Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 273
—Buenas noches.- Digo sonriendo.
Mis compañeros y la familia de la reina, están comiendo en el comedor del castillo.
—Vaya, vaya. Huele delicioso. ¿Puedo comer algo?
La comida de los ricos es muy deliciosa. Debo aprovechar.
—Claro, Daniel.- Dice la reina.
—Gracias.
Tomo un pedazo de pollo y me alejo caminando.
—Gracias. Adiós.
—¿Eh? ¿No comerás con nosotros?- Dice Cris.
—Tengo una cita. No quiero comer tanto.
—¡¿Cita?!
Todas mis compañeras gritaron lo mismo… Y la princesa también… Mierda, ¿por qué dije "cita"?
—¡¿Saldrás con una chica?!- Dice Crismi.
—¡Mujeriego!- Dice Lina enojada.
—¡¿Mujeriego?! ¡No lo soy! Dije "cita", pero me refiero a una cita de negocios. Sí, es una mujer, pero me reuniré con ella por motivos… Lo siento, no puedo decirles… Pero no es una cita romántica… Debo irme… Por cierto, ya lo pensé mejor… Sobre el tema del matrimonio… Maestro, explica, por favor, debo irme.
Rei, en su forma como espada, se acerca a ellas y salgo del comedor.
—Rei… ¿Lo convenciste?- Dice Lina.
Rei vuelve a su forma humana y sonríe.
—Sí, lo hice.
—Él aceptó… ¡Seré esposa de Daniel!- Dice Nirfa.
—¡Estoy tan feliz!- Dice Seiya, que está a punto de llorar.
—Pero hay un problema… Escuchen.
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[Nos reuniremos en el centro de la ciudad, en la estatua que hicieron de mí... A las 10 de la noche.]
Observo la estatua… Es de mi estatura… Está muy bien hecha… Es genial.
—No merezco tener una estatua…
Observo a las personas a mi alrededor. Me están observando demasiado.
—Odio ser popular…
Rita, la mujer que me confundió en el burdel, se acerca corriendo a mí.
Está usando un hermoso vestido blanco… Es un vestido elegante… Es muy hermoso… Y ella es hermosa.
—L-lo siento, llegué tarde.
—No te preocupes, solo llegaste 2 minutos tarde…
La observo… Ella está muy elegante… Tal vez piense que esto es una cita… No quiero romperle el corazón… Y no quiero que ese vestido se desperdicie.
—Antes de… hacerlo, ¿no quieres comer algo? Tengo un poco de hambre.
—C-claro. Será un honor comer contigo.
—Soy una persona normal. No soy de la realeza o un noble. Soy un plebeyo. Socialmente hablando, tú y yo somos iguales.
—P-pero tú…
—Sí, soy poderoso, pero soy un plebeyo... Odio a los nobles… Odio a las personas que se creen superiores a otros… Quiero que me trates como un amigo. No me veas como alguien superior… No lo soy…
Toco la estatua con mi mano derecha.
—La reina me dijo: "¿Te gustaron las estatuas? Yo misma las diseñé." Y mi respuesta fue: "No las quiero."
La estatua se vuelve polvo.
—No quiero que me traten como si fuera alguien importante… Odio eso… Bueno, esta era la última estatua. Ya destruí las otras… Bueno, a comer.- Digo sonriendo.
—S-sí…
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Después de una elegante cena, nos dirigimos a su casa.
Ella vive algo lejos de la ciudad… Supongo que tiene una cabaña en el bosque.
—Rita, ¿falta mucho? Si está lejos, podía usar vuelo.
—Me da miedo las alturas.
—Vaya, vaya…
—No te preocupes, ya casi llegamos.
Observo una enorme casa a lo lejos… Es una mansión.
—¡Es una enorme casa! ¡¿Vives ahí?!
—L-lo siento… No te lo dije antes… No quiero que me odies… Pertenezco a la familia "Kei"… Soy una noble.
—¿Kei?
Me quedo en silencio por unos segundos… Mierda, recordé algo incómodo.
—¿E-eres familiar de Nica Kei, la prima de la reina?
—Es mi hermana mayor.
…
…
Mierda.
—V-vaya, vaya… A diferencia de otros nobles, tú eres amable y linda… No te odio, me agradas.- Digo sonriendo.
He conocido pocos nobles buenos… Me alegro de conocer a otro.
