En lo alto de una gran montaña, una distorsión espacial fue creada y de ese lugar salió la Cardenal Najjar.
Mirando el suelo de la montaña no pudo ver nada, pero el sentido de 'espacio' le decía que había algo oculto en el interior de la montaña.
El láser que había venido a destruir estaba en ese lugar.
La Cardenal Najjar sin inmutarse, distorsionó el espacio alrededor de la montaña y cuando estuvo por convertir todo en chatarra, pudo sentir una gran cantidad de energía.
*BOOM*
Como si alguien hubiera sobrecargado las baterías o algo altamente peligroso, la montaña fue destruida desde el interior.
¿La otra parte no deseaba que ellos tomaran su tecnología?
Parecía alguien bastante minucioso para evitar que se tomara la tecnología.
Sin darle demasiada importancia, la Cardenal Najjar volvió a agitar su mano.
Esta vez la distorsión fue más grande debido a que estaba queriendo volver a la base de inmediato y si bien la distancia era enorme, a diferencia de un mago espacial, ella no realizaba hechizos… Solo controlaba el espacio.
En tan solo un instante volvió a aparecer en el antiguo campo de batalla en donde había estado y al guardar todos los cadáveres de los robots, volvió a distorsionar el espacio y llego al cielo del campamento.
Todo alrededor del campamento estaba ligeramente envuelto en una pequeña neblina rosa que apenas cubría la visión.
En medio de ese lugar, había decenas de drones manteniendo barreras sobre el campamento y en otra parte había una batalla.
Aurora estaba luchando con el demonio que había capturado el grupo de Andrea y la batalla fue intensa.
Recibiendo y dando golpe, a pesar de que la otra parte era más musculosa y tenía una complexión más grande que Aurora, esa jovencita no se quedaba atrás en ferocidad.
Esa sonrisa que daba por cada puñetazo y la forma que esquivaba o recibía los golpes, dejo en claro que ella estaba disfrutando.
Una emoción que hizo que su aura de combate rodeara su cuerpo y se volviera palpable ante tanta intensidad.
*Boom*
*Boom*
*BOOM*
Las explosiones consecutivas creadas por los puños de dos poderosos luchadores eran sonoros y muy destructivos, pero cada vez que conectaban la Cardenal Najjar entendió que Aurora estaba ganando en fuerza.
Sin molestarla, la Cardenal Najjar descendió a donde estaba Kairos usando una máscara.
"¿Una súcubo?" Dudó al reconocer esa nube púrpura y al ver que el joven asentía, la expresión de la cardenal se volvió seria.
Pudo ver al Rey Guzmán congelado y por cómo se retorcía el espacio, estaba claro que fue su señor quien lo hizo.
Era posible que durante el asalto que realizaron Andrea, Guzmán y Abdellah, ese rey fuera encantado sin que se diera cuenta.
Al menos que lo vigilaran mentalmente era imposible darse cuenta cuando estaba encantado, ya que actuó normalmente todo el tiempo.
Lo peor era que el voto que debería haber actuado en ese momento para avisarle de esa 'traición', no 'funciono'.
*BOOM*
Otra explosión retumbó por el área y esta vez pudo ver que Aurora empezaba actuar.
Su aura de combate que era más densa que antes y que prácticamente estaba rodeado todo su cuerpo fue asimilado por su cuerpo con una naturalidad aterradora.
A diferencia del demonio luchador que utilizaba su aura de combate en sus puños, ella literalmente la asimilo y la diferencia de la técnica fue clara.
*BOOM*
En vez de esquivar el puñetazo del demonio, ella lo recibió directamente con su propio puño, sin retroceder.
Demostrando que en términos de 'fuerza pura' era superior a su oponente y como si quisiera demostrarle ese hecho, atacó.
La otra parte era más alta, pero ella realizó sus ataques al estómago de su oponente y por cada golpe que daba, un sonido fue escuchado.
Dos golpes exitosos se convirtieron en cinco que luego avanzaron a diez.
El demonio retrocedía lentamente y ella en vez de usar su fuerza, también utilizó la velocidad de un espadachín que le permitió esquivar de forma perfecta.
Golpe, tras golpe, tras golpe.
"UGHh…"
Finalmente, el demonio vomitó sangre cuando el último golpe dio a su tórax.
Aurora sin inmutarse dio una media vuelta y le dio una patada con sus botas metálicas, solo que esta vez sus botas liberaron una ronda de relámpagos, que dejaron inconsciente al demonio.
Fue su victoria… La primera victoria como una luchadora de rango S y la Cardenal Najjar al ver que ella respiraba pesadamente y se limpiaba la sangre de su rostro, se dio cuenta de que estaba bastante emocionada.
