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Reborn in Ben 10 without a System (SPA)

Un adolescente como cualquier otro murió luego de que uno de sus amigos chocara su auto contra una camioneta, algo muy estúpido sí le preguntaban. ¿Su nombre? Ben. Pues Ben terminó hablando con un ángel, ese era Azrael, quién por orden de Dios y petición de Jesucristo, manda a Ben a un mundo que conocía, más bien, una serie que había visto de pequeño, ahora el Benjamin Tennyson debe detener a las amenazas del universo con un arma de destrucción masiva. Sep, esto será divertido.

Bosterobasurero · TV
Pas assez d’évaluations
9 Chs

Hay que cuidar de los viejos, o los usan de comida los aliens

Hoy era un nuevo día, un par desde que había llegado a este nuevo mundo gracias a la transmigración, su familia lo había tratado bien, tenía el Omnitrix con dos aliens nuevos y el control maestro, es más, ahora estaban pidiendo un helado.

—Quiero un helado de Chocolate suizo y uno de dulce de leche.

No sabía sí había, pero valía la pena intentar.

El Anciano murmuró y tuvo que darse la vuelta a buscar.

—Tienes suerte de qué mí proveedor es argentino, por que sí no, estarías sin tú dulce de leche, niño.

Asentí y agradecí a que los argentinos estaban por casi todo le mundo, ya que tenían una comida dulce muy deliciosa.

—Gracias, Gwen, ¿Podrías sostener mí helado por mí? Yo tengo algo que resolver.

Ella asintió, a lo que yo simplemente toqué un botón, se levantó el anillo, giré el mismo anillo y dije en un susurro lo siguiente:

—Es hora de ser un héroe.

Mí cuerpo se deformó y elegí nuevamente a uno de mis aliens favoritos, sí, ustedes saben de quién hablo, yo me había transformado en. . .

—Ultra T.

Rápidamente me metí en la camioneta utilizando mí capacidad para estirarme, al estar dentro de la camioneta fue tan fácil como echar al conductor quién se golpeó con un poste de luz.

—¡Hey tú, dile hola a mí mano!

Estiré mí brazo hacia el tipo con una cadena con gancho y luego de rodearlo con mí mano lo lancé directo con su amigo, quedando ambos muy doloridos.

—Abuelo, todo tuyo.

Gwen ya había llamado a las autoridades y estas no tardaron en llegar, yo me destransformé y vi como mí prima llegaba con dos helados iguales.

—¿Desde cuando te gusta el dulce de leche?

Levanté mis hombros.

—No es algo que tenga que decir realmente, oí que había un tipo de helado así durante el año y quería probarlo.

Ella no se encontraba muy satisfecha con esa respuesta pero la aceptó de todos modos.

Con su helado en manos, Ben empezó a comer con suma tranquilidad sentado en una silla afuera del local de helado, al lado suyo estaba Gwen y el abuelo quienes también estaban sentados en sillas.

—¿Entonces, vamos a ver a la Tía Vera?

El abuelo asintió y yo suspiré.

—No es como sí pudiera quejarme, pero espero que al menos haga algo comestible esta vez. O tendré que cocinar yo mismo.

Él sólo sabía cocinar un par de cosas, pero lo haría sí es que significaba comer algo realmente bueno o que mínimo no le diera asco el verlo.

—Ánimo Ben, la tía Vera tiene buenas historias.

La miré levantando una ceja y ella pronto volvió a comer su helado, ambos sabían que eso era mentira, pero a diferencia de él y Ben, a Gwen sí le agradaba la tía Vera.

Así que se resignó a comer su helado con nada más que tranquilidad.

—¿Oye Abuelo, no crees que deberíamos comprar más helado así no tener que cocinar la cena para más tarde?

Toqué la pierna de Gwen con mí pie y ella entendió a la perfección mí plan.

—Creo que Ben tiene razón, abuelo. La abuela debe querer algo de helado también, ¿No sería injusto para ella que nosotros comamos y ella no tuviera su parte?

Utilizando la culpa, tanto yo como Gwen logramos convencer al abuelo de comprar más helado.

—Bien bien, pero esta es la última vez que compro helado de más.

Festejé junto a Gwen chocando los cinco ya que ahora no teníamos que comer ni la comida horrible de la tía Vera ni la comida del tío Ben.

—¡Victoria!

Dijo Gwen y yo asentí con la cabeza.

×××××

El calor era grande, pero tenían un ventilador que los salvaba de todo calor, agradeció a eso.

Ya estaban de vuelta en el camino con un Camper en marcha.

—Cuando la tía Vera dijo que quería alejarse de todo, no mentía.

Él asintió mientras tocaba su Omnitrix.