—E-escuchar eso me hace feliz.- Dice sonrojada.
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Entramos a su casa… ¡Genial! ¡Es muy elegante, huele bien y está limpio!
Observo todo a mi alrededor.
—Genial, es enorme.
Una sirvienta se acerca a nosotros.
—La habitación está lista.
—Muchas gracias.
Rita me toma de la mano y sonríe.
—C-comencemos con el entrenamiento.
—S-sí.
Vaya, ahora yo estoy nervioso.
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-Daniel-
Infierno del mundo 1.
Estoy comiendo con Nadia, en el comedor de mi casa.
Aprendí a cocinar en la escuela… No soy un experto, pero usando mi magia puedo darle un delicioso sabor a mi comida.
—¡Querido, la carne y la salsa está deliciosa!
—Gracias. Felicitaré al chef.
Me multiplico. Mi clon es transparente. Es una habilidad que tengo. Puedo dividir mi alma y sacarla de mi cuerpo. La habilidad se llama: "Doble espiritual". Mi doble es como un fantasma, pero puedo tocarlo y usarlo para pelear. Él es yo, no es un sirviente. Puedo usar esta habilidad 5 veces al mismo tiempo. En otras palabras, puedo crear 5 clones, pero mi fuerza y poder mágico se divide también.
—Felicidades, Daniel.
—Gracias, Daniel.
El clon desaparece y sonrío.
—El chef es un chico apuesto, ¿no? Creo que me enamoré.- Digo bromeando.
—Tu poder es increíble, querido… Esa es una habilidad increíble.
—Gracias. Desmolfer me enseñó… Por cierto… Desmolfer quiere tener tu permiso. Yo ya lo permití.
—¿Permiso? ¿A qué te refieres?
—Ella quiere casarse con nuestro hijo. Me pidió permiso para eso… Al principio dije que no, pero Daniel es muy maduro… Él ya puede casarse… Y Desmolfer no es tan mala como parece.
—¿Y Daniel? ¿Él aceptó?
—No... Sus compañeras quieren casarse con él, pero…
—¡¿Todas?! ¡¿Daniel se casará con todas?!
—Él las rechazó… Es admirable de su parte… Él solo quiere tener una esposa… Mi madre hizo un excelente trabajo educando a nuestro hijo… A pesar de que heredó lo peor de nosotros, él es un verdadero hombre.
—Sí… Heredó mi personalidad… Y como tú y yo somos pervertidos, él lo heredó también… Lo bueno, es que heredó tu apariencia.
—Es lo único bueno que heredó… Por cierto… ¿Me engañaste? Cuando te volviste un demonio, ¿te besaste o tuviste sexo con otro demonio?
—¡N-no! ¡Nunca lo hice! ¡Lo prometo! ¡Sigo enamorada de ti! ¡Nunca te engañaría!
Sonrío y me levanto de la mesa.
—Eso me hace feliz… Dices la verdad… Yo nunca te engañé… Te sigo amando.
Acaricio su mejilla y se sonroja.
—No estoy de acuerdo con tu ideología… Si Solfrar gana, tú usarás tu poder para reencarnar a nuestro hijo… Y si yo soy derrotado, también voy a reencarnar… Es un buen plan, pero recuerda esta frase: "Nunca confíes en los demonios."
Comienzo a besarla.
Nunca confiar en los demonios… Desmolfer me dijo eso cuando me convertí en rey demonio. Era una advertencia.
Dejo de besarla y le acaricio la cabeza.
—Me prohibieron tenerte como mi reina… Tampoco puedo detenerte… Pero no te preocupes, si pierden, yo recuperaré tu alma… Estaremos juntos… Por cierto, ¿quieres ver a Daniel? No podemos hablar, pero podemos verlo.
—Claro… Quiero verlo, por favor.
Trueno los dedos y un enorme espejo aparece al lado de nosotros.
—¿Qué estará haciendo? Muéstrame a Daniel.
El espejo se activa y…
—¡Daniel! ¡Eres increíble!
Escuchamos los gemidos de una mujer y el espejo desaparece rápidamente.
Nadia y yo nos ponemos rojos… Eso fue incómodo.
—B-bueno… Tiene 17… Sus hormonas… Bueno, ya sabes.
—Es un hombre, después de todo… Aunque las mujeres son más pervertidas en ese mundo.