No era por el ascenso, sino que sus emociones estaban desenfrenadas tal vez al soportar el encanto de antes que todavía permanecía en la atmosfera.
Ahora era menos denso, pero la Cardenal Najjar tenía una barrera natural a su alrededor que impidió ser afectada.
No obstante, un luchador usaba su cuerpo y era posible que ella fuera afectada.
Kairos velozmente se acercó a ella y le dio una poción de alta calidad tan solo para romper un pergamino de curación y traer algunos drones.
Las batallas de un luchador eran frenéticas y siempre ambos bandos terminaban dañados.
En este caso Aurora no solo tenía su labio partido, sino que moretones por su rostro y cuando uno pensaba en lo delicada que era en apariencia, lograba que esa vista hiciera suspirar a las personas.
"Gracias." Dijo Aurora al recibir y tomar la poción.
La Cardenal Najjar pudo ver que Aurora estaba mirando al joven de una forma extraña.
No solo lo miraba directamente, sino que también bajaba la mirada a los labios del joven y por las emociones que sus ojos negros mostraban, la Cardenal Najjar se dio cuenta de la razón.
Y eso le causó cierta gracia y diversión.
Quería 'comerle la boca al joven'… Eso era lo que estaba viendo y para alguien que fue afectada por un poderoso encanto, era impresionante que solo deseara eso.
"¿Por qué antes no usabas mascara y ahora sí?" Cuestionó Aurora tratando claramente de evitar que sus emociones se desbordaran.
Kairos estaba llevando una máscara y la Cardenal Najjar solo trató de ayudar al Rey Guzmán que estaba en el suelo tratando de calmarse.
Por dentro se estaba riendo y para ella era agradable, que esa joven mostrara algo más allá de la responsabilidad por su trabajo o sus objetivos.
A pesar de que la situación no era indicada para divertirse por esos temas.
"Si no sientas nada, el encanto no funciona." Respondió Kairos y sacándose la máscara de gas, dejo ver que estaba algo ruborizado y comentó. "Pero es imposible no tener emociones cuando escuche que era de 'alguien'."
Para la Cardenal Najjar que estaba mirando de reojo, fue bastante impresionante ver a ese hombre sonrojándose como un joven tímido.
Sin embargo, pudo entender que la Cardenal Brousseau estaba en lo correcto, algo sucedía entre ellos dos y por esa razón, ese hombre que normalmente se quedaba al margen de todo, actuó.
Aurora se avergonzó un poco y al ver que estaba siendo observado, hizo que el joven se girara para que no miraran su rostro.
La expresión de la Cardenal Najjar tembló al sentir que esa joven tan responsable… Estaba celosa.
¿No deseaban que miraran cuando su pareja estaba avergonzada?
"Si no sientes nada, no funcionara, eh…" Murmuró el Rey Guzmán con una expresión solemne y respirando hondo, declaró. "Lo siento, la he cagado."
Su voz dejaba ver seriedad y su tono demostró que estaba enojado consigo mismo.
La Cardenal Najjar podía entender algo de lo que había sucedido y estaba claro que quien fue la causa, era el Rey Guzmán.
En términos de edad era bastante mayor y sería lo mismo en experiencia, pero no pudo evitar el encanto, siendo afectado por completo.
Era cierto que si alguien no sentía 'emociones' no sería encantado y si bien el encanto podía afectar el cuerpo provocando reacciones químicas, no era lo mismo que la mente se dejara llevar.
Cuando alguien llegaba a su nivel, controlar su cuerpo era lo básico, así que el efecto tenía que ir a la mente.
Si la mente caía en el encanto el cuerpo naturalmente lo seguiría, y si la mente se mantenía imperturbable no era tan difícil controlar las reacciones fisiológicas.
"No te preocupes. Todos somos débiles en nuestras emociones, incluyendo deseo." Dijo la Cardenal Najjar y dando una mirada, declaró. "Solo toma esto como un aprendizaje."
No había sacado la nube rosa, ya que era necesaria para que todos pudieran entender el efecto de forma superficial y la próxima vez resistirlo o notarlo.
Sin embargo, aquellos que estaban dentro se calmaron.
No era tan fácil controlar las emociones, ya que siempre estaban presentes y en ese sentido Kairos era bastante impresionante.
Viendo que Aurora volvía con el joven tras calmarse, la Cardenal Najjar sintió como la presencia de la Sumo Sacerdotisa Xaali y Amanda llegaban.
Ambas tenían activadas sus barreras y las expresiones que mostraban fue de alivio al ver que todo estaba bien.
