Estando en una tierra extranjera

Ye Qianqian envió rápidamente otro mensaje: Ese tipo pareció darse cuenta de que yo sabía que estabas en Japón. Me pregunto si ya se ha ido a Japón. ¡Ja, ja, ja!

Yu Lili sonrió ligeramente. Estaba a punto de responder, pero cuando su dedo hizo clic en la pantalla, de repente hubo una llamada. Ella accidentalmente presionó el botón de respuesta. Miró la interfaz de la llamada con confusión. Podía oír la voz de Shen Zhilie, así que sintió que no tenía otra opción que tomar la llamada.

Shen Zhilie gritó: —Lili, ¿dónde estás?

—¿Tu hermana YA está casada? ¿Cómo sabes que no estoy en China?

Yu Lili se sentó en el borde de la cama algo desamparada.

—Olvídalo —respondió Shen Zhilie—. No me atrevo a quedarme en casa ahora. ¿Dónde estás?

—En Francia —dijo.

—¿Dónde estás en Francia? Voy a encontrarte —dijo Shen Zhilie.

—No tienes que hacerlo. Sólo me quedaré aquí unos días.