-A sido un tiempo viejo- le respondió Kain. El señor Xiao con una actitud tranquila miro a Kain junto a una hermosa pelirroja. Ella tenía una espada en la mano derecha, llevaba una armadura de cuero y ropa de aventurero. El señor Xiao asintió con aprobación y después le dio a Kain un pulgar para arriba. Kain se rio, se acerco a Lilia y la presento -viejo, esta es mi esposa, Lilia-
El señor Xiao con una gesto amable, hizo una leve inclinación con la cabeza, extendió su mano y le dijo -mucho gusto jovencita, ¿espero que este muchacho no te haya dado muchos problemas?-
Lilia quedo confundida, miro a Kain y este último asintió. Entonces ella le dio la mano al señor Xiao e intento imitar la leve inclinación -mucho gusto- dijo -soy la esposa de Kain, Lilia. Por su pregunta, no, él no me ha dado problemas-
-Eso es bueno- contesto el señor Xiao, luego miro a Kain y le pregunto -¿conversamos aquí?-
-Sí, no hay problema, ya he asegurado el perímetro-
-Eso es bueno-
Entonces invitaron al señor Xiao a sentarse en la terraza, bajo el árbol de cerezo. En un principio Kain estaba preocupado, se suponía que el señor Xiao llegaría a principios de la primavera, pero ya llevaba seis meses de retrasado. Ahora estaban a las puertas del invierno, pero todas las preocupaciones de Kain fueron infundadas. Lo que paso es que el señor Xiao tuvo que convencer al primordial de ese mundo. La única condición que le pusieron, fue que no destruyera el balance del mundo. Nada de construir reinos o destruir reinos. También estaba prohibido comer las almas de los dioses.
Ante esta última aseveración, Kain levantó la ceja y le pregunto -¿dioses?¿andan dioses entre los mortales?-
-Sí- respondió el señor Xiao -no es que se manifiesten, sino que ocupan una especie de cuerpo falso. Además de tener sus poderes restringidos. Sin embargo, su alma sigue siendo la de un auténtico dios. Así que nada de comer ¿entendido?-
-Bueno-
Después de eso, están los permisos y los tiempos que obtuvo el señor Xiao. Le recalco a Kain que le debía una grande, tuvo que ceder mucho de sus tesoros. Hablo de algunos minerales preciosos, frutos del corazón, lágrimas de noseque, pero por el rostro melancólico que tenía, debieron ser cosas muy especiales. Así que Kain le prometió que sacaría el máximo provecho de esta experiencia. Entre medio de eso Lilia escuchaba lo que los dos decían, pero no entendía mucho. En su mayoría, todo parecía ser un misterio. Ella lo único que sabía era que Kain iría de viaje y ella iría con él.
-Dame dos días para despedirme de mi familia- le dijo Kain
-No hay problema- respondió el señor Xiao -por ahora voy a probar algunas de las delicias de la zona-
-Lo que tu digas, viejo-
Entonces el señor Xiao se desvaneció. Después de eso Kain se levantó, iba a invitar a Lilia, pero esta última estaba impresionada. Gracias a dios tenía parpados, de lo contrario, sus ojos se hubieran salido de sus cuencas. Kain se rio ante su cómica reacción. Le sobo la espalda, le dio un beso y le dijo que se fuera a preparar.
-o-
En la noche, después de la cena, Kain converso con Lilia, Catalina y Victoria. Las tres ya sabían de esto, pero que de repente les confirmen que Kain no va a estar por un año, es preocupante. Catalina ya le había dicho a Kain "sino me llevas, hasta aquí llegamos". Así que Kain tuvo que pensar en cómo se lo iba a explicar al señor Xiao. Por otro lado, Catalina argumentaba que ni siquiera llevaban un año juntos. Si se separaban ahora por tanto tiempo, muchas cosas pueden cambiar. A lo que Kain acepto, ya que su amor, se podría decir que estaba en ciernes. Ni siquiera habían cruzado esa línea, así que era mejor mantenerse juntos el mayor tiempo posible. Victoria por otra parte tenía curiosidad, pero tenía que atender sus negocios. Estaba empezando a preparar las fórmulas que le entrego Kain. Cuando llegue la primavera será un gran momento para la empresa, así que no lo podía acompañar. Lilia en cambio, iría, pero estaba nerviosa porque no sabía con qué cosas se encontraría.
Esa noche, Kain podría considerarla como su noche más carnal en este mundo, ya que ni Lilia ni Victoria lo dejaron dormir. Solo como a las siete de la mañana se detuvieron, pero fue más que nada por un tema de energía y sueño. Viendo que tanto Lilia como Victoria estaban fuera de combate. Kain se tuvo que levantar, crear una excusa para Robert y pedirle que vea la empresa. Después de eso volvió a la casa y durmió con sus dos esposas.
