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Capituló 1 - Un mundo lleno de posibilidades

Advertencia:

Primero que todo, esto no es nada grave, es solo una historia atípica, en donde el MC no nace con la vida comprada.

Segundo, los que hayan leído la novela entenderán los puntos retorcidos de este capitulo, pero tranquilos no se repetirá. No obstante, es contexto (ya lo entenderán).

Tercero y mas IMPORTANTE, sus opiniones importan y son esenciales, esto me ayuda a mejorar. Así que si me dicen "aquí te equivocaste o podría haber sido mejor así" bienvenido sean.

Por último, espero que se diviertan y se entretengan con esta historia.

-o-

En una casita al borde de las faldas de la montaña, viven una familia compuesta por dos niños y una mujer. Los dos pequeños tienen un poco más de cinco años y de la mujer no se sabe, ya que perdió la cuenta de esas cosas. Su larga vida y prolongada juventud le permiten ignorar ese tipo de cosas. Algo de lo que no se ha olvida es que tiene que trabajar. El bosque les puede proveer de todo tipo de alimentos, pero cuando llega la hora de vestirse, comprar muebles y arreglar la casa, necesita dinero. Por lo cual, ella va de viaje en estos momentos. Su ocupación; ser aventurera. Ella lleva una armadura de cuero, acompañada de un escudo en su espalda y un estoque en su cintura.

-¿Es necesario que vayas, Ma?- le pregunta uno de los niños

-Sí querido, es necesario- le responde la madre -tu y Rawls están grandes, necesitan ropa y otras cosas. No pueden utilizar la misma ropa para siempre-

-Bueno, cuídate-

-Por supuesto amor, ven con mamá y dale un beso-

El pequeño elfo de cabellos blancos y ojos lazuli camina hasta la mujer y estira sus delicados labios para darle un beso en la mejilla. Ella por otra parte, se siente feliz con este pequeño gesto. Después mira a su otro pequeño y puso un rostro de rendición. Negó con la cabeza, camino hasta él y lo consoló tomándolo en sus brazos.

-¿Porque lloras Rawls?- le pregunto la madre

-Mamá no nos quiere. Nos va a dejar- dice el otro niño

-¿Quién te dijo eso?-

Rawls niega, pero igual sigue llorando. El otro niño camina hasta ellos y desde abajo, levanta su rostro y le dice -no llores Rawls, mamá va a volver en unos días-. Rawls asiente y abraza a su madre como si fuera su todo y le dice que la quiere mucho. Que se va a morir si le falta y que no se olvide de él. La madre, que tenía por nombre Elinalise, sonrió ante esto. Pensó en cosas tristes que pasaran a futuro y trato de no deprimirse ante lo inevitable. Después dejo a su hijo en el suelo y les dijo -Rawls, Kain, cuiden la casa. Solo voy a estar dos días fuera, pero tengan cuidado. No le habrán la puerta a nadie y tengan cuidado si salen a jugar. El bosque es peligroso-

-//Sí//-

-Bien. Kain, cierra la puerta-

-Sí, Ma, cuídate-

Elinalise paso por el dintel de la puerta, miro una vez mas a sus hijos y después, con la típica preocupación que tienen todas las madres, se fue a trabajar. Una vez que cerro la puerta , Kain le pregunto a su hermano -¿Qué quieres para desayunar?-

-Huevos- respondió Rawls

-Bien, déjaselo a tu hermanito-

Rawls asintió vigorosamente, miro como su hermano encendía la cocina y al cabo de un rato, se movió hacia la ventana. Miraba hacía el soleado bosque que rodeaba la casa. El sol parecía eterno, parecía que no iba a decaer nunca, pero en el corazón de Rawls todo era gris, le faltaba su madre. Kain lo vio desde la cocina, en ese momento giraba la cuchara alrededor del huevo en el sartén tratando de no reventar la yema. De vez en cuando revisaba que Rawls estuviera bien, pero sus preocupaciones eran infundadas. Rawls era tranquilo, tímido en el mejor de los casos y cobarde en el peor. Siempre tenía miedo de intentar nuevas cosas, pero era un hermanito lindo, siempre preocupado de su hermano. Si Kain tuviera que describir su personalidad, sería como una brisa cálida del verano. Kain tenía miedo de lo que le pudiera pasar el día de mañana, así que creo un programa para que Rawls fuera más valiente. Como era verano y el sol estaba en su apogeo, su itinerario incluía nadar, pescar y caminar por la montaña. De forma literal, todas estas cosas estaban afuera de su casa. Por lo tanto, no tenían que ir muy lejos.

-o-

Cerca de la casa de los pequeños elfos había un pequeño lago que era nutrido por una vertiente. No tenía más de un metro de altura y el suelo era una combinación de agua, greda y tierra. El lugar estaba fuera de los dominios de las bestias, así que era el lugar favorito de los niños, al menos en verano. Su madre de vez en cuando los traía, pero hoy vinieron por su cuenta.