—Oye Gwen, ¿Quieres que mejore tú computadora?

Se encontraba aburrido y en lo que durara el viaje necesitaba algo qué hacer.

—¿Vas a usar a Ultra T?

Asentí con la cabeza, mientras respondía.

—Sep. Su especie parece poder mejorar la tecnología, así que sí me lo dejas podría ver que nuevas cosas podría darle a tú computadora, ¿Sabes?

Gwen entonces asintió, sabiendo que tenía más ventajas que desventajas.

—Adelante.

Por lo que activé el Omnitrix y me transformé en Ultra T, saltando a la computadora insertandome en la misma.

Ya allí dentro me pasé un par de horas allí mejorando todo aspecto de la computadora, también pedí algunos de los restos de máquina que habían en la caja del rincón, al final creo que me pasé un poco demasiado ya que al salir el dispositivo se veía distinto, más como un Windows 10 del tiempo del que él provenía.

—Aquí lo tienes, pero no se lo muestres a nadie, ¿Quieres? Podrían querer robarte por el nivel de punta que tiene tú computadora ahora.

Gwen asintió y notó que tenía varias cosas.

—Ahora puedes ver películas, tienes una capacidad de almacenamiento como 20 veces mejor, puedes conectarte a televisores, incluso podrías hackear cosas del gobierno y eso. Bueno, más o menos lo mismo que antes sólo que mucho más fácil.

Ella iba a abrazarme pero primero me destransformé.

—Ahora sí que puedes agradecerme.

Extendí mis brazos y ella me abrazó, siendo sincero, me estaba acostumbrando a esto de los abrazos, aparte, Gwen olía bien, así que no era algo incómodo.

—Bien bien, ahora creo que ya estamos cerca, ¿No abuelo?

El hombre mayor asintió y viendo por la ventana pudo ver el vecindario de los ancianos, lo cual lo tranquilizó porque eso significa que podría salir a pelear un poco.

Aunque sinceramente quería probar uno de sus nuevos ADN decidió ser más.. inteligente, debería esperar pero cuando tuviera la oportunidad sólo debería ir al baño de la casa de la Tía Vera, utilizar a Fantasmatico y traspasar el suelo hasta la cueva de los aliens estos raros, absorber su ADN y luego destrozarlos utilizando su debilidad al agua.

Esta vez decidió que Gwen bajara primero para no terminar mojado, luego de esto saludaron a la Tía Vera y pasaron adentro de casa.

—¿Y dime, Benjamin, qué has hecho durante este verano?

A lo que respondí de manera honesta y sin tapujos.

—Derrotar aliens, salvar personas, ayudar al abuelo a pescar, no mucho.

La tía Vera soltó una risita y fue a buscar la comida, así que antes de que se sentaran a comer dije..

—Tengo.. ganas de ir al baño, con permiso.

Yendo al baño levanté el anillo, cambié de alien a Ultra T y empecé a atravesar el suelo filtrandome por lo que era el suelo mismo hasta los túneles bajo tierra que mantenían estos aliens.

Viajando por estos túneles llegué a la fuente del conflicto en este capítulo.

—Aquí están todos.

Vaya, incluso estaba el anciano que era reemplazado al inicio.

Bueno, al estar ahí canceló su transformación y entró a la nave de estos aliens la cual ya estaba abierta, allí adentro la revisó de arriba a abajo justo cuando se encontró con uno de estos Limax, sin pensarlo se transformó en XRL8 y salió corriendo de la nave, allí estaba el Limax qué lo perseguía, y también un par más que notaron que estaba aquí.

—T-tranquilos.. No quiero hacerles daño.. sólo..

Miré de reojo hacia arriba y vi la tubería.

Esperé a que se acercaran y entonces cambié de XLR8 a Diamante lanzando uno de los cristales a la tubería dejando que el agua cayera sobre los Limax, matandolos en el proceso.

Y mientras eso pasaba, me apresuré a absorber el ADN de uno de ellos con el Omnitrix.

¿Saben que significa eso?

—ADN de Limax, registrado.

Dijo su Omnitrix, cosa que lo contentaba bastante.

Ahora tenía trece alienígenas y contando.

—Bueno, mejor me pongo en marcha para destruir a todos estos aliens.

Utilizando por primera vez una de sus nuevas transformaciones, levantó su mano y presionó el anillo convirtiéndose en..

—¡BenKrakken!

No se le había ocurrido un mejor nombre, así que ahí iba.

Utilizando el agua que ahora corría por su cuerpo, empezó a correr por los túneles yendo a por cada uno de los Limax que intentaban ayudar a sus aliados caídos, matando a cada uno de ellos con el agua que cubría su cuerpo.