-O-
Ahora, después de que pasaron los dos días, cuatro personas estaban en una habitación del segundo piso. Esta habitación tenía una sola puerta y ninguna ventana. La llave solo la manejaba Kain y cualquiera, incluso sus esposas, tenían estrictamente prohibido entrar. Era una habitación con nada más que un enorme cuadro. Ya ni siquiera caía sobre un atril. Tenía dos metros por cinco de largo. Era el gran cuadro pintado de Eliana. A pesar de todos estos años, seguía restaurándose. Según el señor Xiao, llegaría el momento en que no caería en la casa. Así que le aconsejo a Kain que solo tomara un trozo del cuadro y lo utilizara eso para viajar.
-Adiós querido- dijo Victoria entre lagrimas
Kain la abrazo, le dio un apasionado beso y le dijo -volveré en un año ¿bien?-
Victoria asintió, apretó su abrazo y le dijo -sí, vuelve a mi-
-Vicky, no te preocupes, yo lo tendré vigilado- le dijo Lilia. Las dos sonrieron, se dieron un abrazo y asintieron como llegando a un acuerdo.
-Cuídate Vicky- dijo Catalina un poco incomoda. Ella había sido la última en llegar y como la pequeña mujer de los negocios casi siempre estaba ocupada, tuvo muy poca interacción.
-Tú también Catalina- le respondió Victoria con una sonrisa -aprovecha esta oportunidad y da el paso adelante-
-Lo intentare-
Una vez que se despidieron, Victoria cerró la puerta por fuera y Kain sello el cuarto por dentro. Emitió una luz para que todos se pudieran ver y el señor Xiao los invito a entrar.
-o-
Una vez dentro del cuadro, Catalina y Lilia no pararon de gritar en diez minutos. Como estaban sobre una montaña, la visión de los dragones, los demonios, gigantes y mantarrayas esparcidos por toda la bastedad de la tierra, las dejo shockeadas. Era un visión impresionante. Una vez que se calmaron, el señor Xiao sonrió y les comento -y eso que no han visto al archidragon-. Ante esas palabras Lilia y Catalina quedaron con el cerebro en blanco y cayeron como sacos al suelo. Kain las tuvo que cargar hasta una zona segura y ahí, él señor Xiao se puso a conjurar un portal dimensional.
Lilia y Catalina se despertaron a la media hora. Esta última al ver que no estaba soñando lo que vio se desmayó de nuevo. Lilia que se esforzó por aguantar, se abrazó a Kain y no lo soltó en ningún momento. El señor Xiao termino de conjurar el portal y una vez que estuvo estable los invito a entrar. Era una cosa redonda que emitía un miasma negro. No daba confianza, pero Kain dio el primer paso y Catalina y Lilia lo siguieron. Por último paso el señor Xiao y el portal se cerró.
-o-
La naturaleza es una cosa mágica, crece, perdura y se expande con el tiempo. Mientras haya suficiente combustible, puede seguir existiendo. Debe haber Luz y agua, como base. Con estas cosas, las plantas crecen. Los árboles se vuelven robustos. El pasto genera vegetación y todo persiste en un ciclo eterno. Cuando Kain abrió sus ojos se encontró con este tipo de mundo. Un sol incandescente que lo iluminaba todo. Arboles gigantes que parecían llegar al mismo cielo, robustos como una casa y firmes como las montañas. Kain miró el paisaje algo confundido. Él estaba acostado en el suelo, con los brazos estirados formando una X. Bajo sus palmas podía sentir la húmeda tierra, el pasto y la hojarasca. De repente tomo una gran inspiración y el olor del pino y la madera entro en sus pulmones. Algo más relajado, cerro sus ojos y sonrió. Se sentía relajado, como si estuviera en un lugar tranquilo. Lleno de paz, sin nada que lo pudiera incomodar. Pero de repente recordó en lo que estaba y como había llegado. Abrió los ojos con una expresión de susto y miró hacia los lado. Catalina y Lilia estaban durmiendo sobre sus brazos. Soltó un suspiro de alivio. No obstante, no pudo seguir disfrutando del bosque.