-Tengo miedo- dijo Rawls

-Vamos, no seas cobarde- le respondió Kain desde el lago -es una pequeña charca de agua limpia. Mira, el agua solo me llega hasta el pecho. No hay manera de que te ahogues-

-¿De verdad?-

-La verdad verdadera, ahora vamos, salta-

-¿Me lo prometes?-

-Sí Rawls, tu hermano esta aquí. No dejare que nada te pase-

-Ya- respondió Rawls. Entonces comenzó a correr lo mas rápido que pudo, trato de enfocar su mirada en el agua, pero se tropezó y se cayo de cara contra el suelo. Después se puso a llorar y todo el itinerario que preparo Kain se fue por el desagüe. Después de curar a Rawls, caminaron hacia la casa. El viaje no les tomo más de cinco minutos a pie, pero para Kain duro horas. Rawls a pesar de que estaba bien, siguió llorando durante todo el camino. Cuando llegaron a la casa, juntaron agua en una enorme batea y se bañaron. Kain le lavaba el pelo a Rawls, que por alguna razón, lo tenía lleno de tierra.

-Tienes que ser más valiente Rawls- dijo Kain en un tono serio mientras le masajeaba el cabello con jabón

-Lo sé hermanito- respondió Rawls algo apenado con los ojos cerrados

-Sí sé que lo sabes, pero tienes que actuar como sí lo fueras. Es malo ser cobarde-

-Sí hermanito-

-Ya, listo- dijo Kain mientras le dejaba caer el agua y le enjuagaba el cabello -ahora jabona mi pelo como te enseñe-

-Bueno-

Rawls puso todo su esfuerzo en jabonar el cabello de Kain mientras este último se reía. Esto paso porque Rawls cada vez que hacía algo, tenía la manía de morderse la lengua. Kain lo quedo mirando a través del agua y cuando cerró los ojos para que no le cayera jabón, pensó en Rawls. Era un pequeño elfo, era un pequeño hermano, pero como la persona mas cercana a él en esta vida, quería que fuera fuerte. ¿Quién sabe?, a lo mejor lo acompaña en sus viajes, cuando decida viajar en el futuro. Este mundo es grande, violento como todos los mundos medievales, pero más pacífico que su mundo anterior. Según le contó su madre, hay dragones, bestias gigantes y todo tipo de criaturas, como demonios y goblins. Hasta existen calabozos en donde aparecen criaturas únicas y todo tipo de tesoros. Kain pensó que podrían convertirse en aventureros, a lo mejor explorar los calabozos, llegar a otros continentes y escalar a la cima del poder en este mundo. Su hermano no tenía la habilidad, pero Kain tenía el conocimiento y con la practica cualquiera podía ser fuerte. Solo necesitabas la determinación.

-Ya hermanito- le dijo Rawls cuando termino

-Gracias, ahora échame agua con ese cuenco- le ordeno Kain

-Bueno-

Rawls le echo agua a Kain y después de un rato se puso a reír. Se continuo riendo hasta cuando se cayó sobre su trasero, pero aun en el suelo se continuo riendo. Kain lo encontró raro, así que lo levanto y le pregunto -¿por qué te ríes?-

-Tus orejas- le dijo Rawls mientras se reía -cada vez que les cae agua se mueven raro, jajaja-

-Oh, esto- dijo Kain mientras meneaba las orejas largas. A diferencia de las de Rawls, él las tenía igual de largas que su madre, así que de vez en cuando las hacía bailar de forma involuntaria -¿te gusta?- pregunto

-Es muy chistoso-

-Está bien, estas son mis orejas bailarinas, mira como bailan- dijo Kain y siguió moviendo sus orejas hasta que Rawls se quejó de que le dolía el estómago de tanto reír. Kain paro, se cambiaron de ropa y prepararon su comida.

-o-

En medio de la noche, la casa estaba oscura y Kain meditaba en su cama. Trataba de desarrollar su cuerpo para poder empezar a moldear su magia. Necesitaba aumentar su salida de energía si quiere empezar a entrenar el caos, la luz solar, el cristal y la oscuridad. Este cuerpo élfico tenía una tremenda afinidad a la magia, pero a su vez, era muy débil en términos físicos. De poder hacer magia, podía, pero si se excedía, su pequeño cuerpo se rompería. En el mejor de los casos se dañaría, en el peor moriría. Así que necesita fortalecer este cuerpo. Mientras Kain estaba concentrado en su respiración, escucho unos pasos.

