No eres suficiente…

Decenas de pantallas mostraban el planeta y la señal satelital de un punto de calor.

Acercándose a gran velocidad se podía ver el punto que identificaba a la Cardenal Najjar y Kairos al ver lo que sucedía envió los detalles a esa cardenal.

El láser estaba en uno de los puntos altos de este mundo y estaba muy limitado a disparar… Daba la sensación de que era un arma dedicada a destruir meteoritos y no estaba centrada en la guerra.

Y si era de esa forma había que alabar a la mente maestra que lo utilizó para atacar dos puntos distantes en el mismo planeta.

¿Cuántos cálculos se debían realizar para que el disparo llegara a su objetivo y no se estrellara en otra montaña?

Sin duda era impresionante, pero Kairos al ver que el arma se ocultaba bajo tierra, solo observó como la Cardenal Najjar se acercaba para destruirla.

"Aviso de emergencia: Una extraña nube ha cubierto al campamento. Se han detectado individuos no identificado adentrándose al domo invitados por Hugo Guzmán."

El aviso de Minerva le llegó a Kairos y él observó las cámaras de seguridad.

Los alrededores estaban cubiertos por una tonalidad rosa y se pudo identificar algunos objetivos.

"El sistema de energía ha sido desactivado." Advirtió Minerva con seriedad mostrando a Lennart desactivando la central de energía que había instalado.

Kairos ni se inmutó, ya que todo siguió funcionando con la energía secundaria almacenada en cada máquina.

En cuanto a la nube rosa entendió su procedencia de inmediato.

"Avisa a Aurora de la situación. Dile que nadie se acerque al campamento o que respire esa nube rosa. Es sumamente peligrosa." Ordenó Kairos y dirigiéndose a la salida, agregó. "Tampoco dañes a los aliados en el interior. Ellos están afectados mentalmente."

En su camino vio unas armaduras de poder, pero Kairos continuo con calma.

Al salir la tonalidad púrpura se adentró al edificio y Kairos al respirar sintió un aroma extraño.

La sensación de extrañeza venía de que ese aroma buscaba transformarse en un aroma que le gustara y por un momento Kairos pensó que había olido el aroma de Aurora.

Esa sensación en vez de causarle alguna emoción, le disgusto… Falsamente trataba de imitar el aroma de la persona que le gustaba, sin ni siquiera lograrlo.

Caminando por el interior del domo que estaba cubierto por esa nube rosa, Kairos se dirigió al lugar en donde estaban esos invitados no invitados.

¿Cómo debía arreglar la situación?

Teniendo esa duda, continúo caminando hasta que pudo ver algunas personas.

En medio de la zona abierta afuera del domo pudo ver al Rey Guzmán presionando su pie sobre Andrea cuyo rostro era rojo.

"Traidor…" Murmuró Andrea conteniendo su aliento.

"No, esto no es una traición. Solo estoy llevando a todos a encontrar el verdadero amor." Declaró el Rey Guzmán con un tono lleno de felicidad.

Kairos pudo ver que los ojos de ese rey estaban extremadamente rojos, mezclando una mirada llena de lujuria, cariño y fascinación.

Por su mirada se notaba que fue afectado mucho más antes que otros.

"¿Un hechizo de una súcubo?" Murmuró Kairos llamando la atención del Rey Guzmán y Andrea.

Pudo ver a Abdellah respirando pesadamente tratando de distorsionar el espacio para huir, sin poder hacerlo.

Andrea por su parte estaba resistiendo con todas sus fuerzas y si bien su capacidad psiónica le permitió una mayor resistencia, lentamente estaba cayendo.

La nube rosa era una mezcla de magia mental con el encanto innato de una súcubo y era posible que ese aroma empujara la lujuria, el deseo y para terminar siendo encantado.

Si se dejaba llevar entonces serian fácilmente encantados y si se resistían el encanto aumentaría el deseo y la lujuria, llevando a la situación que estaba Andrea… En donde estaba en un límite peligroso.

Kairos pudo ver como el Rey Guzmán se apartaba y si bien sabía que alguien estaba a su espalda, él solo se acercó a Andrea.

Utilizando un artefacto psiónico que imitaba la telequinesis la levantó sin acercarse.

Esa mujer era una belleza morena y ahora su mirada mostraba una intensa lujuria, entremezclada con el disgusto de estar consciente.

Aun así, la mirada que le estaba dando era una cuya intensidad daba la impresión de que la lujuria rompería cualquier límite.

