Más y más Murciélagos Raros negros fueron muriendo a medida que avanzaba la batalla, lo que provocó que los cultivadores se relajaran ligeramente. Aunque la situación seguía siendo bastante sombría, ya no estaban bajo tanta presión como antes.
El joven regordete llamado Dios Mundial Nuevecorazones giró la cabeza para mirar a lo lejos, su rostro palideció y gritó mentalmente a todos:
—¡Cuidado!
¡Whoosh!
Una figura borrosa apareció repentinamente de la nada junto a un Dios Mundial alto y flaco que estaba vestido con una armadura negra, quien se apresuró a defenderse con el hacha que tenía en sus manos.
¡Clank! ¡Crunch!
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