Capítulo 11: Una galaxia diferente

Yao Si escuchó de Lu Ren que el lugar al que se dirigían era muy lejano. Es por eso que cuando oyó que alguien los vendría a recoger, pensó que viajar en el espacio por lo menos requeriría una nave espacial o algo, una pequeña aeronave como mínimo. Estaba bien preparada para admirar la tecnología del futuro.

Sin embargo, en el momento que vio a Li Yue, se dio cuenta de que las preparaciones que había hecho estaban muy lejos de ser suficientes; porque ella no solo necesitaba conocimiento, también tenía que abandonar todo sentido común.

Li Yue sí vino en una "pequeña" aeronave. ¡Llegó montado en una espada!

De una palma de ancho, con una luz blanca reluciendo por toda su superficie y rodeada de un aire mágico; como las espadas de los programas Xianxia[1] en la televisión en las que las personas se paraban para volar.

Yao Si quedó asombrada hasta la médula.

¿Era esta la galaxia o el mundo de Xianxia? ¿Por qué había gente volando en espadas? ¿Por qué están estas personas tan tranquilas como si estuvieran acostumbradas a ello, cuando un acontecimiento tan ilógico está ocurriendo justo ante sus ojos? ¿Será que no viajó al futuro, sino que viajó a través del tiempo y dimensiones?

¿Dónde está la lógica? ¿Dónde está el sentido común? ¿Dónde está el perro? ¡Arrójalo al suelo![2]

—¿Es ella la de tu especie que necesitabas recoger?

La persona en el aire descendió como un hada, examinando a Yao Si de pies a cabeza. Su frío rostro no tenía expresión, de manera idéntica a aquellos seres celestiales de los programas de televisión. Era como si todo su rostro estuviera lleno de estampas que decían "Yo, el ser celestial, soy sagrado e inviolable".

Rápido, vengan a echarle un vistazo a uno de los seres celestiales…¡Uno vivo!

—Li Yue, ella solo es un bebé, no la asustes —Yan Xuan dio un paso al frente de manera protectora.

—Una recién nacida —Li Yue estaba asombrado.

—Sí—Yan Xuan le dio unas palmaditas en la cabeza—. Bebé bueno, saluda al Tío Li.

Yao Si aún no se recuperaba del shock reciente, así que obedeció sus instrucciones y dijo: —Tío Li.

La expresión fría como el hielo de Li Yue se relajó un poco. Sacó algo despreocupadamente de un costado de su cuerpo y se lo dio a Yao Si, sin desperdiciar palabras y solo diciendo: —Regalo.

Ella miró hacia abajo y vio que en la palma de su mano yacía un brillante y colorido… huevo.

Uhmmm…¿Por qué le dio un huevo? (╯﹏╰)

—¡Este es el huevo de una bestia espiritual! —Yan Xuan le guiñó el ojo, y dijo—: Es una muestra de hospitalidad del Tío Li, ¡acéptalo! Incúbalo cuando vuelvas.

Yao Si lo sostuvo en sus manos. El huevo de una bestia espiritual, sonaba increíble pero, no sabía cómo incubarlo y hacer que salga del cascarón.

—Espera hasta que regresemos al Planeta Rojo, entonces el tío te enseñará cómo incubarlo —explicó Yan Xuan rápidamente, entendiendo sus dudas. Unos segundos después pareció haber pensado en algo, y añadió—: La sangre de una bestia espiritual recién nacida es de lo más delicioso, mi bebé, te gustará mucho.

—…—¡Entonces esto era para comerlo cuando salga del cascarón!

 (╯‵□′)╯︵┴─┴

—¡Vamos!

Li Yue estaba un poco incómodo. Agitó la mano inmediatamente y, con el sonido de algo atravesando el aire, apareció una espada semitransparente. Era idéntica a la que se encontraba bajo sus pies.

¿Acaso el ser celestial iba a enseñarle cómo ser espectacular y permitirle volar?

—Sube, mi bebé—Yan Xuan se subió a la espada frente a ella y le hizo un gesto con la mano para que se acerque.

Yao Si dudó, abrazando con fuerza el huevo entre sus brazos, y se subió. En un principio pensó que mantener el equilibrio sería difícil, ya que todos los protagonistas pasaban mucho tiempo aprendiendo cómo pararse sobre las espadas para volar con ellas.

Sin embargo, no se esperó que esta espada fuera tan sorprendentemente estable. Ni siquiera tembló cuando se subió, no había diferencia a comparación de pararse en el suelo. También sintió que había algún tipo de domo protector rodeándola ya que ni siquiera podía sentir el soplido del viento.

No sabía cómo Li Yue operaba estas espadas. Poco después de que se subieron a la espada frente a ellos, las tres personas se elevaron en el aire y en un instante llegaron a diez metros sobre el suelo, volando hacia la galaxia vasta e ilimitada.