"Me deje llevar por mis emociones y deje que la súcubo escapara, lo siento." Dijo Aurora con un tono pesado.
"No, está bien. Yo sería quien debería disculparse, puse en riesgo la expedición por mis bajas defensas mentales." Dijo el Rey Guzmán y levantándose de donde estaba sentado, dio una expresión seria y declaró. "No volverá a pasar."
Su tono y expresión militar llena de disciplina demostró que estaba viendo a Aurora como la 'líder' y no como una compañera.
"Parece que todo está bien. No quisimos entrar, ya que Kairos nos ordenó que no lo hiciéramos." Dijo Amanda observando a los presentes.
Ellas estaban cerca y fueron los últimos en terminar su trabajo, pero no entraron a la nube rosa que rodeaba el campamento.
"Eso fue lo mejor. El encanto puede afectar de múltiples maneras a las personas e incluso si no terminaban bajo el control de la súcubo, podrían hacer algo de lo cual se arrepentirían." Declaró la Cardenal Najjar y en ese mismo instante, Aurora tosió varias veces.
¿Estaba pensando en algo de esa clase?
La lujuria era algo natural en los humanos y las súcubos sacaban esa naturaleza, no solo para controlar, sino que para provocar y disfrutar de esa naturaleza.
Por supuesto, algunas devoraban la energía vital sin ni siquiera tocar a sus presas, pero otras lo hacían por medios más… Directos.
Tras ser afectado tener pensamientos 'sucios' era normal y la Cardenal Najjar al igual que los demás, hicieron como si no viera nada.
Al igual que nadie cuestionó a Kairos o al Rey Guzmán, en cuyas mentes seguramente pasaban diferentes pensamientos.
"Voy a traer a los demás. Ellos están dentro de armaduras de poder y al parecer se han calmado." Dijo Kairos y usando su reloj holográfico, comentó. "También Alice parece estar llegando."
La expresión de Aurora se volvió seria.
Era posible que esa joven terminara volviendo tras darse cuenta del ataque al campamento.
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Volando velozmente, Alice pudo sentir un suave olor remanente y ella frunció el ceño de inmediato.
"Es asqueroso." Murmuró con un tono voz que dejaba ver su mal humor.
Avanzando al campamento, sin sentir ninguna emoción por ese asqueroso olor, ella al ver a todo el grupo que la estaba esperando, descendió al campamento.
Pudo ver a Andrea agradeciéndole a Kairos por haberla ayudado y pudo ver a Lennart sentado en su forma de León de la Tinieblas mientras extendía pulsaciones mentales, afectando a Abdellah.
Esas pulsaciones daban calma.
Caminando hacia el grupo, Aurora al ver su expresión se dio cuenta de que estaba de muy mal humor y se acercó.
"No te hubieras molestado en venir. Ya hemos solucionado todo." Dijo Aurora con una sonrisa animada.
La forma que trataba de calmar sus emociones ayudó un poco a su estado de humor.
Aun así…
"Me alegro. No estaba pendiente del campamento y solo entendí que algo sucedía cuando me encontré con un hombre que escapaba." Respondió Alice con un tono simple.
Se había dejado llevar y se había distraído, logrando que no estuviera durante el ataque y eso solo empeoró su humor, cuando se combinó con ese hombre que la interrumpió.
"¿Escapó?" Preguntó la Cardenal Najjar con curiosidad.
Se estaba refiriendo al hombre que se encontró.
"No, lo asesiné." Respondió Alice con un tono extremadamente frío.
No solo había indiferencia, sino que la frialdad era palpable y la facilidad con la cual dijo que lo asesinó, logro que algunos cambiaran de expresión.
Era normal, después de todo, dejo ver la forma indiferente con la cual trataba las vidas ajenas.
"Es mejor que tengan cuidado. Todavía hay remanentes de la nube en toda el área." Dijo Lennart con cierta seriedad tras volver a su forma humana y dando una mirada a Alice, señaló. "La súcubo hizo algo bastante molesto al liberar tal nube."
"Algunos parecen resistirlo bastante bien." Comentó la Sumo Sacerdotisa Xaali tratando de aliviar la atmósfera y dando una suave sonrisa, añadió. "Sus capacidades sin duda es considerado inhumano."
Alice pudo sentir que ella había vuelto la atmosfera demasiado tensa y fue lo suficiente como para hacer que alguien como Xaali hablara.
La mirada de esa Sumo Sacerdotisa estaba en Kairos y en Aurora, quienes parecían tranquilos y luego a Alice… Quien estaba respirando esa nube.
