Una semana antes de entrar al calabozo, Kain recibió una visita inesperada, algo que él mismo echaba en falta. Los tres idiotas o sus tres discípulos, si se les quiere dar un título más representativo. Habían dejado de ser los niños que vinieron alguna vez a Orario. Ahora, con quince años y una altura acorde a la edad, eran excepcionales guerreros. Jason era un maestro de la lanza, Nivel 4 y sub capitán de la familia Hera. Odiseo era un maestro de dagas, letal a la corta distancia. Sobre todo por su cuidadoso uso de los venenos. Por otro lado, Aquiles se había vuelto una excepcional vanguardia. Su manejo del escudo y la espada corta era lo mejor de lo mejor. Cada uno se había disciplinado durante estos cuatro años. Nunca abandonaron su rutina y eran lo suficientemente buenos, como para que el viejo de Zeus perdiera la vergüenza y en algún momento fuera a preguntarle a su esposa si los podía transferir a su familia.
Toda estas noticias se contaban en el patio trasero de la familia Dragonroad. Era un pena, no habían árboles en la propiedad, así que Reida empezó a embellecer el jardín. Por ahora solo había tierra de hojas por todos lados. Un pasto que no tenía ni dos semanas de haber sido plantado y calas amarillas que bordeaban todo el patio. En medio de eso estaba una mesa de madera y un par de bancas. La tarde estaba cayendo. Aun había sol, pero con la sombra de la muralla, el ambiente se mantenía fresco. Kain había invitado a los tres idiotas a sentarse. Como espectadores tenían a los tres grandes, todos sentados en un manta. Jugaban con sus juguetes, discutían algunas cosas, pero todo en calma. Dentro de lo que se podría esperar de bebés de tres años.
-¿Así que escalaste hasta vice capitán?- le pregunto Kain con una sonrisa
Con un rostro algo cansado, Jason respondió -sí, se podría decir que sí, aunque no es una posición glamorosa. Mas que nada, me envían a hacer todo lo que no quiere hacer la capitana. Como entrenar a los novatos, participar en la selección de aventureros, manejar el dinero, abastecer a la familia y andar de niñera de los idiotas. A veces me cuestiono si elegí bien-
-¿Qué dice tu diosa?-
-Ella me dice que es para probar mi carácter. Dice que como guerrero tengo un gran talento, solo debo aprender a ser paciente-
-Puede ser. Según los rumores dicen que tu diosa no es muy amable, pero por alguna razón, te tiene en su lista de los buenos elementos. Eso por sí mismo es digno de elogio-
-Soy bueno, lo admito- responde Jason, lleno de orgullo -pero si no fuera por mis hermanos aquí, no estaría donde estoy-
Kain soltó una risita, bebió un poco de vino y le pregunto a Odiseo -¿Qué me dices tu?-
Odiseo miró a Kain con sus usuales ojos afilados, como si estuviera analizando la naturaleza de la pregunta y respondió -es como dices, maestro. La diosa tiene en alta estima a mi hermano. He estado recogiendo información. Tratando de formular una respuesta, pero no lo descubro. Al final llegue a la conclusión de que hay algún interés físico-
-Es poco probable, tu diosa tiene una divinidad relacionada con la familia y el matrimonio. Aunque no soporte a su estúpido marido, dudo que le vaya a poner los cuernos-
-Mmm, así es- responde Odiseo. Le da algunas vueltas a su copa, como esperando encontrar la respuesta en el vino. Pero como no la encuentra, levanta la mirada y dice -así que no puedo dar una respuesta a esa pregunta-
-Bien, no hay problema. Por otro lado, puede aquí haya una pregunta que si puedas responder ¿Qué pasa con la familia Zeus?¿Por qué son tan idiotas?- pregunta Kain