Los planetas pasaron uno tras otro, como estrellas fugaces. Yao Si finalmente supo por qué Yan Xuan había rechazado la oferta de escolta de Lu Ren, fue porque la velocidad de Li Yue era, en serio, extremadamente rápida. Ya había perdido la cuenta de cuántos planetas habían pasado. Tal y como era de esperarse, los seres celestiales de la galaxia también estaban a un nivel galáctico; esta velocidad había superado la velocidad superlumínica por mucho.

Después de volar así por menos de cinco minutos, Li Yue se dio vuelta de repente y los miró. Su mano derecha pareció haber hecho algún ademán, y una larga serie de sonidos extraños salieron de su boca, los cuales ni siquiera pudieron ser descifrados por su dispositivo de traducción.

—Estamos a punto de saltar, apóyate con firmeza, mi bebé—Yan Xuan la advirtió.

—¿Qué?

Yao Si estaba confundida, pero antes de que tuviera tiempo para reaccionar, un círculo mágico enorme apareció justo frente a ellos, igual a los patrones mágicos en el anime. El círculo giró rítmicamente y una enorme oleada de caracteres desconocidos flotaron a su alrededor.

Una luz cegadora se emitió desde el centro del círculo mágico, haciéndose cada vez más brillante hasta que eventualmente formó una entrada blanca como los portales en los juegos.

Li Yue levantó la mano y apuntó suavemente hacia la luz blanca. En ese momento, los tres volaron directo hacia la luz. Yao Si solo vio un resplandor frente a sus ojos, y después llegaron a un mundo totalmente blanco.

Este probablemente era un pasadizo, una vasta extensión de blancura que parecía no tener fin, sin embargo, ella sintió que su velocidad de vuelo había aumentado. Predijo que Li Yue probablemente había encendido un acelerador o que era algo no muy diferente a los agujeros de gusano en las películas de ciencia ficción.

Volaron por casi treinta minutos dentro de este espacio blanco antes de que Yao Si pueda ver una luz diferente, roja, adelante a una gran distancia. La cual se hizo cada vez más y más grande, probablemente era una salida o algo.

Esa luz se acercó cada vez más, y Yao Si finalmente pudo tener una visión clara de ella en el momento que salieron del espacio blanco. Se trataba de un planeta. Toda su superficie era color rojo sangre, como un rubí que colgaba justo en el centro de la galaxia. Tres satélites blancos rotaban a su alrededor.

—Dulce bebé, bienvenida al Planeta Rojo —Yan Xuan señaló al planeta frente a ellos.

Así que este era el planeta que ahora habitaban los hematófagos: el Planeta Rojo.

Yao Si tenía que decir, que tenía muchas características culturales.

Li Yue bajó la velocidad, y aterrizó en el Planeta Rojo. Cuando llegaron al suelo, Yao Si entendió finalmente por qué este planeta era rojo. A diferencia de la Tierra que conocía, este planeta estaba cubierto de zonas densas con plantas desconocidas y, para la sorpresa de uno, todas las plantas eran rojas.

Aterrizaron en un patio grande. Tan pronto como aterrizaron, salieron corriendo cuatro o cinco personas y los rodearon, como si quisieran solicitar instrucciones o discutir algo con Yan Xuan.

El ministro la llevó a una habitación de inmediato y anunció que a partir de ahora ella estaría viviendo aquí. Luego repitió algunos asuntos que requerían de su atención. Al final, antes de irse junto a Li Yue y aquellas cuatro o cinco personas, dijo que necesitaba irse por un rato y que haría los arreglos para que alguien la acompañe más tarde.

Yao Si asintió comprensivamente, los oficiales importantes siempre estaban ocupados, pero… examinó de cerca sus alrededores y sintió de inmediato que era un poco molesto.

A comparación de las estructuras completamente rojas que pudo ver desde el aire y que tenían un estilo distintivo hematófago, sorprendentemente, esta habitación era completamente rosa. Mesa y silla rosa, cama rosa, cortinas rosa, incluso la alfombra era rosa.

Toda la habitación daba indistintamente una fuerte sensación infantil. Al tocar el borde de la mesa, sintió algo suave hecho de un material desconocido que fue colocado intencionalmente alrededor del borde para prevenir que se golpee con él. La esquina de la boca de Yao Si palpitó, parecía que Yan Xuan se había decidido a criarla como una niña.

Se sentó enseguida en la silla, que fue hecha en forma de conejo intencionalmente, y exhaló. Comenzó a digerir la información que había recibido de Yan Xuan en el camino hacia acá.

Se hizo consciente claramente de que esta galaxia, a comparación de la galaxia supertecnológica que se había imaginado, era muy diferente.

[1] De artes marciales.

[2] El perro viene de un emoticón chino que se hizo viral. "El destinatario no quiere hablar contigo, arrojó un perro en respuesta".