"Cuando te retires. Quiero que te tranquilices y calmes tus emociones. No vuelvas." Ordenó Kairos con calma.

La forma que esa súcubo estaba encantando era bastante básica.

Utilizaba los deseos humanos para empujar a sus presas al límite y una vez que se dejaban llevar por completo por la lujuria, era normal que desearan complacer a quien realizó el encanto.

Ese 'complacer' podía ser de manera sexual o simplemente en órdenes.

En el caso de Guzmán, él dio la sensación de que fue encantado utilizando las emociones… Haciéndolo creer que había encontrado la persona que amaba.

Andrea con su poca racionalidad asintió y Kairos solo agitó su mano.

Desde su anillo espacial placas metálicas salieron y empezaron a cubrir a Andrea a gran velocidad, ensamblándose en una armadura de poder con ella en su interior.

Luego esa armadura activó sus propulsores y despego de inmediato alejándose al cielo.

"Aunque estoy curiosa. Te detendré en este punto." Dijo una encantadora voz que Kairos prácticamente ignoró.

Caminando a Abdellah, pudo sentir que Guzmán estaba hirviendo en ira.

"¡¿Cómo te atreves a ignorarla?!" Gritó ese rey y avanzó tratando de golpearlo con el mango de su espada.

Kairos prácticamente lo ignoró y cuando ese hombre acercó, se congeló completamente.

"Antes estabas queriendo hacer que conociéramos el verdadero amor, pero ahora al atacar a un compañero, puede categorizarse como traición." Murmuró Kairos haciendo que otra armadura de poder cubriera a Abdellah y lo enviara lejos.

Los ojos de Guzmán primero razonaron y luego lentamente se llenaron de terror.

Se había dado cuenta a lo que se refería.

Hicieron un voto al Dios del Tiempo y el Espacio antes de venir a este lugar para evitar la traición.

Que antes pudiera traer a esos 'no invitados' fue porque lo categorizo como 'amor'… Por supuesto, tal idea era estúpido y la razón por la cual no fue detenido antes, se debía a que esa supuesta deidad nunca miró a este lugar.

Un voto era inútil si la deidad que se debía encargar de vigilar no lo hacía.

"Curioso. Muy curioso."

Al escuchar esa voz, Kairos se giró con calma para mirar a la persona que hablaba.

Una mujer morocha que lentamente estaba revelando su verdadera forma.

Piel roja, grandes pechos y caderas anchas con una cintura delgada, su cabello rojizo se extendía dando la sensación de suavidad y sus dos alas demoniacas se balanceaban a su espalda.

Dos cuernos rojos se extendieron de su cabeza y su cola se agitó de forma juguetona mientras daba una sonrisa encantadora.

Llevaba un vestido rojo escotado que mostraba bastante piel y su sola miraba lograba que las personas comunes respiraran pesadamente ante su belleza y encanto natural.

"¿No sientes deseos? ¿No sientes que tu cuerpo está hirviendo? ¿No deseas que te consuele?" Preguntó la súcubo con una hermosa sonrisa.

Su tono, voz y su mirada junto al aroma que desprendía… Todo estaba diseñado para encantar a sus presas, ya sea hombre o mujer.

Sin embargo, Kairos solo la miró, escuchando el informe de Minerva en su oído.

—Joven maestro, Aurora se está acercando a gran velocidad. Parece que intentara adentrarse a la nube, ignorando mis advertencias. —Avisó Minerva con su típico tono plano.

—Vuelve a advertirle. Es mejor que se quede afuera. —Recordó Kairos con seriedad.

Antes de que pudiera tratar de enviar un mensaje directo, la mujer dio una sonrisa al mirarlo, aumentando su encanto.

"¿Eres impotente?" Preguntó la súcubo con una sonrisa.

Era la clase de sonrisa que llevaba burla y que trataba de dañar el orgullo masculino mientras ocultaba sus intenciones maliciosas.

Estaba señalando la idea de que él no estaba mostrando ninguna emoción, sentimiento o lujuria.

Kairos no se inmutó y le devolvió la mirada al ver que se acercaba.

En su mente Minerva le estaba trasmitiendo lo que estaba haciendo Aurora y él no pudo resistirse.

"No, solo que no eres suficiente mujer para mí." Declaró Kairos con una sonrisa.

La expresión de esa súcubo se congeló y luego se llenó de furia despiadada, que demostró lo dañado que estaba su orgullo.

