Un carruaje viajaba a través de las llanuras oscuras sin prisas.
Dos ñus tiraban del carruaje. Debido a la naturaleza sin prisas del viaje, estos dos corceles resoplaban mientras masticaban las plantas a lo largo del camino de vez en cuando.
Alrededor del carro, una capa de luz iluminaba la tierra circundante.
Se debía a una magia de iluminación constante que se aplicó al carro de caballos.
—Leylin, hiciste que Obo e Ilya redujeran la velocidad del carro y también me hiciste preparar esto. ¿Qué es todo esto?
Dentro del carruaje de caballos, Celine le preguntó a Leylin mientras de repente levantaba la cabeza y levantaba una bola de cristal que brillaba con runas.
—¡Obviamente es esperar a alguien! —Leylin se reclinó en el asiento acolchado cuando entrecerró los ojos.
—¿Ese alguien es... Skrill de las Arañas de Ocho Garras?
Celine era una mujer inteligente y su expresión cambió de inmediato.
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