Capítulo 412 - ¡Cariño, cariño, cariño!

Li Sicheng apretó los dientes, cambió de actitud y levantó a Su Qianci en su brazo, en silencio. Ella lo miró, sintiéndose culpable. Agarrada de su cuello, parecía una pequeña malcriada a la que han sorprendido haciendo algo malo. Su Qianci susurró:

—Puedo caminar yo sola.

—Cállate —contestó Li Sicheng, enfadado.

La llevó abajo, y solo agarró las llaves y la billetera antes de caminar hacia el coche.

Su Qianci paró de hablar. Había oído que un hombre insatisfecho era la criatura más aterradora del mundo. Excitado como estaba, seguía estando lúcido. La colocó en el asiento del copiloto con cuidado y él se sentó en el asiento del conductor. Sacó un paquete de cigarrillos de la guantera, se encendió uno y dio una profunda calada antes de arrancar el coche.

Su Qianci se sintió mejor enseguida. Miraba la ciudad quedándose atrás a través de la ventana y sintió melancolía. Había revivido esa vida durante bastante tiempo y se sentía como en un sueño.