-Qué bueno que despertaste- se escuchó la voz del señor Xiao a lo lejos
-¿Cuánto tiempo llevamos dormidos?- le pregunto Kain
-Medio día por lo menos. Ahora, yendo a otro asunto. Mira a tu derecha, deje una carruaje con dos caballos para que puedan viajar-
Kain giro su cabeza, apenas podía ver. Así que tuvo que mover a Lilia y Catalina. Después se levantó y miró lo que le tenía el señor Xiao. Era un carruaje normal, con ventanas a los lados y de un color negro opaco. Era tirado por dos caballos cafés. Nada que destacara, pero Kain asintió pensando que cumplirían su propósito. Después miro al señor Xiao y le pregunto -¿Ya te vas?-
-Sí muchacho- le respondió el señor Xiao -tengo otras cosas que atender. Así que antes de irme, recuerda; No romper el balance del mundo y nada de comer almas de dioses ¿entendido?-
-Entendido-
-Bien, despídeme de esas niñas y cuídalas-
-Gracias viejo-
-No hay problemas muchacho, solo recuerda lo que te dije y estudia mucho. ¡Ah! Una cosa mas, el lenguaje es casi el mismo, pero ten cuidado de algunos conceptos-
-o-
Una vez que el señor Xiao se fue, Kain acomodo a Catalina y Lilia en el carruaje. Preparo algo de comer y el aromo las despertó. Ambas trataban de caminar mientras se sujetaban la cabeza. Se quejaban de mareos, como si hubieran estado en un barco por meses. Kain sonrió ante esto y solo las invitó a comer. Después de eso revisaron la dirección del sol; eran más o menos las once de la mañana. El clima era caluroso con un poco de humedad, así que deberían ser finales de primavera. No se veían personas, ni señaléticas. Kain busco indicios de vida, pero más allá de los pequeños animales, no había nada. Tampoco tenían un mapa, así que solo optaron por avanzar fuerte y derecho. Siguiendo la misma ruta en la que los caballos estaban mirando. A la media hora se encontraron con un camino de tierra, pero tampoco habían señaléticas ni rastros de energía. Así que siguieron la misma filosofía, fuerte y derecho. Al cabo de tres horas de viaje, se pillaron con una intersección. Había una señalética que indicaba varios caminos. Pero eso no era lo único. También marcaba el fin del bosque. Después de la señalética se podían ver extensas praderas y enormes montañas. El pasto crecía alto, por lo menos de un metro de alto.
Como estaban en una intersección y no sabían qué lado era el mejor. Kain lanzo una moneda y Lilia y Catalina tomaron dos posturas diferentes. Lilia gano, así que fueron por la derecha. A lo largo del viaje, el paisaje no vario demasiado. A la derecha del camino continuaba el gran bosque y a la izquierda habían pastizales. El viento silbaba y provocaba que la yerba produjera un siseo agradable. Fue tan relajante que Lilia y Catalina se fueron a dormir y dejaron a Kain conduciendo. Este último no se hizo problema, iba mirando el extenso paraje. No se diferenciaba mucho del otro mundo, pero tenía su encanto. Era como viajar a otro continente o por lo menos a otro país. El aire era el mismo, el agua era la misma, la tierra y el cielo eran los mismos, pero aun así se sentía especial.
Una vez que atardeció las cosas cambiaron. Por los pastizales se empezó a escuchar un siseo diferente. No el del viento o del pasto, pero el del roce de cuerpos. Desde el pasto saltaron unas criaturas verdes y pequeñas. Se pararon frente al carruaje, asustaron a los caballos y los trataron de atacar. No obstante, no pudieran hacer mucho. Kain reacciono al instante y los mato. Una vez que las criaturas estuvieron muertas, Kain reviso los cadáveres. ¡Eran goblin!, exclamo Kain en su mente. Un poco diferente de como los recuerda, pero eran goblin. Aún recuerda su mala experiencia cuando niño y lo molesto que fue.
-A lo mejor no son el único tipo de criatura que anda por aquí- se dijo Kain a sí mismo
-¡Kain!- grito Lilia desde el carruaje -¿pasa algo querido?-
-Mas o menos, voy y te explico-
Cuando llego la noche, el clima cambio, el viento se volvió más constante y frio. Así que Kain tomo la opción de detenerse. Estaciono el carruaje a un lado del camino. Lilia y Catalina instalaron una fogata y prepararon una buena comida. Una vez que terminaron de comer, Catalina preparo un galpón hecho con magia de tierra. Kain se preocupó de guardar el carruaje y los caballos. Una vez que estuvieron todos listos. Catalina cerro el galpón, pero ahora parecía más una caja. Terminados todos los trabajos, acomodaron algunos colchones y frezadas y durmieron hasta el otro día
-o-
Al otro día Catalina deshizo las murallas e hicieron el desayuno. Cuando retomaron su viaje, eran las siete de la mañana y el sol iluminaba los pastizales con una fuerza increíble. Pero a pesar de todo esto, Lilia y Catalina se fueron a dormir al carruaje. Kain por otro lado condujo lo mejor que pudo, tratando de evitar los bruscos saltos, pero el camino estaba lleno piedras. Como a las tres de la tarde, se volvieron a estacionaron a un lado del camino. Comieron algo y siguieron. En la noche iban a aplicar el mismo procedimiento, pero se encontraron con tres niños. No tenían más de doce años y se veían flacos, sucios pero con un rostro relativamente inocente. Lo más probable es que hayan tenido que pelear y pasar por muchas dificultades para llegar aquí.
-Kain detente- le pidió Catalina en un tono suave
-¿Los quieres ayudar?- pregunto Kain
-Sí, ¿no quieres?-
-No te digo que no, pero ten cuidado-
-Sí querido-
Una vez que Catalina se bajo, sorprendió a los niños. Una por su belleza, otra por el parche que llevaba en la cara. Catalina por otro lado se sorprendió por lo jóvenes que eran. No eran mayores que Therese, así que ella los quiso ayudar. Les dijo que era tarde para caminar. Por lo tanto les ofreció una guarida construida con tierra y les convido comida.