-Hermanito- lo llamo Rawls -¿puedo dormir contigo?-

-¿no querías dormir en la cama de mamá?- le respondió Kain a la pequeña sobra al lado de su cama

-Sí, pero estar solo en la oscuridad da miedo-

Kain salió de su estado de meditación, abrió la tapa y lo invito -vamos, entra, que no se te enfríen los pies-

-Gracias- respondió Rawls más feliz de lo necesario. A los cinco minutos después se durmió. Le tomaba la mano a Kain y tenía un rostro tranquilo y placido. Kain lo quedo mirando, se sintió somnoliento y cerro sus ojos.

-o-

Al otro día, Kain levanto a Rawls temprano, fue una guerra la cual Kain gano. Después de un buen desayuno, los gemelos fueron a la montaña. Caminaron durante media hora, después descansaron y repitieron este mismo ejercicio varias veces. En ese momento, la resistencia de Rawls estaba por los suelos, pero como tenía una vista espectacular, no se quejó. Era una vista alentadora, el cielo estaba despejado, había un sol eterno y el viento los abrazaba. Era cálido y refrescante a la vez. Por otro lado, a Rawls le daba hambre cada cinco minutos, por lo cual, Kain tuvo que preparar varias botanas. Después de descansar y comer, siguieron avanzando hasta que se encontraron con una cueva. Kain miro en el interior. No había nada en especial, pero habían indicios de rasguños en las paredes, por su tamaño parecían de oso. Así que Kain opto por salir lo más rápido posible y viajar en otra dirección.

Ya en la tarde, caminaron con dirección a la casa. Rawls iba en la espalda de Kain. Dijo que le dolían los pies y al rato siguiente se quedó dormido. Kain no se quejó, lo llevo con una sonrisa y cuando llegaron a la casa, lo acostó. Rawls no se levantó hasta el otro día.

-o-

Al otro día en la mañana, con la salida del sol, un hombre apareció en la puerta de la casa. Golpeaba con violencia y por su dialecto, Kain intuyo que estaba borracho. Este último se levantó de la cama, dejo a su hermano durmiente bien arropado y camino hasta la ventana, al lado de la puerta. El hombre lo vio y comenzó una acalorada discusión.

-Señor, mi mamá no esta- le dijo Kain

-No me mientas mocoso- le grito el hombre -es de día y tu puta madre debe estar descansando-

-No esta, por favor váyase-

-Cállate mierda, no me vas a decir que hacer- grito el hombre. Golpeo el vidrio de la ventana y este exploto. Gracias a eso, un trozo de vidrio se incrusto en el ojo derecho de Kain. Este último chorreó sangre por el piso, se aguantó el dolor, miro al hombre con su ojo bueno y el tipo en vez de sentirse mal, se comenzó a reír. Kain molesto, abrió la puerta, emitió un arco mágico y le lanzo una flecha en la cabeza. El hombre murió al instante. Kain por otra parte, se sacó el trozo de vidrio y camino hasta la cocina, tomo un vaso y una cuchara, junto su energía y los choco generando la resonancia de la magia. Esto produjo un milagro de sanación y su ojo quedo curado.

-He caído bajo como para tener que andar ocupando un catalizador- dijo Kain algo avergonzado

Después de eso, Kain limpio el piso, recogió los vidrios, arrastro el cuerpo fuera de la casa y lo incinero en una zanja. Puede que sea una persona de algún poblado, pero nadie creería que dos pequeños elfos de cinco años fueran a matar a una persona. Además Kain podía defender a Rawls y a él mismo si es que pasaba algo. Por otra parte, Kain se preguntó ¿Qué había hecho su madre para atraer a tal persona? Al final dejo sus pensamiento y volvió a la casa. Tuvo que restregar el piso para sacar las manchas de sangre. Por otro lado, recién para el medio día se levantó Rawls y le pregunto por comida con esos ojos inocentes. Kain sonrió y como todos los días, preparo la comida.

-o-

Al otro día, ya cuando el sol se estaba apunto de esconder, volvió Elinalise. Rawls salió corriendo y se lanzo contra ella. Elinalise lo atrapo y le dio muchos besos.

-Hola mamá- grito Rawls emocionado

-Hola mi tesoro ¿Cómo se portaron?- le pregunto Elinalise

-Bien-

Elinalise asintió encantada, camino con Rawls en sus brazos a pesar de que llevaba un enorme saco y sus armas. Después de entrar, empezó a repartir los juguetes que trajo, también trajo algunas frazadas para el invierno y dos juegos de ropa para cada uno. Rawls quedo fascinado, por otro lado, Kain le contó a Elinalise que había venido un tipo. Golpeo el vidrio de la ventana, lanzo algunas maldiciones y después se fue. Elinalise frunció el ceño y dijo que no volvería a trabajar con cierta gente. Kain no los conocía, pero pensó que serían compañeros de trabajo de su madre.

