Los brillantes rayos del sol permeaban a través de los huecos entre las copas de los árboles.
Rhode detuvo su marcha; miró por un momento el camino de tierra empinado que tenía en frente, luego se volvió y miró a la chica que estaba jadeando detrás de él.
—Srta. Marlene, ¿puede ir un poco más rápido?
—E-Espere un minuto... déjeme... recuperar el aliento...
El estado actual de Marlene era desastroso. Tenía barro, ramas y hojas pegadas a su túnica, así como el rostro lleno de sudor. Había perdido todos sus rasgos elegantes. Si alguien hubiese vistosu lamentable estado, habría pensado que acababa de volver de una guerra. Pero en realidad, solo estaba subiendo una colina.
—Nunca pensé... que sería… tan agotador...
Respiraba profundamente con cada paso que daba mientras se tambaleaba con lentitud por el empinado camino. El entusiasmo que había mostrado antes se había desvanecido por completo. Cuando Rhode la vio así, empezó a arrepentirse de su decisión de llevarla con él. Después de todo, no estaban ahí de paseo. La fuerza física no era el fuerte de los magos; claramente se había olvidado de ese detalle.
Durante la misión anterior, Marlene no había caído en un estado tan miserable porque había usado su magia para flotar por las escarpadas laderas montañosas. Sin embargo, como la elevación aquí era mucho menor, se negó a usar su magia e insistió en caminar. Y así fue como terminó exhausta.
Al principio de la escalada, estaba enérgica ya que era la primera vez que exploraba la naturaleza sin que nadie la vigilara. Esa nueva libertad para aventurarse la hizo estar aún más entusiasmada que Rhode.
Por desgracia, el entusiasmo no era algo que se pudiera comer y convertir en energía.
Por lo tanto, su entusiasmo disminuyó gradualmente y se convirtió en angustia.
Caminos difíciles, arbustos espinosos, matorrales… observar la naturaleza desde lejos era agradable y todo eso, pero caminar a través de ella era otra historia. Y para empeorar las cosas, incluso querer descansar era una tarea difícil. Según Rhode, debían examinar cuidadosamente los alrededores en caso de que hubiese una serpiente venenosa cerca.
«Gracias, Santa Alma. Al menos me da el tiempo suficiente para escribir mi epitafio».
Marlene ya estaba muy cansada y mareada. Incluso sentía que eso era peor que estudiar una tonelada de libros de leyes mágicas en la Torre Mágica.
—Realmente no entiendo cómo Lize se adaptó a este estilo de vida.
Al final, Marlene decidió no sentarse en el suelo. En vez de eso, se apoyó en el tronco de un árbol para recuperar el aliento.
—Debe haber sufrido… en ese entonces era una llorona.
—Nada es imposible —comentó Rhode casualmente mientras comparaba una montaña cercana con la que tenía en su «memoria del juego». Luego, puso su mano sobre la vaina de la magnífica espada que tenía en su cintura, la Lágrimas de Sangre. Esa espada fue un regalo de agradecimiento de Claytor. Era evidente que la familia Keller estaba muy agradecida con Rhode cuando le regalaron esa arma de grado mágico.
En comparación con la Marca de la Estrella, la apariencia de la Lágrimas de Sangre era como la de las espadas de la Edad Media. Tenía un tono carmesí oscuro, junto con un raro hechizo que coincidía con su nombre. Cada vez que la espada entraba en contacto con sangre, se hacía cada vez más afilada y duradera. Las armas que podían aumentar su fuerza eran raras y muy buscadas.
Rhode aceptó el regalo sin reservas. Si bien la Marca de la Estrella seguía siendo su favorita, ocupaba un espaciode invocación, lo cual le parecía un gran desperdicio. El Círculo Mágico del espadachín espiritual que poseía Rhode era el «Diez de los Mazos Espirituales Más Fuertes». Dentro del Círculo Mágico, podía decidir qué Carta Núcleo quería usar para cada mazo. Por ejemplo, en un ejército, si el jugador era el comandante y los espíritus de invocación eran los soldados, entonces la «Carta Núcleo» sería el líder del pelotón. Una vez establecido el Núcleo, los espíritus de invocación podían materializarse como una entidad sin consumir Poder del Alma. Si se les acaba la energía, entonces regresarían temporalmente al Círculo Mágico para «cargarse» antes de materializarse otra vez.
Para los espadachines espirituales, decidir qué Carta Núcleo usar era crucial y debía decidirse con cuidado, ya que una vez que el Núcleo estaba configurado, no se podía cambiar a menos que el jugador eligiera borrarlo. Esa era la razón por la que Rhode aún no se había decidido por el Núcleo de la Marca de la Estrella, ya que su nivel actual era bastante bajo. Si encontrara una carta mejor en el futuro, entonces sería demasiado tarde.