Odiseo pone un sonrisa, como si la pregunta fuera una broma, pero aun así responde -los niveles intermedios son el problema. Por lo usual, muchos aventureros talentosos se unen a esa familia. Vienen de esforzarse hasta el cansancio para poder ser aceptados. El problema viene cuando conocen a su estúpido dios. No es un mal dios, no quiere dañar a los aventureros, pero es demasiado indulgente. Tanto consigo mismo como con los que le rodean. Le dice algunas cosas a los muchachos que les sube el ego. Los hace sentir valientes, temerario y galanes. Los impulsa a la aventura y hasta ahí llegan; la mayoría muere. El año pasado murió el setenta por ciento de los novatos que entraron a la familia. Hay años en que llegaron hasta el noventa por ciento. De los veteranos que quedan, solo representan el uno por ciento de todo lo que ha entrado en los últimos diez años. Por otro lado, de los que perduran y llegan a la cima, lo hacen porque en cierto nivel, empiezan a ignorar las palabras de su dios-
Kain coloca su copa vacía, se sirve vino, le ofrece a los muchachos. Como no quieren mas, deja la botella, bebe y después dice -en pocas palabras, vuelven a colocar los pies en la tierra-
-Exacto- responde Odiseo, con una sonrisa astuta y apunta como diciendo que lo entendió
-¿Si los mato tienen algún problema?-
-Yo no- responde Odiseo
-Yo tampoco- responde Jason
-Son, personas- responde Aquiles con su usual timidez -todos se pueden equivocar. Nosotros también nos equivocamos. Si el maestro tiene una forma no violenta de solucionarlo, le pido que la considere-
Odiseo lo mira molesto y le dice -¿no nos molestan todo el tiempo?¿No nos trataron de lastimar cuando recién entramos a la familia Hera?-
-Aun así- insiste Aquiles
Kain lo queda mirando con la mirada de un padre paciente. Este muchacho se ha vuelto un excepcional guerrero. Su pelo rubio y su cara de bebé debe ser un imán para las chicas. Su complexión atlética le dice a Kain, que no ha abandonado su entrenamiento en ningún momento. Al contrario, parece que lo ha incrementado. Es un buen muchacho, de corazón noble, pero eso mismo le da miedo. Kain suelta un suspiro sabiendo que tiene a sus dos hermanos para protegerlo. Por otro lado -lo que dice es correcto- responde Kain -Al final, los aventureros no son los culpables. Es el dios que les enseña puras estupideces. Veré que puedo hacer, Aquiles-
-¡Gracias, maestro!-
Kain sonrió, apoyo sus brazos sobre la mesa y les pregunto -ahora díganme ¿Por qué los molestaron cuando entraron a la familia?-
-Bueno, veras- respondieron Jason y Odiseo algo avergonzados. Se miraron y Odiseo le dio un codazo a Jason para que hablara -lo que pasa es que en la familia Hera, la mayoría de los aventureros son mujeres. Por lo menos el noventa por ciento-
-Oh, ¿y ustedes cayeron en ese paraíso?- pregunto Kain con una sonrisa burlona. En medio de eso, alguien le jalo la camisa. Era Kain Jr. El padre lo sentó en sus piernas y el bebé miró a los tres idiotas.
-¿amigo?- pregunto Kain Jr. (pero sonó como "amico")
-Sí, así es, son amigos- les respondió el padre
Entonces el pequeño bebé, a pesar de que hace una hora ya los habían presentado. Estiro su manito y les ofreció un apretón. Los tres idiotas sonrieron y soltaron una risita.
-Jason- dijo el primero, estrechando la mano del bebé
-Kai-
Jason miró al padre y le pregunto -¿Kai?-
-Se llama Kain, pero no le pidas mas. Con esa lengua de trapo es lo mejor que puede pronunciar-
-Odiseo- dijo el segundo
-Aquiles- dijo el tercero
-Papá ¿yo?¿yo?- pregunto Kain Jr. apuntando a la copa de vino
-No, esto no es para bebés. Llamemos a tu mamá- dijo el padre y con un buen grito, llamo -¡Lina!-
-¡Mamá!- también grito el hijo
Así estuvieron por un minuto, gritando y llamando a Catalina. Por otro lado, el trio de idiotas se habían servido otra copa. Pellizcaban el pan, la carne y todas las cosas que les pusieron para comer. Al cabo de cinco minutos, apareció Catalina. Iba vestida con ropa de aventurera y mostraba una gran sonrisa, al ver a su pequeño elfo estirar su pequeños brazos, mientras la llamaba.