Después de repartir todos los regalos, Elinalise se puso a cocinar. Kain la quería ayudar, pero ella se negó y le dijo que fuera a jugar con su hermano. Kain por su parte no necesitaba este tipo de consideraciones, pero acepto de todos modos. Compartió sus juguetes con Rawls y por alguna razón, eso lo hizo feliz. Tener un hermano era un sentimiento especial. Tanto que no sabia como expresarlo, pero este pensamiento siempre lo acompaño, incluso cuando crecieron. Si Rawls estaba feliz, Kain también lo estaría.

-o-

Había pasado una semana desde que volvió Elinalise y esta última, estaba entrenando. Era medio día y el sol estaba alto en el cielo mientras los pájaros cantaban desde los árboles. Por otro lado, Kain la miraba desde el pórtico de la casa. Elinalise se movía, esquivaba a un enemigo imaginario, ocupaba los árboles para escabullirse, se agachaba, daba estocadas contra las piernas y después apuntaba al abdomen, el corazón, la garganta y los ojos de su enemigo. Era una táctica en donde ella, con un cuerpo liviano podía vencer a enemigos de mayor envergadura.

-¿Qué haces Ma?- le pregunto Kain

-Estoy entrenando- le respondió Elinalise

-¿Pero y esa luz verde que tienes a tu alrededor?-

-Se llama touki cariño. Ven acá- dijo Elinalise mientras clavaba su espada en el suelo y estiraba sus brazos. Kain camino hasta ella y Elinalise lo tomo en brazos -el touki es lo que todo guerrero necesita-

-¿Los magos no?-

-Pueden, pero no lo desarrollan porque ellos se concentran en la magia. Por otra parte, los que se concentran en el touki, no desarrollan la magia. Hay casos en los que si pueden, pero es difícil-

-Puedes enseñarme-

-Pero mi bebe esta muy pequeño-

-Ma, ya tengo cinco, no soy pequeño-

-Sí, por supuesto, ya no eres pequeño, eres el hombre de la casa-

-Ma, tómame en serio-

-Jejejeje, por supuesto que te tomo en serio, pero como te dije, estas muy pequeño-

-Bueno-

-Que pasa con esas orejitas caídas, vamos, te prometo que te enseñare, pero debes crecer, ¿bien?-

Kain asintió y la abrazo. Por otra parte, Elinalise tomo su espada y camino hasta la casa. Ahí encontró a Rawls jugando con sus juguetes. Tomo a sus hijos, uno en cada mano y les empezó a relatar sus aventuras. Durante una hora la escucharon con mucho interés, hasta que Rawls se durmió y Elinalise lo tuvo que llevar a su cama. Por otro lado, Kain quedo pensando en esta cosa que llaman touki, pensó que era una cosa buena. Podía funcionar como una armadura, pero juzgando por lo que dijo su madre, puede que sea una habilidad con más usos.

-o-

En la noche del mismo día, un grupo de cinco personas llego. Golpearon la puerta con fuerza, llamaron varias veces hasta que Elinalise salió. Un hombre de gran estatura, pelo corto y rostro duro, estaba en la puerta. Detrás de él habían cuatro humanos, dos mujeres y dos hombres. Todos iban pertrechados con armaduras de cuero y llevaban espadas y lanzas. El hombre de rostro duro, miro a Elinalise a los ojos, asintió y le pregunto en un tono respetuoso -Buenas noches ¿has visto a Matt?-

-No lo he visto y espero no verlo- respondió Elinalise en un tono duro -ese bastardo vino cuando no estaba, me rompió un vidrio y le grito a mis pequeños-

-Lo sentimos Elinalise. Lo llevamos buscando días, pero no lo encontramos. Por tu cara puedo decir que no lo haz visto-

-Por supuesto, si lo veo lo mato-

-¿Que te pasa puta?- grito uno de los hombres que estaba detrás.

El hombre de rostro duro solo le dio una mirada y se calló. Después miro a Elinalise y le dijo -disculpa las molestias, si lo ves, no lo mates, yo lo matare primero-

-Jefe- grito una de las mujeres

-Cállate- respondió el hombre de rostro duro -nos robo, le robo a otros colegas y mas encima vino a molestar a unos niños ¿Qué esperas que haga? Ahora tenemos que pagar la multa y ser penalizados por todo este problema. Volveremos a ser un grupo de rango d- la mujer agacho la cabeza y no dijo nada mas. Por otra parte, el hombre de rostro duro le pregunto a Elinalise -¿quieres alguna compensación?-

-No, solo déjenme tranquila-

-Dalo por hecho. Lamento todos los problemas, que tengas una buena noche-

-o-

Al otro día, mientras Rawls dormía con la mitad de su cuerpo sobre el cuerpo de Kain. Este último despertó, miro a su madre que estaba durmiendo en la cama del frente. Tenía muchas dudas, tenía muchas cosas que preguntar, pero primero lo primero, tenía que quitarse a su hermano durmiente de encima. Después de eso, se puso sus pantalones y camino hasta su mamá. La movió un poco y ella con de dificultad, se despertó.

