Después de que las gafas de sol salieron volando, una persona luchó frenéticamente entre la multitud. Su ropa estaba torcida ahora y su cabello se había desordenado. Una vez que atravesó el gentío a empujones, se enderezó y escuchó una voz preocupada frente a él: —Jefe Xuan, ¿estás bien?
Tao Xuan miró hacia arriba. La persona que preguntó era su competidora, la dueña del Cibercafé Feliz y partidaria de Ye Qiu, Chen Guo. Era una pena que Chen Guo no pudiera continuar con su actuación. Ella no era buena en fingir al burlarse de las personas, como sí era el caso de Ye Xiu. Cuando le preguntó si estaba bien, sus cejas se alzaron de alegría, haciéndole saber a Tao Xuan: ella no estaba realmente preocupada por él, sino que se quería reír.
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