Rhode había cometido ese error antes, así que no sería tan estúpido como para repetirlo otra vez.
Marlene continuó:
—Pero, ella de alguna manera parece... extraña.
—¿De verdad?
Rhode se sorprendió por un momento.
¿Lize estaba actuando extraño? ¿Cómo no se dio cuenta?
—Mmm…¿cómo le explico…?
Marlene frunció el ceño por un momento mientras pensaba cómo describírselo a Rhode, pero al final no supo cómo expresarlo.
—No puedo explicarlo, pero sentí que estaba diferente a antes. Además… bueno, no importa.
Marlene recordó el momento en que estaba a punto de irse a esa misión con Rhode. Lize le agarró la mano con fuerza y dudó como si quisiera decirle algo, pero después de un tiempo, no dijo nada y se fue. Como mujer, podía sentir que Lize estaba celosa y preocupada al mismo tiempo. Pero Marlene no sabía la razón.
¿Se enfadó porque quería acompañarlos? La Lize que conocía no era esa clase de persona…
De repente, Marlene se enderezó.
Una ola mágica surgió en el aire, enviando una señal directa a su cuerpo, que la hizo reaccionar inmediatamente.
Rhode también notó que el cuerpo de Marlene temblaba ligeramente.
—¿Qué pasó?
—Alguien viene.
Marlene giró la cabeza y miró a la montaña de abajo, que estaba escondida detrás de un espeso follaje.
—Mi sello detectó que haygente marchando hacia nuestra dirección. Uno… dos…tres. Tres personas. Pero posiblemente haya más.
—Preparémonos para seguir.
Rhode aflojó el agarre de su espada.
—Hazlo según lo planeado.
—Entendido.
Marlene reconoció su orden y apuntó su varita hacia un árbol a su lado. Pronto, apareció un sello brillante y misterioso que penetró en el tronco.
—Continuemos.
—¿Por qué no emboscamos a ese grupo de gente desagradable y los matamos?
Marlene simplemente preguntó lo que pensaba. En su opinión, esos tipos no eran fuertes. Si Rhode y ella combinaban sus fuerzas, podrían despacharlos con facilidad. Entonces, ¿por qué deberían tener miedo de ser atrapados por ellos? No lo entendía.
—Es muy simple. Porque este lugar no está muy lejos de la ciudad Piedra Profunda —respondió Rhode a su pregunta sin dudarlo—. Si los atacamos ahora, esos tipos inmediatamente enviarían una señal para pedir refuerzos. Entonces, perderíamos nuestra ventaja. Sin embargo, ahora no saben que tenemos información sobre su ubicación. Dejar que esos tipos continúen siguiéndonos es la mejor opción por ahora porque podríamos llevarlos más lejossin alarmarlos. Incluso si se dieran cuenta de que algo anda mal, sus refuerzos tardarían demasiado en ayudarles. Así que, en lugar de acabar con ellos aquí, podemos seguir sus movimientos sin preocuparnos por ser emboscados.
—Ya veo…
Marlene asintió con la cabeza y no dijo nada más sobre el plan. Podía imaginar lo que Rhode tenía planeado hacer. Pero aun así, estaba bastante molesta con el sudor que le corría por la cara.
—Pero si solo buscas hierbas mágicas, ¿es necesario que vayamos tan lejos?
Habían estado caminando por la montaña desde la mañana y Marlene ya estaba muerta de cansancio. No entendía por qué tenían que adentrarse tan profundo en el bosque cuando había lugares más cerca de los bordes.
—De hecho, no es necesario. Si buscáramos hierbas mágicas, no necesitaríamos ir tan lejos. Pero, de casualidad, he encontrado algunos mapas de tesoros que apuntan al bosque Crepúsculo. Si losencontráramos, serían de gran ayuda para nuestro grupo.
La expresión de Rhode era indiferente, como siempre. No parecía que estuviera mintiendo, y como Marlene confiaba en su juicio, dejó de ser escéptica sobre todo lo que él hacía.
—¿Tesoros?
Los ojos de Marlene brillaron por un momento. No podía imaginar qué clase de tesoros estarían enterrados ahí. Esas historias de aventuras fantásticas que había estado leyendo la hacían un poco menos escéptica sobre esas cosas. Después de todo, en lugar de ir a un cementerio subterráneo, una búsqueda del tesoro sonaba mucho más cercana a su «fantasía de aventura».
—Entonces, ¿hacia dónde nos dirigimos ahora?
—Al norte.
Rhode señaló hacia adelante.