Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 141
"Los seres humanos somos seres raros... Somos egoístas e hipócritas. Por ejemplo, ¿qué harías si tienes una hamburguesa en la mano, estás lleno y ves a un vagabundo? La respuesta es sencilla... Ignorarlo y guardar la hamburguesa para después. Sé que varios dirían que se la darían al vagabundo, pero solo lo dirían para quedar bien con las personas. Solo un pequeño porcentaje de la población le daría la hamburguesa al vagabundo. Somos seres que sienten empatía por otros, pero lamentablemente, somos seres egoístas... Algo aprendí cuando tenía 13 años... Aprendí que los seres humanos somos seres crueles y egoístas".
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(Tiempo atrás.)
Yo, de 13 años, estaba caminando junto con dos chicas, que me estaban abrazando los brazos.
Estábamos usando uniforme escolar, pues apenas salíamos de la escuela.
Las chicas eran hermanas gemelas, tenían el cabello largo y negro, ojos cafés y, a pesar de tener 13 años, tenían pechos considerablemente grandes.
—C-chicas, ya les dije que no puedo ir a comer con ustedes, no puedo salir sin permiso de mi abuela.
—¡Vamos, Daniel, no nos dejes comer solas!
—¡Nosotras pagaremos, no te preocupes!
—P-pero me siento mal si pagan por mí.
—¡No te preocupes!
—¡Nuestra familia es muy rica, tenemos mucho dinero!
—V-vaya, vaya... B-bueno... Muchas gracias.- Dije sonriendo.
Un hombre que solo estaba usando un pantalón negro y sucio, se acercó a nosotros.
—Disculpen, ¿no tienen una moneda que me den?
Las chicas lo vieron con asco.
—No, lo siento.- Dijo una de ellas.
—No tenemos nada.- Dijo la otra chica.
—Comprendo... Buenas tardes.
Pasó caminando al lado de nosotros y se alejó caminando.
Bajé la mirada y cerré los ojos.
Recordé las palabras que me acababan de decir: "¡Nuestra familia es muy rica, tenemos mucho dinero!"
—Qué asco, apestaba.
—Se nota que no se ha bañado en meses.
—¿Por qué son egoístas?- Dije con un tono de decepción.
—¿Eh?- Dijeron las dos confundidas.
Las solté y me alejé de ellas.
—Si tienen la oportunidad de ayudar, ayuden... Aunque sea una pequeña ayuda, ayuden...
Saqué unas monedas de mi bolsillo y recordé las palabras que me dijo mi abuela antes de ir a la escuela: "Toma, Dani, cómprate algo de comida cuando salgas de la escuela, un pedazo de pizza o comida chatarra, pero come algo, ya no hay comida en la casa y me pagan hasta mañana".
—Lo siento, abuela... Pero supongo que no me hace daño si no como un día.- Dije sonriendo.
Me acerqué corriendo al vagabundo.
—¡Espera!
El hombre volteó a verme y me paré frente a él.
—No es mucho, pero algo es algo.- Dije sonriendo.
Tomé su mano derecha y le entregué las monedas.
—Y perdona a mis ami... Compañeras de clases... Ellas sí tenían dinero, pero no querían darte.
—No te preocupes... Siempre me pasa lo mismo, no te preocupes... Muchas gracias.
—De nada.
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(Presente.)
Estoy flotando en medio de un pueblo, y un gran número de personas están debajo de mí.
Aproveché que Rei me dijo que descansara, para repartir dinero en este pueblo pobre.
—¡Gracias por el dinero!
—¡Eres nuestro héroe!
Sonrío y me despido de ellos.
—¡Adiós!
Me alejé volando rápidamente del pueblo.
"Si tienen la oportunidad de ayudar, ayuden"... Sí... Yo dije eso... Pero ya no lo disfruto... Ya no siento satisfacción ni felicidad... No siento nada.
—Ayudar cuando puedas... Ya no disfruto ayudar a las personas... Estoy cambiando demasiado.
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(En el carruaje.)
Entro al pequeño baño que hay en el carruaje. En el baño hay una bañera y un escusado. El piso está hecho de concreto y las paredes son blancas.
En el suelo hay toallas y una gran bolsa con pequeñas esferas azules. Al lado de la bañera hay una barra de jabón y una esponja.
Un baño sencillo, pero funciona perfectamente.
—Mañana es la gran final... Debo esforzarme.
Tomo una esfera de la bolsa y me dirijo a la bañera.
—Un buen baño y una comida es lo que necesito.
Dejo caer la esfera sobre la bañera, y en el momento de tocar la bañera, la esfera explota y una gran cantidad de agua sale de la esfera, llenando la bañera.
—Bien.
Me quito la camisa y la dejo en el suelo.
—Ya usé mucho esta ropa... Necesito otro estilo de ropa.
Me quito toda la ropa y me estiro.
Ah... Estar desnudo es cómodo.
—Me siento cómodo.
Alguien abre la puerta del baño, es Nirfa.
—¡Daniel, ¿puedo bañarme contigo?!
—¿Eh?
—¿Eh?
Nirfa me está viendo desnudo y se pone completamente roja.
¡Mierda!
Salto y me meto a la bañera rápidamente, salpicando agua por todas partes.
—¡Nirfa, ya te he dicho que no entres cuando me estoy bañando!
Nirfa cierra la puerta con fuerza.
—¡Quería bañarme contigo como lo hacíamos antes!
—¡Solo aceptaba bañarme contigo porque eras ciega y solo confiabas en mí! ¡Ahora eres una mujer adulta, no podemos bañarnos juntos!
—¡No es justo!
—¡La vida no es justa!
—¡Entonces les contaré a todos sobre el monstruo que tienes entre las piernas!
Me pongo completamente rojo.
¡Ah! ¡Me tiene contra la pared!
—¡N-Nirfa, mañana me bañaré contigo, pero usando ropa! ¡No estaremos desnudos! ¡¿Estás de acuerdo?!
—¡Sí, de acuerdo!
Cierro los ojos y tomo aire.
—Lo que tengo que hacer para que me dejen en paz.