Baiye Qinghong

No era de extrañar que solo hubiera visto cuatro píldoras de avance del Rey Dios cuando estimó que había al menos diez. ¡Resultó que la mayor parte de la energía medicinal se había destinado al Rey de las Píldoras!

No solo eso, el espíritu del Rey de la Píldora estaba más desarrollado. Poseía una sabiduría que estaba a la par con la de un humano.

Por eso había elegido esconderse dentro del caldero mientras las otras píldoras intentaban escapar, eligiendo esperar el momento oportuno para tener la oportunidad ideal de correr. Luego, justo cuando Zhang Xuan bajó la guardia, inmediatamente salió disparado.

Su paciencia y capacidad para medir el momento adecuado fueron realmente notables.

Si Zhang Xuan permitiera que el Rey de la Píldora escapara, se estaría perdiendo el verdadero tesoro.

"¿Crees que te dejaré escapar?" Zhang Xuan se burló mientras canalizaba su zhenqi en sus pies y saltaba poderosamente en el aire.

¡Auge!