Tratando de controlarse esa mujer se acercó y Kairos en vez de retroceder, mantuvo su sonrisa.

"Pero ella lo es." Señaló con una sonrisa que ocultaba su suspiro interno al verla.

Aurora estaba volando en lo alto y su rostro rojo dejo en claro que estaba siendo afectada en gran medida por la atmosfera.

Sin embargo, al mirarlo a él y luego a esa demoniaca mujer, Kairos sintió que ella emanaba una indescriptible ira y…

"¡Aléjate a mi hombre!" El grito de esa jovencita demostró que no estaba equivocado.

******

Aurora sintió como su cuerpo estaba hirviendo con un calor tan intenso que nunca había sentido.

Era una sensación poderosa que era difícil de resistir, pero ahora todo eso cambio.

Esa hermosa mujer demoniaca que estaba muy cerca de Kairos y la sonrisa que le estaba dando logró que Aurora sintiera emociones complejas.

Su cercanía, la sonrisa, la nube rosa y los cambios emocionales y físicos que ella estaba sintiendo.

Sabía lo que se trataba… Entendía que era un encanto, comprendía que tenía que retirarse para evitarlo, aun así, no pudo resistirse.

El calor de su cuerpo y esa emoción juguetona que estaba sintiendo se transformó en algo más cuando lo vio al él tan cerca de esa mujer y ella se dejó llevar por su imaginación.

En su mente vio a esa mujer demoniaca jugando con su pretendiente de una forma que sonrojaría al caballero galante y tal asquerosa imagen, hizo que ella quisiera explotar.

"¡Aléjate a mi hombre!"

Dejando salir su grito que llevaba todas sus emociones.

Aurora pudo sentir como el 'deseo' y la 'lujuria' se transformaba en posesividad y por, sobre todo, celos.

Esos celos al imaginarse al joven engañándola la desbordo hasta el límite y se convirtió en ira.

Esa furia ardiente a su vez se transformó en el alimento de su concepto de luchadora y ella cayó al suelo creando una explosión.

Entre más estaba en este lugar más se enfurecía ante ese olor que le recordaba a él y al ver a esa demoniaca mujer tan cerca de 'su' pretendiente, su furia solo se elevó.

No ayudó que Kairos se sonrojara un poco al verla y ante sus ojos eso fue peor… La hizo creer que se sonrojaba por la otra parte.

"¿Ustedes son una pareja? Es una lástima, quiero jugar con él." Dijo la demoniaca mujer y cuando se estuvo por acercar a ese joven, él levantó su mano.

Su reloj holográfico dejo salir su armadura que cubrió todo su brazo y desde la palma una onda expansiva apunto a la cara de esa mujer.

*BOOM*

Como si Kairos quisiera alejar con todo su ser la idea de que la podría engañar, la onda expansiva fue tan alta que envió volando a la mujer.

Aurora solo se sintió un poco mejor y su furia ardiente paso de Kairos que le daba una sonrisa de disculpa a esa mujer… Fue un cambio total.

Avanzando con una alta velocidad a la demoniaca mujer que se estaba levantando, Aurora cargó utilizando sus puños.

Esa mujer lo hizo parecer como si estaba indefensa levantándose, pero cuando Aurora se acercó la mujer la atacó con sus manos abiertas, dejando ver afiladas garras.

"UGHh…"

Esquivando las garras, Aurora golpeó el estómago de esa mujer con toda su fuerza.

No fue suficiente para calmar su ira.

Sus celos estaban empujando su ira implacable y la sensación de que le estaba robando su pretendiente fue aún más intensa.

Su pretendiente era un puro joven que no se veía capaz de engañarla… ¡Así que toda la culpa recaía en esa mujer!

¿Incoherente? Ante su furia y sus puños todo tenía coherencia.

Viendo esa mujer levantándose con una expresión distorsionada llena de furia, Aurora sintió que la otra parte fortaleció su encanto.

Sin embargo, cada nueva emoción era tragada por su concepto de luchadora luego de ser convertida en ira.

Y eso básicamente significaba que no podría sentir nada.

Magia mental o lujuria… Nada la afectaría.

Avanzando otra vez con aún más ira que antes, Aurora realizó un golpe y la mujer lo esquivo.

*BOOM*

Ignorando la onda expansiva que destruyó parte del terreno atrás de la mujer, Aurora continúo golpeando.