-Gracias señora- contesto con una sonrisa el que parecía ser el líder. Tenía el pelo rojo y una mirada astuta -yo soy Jason- miro sus colegas y les dijo -ahora muchachos, preséntense-
-Odiseo- respondió uno que tenía pinta de granuja. Usaba el pelo alborotado y sus ojos eran desconfiados
-Aquiles- respondió el más pequeño y de rostro inocente, tenía el pelo corto y dócil -muchas gracias por la comida y por el refugio-
-No hay problema- respondió Catalina mientras emitía una sonrisa -voy de viaje con mi esposo y su esposa ¿ustedes a donde van?-
-A Orario- le respondió Jason, se rasco la nariz y sonrió ampliamente. Por otro lado, Odiseo le pateo el pie y Jason le dio una mirada firme. Odiseo abrió sus ojos amplios, como si le preguntara porque estaba siendo tan abierto. Pero Jason puso una amplia sonrisa y le dijo -esta es gente buena. Así que tranquilo-
-Espero que tengas razón- respondió Odiseo mientras seguía comiendo
Lilia le paso un plato con comida a Aquiles. Este último hizo una reverencia y empezó a comer. Por otro lado, Lilia se sentó al lado de Kain y les pregunto -¿y que van a hacer a Orario?-
-Vamos a ser aventureros- respondió Jason y siguió comiendo
-Veo, tengan cuidado y mucha suerte-
-///Gracias///- respondieron los tres a coro
Kain los quedo mirando, pero de repente sintió que alguien le tomaba la mano derecha. Miró y vio que Catalina lo quedo mirando. Ella le susurro -¿los podemos llevar?-
-No debería haber problema- le respondió Kain en un susurro, sonrió y le dio un beso en la mejilla. De repente miro a los muchachos que supuestamente estaban comiendo. Ahora los estaban observando. Kain soltó una carcajada y les dijo -coman, se les va a enfriar-. Entonces los tres metieron su cabezas en su plato.
-o-
Después de dejar los bosques, solo fue un viaje por extensas praderas. Donde de vez en cuando se pillaban con uno o que otro árbol y ríos, pero en su mayor parte, eran pastizales. Mientras tanto, los tres muchachos les hablaron del oficio de aventurero. Al parecer, había una ciudad llamada Orario. En ese lugar había una construcción llamada "Torre de Babel". Donde los monstruos se aglomeraban, pero para poder acceder a ese lugar primero tenías que ser aventurero y unirte a una familia. Una vez que salto esa palabra, tan propia de un lazo sanguíneo. Los muchachos le explicaron que no tenía nada que ver con una familia real. Una "familia" era un grupo de gente talentosa que recibían la bendición de un dios. Por supuesto, los dioses no hacían nada gratis, ponían sus condiciones y en base a eso, podías o no podías ser parte de la "familia".
-¿Y ustedes serán aceptados?- pregunto Kain mientras dirigía el carruaje y los otros tres granujas iban cómodos sentados en la parte del techo.
Cuando Jason escucho la pregunta, puso una sonrisa intrépida le dijo -claro, no hay forma de que nos dejen fuera. Los tres somos nivel dos. El viejo líder de nuestro pueblo nos puso eso como condición-
-¿Nivel dos?¿Qué es eso?-
-¿No sabes viejo?- le pregunto Jason con incredulidad
-No, para nada. He estado en otros continentes, así que no sé como se manejan las cosas aquí-
-Déjame que te enseñe- dijo Jason mientras ponía un rostro de sabio
Los niveles de fuerza se dividen por números, siendo 1 lo más débil y 10 lo más alto que se conoce. Según Jason, solo un idiota iría a Orario siendo nivel uno. Es casi imposible que alguien te deje unirte a su familia o al menos eso es lo que le dijo el viejo líder de su pueblo. Dejando eso aparte, Jason quiere ir a probar su suerte a las grandes familias, Zeus y Hera. No estaba seguro si lo admitirían, pero de que lo iba a intentar, lo iba a intentar. A Kain le gustaba esa actitud entusiasta, así que lo ánimo y le dijo que si lograba entrar, le regalaría una espada. A lo que Jason contesto confiado que se lo dejara a él mientras se golpeaba el pecho con el puño.
Los otros muchachos eran más reservados, Odiseo porque era alguien tímido y muy cuidadoso. Aquiles por otro lado era más cobarde y le daba vergüenza mostrar sus aspiraciones o al menos eso parecía. Pero como eran amigos los tres, se disponían a llegar a los más alto, de ser posible. Jason por supuesto se escudó y le dijo a Kain que si no aceptaban a sus amigos, él no entraría en esa familia.