"Las súcubos utilizan emociones que sus presas tienen o rememoran a alguien que los provoque, en mi caso no tengo ninguna de las dos." Declaró Alice y mirando a los presentes, cuestionó. "¿Entonces qué sucedió aquí?"
Iba a preguntar quién fue la persona que prácticamente puso en peligro la expedición, pero ella se controló lo suficiente como para no decir tales palabras.
No era como si se arrepentiría, pero entendía que había que mantener un sentido de 'unidad' y más cuando una 'súcubo' había atacado.
Aurora tomó ese momento para explicar el ataque y su forma de hablar, redujo la importancia del Rey Guzmán, quien fue el afectado y quien trajo a sus enemigos.
La batalla, el ataque, el rayo láser, los drones y la emboscada… Ante toda la información, Alice solo se concentró en una parte.
Nadie vio que entraron esas personas y eso se debió a que el Rey Guzmán fue quien creó un círculo mágico de teletransportacion para que la otra parte se pudiera mover.
Liberando la nube rosa y sorprendiendo a Lennart, Andrea y Abdellah… Los dos últimos pudieron resistirse un poco, pero Lennart cayó porque esa misma súcubo actuó en él.
Escuchando sobre la liberación del demonio y la batalla de Aurora, Alice frunció ligeramente el ceño.
"Entonces… ¿Me estás diciendo que todo esto sucedió por el Rey Guzmán quien fue encantado y nos traicionó a pesar de que todos estábamos bajo un supuesto voto del Dios del Tiempo y el Espacio?" Cuestionó Alice y riéndose para sí misma, declaró. "Esa deidad tenía una simple tarea tras aceptar el voto y ni siquiera eso pudo hacer. Supongo que debe estar muy distraído en sus asuntos como para no 'mirar' ni siquiera una vez para este lado… O tal vez se distrajo usando alguna red social, él es bueno en eso."
Sus palabras lograron que Amanda dieran una expresión seria y a la vez consiguió que la expresión de la Cardenal Najjar temblara.
Sin embargo, ninguna de ellas pudo decir nada.
Eso era lo que acababa de suceder.
El voto era para evitar las traiciones, lo que hizo el Rey Guzmán a pesar de que no estaba completamente 'consiente', fue 'traición'.
Si el voto funcionara correctamente, tal cosa no hubiera podido suceder.
O se habría informado a la Cardenal Najjar o el Rey Guzmán se hubiera detenido… No, Alice sabía que esa deidad hasta podría haber curado al afectado.
Tampoco fue un plan 'mayor', si lo fuera, entonces le hubiera permitido que la expedición capturara a esos demonios.
Simplemente no 'miró' para este lado ni siquiera para mantener un voto que él mismo había aceptado.
"Rezar a un dios demonio es más confiable que él." Murmuró Alice y se alejó sin importarle las expresiones de los otros.
El voto del Dios del Tiempo y el Espacio fue aceptado y eso significaba que la otra parte evitaría que las traiciones en la expedición sucediesen, sin embargo, actuó demasiado tarde.
Algunos podían pensar que no lo hizo por algún plan mayor y otros tal vez se conformarían con que todo salió 'bien', pero Alice pensó diferente.
Sintiendo que alguien la estaba siguiendo a su espalda, ella se dirigió al domo y sin importarle algunas áreas de nubes rosas, se adentró al edificio que era su residencia.
"¿Quieres que te prepare algún aperitivo?" Preguntó Aurora a su espalda.
Alice se giró para observar a su hermana que la había seguido en silencio y pudo ver que Aurora estaba algo preocupada.
En vez de preguntarle por qué estaba enojada, buscó la manera de ayudar a que se calmara y la forma que buscaba complacerla, hizo que Alice diera un suspiro.
Había criticado a esa deidad por no darle importancia al voto y prácticamente por actuar tarde y no 'mirar'.
Hasta había dado un duro golpe para los tres creyentes de ese dios, dejando ver el pasado oscuro de ese dios cuando usaba una red social para publicar mensajes.
En cierta manera, 'humanizándolo' y de esa forma 'profanándolo' ante algunos devotos más aguerridos.
Sin embargo, ella fue igual.
Se dejó llevar y no pudo defender el campamento ni siquiera proteger a su hermana… Tal idea empeoró el humor de Alice y al ver la expresión de Aurora, ella en vez de controlar sus emociones y esconderlas, las soltó.
"Lo siento. No estuve aquí para protegerte. Si no fuera por ese hombre que interrumpió mi…" Deteniéndose de inmediato sin decir la palabra que seguía, dio otro suspiro y declaró. "Debí haberme quedado aquí y no haberme dejado llevar."