Sin retroceder golpe tras golpe llenos de furia destructiva, la onda expansiva que creaban sus puños era impresionante.

Sin embargo, en esa irracionalidad su mente estaba extremadamente aguda.

Analizó la forma que su oponente esquivaba, como devolvía el golpe en momentos claves y al mismo tiempo no pudo evitar verla a ella.

Era verdaderamente una belleza demoniaca tanto en su rostro como en su cuerpo y al ver esas gigantescas montañas que se balanceaban con cada paso, Aurora sintió que perdió en cuanto a encanto.

Fue un duro golpe mental que la hizo perder un poco de su concentración.

"…"

Esa oportunidad lo utilizó esa demoniaca mujer para cortar con sus garras y Aurora al esquivar con retraso sintió que su mejilla ardía ante el corte.

Aun así, dio una sonrisa.

"No perderé en esta clase de batalla." Gruñó antes de pegarle un cabezazo a esa mujer.

¡Perdió a nivel 'físico' pero no iba a perder una batalla física!

"Ugh…"

La mujer retrocedió cuando su cabezazo le rompió la nariz y Aurora sin inmutarse, volvió a cargar.

Solo que esta vez fue diferente a antes que utilizó pura fuerza.

"Ugaa…"

Esquivo las garras de esa mujer y golpeó su pecho sacándole todo su aliento.

"GHHH…"

Inclinándose para esquivar la patada de la otra parte, volvió a abalanzarse golpeando sus costillas en su espalda baja.

"Hhaaa…"

Y cuando su oponente se volvía girar para cortarla con sus garras le dio un golpe con su mano abierta en su garganta.

Las barreras de emergencia de esa mujer redujeron el daño, pero por su grito de dolor Aurora entendió que fue un golpe duro.

Viendo cierto temor en los ojos de su oponente y notando que se agarraba el cuello con dolor, Aurora cargó hacia ella y tomándola de la cintura, la empujo para que golpeara en contra la montaña que estaba a su espalda.

Sin importarle como la otra parte vomitaba sangre, continúo golpeando su rostro con todas sus fuerzas.

Con cada golpe no solo veía como el rostro de su oponente se desfiguraba, sino que sentía aún más ira, porque incluso en ese punto esa mujer estaba tratando de utilizar su encanto.

Como si fuera poco Aurora sentía que estaba por alcanzar un nuevo nivel en cuanto a su fuerza, sin embargo, no pudo conseguir la retroalimentación que necesitaba.

Antes de que pudiera dar su último golpe a la mujer, una ferocidad aplastante y una intención asesina abrumadora vino hacia ella.

Tirando a la mujer demoniaca al piso, pudo ver como el luchador demoniaco había sido liberado y estaba cargando en su dirección mientras los drones lo trataban de contener.

Kairos ya había detenido a Lennart que también había sido afectado y lo había enviado lejos, ahora estaba mirando utilizando una máscara de gas.

Sus miradas se encontraron y la otra parte entendió de inmediato lo que deseaba.

"¡GAAAA!"

Con un rugido de una bestia enfurecida por ver a su dueña maltratada, ese luchador avanzó hacia ella y Aurora sintiendo la emoción de una luchadora, se adelantó para enfrentar a ese nuevo enemigo.

*BOOM*

En el primer golpe sus puños chocaron y el siguiente ataque el demonio la golpeó en la cara.

La fuerza de la otra parte la envió volando y Aurora controlando su cuerpo, cayó de pie.

"Ja…"

Escupiendo sangre y soltando una risa, las emociones pasaron de 'ira' y se convirtieron en entusiasmo por la batalla.

Un entusiasmo de encontrar un oponente digno para un combate y esa misma emoción, le dejo en claro lo que debía hacer para finalmente dar ese paso.

Necesitaba luchar para ascender… Necesitaba pelear con un oponente feroz en la cúspide de sus emociones.

En donde sintiera emociones tan intensas que su concepto, que era como una caldera, no pudiera quemar todo para alimentar su cuerpo.

Y ante esa emoción, ella volvió a avanzar.

******

Explosiones volvieron a sonar por todas partes y el líder del gremio Tower corrió velozmente para tomar a Elinarah.

*BOOM*

Otra explosión volvió a ser escuchada y parte de una montaña fue destruida por el impacto de una jovencita que tosió sangre y volvió a sonreír.

Sylez con una expresión extremadamente enfurecida saltó y ambos empezaron a intercambiar golpes en el cielo.

