Entonces, apareció una sonrisa sofisticada en el pálido rostro de Felipe.
—Profesor, claramente usted posee un entendimiento extraordinario y una perspectiva única del campo de los Elementos. Alguien como usted definitivamente debería gozar de una gran reputación y de un alto estatus en la comunidad académica. Así, disculpe mi curiosidad, pero realmente me pregunto: ¿es una de las personas que conozco?
Al oír el comentario de Felipe, Lucien supo que la suerte le sonrió nuevamente y pasó a duras penas su evaluación, al menos en aquella oportunidad. Por tanto, rio con una voz falsa.
—Quizá cuando me convierta en un mago de alto rango, y si es que nos encontramos nuevamente en Allyn, se lo diga, Felipe.
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