-¿Que pasa, amor de mi vida?- le pregunto Catalina
-Mamá, ¿yo no?- dijo Kain Jr. apuntando al vino
-No, tu no. Eso es para los grandes. Ven, te voy a dar tu biberón-
Kain le entrego el bebé y le pregunto -¿puedes llevarte a Elías y Ars? También deben tener hambre-
-No hay problema, querido. No son tan pesados. Por otro lado, acuérdate de irme a buscar a la noche-
-Ok, ¿Cómo a las doce?-
-Como a las once-
-¿Por qué tan temprano?-
-Es que vamos a empezar temprano- respondió Catalina dándole un guiño
-Trata de controlar cuanto bebes ¿entendido?-
-No te escucho, no te escucho- dijo Catalina y se alejo para recoger a los otros bebés
El trio de idiotas miraron a Kain y soltaron un carcajada. Kain negó con su cabeza, y les pregunto -¿adonde estábamos?-
-No lo sé- respondió Odiseo
-Esto de tener hijos- comento Kain, se sirvió más vino y corto algunos trozos de pollo asado
-Pero te ves feliz- añadió Aquiles
-Sí, tener hijos es una cosa feliz- respondió Kain -pero no es tan sencillo. Pasa un poco como lo que le pasa a las familias de los dioses. Uno intenta criarlos fuertes, convertirlos en grandes héroes o heroínas, pero el resultado no es visible hasta que es inevitable. No hay una formula o estrategia perfecta-
-Parece complicado- dijo Jason mientras lo miraba con seriedad
-Lo entenderás cuando llegue tu momento-
-o-
Como a eso de las diez de la noche, Kain se prepara para salir. Lilia lo despide en la puerta de la casa y le dice -mantente alejado del barrio rojo-
Kain suelta una carcajada y le responde -no tengo necesidad- y la abraza por las caderas. Le planta un beso, uno largo y apasionado.
Después eso se separan, pero Lilia inconforme con la respuesta, insiste -te lo digo por tu bien, a menos que quieras dormir en la guild de aventureros-
-¿Qué pasa, mujer?-
-Hace un año llego una nueva diosa del amor-
-¿Cuál sería la primera?-
-Esa zorra, Freya-
-Mujer, te preocupas por nada-
-No me importa. Esta diosa se llama Ishtar y es atroz. A echado a perder a muchos aventureros, se dice que tiene algún problema personal con Freya. Así que mantente alejado-
-Sus encantamientos de diosa no sirven en mi-
-Uno no sabe que pueden hacer. No la subestimes-
Kain algo cansado, solo asiente para no extender mas esta fastidiosa conversación y le dice -me voy a buscar a Lina. ¿Puedes prepararle algo para la resaca?-
-Ya le compre algo para el dolor de cabeza. Si tiene hambre, queda comida de hoy-
-Bien, eso será suficiente. Me voy-
-Cuídate y no andes peleando-
-¿Eres mi madre ahora?-
-No, soy tu esposa, así que hazme caso-
Kain torna los ojos al cielo, como si no pudiera creer lo insistente que es Lilia. Después de eso sale de la casa, pasa por el portón metálico y revisa los alrededores. No se siente nada sospechoso, así que cierra y avanza por la calle. A medida que se acerca al centro de la ciudad, son visibles los restaurantes abarrotados de aventureros. Se escuchan las risotadas, las peleas y la música. Alguno que otro borracho durmiendo en la cuneta. Un dúo de borrachos que canta a una cuadra de distancia. Le ponen todo el empeño que sus borrachos cuerpos les permite. Sin embargo, para los transeúntes parece que estuvieran matando un animal. Kain sonríe al ver el cómico espectáculo. Uno de los borrachos guía al otro, y el otro lo corrige. Pelean, se vuelven amigos y se vuelven a pelear. Todo en el lapso de los diez minutos que le toma a Kain cruzar la cuadra. Atrás los deja, con sus peleas y sus canciones. Kain avanza y llega a la avenida principal. A pesar de que en un par de horas más será medía noche, Orario sigue tan vivida y animada como al medio día. La única diferencia son sus transeúntes. En una esquina hay varias muchachas, todas amazonas. Mujeres de bonito físico y piel color canela. Van vestidas con ropas provocadoras que solo protegen las partes importantes.
Una joven, que no aparenta tener más de quince años, se acerca a Kain contoneando sus caderas. Su sonrisa amigable destaca en su pequeño rostro ovalado. Su largo cabello azabache desciende como una cascada hasta sus caderas. Ella se para delante de Kain, como si estuviera segura de su feminidad y le dice en un tono provocador -buenas noches ¿quieres compañía?-
Kain sonríe y niega con su cabeza -no gracias- dice -soy un hombre tímido, mi mujer me podría golpear-
La niña se congela y cuando ve que la sonrisa de Kain no se borra, advierte que es una broma. Ella sigue sonriendo y se acerca a Kain. Le pasa sus delgados dedos por el pecho y le contesta -no hay problema, el jabón y el agua borran el aroma-
Kain niega de nuevo -ahora no puedo, tengo que ir a buscar a mi esposa, pero gracias por tu oferta-. Después de decir eso, hace una leve reverencia y pasa de ella.