-¿Por la camaradería?- pregunto Kain
-No, porque si son tan idiotas de no reconocer el talento, entonces no tienen futuro- le respondió Jason
-¿Y ustedes son talentosos?-
-Los mejores, llegaremos a lo mas alto, ya lo veras-
Kain soltó un sonora carcajada mientras el viento le ondeaba la cabellera y le dijo a gran voz -así se habla muchacho-
-o-
Una semana después, unas enormes murallas grises se vieron a la distancia. Por lo menos medían cincuenta metros de altura. Con una forma circular y en medio se divisaba una enorme torre que sobre pasaba las murallas. Una vez que llegaron a cierto punto, tuvieron que esperar en una eterna fila. Era tan larga que solo la pudieron terminar cuando casi anochecía. Para poder pasar te pedían un tarifa y los tres muchachos no tenían ni una moneda. Así que Kain les regalo la entrada a sus sueños. Una vez adentro, los muchachos agradecieron el viaje. Por otro lado Catalina les pidió que fueran cuidadosos y después de eso, se separaron.
Con el carruaje a cuestas, avanzaron por una gran avenida. El camino estaba hecho de tierra, pero era iluminado por una especie de lámparas. En su interior tenían unas piedras brillante. Kain se quería ver este fenómeno, pero fue apurado por Catalina y Lilia que estaban cansadas. Después de media hora de viaje, llegaron a lo que el guardia de la entrada llamaba Gremio de aventureros.
Era un enorme edificio de proporciones similares a una mansión. A los lados del frontis eran visibles dos enormes estandartes.
La puerta era amplia y fácilmente podían pasar seis personas a lo ancho, pero como ya era de noche, no circulaba mucha gente. Kain aparco el carruaje a las afueras. Entro acompañado de Lilia y esta lo pellizco de inmediato. Kain la quedo mirando con un "no he hecho nada", pero Lilia le dio una mirada diciendo "las estas mirando demasiado". Kain lo único que pudo hacer es suspirar y besarle la frente, pero aun así Lilia bufo indignada. Por otro lado, Kain no pudo decir nada a su favor. Al igual que el gremio de Asura, el gremio de Orario era dirigido por hermosas mujeres, ninguna tan bella como su Lilia, pero eran hermosas. Así que nada que hacerle, solo aguantar los pellizcos. Una vez que paso esto y una que otra asesora del gremio se rio. Una mujer joven de rostro estricto se acercó a Kain
-Mucho gusto, mi nombre es Margaret y soy asesora del gremio de aventureros ¿Qué puedo hacer por usted?- pregunto
-Mucho gusto Margaret, mi nombre es Kain y esta hermosa, graciosa y linda mujer, es mi esposa Lilia-. Esta ultima algo sonrojada hizo una leve reverencia y Kain continuo -quisiera cambiar algo de oro por la moneda local y ver algunas viviendas-
Después de escuchar a Kain y su la elaborada introducción, Margaret con una sonrisa los invito a una habitación aparte. Una vez sentados, Kain le consulto por los precios que manejaban el gremio. Cuanto necesitaba para comprar una casa y como era el tipo de cambio. Margaret le conto que con un millón de valis (moneda local). Ya podía comprar una casa satisfactoria para dos personas. Kain no la interrumpió y al final solo le pidió que fuera una casa en un sector tranquilo. Margaret le presento cinco propuestas, de las cuales Lilia se quedó con tres; todas eran casas de esquina, construidas con cemento y piedra, de muros altos y amplios jardines. La única diferencia era el lugar de ubicación. Así que una vez que Margaret les explico cómo estaban constituida la ciudad. Las opciones disminuyeron a dos. Una cerca de la zona comercial y otra cerca de la familia Hephaestus. Mañana contactarían al propietario y podrían finiquitar la compra, le aseguro Margaret. Lilia estuvo conforme con esto y por lo tanto, Kain también. Después de eso Kain intercambio oro por dos millones de valis y se fue a una posada.
Mientras Kain y Lilia salían del gremio, Margaret los quedo mirando, pero una voz la saco de sus pensamiento. -¿Quién era ese?- le pregunto una joven asesora. Margaret un poco anonadada solo respondió -un hombre rico en muchos sentidos-
-Ya lo creo, esa mujer tiene mucha suerte- comento la asesora novata -si yo tuviera un marido así, le dejaría mirar todo lo que quisiera-
Margaret asintió un poco ida en sus pensamientos.
Por otro lado, Kain no supo que se llevó a cabo ese tipo de conversación. Manejo el carruaje por unos veinte minutos y llego al hotel que Margaret le recomendó. Era un construcción de dos pisos, de un color gris, hecho de piedra y concreto. Se bajo y le fue a preguntar si tenían espacio. A lo que una pequeña recepcionista dijo que sí. Kain ya había visto hobbits en Millis. Así que no lo encontró raro, pero las gatunas orejas que ostentaba la recepcionista le llamaron la atención. Una vez que el carruaje y los caballos estuvieron en los establos. Kain, Lilia y Catalina se fueron a acostar. Estaban cansados, así que se pidieron la mejor habitación y no supieron más del mundo hasta el otro día.