-¿Qué pasa tesoro?- respondió Elinalise entre dormida -mami tiene sueño, ¿puedes esperar un rato?-

-Bueno ma. Duerme- dijo Kain mientras tomaba la tapa y la arropaba hasta el cuello. Elinalise sonrió ante el tierno gesto de su bebé, se acomodó y cerró los ojos para seguir durmiendo.

Después de eso, Kain se puso sus zapatos, una camisa y salió de la casa. Camino hasta la zanja y reviso que solo quedaran las cenizas de Matt, el bastardo que los vino a molestar y le rompió un ojo. Después de eso fue a buscar agua en una cubeta. Limpio la entrada de la casa, prendió la cocina y de repente, sus pies dejaron la tierra. Kain miro hacia arriba y pudo ver unos hermosos tirabuzones dorados que caían como una cascada sobre su rostro.

-¿Qué pasa Ma?- le pregunto Kain

-Nada bebé- respondió Elinalise -dime ¿Qué me querías preguntar?-

-Lo siento, no quería molestarte, pero quería preguntarte dos cosas- dijo Kain mientras levantaba dos de sus pequeños dedos -¿Cómo funciona el touki? Y ¿Qué tipo de grupo vino ayer?-

Elinalise le aparto su cabello del rostro, le dio un beso, se sentó en una silla y le dijo -el touki, también llamado espíritu de lucha, funciona con la voluntad del guerrero y la energía del cuerpo. Funciona como una armadura que aumenta la fuerza del usuario. ¿quieres ser un guerrero? Como eres más maduro, pensé que serias mago-

-¿Cómo se hace?- pregunto Kain

Elinalise lo quedo mirando con ojos somnolientos, levanto su palma y le dijo -pon tu palma sobre la mía- Kain lo hizo y Elinalise continuo -ahora voy a emitir touki, siéntelo con tu cuerpo. Si puedes, te enseñare, pero si no puedes, deberás esperar hasta que estés más grande-

-Bueno, Ma-

Elinalise emitió una energía que cubrió su cuerpo y Kain quedo asombrado con esta sensación. Era como la energía del alma, pero estaba entremezclada con la energía natural. Era como la sensación de estar recubierto por una capa de cristal. Era suave, firme, pero con una sensación frágil. Kain miro a Elinalise y le pregunto -¿Porque se siente tan frágil?-

-Porque el touki no es definitivo. Si tu golpe es mas fuerte que mi touki, puedes hacerme daño. Imagina esto. Mi touki es 3- dijo Elinalise mientras levantaba sus dedos -y tu fuerza es cuatro. Tu me harás uno de daño-

-Entiendo Ma-

-Debes tener cuidado cuando lo entrenas, como todas las cosas en el mundo, hay un límite ¿bien?-

-Bien, ¿me enseñaras?-

Elinalise soltó un suspiro y le dijo -te enseñare, pero tu y tu hermano están creciendo muy rápido-

-No podemos ser bebés para siempre-

-Lo sé, pero una madre siempre ve a sus hijos pequeños-

Kain asintió, reposo su cabeza sobre el pecho de Elinalise y cerro sus ojos mientras escuchaba los latidos del corazón.

-o-

Después de ese día, Elinalise salió con menos regularidad a trabajar y se dedico a instruir a sus hijos. Les enseño que estaban en el continente central, en el reino de Asura. Uno de los tres reinos mas fuertes del mundo. Esto pasaba porque la región del mapa que Asura dominaba, estaba rodeada por un conjunto de montañas llamadas, la Mandíbula del Dragón Rojo. Ellos vivían entre la región Fittoa y el territorio Donati, cerca de algo que llamaban Mandíbula Superior del Dragón Rojo. También les enseño que en esta tierra, todas las cosas se compran con el dinero del reino. Este esta dividido en oro, plata, cobre grande y cobre de Asura. También les explico que debían tener cuidado con los humanos, ya que la raza élfica era considerada hermosa y muchos los querían hacer esclavos.

Después de eso, Elinalise empezó una rutina de entrenamiento entre el arco, la espada, el escudo y el touki. Al día, Kain y Rawls debían practicar unas cinco horas. Esto fue devastador para Rawls, pero como vio a Kain practicando sin descanso, no se quejó. El único problema fue cuando le toco luchar. Rawls no tenía ningún problema con cazar ni matar animales con su arco, pero matarlos con una espada era otra cosa. Kain lo estuvo obligando y al cabo de cinco meses, lo pudo hacer.

-o--o-

El tiempo paso volando y ahora con ocho años, Kain se estaba volviendo un experto con el touki. Elinalise le dijo que en la zona norte del continente central estaba la tierra del dios de la espada, que si seguía creciendo de esa manera lo podía llevar para entrenar, pero Kain lo desestimo. Ya conoció a alguien en la cima del mundo de la espada, ella le enseño sus secretos y sus técnicas. ¿Por qué debería aprender de alguien más?. Se dijo que no los miraría en menos, pero solo si le parecía interesante, iría a ver, de lo contrario no se molestaría.

