Jiang Zuo vio la situación, le sonrió a Qin Mo y le dijo en voz baja: —Parece que tu hermano menor llamó la atención de Susu. Parece que como si ella hubiera perdido todo el deseo por la comida o bebida y, cuando ella lo ve, actúa de forma muy tímida enfrente de él. Bueno, los dos tienen casi la misma edad, así que harían una buena pareja.
—¿Sí?
Los delgados labios de Qin Mo todavía estaban curvados hacia arriba. Él siempre actuaba así. Sin importar si era en conferencias de negocios o en reuniones casuales, el perfecto perfil de costado de él rara vez cambiaba. Él se veía dominante y regio, un común descendiente de militar.
Pero, esa vez, a Jiang Zuo le pareció diferente su sonrisa. Sin embargo, él no podría decir qué era si le preguntaban.
La temperatura alrededor de ellos parecía que había bajado varios grados, sin ninguna razón.
¿No funcionaba bien la calefacción?
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