-o-
Después de una semana de tramites, por fin eran dueños de una casa, la compraron por un millón tres cientos mil valis. A Kain no le importo el precio, ya que tenía suficiente oro, cortesía del castillo de Lothric. Lo importante era que Lilia y Catalina eran felices, y así fue. Catalina por razones claras se pidió una habitación aparte, aun le tenía un poco de miedo a cruzar la línea. Pero ella le juro a Kain que de aquí al próximo fin de semana, sí o sí, lo haría. Kain le dijo que no se preocupara. A lo que Catalina le contesto que sí le preocupaba. Después de pasar por todas estas cosas extrañas, tenía la loca urgencia de tener un hijo. Por supuesto, le tenía miedo al dolor, se ponía pálida de solo pensar en su primera vez, o cuando tenga que dar a luz. Pero más le preocupaba que se fuera su tiempo y nunca llegara a ser madre.
Mientras los tres revisaban la casa, Catalina le comento todo esto a Kain. Este último sonrió y le pregunto -¿Por qué tan de pronto?-
-No es tan de pronto, idiota- le respondió Catalina mientras ocultaba su rostro rojo -fui criada en Millis. La mayor parte del tiempo no me acuerdo, pero también soy mujer, también quiero hijos-
Kain la abrazo y le susurro al oído -no tengo problema, pero tienes que saber que tener un hijo es un desafío-
Catalina asintió, levanto su rostro y le dio un tierno beso. Después miro con una expresión avergonzada a Lilia y le pidió que la acompañara a una habitación aparte. Ellas desaparecieron y Kain reviso el resto de la casa. Era de un piso, con un patio delantero de veinte metros de largo por cinco de ancho. No había nada plantado, pero eso era solo cuestión de tiempo. La casa tenía un baño espacioso y aunque Kain echaba de menos su forja, se contentó con esto por mientras. Ahora solo faltaba comprar algunas camas, muebles y colocar los sellos protectores, pero en sí, la casa estaba lista para habitar.
Por la tarde los tres salieron a pasear por las cercanías. El mercado era un lugar rico en productos y en diversidad de razas. Kain se enteró con el tiempo de que la pequeña recepcionista del hotel no era un hobbit, su raza se llamaba pallum. Los demás habitantes no humanos de la ciudad eran lo mismo, hombres lobo, gato y perro. Todos con sus colas y orejas distintivas que los diferenciaban, pero nada que resaltara más allá que en Millis. Ahora claro, este lugar no era el paraíso. Pueden andar los dioses entre medio de los mortales, pero eso no quiere decir que ellos se preocupen por arreglar el mundo. Como decía la abuela Mamiko "solo los humanos, salvaran a los humanos. No podemos esperar nada de los dioses". Así que habían muchos huérfanos, borrachos y minusválidos en las calles. Principalmente se ganaban cerca de los callejones, pedían limosnas y después, cuando llegaba la noche, se metían en pequeñas chozas hechas de forma precaria. Otros se iban a un lugar llamado Daedalus.
Una vez que llegaron a un restaurant, buscaron una mesa, se sentaron y solicitaron la recomendación de la casa. Una muchacha de la raza gato los atendió. A Kain le llamaron la atención sus siempre vividas orejas. No obstante, gracias eso se ganó un doble pellizco. Cortesía de Catalina y Lilia.
-¿Qué?- pregunto Kain molesto -no he mirado nada indebido-
-Pero es invasivo- dijo Lilia
-Es de mala educación- secundo Catalina
Al final Kain soltó un suspiro y no dijo nada. Se apoyo en la mesa, agacho su vista y comenzó a escuchar lo que hablaban los otros clientes. Unos hablaban de un próximo Denatus. Otros que sus "hijos" subieron al nivel 2. Otros que la familias de Zeus y Hera le habían quitado una misión. Otros hablaron de que las armas de Lady Hephaestus eran muy caras y así sucesivamente. Kain entre medio de eso recibió su plato. Eran tallarines con salsa, condimentados con orégano y queso parmesano. Mando a pedir un vino y después siguió comiendo. Una vez que terminaron de comer, pagaron y salieron del local. Pero en medio de eso, Kain escucho algo raro "Zeus solicito que dos niñas de mi familia atendieran a los hombres de su familia". Kain apretó el ceño, tomo nota de lo que escucho y una vez que llego a la casa, les advirtió a Lilia y Catalina.
