Capítulo 2: Esa noche

Era un día lluvioso como el de hoy. Leeah de siete años estaba corriendo por las calles inundadas, vestida con algo que apenas la abrigaba y sin un paraguas. Pero a ella no le podría importar menos eso. Lo único que quería era llegar rápidamente con él.

La vista de una niña corriendo por las calles bajo una fuerte lluvia era algo singular de ver, pero no había nadie que la viera en este momento como para preocuparse por ella.

Si te preguntas por qué hace esto, pues solo hay que volver atrás unos 15 minutos en el tiempo. En su casa, Leeah estaba como de costumbre mirando televisión, estaba cómodamente acostada en el sofá con las piernas arriba mirando su programa de televisión favorito en el cómodo ambiente caliente de la calefacción.

Aun no llovía, pero las nubes negras afuera indicaban que pronto comenzaría. Nada podría ser mejor, solo sería mejor si él estuviera junto con ella. Así que se le ocurrió la grandiosa idea de invitarlo, que bueno que eran vecinos.

Así que se levantó del cómodo sofá y fue donde estaba su madre estaba cocinando la deliciosa cena para más tarde, era uno de los platos favoritos de Leeah en este clima, el Estofado de Cerdo de su madre. Era el mejor plato del mundo hecho por su madre, o así pensaba ella.

-Mamá~.

Leeah apoyaba su espalda en la entrada y jugaba con sus pies mientras llamaba a su madre en un tono lindo. Conocía la técnica para pedir cosas a sus padres.

-Hmm. ¿Qué pasa Lih?

Pregunto su madre mientras la miraba con una sonrisa. Ella conocía muy bien a su hija, y ese era el tono que usaba cuando quería algo. Así que decidió seguirle el juego mientras seguía preparando la cena.

- ¿Puedo invitar a Δ‰Ž¢ a cenar a casa? [*]

Leeah, prácticamente ya sabía la respuesta, pero como la buena hija que es, vino a pedirle permiso a su madre. Así que solo era cuestión de que su madre responda para que ella salga corriendo. Pero quién diría que las palabras que diría su madre no era su permiso más…

- ¿Δ‰Ž¢? ¿Acaso no lo sabes? La familia de Δ‰Ž¢ se mudó, si no me equivoco salieron no hace mucho ya que la lluvia no tarda en caer.

Leeah al escuchar estas palabras su mente quedo en blanco, y como si fuera una señal, la lluvia comenzó a caer, con los relámpagos de fondo y el fuerte sonido de las gotas cayendo afuera. Pero ella no lo noto, o más bien, no le hizo caso, fue como si el tiempo mismo se hubiera detenido para ella. La voz de su madre ahora se escuchaba distante. ¿Se mudaba, a donde, por qué? Tenía tantas preguntas, pero ninguna salía de su boca. Solo despertó de ese estado cuando su madre se acercó a ella.

-Δ‰Ž¢ dejo una carta para ti, ten léela.

Lentamente tomo la carta, sus manos temblaban. Tenía miedo, no quería creerlo, pero sabía que su madre nunca le mentiría con algo así. Así que abrió la carta, preparada para lo que estaba a punto de leer. Esta sola acción fue tan difícil como un examen matemático del colegio para los cuales no era buena en ellos.

Mientras su madre volvía a seguir preparando la cena, ella comenzó a leer. Mientras leía sus manos seguían temblando. Cada palabra que leía era como un fuerte golpe en su pecho. Dolía mucho, era un dolor que nunca había sentido, sus lágrimas comenzaron a formarse en la esquina de sus ojos.

Cuando termino de leer el temblor se había extendido a todo su cuerpo. Estaba apretando los labios fuertemente, nadie esperaría ver esta expresión de una niña tan pequeña, pero ciertamente estaba pasando.

Comenzó a caminar fuera de la cocina, pronto llego a la entrada, sus ojos estaban vidriosos. No podía aceptarlo, no podía aceptar esto ¿despedirse sin avisarle y solo dejar una carta, acaso era un tonto? Si, sin duda era un tonto y ella lo sabía, así que no podía dejarlas cosas así. Se decidió y se puso los zapatos y salió. Debajo de esta intensa lluvia, ella tenía que encontrarlo. Tenía que hablarle, aunque sea otra vez, no quería que las cosas terminen así…

_ZAND_

(Nota de asterisco: no es un error, yo puse esos símbolos, quiero mantener el nombre de él en incógnito por ahora, mas adelante sera revelado)