Pequeño Wesley

Nunca había pensado demasiado en lo significa la confianza. Confiar en alguien que sabes que estará con vos en las buenas y en las malas. Confiar en que tu pareja no te engañe ni te mienta. Confiar en tu familia sabiendo que harían todo lo posible por protegerte. Siempre confié en los demás ciegamente, hasta que cometí un imperdonable error para todo el mundo y me quede sola, atrapada en un matrimonio sin amor. Perdí la confianza en todos y me volví una persona sumamente desconfianza y mentirosa porque mentir era algo que había tenido que aprender a hacer, fingir estar enamorada de mi esposo cuando sé que todos los fines de semana consigue una amante nueva, fingir delante de su familia y nuestros amigos que todo estaba bien, fingir cuando llegaba demasiado ebrio y descargaba su enojo conmigo porque la culpa de la situación en la que estábamos era mía. Cometí muchos errores que me llevaron a donde estoy ahora, todos creerían que si tuviera la posibilidad de volver atrás cambiaria las cosas, pero no. Porque cada pequeño error que cometí me llevó a Wesley y no puedo arrepentirme de él, es por lo único que básicamente sigo en pie.

Todos te dicen que nadie conoce el amor hasta que tiene un hijo en sus brazos y es cierto, Wesley cambio mi vida entera y aprendí a aceptar todo lo que estaba mal en mi vida, solo por él. Tenía veinte años cuando quede embarazada me encontraba en la universidad viviendo lo mejor de la vida, Sarah fue mi mejor amiga de toda la vida, nuestros padres fueron muy amigos y la tradición continuo con nosotras, nos mudamos juntas a un departamento cerca de la universidad, sin dudas fueron los mejores años que pase con ella. Estudiábamos mucho pero también teníamos mucha diversión.

Me entere que estaba embarazada tres semanas después de un viaje a Las Vegas que hicimos con Sarah por la despedida de soltero de su hermano. Si, demasiado chicle. El hermano de tu mejor amiga pero íbamos demasiado borrachos y sinceramente no es que me acuerde mucho. Era muy amiga de Ryan en ese entonces, el y Sarah estaban muy unidos desde pequeños y me incluyeron. Éramos inseparables de chicos hasta que comenzamos en instituto y por cuestiones de edad no pasábamos tanto tiempo juntos pero éramos buenos amigos hasta esa noche.

Cuando me entere de que estaba embarazada enloquecí, no sabía nada acerca de cuidar un bebe, no había terminado mi carrera, no tenía un trabajo estable y lo más importante no tenía una relación estable con el padre del bebe. Tenía toda mi vida planeada pero supongo que es algo normal tener planes. Ir a la universidad, graduarme, conocer a alguien, casarme y tener un bebe. En mi vida todo paso al revés, no termine la universidad por lo tanto no me gradúe, no conocí a alguien, tuve un bebe y me case. A la mierda los planes.

La primera persona en enterarse del embarazo fue Sarah, fue la persona más importante de mi vida en la única en la que hasta el día de hoy sigo confiando ciegamente, hasta ciertas cosas porque fingir con ella también lo tuve que aprender.

Al principio enloqueció, pensar en mí y en su hermano saliendo de la misma habitación luciendo demasiado culpables fue demasiado. Ryan me evito desde esa misma mañana, lo vi una sola vez antes de que mi padre me obligara a casarme con alguien que ni siquiera conocía bien y mudarme a otra ciudad casi a cinco horas de distancia.

Tres semanas después del viaje a Las Vegas, me encontraba caminando con Sarah hacia una clase, cuando me desmaye en el medio de la calle. Recuerdo despertar en el hospital, me había desmayado por falta de comida, largas horas sin dormir. Me hicieron exámenes y me dejaron ir a casa. Cuando volví una semana después a buscar los resultados del laboratorio, el médico me hizo pasar a su consultorio y me informo que estaba embarazada. Tuve muchos sentimientos encontrados en ese momento y la incertidumbre de que iba a pasar con mi vida. Volví al departamento que compartía con Sarah y fue la primera en enterarse, entro en crisis, era comprensible estaba a un paso de arruinar la vida de su hermano. Quería hacerlo, no solo yo era responsable de este descuido pero no pude hacerlo.

Hable con Ryan unos días después de saberlo, sabía que estaba embarazada. Durante los dos siguientes meses me llamaba mucho, me prometió que estaría presente en la vida del bebe y que encontraría la manera de decírselo a su prometida pero una semanas después desapareció completamente. Sarah ni siquiera lo mencionaba era tema prohibido de conversación para ella, la deje asimilarlo todo y me sentía terrible por arruinar nuestra amistad.

Volví a casa de mis padres siendo una decepción para ellos, Sarah casi ni me hablaba. Mi madre lloraba mucho, y la misma noche antes de que partiera hacia otra cuidad me dijo entre lágrimas que esta no era la vida que había pensado para mí y me sentí verdaderamente mal. Podía aceptar ser una desilusión para mi padre, no era casi un padre en el sentido de la palabra, nunca fue un padre cariñoso. Vi a mis padres pasar por un matrimonio sin amor. Mis hermanos cumplieron la mayoría de edad y salieron lo más pronto posible de mi casa pero ellos tenían un padre muy distinto al mío. Supongo que ser mujer fue una verdadera decepción para mi padre cuando en realidad esperaba muy ansioso su tercer varón. Siempre había querido a mi padre a pesar de su frialdad conmigo pero cuando me obligo a casarme e irme de la ciudad solo porque había quedado embarazada de otra persona, a partir de ese momento comencé a sentir un leve rechazo hacia él. Ahora entendía porque mi madre seguía con él, no tenía alternativa, el divorcio no era una posibilidad.