-o-
Otra semana paso con tranquilidad y Kain y Lilia fueron a comprar equipamiento. No era que Kain no lo pudiera hacer, pero quería ver cuales eran los estándares para el mundo. Para eso se dirigieron a una tienda de la familia Hephaestus. Compraron una armadura y una espada mientras miraban los mejores productos que tenía el lugar. El metal era bueno, casi tanto como la titanita centellante, pero la técnica que utilizaban no era la gran cosa. Kain paso por la vitrina y encontró una espada avaluada en noventa y nueve millones de valis. Le pego al vidrio dos veces con su dedo índice mientras escuchaba un tintineo y dijo en voz baja -solo tengo que tener un poco de ese metal y ya seríamos ricos-
Después terminar su compra, salieron de la tienda. Volvieron a la casa y le pregunto a Catalina si los quería acompañar al calabozo. A lo que Ella contesto que no. Le giño un ojo a Lilia y esta se lo devolvió. Kain soltó un suspiro y solo espera que lo que estas mujeres traman, no sea algo demasiado diabólico. Después de por primera vez en su vida encomendarse a dios, Kain y Lilia fueron al calabozo. La entrada parecía más una plaza con una pileta en su centro. A sus costados habían personas vendiendo todo tipo de suplementos. Podías encontrar mapas, pócimas, armas, armaduras y muchos otros artículos. Kain le dijo a Lilia que por ahora no los necesitaban. Así que pago una tarifa como particular y entraron al calabozo.
Los primeros pisos fueron…decepcionantes, sería la palabra. Eran túneles construidos en la tierra donde aparecían goblins y kobolds. No eran una amenaza para Kain, pero Lilia después de tres o cuatro horas termino exhausta. Kain saco una medicina de su anillo y con eso se solucionó gran parte del problema. Lilia pudo aguantar otras dos horas más y cayó rendida. Esta vez por cansancio mental. Durmió durante una hora mientras Kain la cuido y después de despertarse, se fueron a la casa.
-¿Cómo es mi técnica?- le pregunto Lilia
Kain respondió en un tono tranquilo -no es mala. Te falta soltarte un poco mas y estar menos tensa. Ahora, tu touki es muy irregular. Reforzado en partes que no necesitas y muy débil en las partes en las que sí necesitas. No te preocupes, con medio año de practica y pulir tu touki, seguro llegas al nivel avanzado. Ya para el otro año en esta fecha estarás en el santo-
-Lo haces sonar tan fácil-
-Bueno, puede que haya sido un poco optimista, pero como máximo dos años y llegaras al santo del estilo dios del agua. Tienes una buena base, pero tu problema llegara en ese momento. Es difícil que tu touki se fortalezca más. Es por un tema de la cantidad de energía que puedes manejar. Así que de ahí en adelante, será un estudio de como aumentar tu touki-
-¿Y si llego al rey?-
-Te puedo enseñar a repeler la magia, pero de ahí en adelante tendremos que preguntarle a Reída. Según ella, no me puede enseñar las técnicas secretas del dios del agua-
Una vez dicho esto, Kain y Lilia se desviaron de su camino e hicieron un viaje a la gremio. Vendieron todos los fragmentos que dejaron caer los monstruos del calabozo y Lilia gano sus primeros veinte mil valis. Por supuesto, todo fue a parar al anillo de Kain, pero él le prometió que le haría un anillo para ella. A lo que Lilia asintió feliz. Después de eso se fueron a la casa y cuando llego la noche. Lilia y Catalina intercambiaron habitacional.
-O-
En medio de la noche, en la habitación principal, Catalina y Kain se miraban el uno al otro. El ambiente tenía una luz semi apagada. Por otro lado ella llevaba un camison amarillo que hacía juego con su largo cabello. Estaba sonrojada, miraba hacia una esquina, trago saliva y se acercó a Kain. Este último le tomo las manos y le pregunto -¿estas segura? Yo te puedo esperar-
-Estoy segura- asintió Catalina -yo, quiero que sea contigo. Quiero que seas el padre de mi hijo. No quiero dejar pasar esta oportunidad-
Kain asintió, poso su mano sobre la mejilla de Catalina y le dio un tierno beso. Siguió así mientras la abrazaba, le acarició la espalda y con los ojos cerrados, escuchaba su respiración y la de ella. Catalina por otra parte sentía que el corazón le iba a explotar. Lo escuchaba como si lo tuviera en su oído. Miro a Kain, soltó una exhalación y cerro sus ojos para seguir besándolo. Ella ayudo a Kain a quitarse la camisa, le desabrocho el pantalón y lo trato de besar como dijo Lilia. En el pecho, en el cuello, le dio una suave mordida en la manzana de adán y le tomo el rostro con las dos manos. Lo obligo a agacharse un poco y lo beso. Lo beso como nunca antes. Kain le siguió el ritmo, le paso sus manos por las caderas hasta llegar a las nalgas y le estrujo trasero. Ambos se miraron, tenían una mirada febril, caminaron hasta la cama mientras se seguían mirando y se siguieron besando. Kain bajo por el cuello de Catalina, siguió por esos abundantes senos, saboreo cada parte, desde la mama, pasando por la aureola hasta llegar al pezón. Todo era tan adictivo, que Catalina lo tuvo que detener y le dijo -no te concentres solo ahí-. Kain asintió, empezó a bajar, bajo por el ombligo y hasta llegar a la vulva. Le comió la vagina, saboreo cada milímetros del pubis y después de que Catalina se corriera. La miro a los ojos y le pregunto -¿puedo?-. Ella asintió mientras jadeada con intensidad. Era el momento de la verdad, pero cuando Kain entro, Catalina sintió que un dolor intenso la invadía. Hizo lo que Lilia le dijo y se mordió la mano. -Oh dios- dijo en voz baja. Le dolía un montón, pero ya había pasado la parte más difícil, se dijo así misma. Kain por otro lado, lo trato de hacer lo más suave posible, pero cuando lo termino de meter todo, Catalina arqueo su espalda, dio un grito ahogado y derramo algunas lágrimas.
