Parece que hay algunos disturbios en la Ciudad Sagrada hoy. Leylin miró al cielo. Se podía oír el sonido estridente de una alarma, pero lo ignoró mientras continuaba regando su jardín. De acuerdo con mi plan, esas serpientes contaminadas por la gula ya deberían haber llegado a este lugar. Parece que los guardias han descubierto algo.
Leylin no tenía prisa y se ocupaba de sus propios asuntos. En realidad, con todo el tiempo que había pasado, la gula ya había impregnado las Llanuras de la Serpiente. Esa epidemia no desaparecería a menos que las llanuras fueran destruidas por completo. Así de seguro estaba Leylin sobre su propio trabajo.
Con un impulso de su parte, el poder original de la gula en las llanuras se había vuelto imparable. La gran cantidad de serpientes gigantes de alta energía, combinadas con ese poder aterrador que utilizaba la ingesta de comida para avanzar, creó un efecto horroroso que superó incluso las expectativas de Leylin.
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