Por otro lado, con el tiempo vinieron cosas y Kain empezó a notar ciertos comportamientos extraños en su madre. Cuando ellos se dormían, ella salía de la casa y solo volvía en la madrugada del otro día. Después andaba muerta de sueño y dormía durante toda la mañana. Kain un día la siguió para cerciorarse de que todo estuviera bien, cosa de la cual después se arrepintió.

Ese día estaba nublado, no llovió pero estaba frio. Kain la siguió en silencio, ocupando todos sus trucos para no hacer ruido. Aun le faltaba un poco para ocupar su magia de ocultamiento, pero con esto era suficiente. Bueno, el hecho es que la siguió. Elinalise entro en una taberna, mucha gente la saludo, ella se desenvolvía con soltura, conversaba con todos y todos le sonreían a ella. Claro, menos las mujeres jóvenes, le daban miradas de odio y repugnancia. Kain pensó que era natural, después de todo su madre era una belleza élfica de metro setenta. Sus senos eran pequeños, pero sus pronunciadas caderas hacían volvían locos a los hombres.

El problema vino cuando llego pasada la media noche. Elinalise invito a tres aventureros, subieron por las escaleras y fueron a una habitación. Después eso hicieron cosas que el mismo Kain pensó que por higiene y lógica, no se podían hacer. Nunca había visto a una mujer ocupar su ano de esa forma. Después de veinte minutos quedo shockeado y dejo la taberna. El camino le parecía infinito y pensó que estaba en una ilusión. Miro la luna, miro las nubes, miro el camino y siguió caminando. Llego a la casa y se acostó tratando de no recordar como su madre se metía dos penes en la boca.

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Por la mañana, Kain se levantó como todos los días. No molesto a nadie, salió de la casa y comenzó a hacer sus estiramientos. Después empezó a correr, lanzo patadas, combos, luchaba contra su anterior maestro y después meditaba buscando mejorar su touki. Algo estuvo apagado en su mente, se sentía como si estuviera envuelto en agua. Como si su cuerpo estuviera desvinculado de su mente. Se sintió raro, pero no supo que era, por lo cual, fluyo como el agua. Se levanto una vez más, lucho de nuevo contra su maestro, perdió la noción del mundo y solo se concentró en sus golpes. El touki fluyo con naturalidad hasta el punto en que los árboles de treinta centímetros de espesor se rompieron en dos.

-0-

Cuando Elinalise se despertó, vio la cama del frente, solo estaba su pequeño durmiente, pero su otro hombrecito no estaba. Elinalise confiaba en Kain, así que no le dio importancia a su ausencia y siguió durmiendo. Después de una hora, Rawls la despertó para dormir en su cama, lo arropo y después siguió durmiendo. Cuando llego el medio día unos estruendos la despertaron. Alguien estaba talando los árboles que estaban frente a la casa, podía escuchar la caída de uno detrás otro. Cerro los ojos por un momento, pero después de entender lo que estaba pasando, Elinalise se levantó preocupada, salió de la casa y vio a su bebé luchando como un demente. Sus patadas y combos eran demoledores y ningún árbol los podía tolerar. De repente llego a un árbol que era cuatro veces más grueso que los otros, no se rompió con el primer golpe, ni con la segunda patada, ni con el quinto combo, pero Elinalise no pudo esperar más y fue a detener a Kain.

-Kain detente, basta, te dije que te detuvieras ¡detente dios mío!- empezó a gritar Elinalise -que te detengas-

Ella corrió entre lágrimas, tomo a Kain y lo aparto del árbol. Tenía las carnes de sus puños rota, sus manos sangraban y se veía el hueso de sus nudillos. Elinalise lo abrazo, lloro sin consuelo y le dijo que no se lastimara, le pidió que no se hiciera daño. Ella lloraba, le daba besos en la cara, lo abrazaba con fuerza y le decía que era su vida, que no se lastimara a sí mismo. Kain por fin reacciono, miro a su madre. A la misma mujer que anoche funcionaba con una lujuria sin límites y la comparo con esta. Se dijo así mismo, algo debe estar pasando, pero no era el momento para preguntar. Tomando en consideración el estado de ánimo, dijo -lo siento Ma, no te preocupes, lo puedo solucionar, mira- Kain cerró los ojos, emitió una luz dorada. Su carne se regenero y sus manos estuvieron como nuevas. Después continuo -no llores Ma, solo estaba concentrado, no pasa nada-

Elinalise lo tomo, le bajo los pantalones y le dio treinta palmadas en el trasero.