Fue así que tarde o temprano terminó por exterminarlos a cada uno de los benditos Limax.

Fue así que decidió cambiar de alien de Benkrakken a Fuego y volando hasta arriba soldó el metal que unía la tubería, acabando con la fuga de agua.

Después de eso cambió a XLR8 y se dedicó a dejar a los ancianos en sus hogares, cosa que le llevó horas debido a que tenía que revisar cada casa y tal.

Esto fue un calvario sí es que se lo preguntaban.

Pero al final, estaban sólo él y la nave espacial.

—¿Qué debería hacer contigo?

Se preguntó mientras miraba a la nave espacial y tocaba la misma.

—Mmm.. ¿Podría el abuelo esconderla en su base del Monte Rushmore?

Posiblemente sí, porque tenía ganas de usarla algún día, ya que ahora esta cosa era suya.

—Bueno, mejor salgo y le aviso a los demás de lo sucedido.

Empezó a correr como XLR8 y en un momento cambió a fantasmático regresando al baño de la Tía Vera.

Lo primero que hizo fue hacer sus necesidades, tirar de la cadena, lavarse las manos y luego de ahí salir para notar a su abuelo con una cara preocupada y a Gwen con su ceño fruncido.

—Em.. ¿Me enfrenté a unos aliens peligrosos que estaban reemplazando a los ancianos para comérselos?

El abuelo abrió los ojos y Gwen también, así que mientras la Tía Vera se encontraba en la cocina me acerqué a ellos y les dije.

—Tengo pruebas de lo que digo, luego de comer se los mostraré. Y necesitaré tú ayuda para guardar algo, abuelo. No sé sí tendrás algún lugar, pero confío en tí para esto.

Luego de que comieran (tuvo que tragarse esa gelatina rara lamentablemente, aunque hizo dos cucharadas y luego dijo que se sentía mal) fueron a las cuevas (utilizó a XRL8 para acelerar el trámite) en donde tanto Gwen como el abuelo se sorprendieron al ver su nueva nave espacial.

—¡Les presento el. . . Rocket Ten! ¡Ta-dá!

Moví mis manos hacia la nave espacial detrás mío y el abuelo tuvo que rascarse la cabeza.

—¿Derrotaste a todos los aliens entonces?

Asentí con la cabeza.

—Creo que mí reloj nuevamente analizó a uno de ellos, sí me concentro creo que podría mostrarles como se veía.

El abuelo y Gwen aceptaron, así que tocó el botón específico, sacó el anillo y lo giró hasta llegar a uno nuevo.

—¡Aquí voy!

Apreté con mí palma el Omnitrix y este me transformó por primera vez en..

—¡Gelatrix!

Tenía el Omnitrix en el pecho ahora, y su cuerpo se veía exactamente como el de un Limax.

—¿Y..? ¿Qué les parece? ¿Genial verdad?

Trasnformó su brazo en uno idéntico al del abuelo al verlo detenidamente, eso los sorprendió, y Gwen dijo.

—Claro, por eso podían reemplazarlos a todos, tienen una capacidad para transformarse luego de ver y tocar a las personas, como Ben ya tocó al abuelo entonces el reloj hizo más fácil el transformarse.

Asentí cancelando la transformación volviendo a mí forma humana.

—Bueno, ¿Tienes algún lugar para guardar esto? De verdad quiero quedarme con esto, quién sabe, en un futuro podría llevarte a la universidad con esto, Gwen.

Su prima al pensarlo puso una sonrisa creciente, y él tenía la misma sonrisa, quizás era una de las pocas veces que se les notaba lo parecido genéticamente de maneta tan fuerte.

—No lo sé, Ben..

Junté mis palmas y lo mismo hizo mí prima.

—Por favorrrrr, abueloooo—Rogué junto a Gwen quién también quería ver de que era capaz esa nave, después de todo, la curiosidad por cosas tan nuevas la iba a matar a Gwendolyn.

—. . .Bien, tengo un conocido que puede llevarla a un lugar seguro, deberíamos volver a verla cuando vayamos al Monte Rushmore. Pero tienes prohibido usarla hasta que yo te diga, ¿Entendiste?

Asentí como un niño en dulcería, algo parecido a esta situación ya que ahora tenía una nave alienígena, una que tenía que aprender como usar, pero sin cuidado, ya que tener una era el primer paso.

—Ahora, volvamos con tú tía Vera, que tenemos que despedirnos.

Asentí y todos juntos nos fuimos, tuve un pequeño intercambio de palabras con la tía Vera y me puse a ver una película junto a Gwen mientras el abuelo encendía el Camper.

Parecía que nos esperaban aún más aventuras, ahora tenía 13 alienígenas, por lo que como dijo antes: y contando.