"Vamos, necesitamos irnos ahora…" Murmuró el líder del gremio a Elinarah que apenas estaba consciente.

Sentía la mirada de un joven que estaba en medio del lugar, pero aprovechó este momento, ya que ese individuo que parecía ser un mecánico estaba controlando los drones para impedir que todo el campamento fuera destruido por la batalla de esos dos luchadores.

Arrastrando a quien en estatus era su jefa, el líder del gremio la cargo y voló lo más rápido posible mientras se mantenía esa nube rosa.

El olor era agradable y bastante aromático… Lo había sentido muchas veces y siempre fue igual, era demasiado cautivarte.

"Maldición…" Murmuró Elinarah con una voz extremadamente maliciosa y enfurecida.

La paliza que recibió fue extrema y todo fue causado por una jovencita, que sin duda fue extremadamente salvaje y feroz.

Volando para salir de la nube rosa a la vez que trataba de esconderse, el líder del gremio tuvo una expresión iluminada cuando vio al vice líder esperando afuera.

La expresión de ese hombre era nada más que irritada seguramente porque estaba salvando a la mujer incluso en este momento.

Cuando salieron del lugar y el líder estuvo por decir que era momento de huir, pudo ver que el vice líder dio una expresión de terror.

*BOOM*

Tirándose al suelo con Elinarah que apenas estaba consiente, una onda eléctrica golpeó el antiguo lugar en donde habían estado.

"Suprimiendo y subyugando enemigos."

La voz robótica vino de uno de los más de veinte drones y esos drones esféricos dejaron ver armas eléctricas que salían de su interior, revelándose directamente.

"Oye, ¡llévate a la jefa!" Declaró el líder, agitando su varita.

El vice líder le dio una mirada que se le daba a un idiota, pero luego tomó a Elinarah y se la llevo volando.

Ondas eléctricas fueron disparados por los drones, pero una barrera de agua se elevó para cubrir la visión y evitar los ataques… Esa fue la barrera del líder que permaneció en el lugar.

El ataque a la base falló de forma estrepitosa, pero el líder estuvo satisfecho al ver que su compañero desaparecía.

¿Lo hizo por estar encantado o por una emoción real?

Sin importarle esa tonta pregunta, el líder volvió a agitar su varita lanzando decenas de flechas de agua y empezó a correr en dirección contraria al vice líder.

Los drones lo persiguieron y si bien unos dos drones trataron de seguir a su compañero, sabía que su camarada lograría huir.

Volando por medio los acantilados el líder dejo ver sus habilidades de vuelo y tras lanzar varios hechizos de agua, pudo eliminar a los drones que lo perseguían.

No, no los eliminó a todos.

El líder pudo darse cuenta de que en un momento se detuvieron y lo dejaron de perseguir.

Frunciendo el ceño con cierta extrañeza, el hombre dio una mirada a los alrededores y pudo ver un enorme vacío de naturaleza.

Ese lugar que debería estar lleno de plantas ahora estaba vacío.

Sintiendo un aumento de extrañeza volvió a caminar por medio de la montaña y los acantilados, pero entre más se adentraba a esa montaña, más extraño era.

Las tres lunas estaban en lo alto y deberían iluminar bien, pero esta zona estaba oscura.

Las paredes de la montaña eran negras, al igual que el suelo y parte de los acantilados.

Acelerando sus pasos, el hombre pudo ver una cueva primitiva que causó cierta sensación ominosa.

Entrada conformada por una pared completamente negra, al igual que el suelo o el techo… Dio la impresión de que era la entrada al abismo sin fondo.

El hombre sintió curiosidad y pensó que había encontrado algo en este mundo.

Su imaginación lo guio a pensar en un arma capaz de ayudar a su jefa a ganar e incluso vengarse.

El 'encanto' con el cual había sido afectado sin que se diera cuenta y que seguía activo, lo empujó a tomar el riesgo por el 'bien' de la persona que 'amaba'.

Como una polilla atraída por la luz, el hombre caminó para adentrarse esa ominosa cueva.

Y cuando su figura desapareció por completo, se pudo escuchar un grito de miedo desde el interior.

La cueva, el suelo y parte de la montaña que estaba completamente negro tembló cuando la oscuridad que la cubría se retorció.

Al momento siguiente se solidificó por completo y el lugar permaneció inmutable, como si las rocas y toda la montaña fuera de color negro y no estuviera conectado con una fuente.

El silencio volvió al lugar.