-o-

-¿Aprendiste tu lección?- le pregunto Elinalise

-Sí Ma- respondió Kain

-Tienes prohibido utilizar tu magia-

-Sí, Ma-

-Bien, ahora vamos a comer-

Elinalise camino con Kain a su lado. Ambos caminaban tranquilos, pero el escozor que sentía Kain en su trasero, no se lo quitaba nadie. Su trasero ahora parecía un enorme tomate rojo. Elinalise no se midió y lo castigo. Kain no se quejó porque sabía que estaba equivocado en muchos aspectos. Era difícil aceptar que su madre también era una mujer. Esa elfo de cabellos dorados, era una bestia en la cama. En sus otras vidas, Kain tuvo varias amantes, tuvo sexo, sucio, en diferentes posiciones y con varias a la vez, pero ver a tu madre mostrar ese lado, era toda una experiencia. Al final ella era una mujer y como decía Ciri, tiene sus necesidad.

-Lo siento Ma- dijo Kain

-Eso espero- respondió Elinalise -no te lastimes otra vez, de lo contrario, yo misma te lastimare-

-¿No lo hiciste ahora?-

-Es tu castigo por lastimarte-

-Bueno, Ma-

-¿Qué quieres para comer?-

-¿Chuletas de jabalí?-

-Bueno, a tu hermano tendré que hacerle algo de pollo-

-Yo creo, al final es el único tipo de carne que le gusta-

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El tiempo paso rápido, entre el entrenamiento, la caza, aprender a vivir por sí mismos y seguir creciendo. Kain y Rawls con nueve años, salían a cazar por días. Gracias a eso, Elinalise tuvo más tiempo para hacer sus andanzas, pero antes de eso, reviso las montañas y acepto estos viajes. Según ella no había nada peligroso, solo algunos lobos, pero con la fuerza de sus niños no serían un peligro.

Kain y Rawls habían crecido fuertes con el tiempo, compartían muchas similitudes y diferencias. Ambos eran buenos en muchas cosas, pero también estaba el hecho de que Kain nunca se quiso destacar delante de su hermano. No quería hacerlo sentir mal. Era claro que con su alma, sus técnicas de lucha y la magia, Kain sería inmensamente fuerte. Trato de enseñarle a su hermano, pero este último solo aprendió lo suficiente para defenderse. Después de eso no siguió entrenando. Su madre le dijo a Kain que era normal, le dijo que la raza élfica no era una raza guerrera. En su mayoría eran aficionados a la magia, así que le dijo que no forzara a su hermano.

Kain un poco decepcionado de esto, se enojó, pero después de ver el rostro triste de Rawls no siguió insistiendo. Esto fue algo que no cambio en todo este tiempo. Sí Rawls era feliz, Kain era feliz. Así que los dos se mantuvieron unidos. Por otro lado, el cuerpo de Kain crecía fuerte como el de la mayoría de los humanos, pero el cuerpo de Rawls tenía las características típicas de los elfos. Era delgado, con un rostro sonriente y con una personalidad muy liviana. Según Kain, si peleabas con Rawls, eras un idiota, ya que era difícil llevarse mal con alguien tan simpático. Aparte de eso, Kain te golpearía por hacerle las cosas difíciles a su hermano.

Cuando llegaron a la edad de diez, el touki de Kain era poderoso, robusto como el acero. Elinalise le dijo que tenía la fuerza de un santo de la espada, lo cual era muy bueno. Le pregunto una vez más si quería ir a la tierra de la espada, pero Kain se negó. Le dijo que lo pensaría y que si le interesaba, iría por su cuenta.

Con un cuerpo más robusto, Kain empezó a planificar crear su propia fragua. Ya era tiempo, pensó, y aunque el sr Xiao nunca le devolvió su anillo, Kain no le tenía miedo a empezar desde cero. Fue a una cueva que encontró hace años y empezó a cavar. Extrajo minerales, carbón y después armo su fragua. Elinalise lo bromeó diciendo que no recordaba tener un hijo de raza enana, a lo que Kain solo respondió sonriendo. Una vez que tuvo lista la fragua, paso cinco meses entrenando solo en las mañanas y solo comía después de eso y antes de acostarse, el resto del día era para la fragua.

Un día, a mediados de año, Kain instalo una mesa de trabajo. Era algo muy diferente a la de herrería convencional. Esta era más fina, con artilugios más pequeños y delicados. Elinalise y Rawls miraron con curiosidad, le preguntaron a Kain para que era, pero este último nunca contesto. Tres meses después, se llevaron una sorpresa. Kain empezó a fabricar anillos, aros y collares. Su exquisito acabado, sus finos dibujos y sus llamativos colores, los hacían ver hermosos. Elinalise le dijo a Kain que hiciera algunos simples y se los diera para vender. Los primeros cinco se vendieron como pan caliente, pero Elinalise con su sabiduría, le dijo a Kain que no intentara vender más, solo atraería problemas. Kain acepto y le dijo que no había problemas, que él no hacia estas joyas con la única finalidad de hacer dinero.

