas fuerte- dijo Silvia
-¿Qué paso?- pregunto Perugius
-Sakura siempre es primera, y quiero ser primera-
Perugius se pasó la mano por la cara para no reírse y le dijo -vamos a entrenar entonces, es la única forma de correr más fuerte-
-Gracias, yo sabia que papá era el mejor-
Todos vieron como el Dragón blindado se volvía un gatito en las manos de Silvia. No obstante, nadie dijo nada.
-Adivina a donde vamos a ir- continuo Perugius
-¿A dónde?- pregunto Silvia levantando su pequeño rostro y agitando sus pequeñas alas
-Vamos a ir con ellos al continente del cielo-
Los ojos de Silvia resplandecieron con felicidad y abrazo a Perugius con todas sus fuerzas. Este último solo se reía como un padre idiota.
-En ese caso debemos prepararnos- dijo Sylvaril, se levantó del taburete blanco y camino hasta el trono para tomar a Silvia. Perugius se la entrego y Sylvaril camino con dirección al pasillo.
-Tía ¿podemos ir?, le ayudaremos ¿verdad Iba?- pregunto Sakura
-Sí- respondió Ibania, asintiendo tres veces
-¿Le pidieron permiso a su mamá?-
Entonces las dos hermanas corrieron a sus madres y les preguntaron en un gesto apresurado, como si no les quedara tiempo y necesitaran una respuesta inmediata. Después volvieron corriendo felices y se fueron con Sylvaril a preparar sus cosas.
Después de eso, terminaron las presentaciones y se les ofreció a todos una habitación por el día. De esa manera, mañana temprano partirían al continente del cielo. Por otro lado, Kain y Perugius se retiraron a una terraza y se sentaron acompañados de una botella de vino y dos copas. Primero conversaron de cosas al azar. Como la razón detrás del corte de barba de Perugius. Según Silvia picaba mucho, así que le dijo que si no se la cortaba, no habrían más besos a papá. Así que papá tuvo que decirle adiós a su barba bien cuidada durante varias decenas de años. Por otro lado, Perugius le pregunto por los muchachos. Según lo que le transmitió uno de sus subordinados, los muchachos entendían de circuitos mágicos. Kain le contó toda la historia con respecto a los circuitos mágicos y los tres bandidos. Perugius aplaudió. El arte y el ingenio eran dos cosas que apreciaba en gran medida el dragón blindado.
-Así que vino Orsted- dijo Kain abriendo la segunda botella de vino
-Así es- respondió Perugius acercando su copa -trajo a una muchacha muy parecida a tu esposa y a mis amigos de la gran guerra. Supuestamente había sido convocada a este mundo. Se reunió con Orsted y ese tipo en su curiosidad, la anduvo trayendo por todos lados y cuidándola. La muchacha era algo inteligente así que me cayó bien. Le pase una máscara porque resaltaría mucho en el continente central-
-¿Qué mas?- pregunto Kain mientras le servía vino.
Perugius tomo la copa y le respondió -nada más- agito la copa y acerco su nariz para sentir el agradable aroma del vino -ella se fue así sin más. Cómo te dije, me cayó bien, pero eso fue todo. Tenía ideas bastante interesantes, pero según ella, no encontraría la respuesta aquí, entre cuatro pareces. Así que se fue-
-¿Hace cuanto fue eso?-
-¿Medio año?- dijo con dudas -la verdad es que la investigue y le pedí a mis familiares que le hicieran un "chequeo medico" pero no encontramos a nada raro. Así que la dejamos libre-
-Le daré otra vuelta al asunto cuando venga Orsted, claro, si es que viene. No le gusta que lo utilice para mis entrenamientos-
-Hombre, eres el único tipo que conozco que habla así del Dios Dragon, jajajajaja-