-¿Estas seguro?- le pregunta la joven
Kain se voltea y asiente. Sigue su camino recto por la gran avenida, hasta que medía hora después llega al restaurante. Desde la entrada puede escuchar a su mujer aullando como loca. Le dice a la joven amazona de su familia, que beba. Que solo existe una vida. El resto de los presentes se ríe. Algunos de los jóvenes novatos quedan embobados mirando a Catalina. Como le dio calor, se sacó su chaqueta, dejando expuestos sus par de melones. Parece que la camisa no aguanta más. Esta al máximo de su extensión. Cosa que hace tragar saliva a los novatos.
-Buenas noches- dice Kain mientras avanza hasta su desaliñada musa
-Orejas largas, ya era hora de que llegaras- respondió Catalina
-¿Cómo te haz portado?-
-Bien- responde Catalina con la sonrisa de una borracha. Trata de lanzarse a los brazos de Kain, pero le erra por un metro. El hecho es que Kain tiene que apresurarse para que Catalina no se dé contra el suelo. -jejejeje- ella dice -sabía que me atraparías-
-Ten mas cuidado- añade Kain y le da un beso en los labios
-Siéntate con nosotros- dice Catalina sin consultarle a nadie
Kain niega con una sonrisa, mira a Ralf y le pregunta -¿puedo?-
El capitán mira a los demás; tres chicas pallum, dos amazonas y una niña gato asienten. De los hombres; dos enanos asienten y los tres humanos restantes los siguen, pero es claro su disgusto
-Gracias- responde Kain
-o-
Una vez que llego la una de la mañana, abandonan el local y se dispersan. Kain se lleva a Catalina en sus brazos. Cabe destacar que no se podía ni los pies. Kain camina avanzando por la gran avenida y llega a la esquina donde estaban las amazonas. De todas las que había, solo queda la joven que se le ofreció. Ella a su vez, diviso a Kain, pero al ver a la mujer en sus brazos, se desanimó. Al parecer lo estaba esperando. Tenía las aspiraciones de llevarlo a su cama pero hoy no hubo suerte. Según cuentan, las amazonas pueden oler a los hombres fuertes y este elfo olía como uno. Lamentablemente, estaba ocupado.
Kain negó mientras se alejaba de la amazona. Avanzaba por las oscuras calles de Orario, gira hacia la izquierda para tomar la calle que lo dejaba en su casa y se olvidó de la joven. Solo miraba a Catalina, dormida como un bebé, con sus mejillas rojas y una sonrisa tonta. Cuando faltaba una cuadra para llegar a la casa, ella se despertó. Tenía a Kain, así que no se sintió con la necesidad de caminar. Ella iba callada mirando el cielo nocturno mientras viajaba en los brazos de su amado.
-Kain- dijo Catalina en un tono suave, casi no se sentía como ella. Se escuchaba más como una joven que como la mujer de treinta y tantos
-¿Qué pasa, Lina?- le pregunta Kain
-Gracias-
-¿Por qué?-
-Por amarme. Por darme un hijo. Por cumplir todas tus promesas-
-¿Y eso de donde salió?-
-Solo quería decirlo. Sabes, a las aventureras no les va bien. A veces mueren sus pretendientes y otras veces se olvidan de sus promesas-
-Como a Margarete-
-Ese es el lado triste pero lindo de enamorarse. Ella se caso, tuvo un hijo y a los dos años, él murió. Por lo menos puede decir que tuvo amor. Que su esfuerzo dio frutos. Las aventureras no pueden decir lo mismo-
-¿Por quien lo dices?-
-Por Tali-
-¿La niña amazonas?-
-Sí, y Tali no es una niña. Se ve pequeña y delgada, pero es la constitución de las amazonas. Ella cumple veinte este año-
-¿Algo le paso?-
-Sí. Tuvo un amorío de dos años con un tipo de la familia Zeus. Parece que hace unos meses termino. "Todas las amazonas son putas" o algo así le dijo. El hecho es que la abandono-
-¿Por eso me agradeces?-
-Sí. Te amo-
-También te amo, amor-
-Beso-
-Hueles como un perro mojado. Primero báñate-
-No apesto tanto-
Kain soltó una carcajada y Catalina entendió el porque. Era una broma. Ella le pego un manotazo en el pecho y lo tomo del cuello de la camisa. Le acerco el rostro y le planto un beso.