Casi a finales del décimo año, le mostró a su familia cuales eran sus intenciones, hizo un anillo con una bendición regenerativa. Lo probo delante de ellos y Elinalise, en un tono serio nunca antes oído, le dijo que no lo hiciera y no se lo mostrara a nadie. Que por lo menos tenía que tener la fuerza de un emperador si quería mostrar tal habilidad. De lo contrario, lo único que estaría haciendo es buscar su muerte y la de su hermano.

-¿Tan rara es mi habilidad?- pregunto Kain

-Así es tesoro- respondió Elinalise -por eso no se lo enseñes a nadie ¿bien?-

-Bien, Ma-

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Temprano en la mañana, con los primeros rayos del sol, Kain y Rawls se prepararon para ir de caza. Era su salida usual, que con el tiempo se había vuelto menos usual. Mantenían este tipo de viajes, para darle su espacio a Elinalise. También está el hecho de que Kain y Rawls juegan en lugares peligrosos, pero no le dicen a su madre. Con eso lo único que harían sería perder su libertad. Así que ahora, prepararon sus espadas, cañas y arcos para irse de campin.

-Ma, nosotros nos vamos a cazar- dijo Kain

-Bueno, cuídate y cuida de tu hermano. Te hará bien, haz estado demasiado tiempo metido en esa fragua- respondió Elinalise desde su cama. Tenía sueño, lanzo un gran bostezo, miro a sus bebés que cada día están más grandes y se refregó los ojos.

-Bueno, Ma-

Kain y Rawls caminaron fuera de la casa, pero se detuvieron ya que por alguna razón, ambos se llenaron de un sentimiento de incertidumbre y se quedaron mirando la casa durante un minuto. Después Kain soltó un suspiro, le dio un empujón a Rawls y se fueron a acampar. Pensaron en muchas cosas, pero solo siguieron subiendo por el cerro. Elinalise por otro lado tomo una dura decisión.

-o-

Kain y Rawls subieron por el cerro lo suficiente para poder cubrir su casa con la punta de su índice desde la cima. Avanzaron por un valle pedregoso y llegaron a una arboleda, siguieron avanzando y se encontraron a un par de osos, grandes, robustos, como una enorme casa. Estaban tranquilos comiendo lo que parecían ser unos cuantos lobos y no estaban de ánimos para jugar Kain y Rawls. Estos últimos también los ignoraron, siguieron avanzando, caminaron por una ladera y bajaron por una pendiente que zigzagueaba como una serpiente. En el fondo había un rio no muy profundo, pero de abundantes peces. Este era su lugar especial, su lugar secreto. Donde los hermanos pasaban jugando, peleando, pescando y riendo.

-Vamos Rawls- le grito Kain -el que llega último es tonto-

-Espera Kain- respondió Rawls -ten cuidado, las piedras están resbalosas-

-Rawls, no seas marica, tienes touki. Si te caes no debería pasarte nada-

-Igual da miedo, estúpido hermano-

-No importa, no seré el último y no seré el tonto-

Rawls comenzó a correr. Corrió tratando de tirar de las ropas de Kain, pero este siempre era un pelo más rápido, así que nunca lo atrapo. Cuando llegaron a la parte baja, Kain rio como un loco, se quitó la ropa y saltó al agua.

-Ahora sí. Esto sí que sí- grito Kain mientras se limpiaba el agua del la cara y se reía.

-¿Por qué lo dices Kain?- le pregunto Rawls

-No lo sé- respondió Kain y se comenzó a reír a carcajadas

-Hermano, empiezo a pensar que la fragua te esta achicharrando el cerebro-

-Puede ser, jajaja, vamos Rawls. El agua esta exquisita-

-o-

Después de dos días, Kain y Rawls volvieron, pero no estaba su madre ni sus ropas. Solo había una nota diciendo que se cuiden y se alimenten. Rawls se puso a llorar, pero Kain pensó en muchas cosas. Le dijo Rawls que cuidara la casa mientras que él iba a buscar a su madre.

Kain corrió con todas sus fuerzas, se subió a lugares altos como árboles, casas, capillas y torres, pero no pudo encontrar a su madre. Siguió buscando por todo un día, hasta que llegó la noche y en una esquina del camino que daba al territorio Donati, encontró un hoguera solitaria y a una elfa.

Ella estaba acomodando los leños con una rama mientras el fuego crepitaba y soltaba chispas. De repente ella vio la cara de un niño al que conocía demasiado bien y le dijo -Jajaja viniste. Tenía la esperanza de que no lo hicieras, pero igual viniste. Con el tiempo te estas volviendo un hombre más y más fuerte-

-Claro Ma, es porque soy un hombre virtuoso- respondió Kain con una gran sonrisa

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