Era cierto que todo estaba bien ahora, pero era inevitable pensar en lo que hubiera sucedido si lo peor ocurría.
Alice tenía la confianza para decir que las cosas podrían haber sido diferente si ella estaba presente.
"Oh, que arrogante." Dijo Aurora con una sonrisa bromista y poniendo una expresión seria, sacó pecho de forma orgullosa y declaró. "No necesito que mi hermana me proteja. Ahora soy una luchadora de rango S."
Una mirada orgullosa y altiva, ella levantó su cabeza de forma arrogante, dando la impresión de que miraba hacia abajo a todos.
Esa era su forma infantil de decirle que no necesitaba preocuparse por su seguridad y también trataba de señalar que no necesitaba enojarse por no haber estado presente.
Alice pudo sentir que su malhumor disminuyó en gran medida.
No solo estaba enfadada porque le interrumpieron, sino que también por no haber estado presente y haberse dejado llevar a pesar de que estaba en esta clase de lugar.
"Lo dudo. Todavía puedo protegerte." Respondió Alice con calma y luego se acercó tímidamente para abrazar a su hermana.
Aurora lo recibió con sus brazos abiertos y Alice pudo sentir calma y tranquilidad.
"¿Eso es así? Entonces debería recompensarte." Dijo Aurora y dando una sonrisa al separarse, señaló. "Estaba cocinando un pollo al horno. ¿Qué tal si lo comes conmigo?"
Alice le dio una mirada ante esa invitación… Podía ver que había algunas velas en la mesa del comedor y estaba claro de qué tipo de cena iba a ser, antes de que todo sucediera.
"Iba a invitar a Kairos, pero… Solo diré que dije algo vergonzoso y no puedo verlo ahora." Murmuro Aurora con las mejillas rojas.
Era posible que el encanto la hiciera tener pensamientos profundos que nunca tuvo y Alice al darse cuenta de ello, dio una pequeña sonrisa.
"Cada vez estás creciendo más rápido." Murmuró Alice dándole palmaditas en la cabeza y viendo que Aurora se volvía extremadamente roja ante la vergüenza, comentó. "Si me esperas un tiempo, puedo cenar contigo. Todavía tengo algo incompleto que hacer."
Aurora asintió rápidamente como una niña tratando de ocultar el rubor de su rostro.
Sus primeras palabras apuntaban a que estaba creciendo y sintiéndose atraída por posibles parejas… Era algo que su hermana nunca había hecho.
Alice se retiró con una sonrisa a su habitación y cuando se adentró al interior, su expresión decayó lentamente.
Cerrando la puerta y utilizando un artefacto que levantó una fuerte barrera para que nadie pudiera sentir el interior, ella se sentó en su cama.
Este ataque fue una medida desesperada para que esa súcubo controlara a todos, pero estaba claro que la próxima vez tal vez, quien estaba detrás de toda la tecnología, decidiera atacar.
El virus estaba robando información en este momento y a la vez estaba deshabilitando el sistema de su oponente.
Era natural que se moviera y era posible que la próxima vez, fuera a por todas… Y eso significaba que el peligro al que se enfrentarían sería muy alto.
Había que prepararse para ese momento.
Sentada en silencio, ella sacó una pequeña daga de su anillo espacial y se cortó la palma de su mano.
Fue bastante profundo y a pesar del dolor, su expresión no cambio.
Lo que salió no fue sangre roja, sino que un líquido negro que empezó a gotear al piso.
En el corte se podía ver algo de carne que estaba volviéndose ligeramente negra y Alice al mirar ese líquido que era su 'sangre', pudo ver como se movía para volver a su mano.
El líquido era completamente negro y una parte era oscuridad pura mientras que la otra parte todavía permanecía siendo sangre… O lo que quedaba de la sangre negruzca.
Ese líquido negro que estaba en su palma volvió a la herida y tras un momento, la herida se cerró por completo.
Como si nada hubiera sucedido.
Dejando afuera la sangre teñida en negro.
Lo que el hombre había interrumpido fue un momento muy delicado en donde su oscuridad estaba muy alerta y fue por tal razón que su oscuridad terminó devorando a ese hombre, sin dejar ningún rastro.
Ahora ella se dispuso a terminar con lo que había empezado.
La oscuridad cubrió toda la habitación en su totalidad y desde su sombra intangible, una masa oscura se fue elevando, arrastrándose por su pierna hasta que la cubrió por completo.
Elevándose en medio de la habitación un capullo de oscuridad completamente negro se formó a su alrededor.
Permitiendo que Alice continuara con su metamorfosis.