Mentirles a mis hermanos fue la peor parte de todo esto, mi padre quería que todos creyeran que el padre de mi hijo era Ethan, solo Sarah sabia la verdad y le hice prometer que no hablaría por nada del mundo. Ryan por otra parte, estaba segura que no diría una palabra, arruinaría su vida perfectamente planeada.

Solo Sarah, Ryan y yo sabíamos quién era el padre de mi hijo realmente, mi madre sospechaba cuando Sarah dejo de pasar por mi casa en la semana donde toda mi vida se estaba yendo a la mierda pero nunca dijo nada, si mi padre se enteraba quien era el padre iba a ser todo mucho peor y como me negué a decirle y mentí por supuesto diciéndole que no recordaba quien era.

Mi matrimonio con Ethan no estuvo tan mal al principio, claramente casarse en la corte no es lo que una realmente espera del día de su boda, con solo mis padres y sus padres. Claro que para ellos este era el mejor acuerdo de negocios, mi padre pudo recompensarlo muy bien económicamente y Ethan paso de ser un simple empleado a un jefe en una importante empresa de mi padre, que casualmente se encontraba a cinco horas de distancia. Nos divertíamos juntos, sin conocernos tanto teníamos algunas cosas en común. Me dejaba sola la mayoría del día, hasta dormíamos en habitaciones separadas, no teníamos muchos amigos acá con quien fingir y nadie que nos visitara.

Llevaba una vida sumamente aburrida, pero considerando todas las circunstancias, mi padre por lo menos no había decidido dejarme en la calle y Ethan era bueno, hasta que dejo de serlo. No tenía muchos recuerdos de compartir cosas con él, siempre comía con los amigos o en el trabajo, me hice muy buena amiga de mi vecina Agnes que tenía unos treinta años y estaba recién casada, siempre le pareció extraño que nosotros estando recién casados no compartíamos tantas cosas como ella con su esposo, pero la clara diferencia era que ellos si estaban enamorados a comparación nuestra que solo fue por obligación. Con el tiempo pensé realmente que podría querer a Ethan, hasta que pase catorce horas de parto en un hospital sola y abandone el hospital con un bebe de tres días sola.

Desde que Wesley nació, fue como un rayo de luz en mi vida. Esa pequeña esperanza que las cosas algún día cambiarían para nosotros. Fue él bebe más tranquilo del mundo, a pesar de que pase varias semanas sin dormir. Agnes me ayudaba mucho, me daba clases de cocina algunos días a la tarde porque me gustaba mucho cocinar pero mi madre nunca me enseño realmente. Cuando Wesley cumplió un año me inscribí en unos cursos de cocina y repostería. Sentía que mi vida me estaba empezando a gustar hasta que Ethan realmente cambio y no solo tuve que mentir y engañar, tuve que aprender a ocultar los moretones en mis brazos de lo fuerte que me apretaba a veces. Siempre supe que Ethan no estaba conforme con esta vida, lo dejo muy claro. Al principio lo intento, teníamos sexo dos veces a la semana los primeros meses pero conforme iba creciendo mi embarazo, no le resultaba muy atractiva y no era tan buena en engañar en la cama como lo hacía con mi vida de mentira. Comenzó a buscar placer en otras partes y no me molestaba. Pero cuando comenzó a insultarme supe que algo había cambiado en él, normalmente tenia esas reacciones cuando bebía y algo lo molestaba. Cuando llegaba en ese estado trataba de evitar cualquier problema que podría causarle por el bien de Wesley, nunca fue testigo de ningún golpe porque eso ya habría sido demasiado para mí.

<font style="vertical-align: inherit;"><font style="vertical-align: inherit;">Sarah venia de visita para cada cumpleaños de Wesley, al igual que mis padres pero nuestra relación ya no era lo mismo. </font><font style="vertical-align: inherit;">Llamaba una vez a la semana pero para verlo a Wes más que nada, era su sobrino después de todo. </font><font style="vertical-align: inherit;">La extrañaba mucho. </font><font style="vertical-align: inherit;">Agnes realmente fue un gran apoyo para mí todo este tiempo, creo que se daba cuenta en alguna forma de lo que pasa en mi vida con Ethan pero no me decía nada y me ayudaba con todo lo que necesita, pero Sarah era mi amiga de toda la vida y realmente dolía que ella no confiara más en mí.</font></font>

<font style="vertical-align: inherit;"><font style="vertical-align: inherit;">En cierta forma me sentí como un fantasma, no tenía redes sociales para no tener que aparentar ante todos mis una familia feliz, ni que se enteraran que Wes era hijo de Ryan porque no había que hacer muchas cuentas para darse cuenta, era la viva imagen de su padre, el parecido realmente me asustaba, por suerte mi padre nunca se dio cuenta o no presto mucha atención, mi madre sin embargo lo sabía pero nunca me dijo ni una palabra. </font></font>