-¿Me detengo?- le susurro Kain
-No puedes- le dijo Catalina entre lagrimas -ya llegamos a este momento. Ya eres mío, ahora, dame lo que es mío. Quiero mi bebé-. Kain le dio un beso en la frente. La beso en la boca y continuo hasta correrse.
-o-
-Solo recuerdo que me dolió de esa manera cuando me apuñalaron en el ojo- dijo Catalina mientras estaba descansando sobre las sabanas de la cama.
Kain a su lado le respondió -para ustedes siempre es así. Al menos Lilia y Victoria también sufrieron lo mismo-
-Maldito seas Kain- se quejó Catalina- ¿Cómo puedes tener esa cosa entre las piernas?¿Como te equilibras y no te vas para adelante?. ¿Sabes?, casi sentí que me empalabas. Ten cuidado con esa cosa, no me vayas a matar. Maldición, me duele un montón-
Kain soltó una risita y le dijo -yo también me pregunto como ocultas tan bien esas tremendas tetas ¿no te duele la espalda?-
-Por supuesto que me duele la espalda. Tener las tetas grandes no es ninguna gracia. A ustedes los hombres se les encantan, pero para nosotras es todo un tema. Sobre todo que se te pega la grasa y el sudor por debajo. Sin contar el dolor de espalda y que algunos tontos le hablan a tus tetas, en lugar de hablarte a la cara-
-¿Qué mas?-
-¿Estas interesado en eso?- le pregunto Catalina sorprendida
-Bueno, las mujeres por lo general se guardan esas cosas-
-También soy una mujer ¿sabes?-
-Lo sé, eres mi mujer- dijo Kain y le dio un beso -pero también eres la única que habla así de directo-
-Bien- dijo Catalina mientras ponía una sonrisa -solo por esta vez te contare algunas de las cosas sucias de las chicas. Pero no le cuentes a nadie ¿esta bien?-
Kain asintió divertido y su visión de las mujeres cambió bastante después de esa noche.
-o-
-¡Santo Dios!- grito Catalina en la mañana. Su rostro reflejaba asombro y se pregunto -¿Cómo mierda no me morí después de sangrar tanto?-
-Yo no recuerdo haber sangrado tanto- le comento Lilia que veía las sabanas. Ella la miro sin cambiar su expresión y le pregunto -¿será por la edad?-
Catalina no se inmuto, asintió y le dijo -puede ser. Bueno, esto no es mi culpa. Esto es todo cosa de ese orejas largas y esa cosa que tiene entre medio de las piernas. Oye Lilia, una consulta-
-Adelante- le dijo Lilia mientras la ayudaba a cambiar las sabanas
-¿Cómo puedes con todo?-
-Ah, eso- respondió Lilia con una sonrisa cómica -solo con el tiempo-
-¿Cuánto mas o menos?- pregunto Catalina asustada mientras se mordía la uña
-Tres meses haciéndolo una vez a la día-
-¿Y sigue doliendo igual?-
Lilia lo pensó, recordó esa época y respondió en un tono indiferente -no tanto. La primera semana es como la mitad y a medida que pasa el tiempo, todo pasa del dolor al gusto-
Catalina se desinflo sobre la cama y le dijo -pensé que tendría que sufrir para siempre-
¿Y? ¿Que les parecio el nuevo arco? espero que bien. Por mi parte, he visto varios Fanfic que tratan la historia de Bell, pero nunca que pasó con los aventureros de alto nivel, ¿Por que Zeus fue exiliado? y como se manejaba Orario antes de conocerla por la Ln, manga o anime. Así que espero que lo disfruten y exploremos lo que era Orario antes de la llegada de Bell.
Por otro lado, quisiera informarles otro tema. Los capitulos serán reducidos a la mitad. Esto no es algo sacado de la punta del nabo (como siempre) tiene su razón de ser y es que (gracias a dios (esta frase no la aprovaria Kain)) tengo trabajo. Así que el seguir escribiendo y haciendo mi trabajo me representa un gran desgaste. Osea, los que han leido el fanfic de principio a fin se han dado cuenta de la evolución de la escritura. Esto a su vez significa que me toma mas tiempo y esfuerzo completar cada capitulo. Así que para poder continuar y no quemarme en el intento, reducire un poco mis horas de escritura.
Bueno, para no alargarme más, solo quería comunicarles eso. Así que por ahora, hasta mañana.