webnovel

Mi esposo accidental es mi compañero de venganza

Anastasia Harrison, una joven maltratada por su cruel familia, pensaba que su vida había terminado cuando la obligaron a casarse con Richard, la oveja negra y despreciable de la adinerada familia Wallace. Mientras tanto, su preferida hermana menor, Michelle, estaba destinada a casarse con Xavier, el hermano mayor, que era un CEO. Sin embargo, un error en el ayuntamiento terminó intercambiando sus nombres en sus respectivos certificados de matrimonio. —¿Qué es esto? ¿Cómo estás casada con Xavier Wallace? —¡No recibirás comida ni agua hasta que firmes los papeles de divorcio! Para echar leña al fuego, los ancianos señor y señora Harrison fallecieron, dejando todos sus bienes a Anastasia y no al resto de la familia. Esto llevó a los Harrison a su punto de quiebre. Para negociar una vida tranquila, Anastasia estaba dispuesta a dejar su herencia y abandonar la familia, pero los Harrison tenían otros planes en mente. Querían deshacerse de ella. Permanentemente. Sin embargo, fue por un golpe de suerte que Anastasia fue encontrada por su nuevo esposo, Xavier, antes de que su familia tuviera éxito. Decidida a vengarse, hizo un trato con Xavier. —¡Continúa siendo mi esposa y te ayudaré a vengarte!

Sour_corn · Urbain
Pas assez d’évaluations
337 Chs

No estamos en una relación!!

Aunque su tono sonaba tranquilizador, los matones aún no podían creerlo. Ella era solo una ciudadana normal cuyo padre era policía. En cualquier momento, podía abrir la boca y revelar lo que sabía, aunque no sabía mucho, aún era riesgoso dejarla como estaba.

Pero entonces, si le hacían algo, su padre se enteraría y entonces comenzaría una investigación. Y estaban seguros de que si su verdadero jefe llegara a enterarse de su error, se les estarían rodando las cabezas por el suelo.

—¿Entonces, qué hay del dinero? —Olivia volvió a traer a colación el tema—. Quiero el 20%, —agregó, esta vez enfrentándose al señor Quinn cuyos ojos todavía estaban rojos por el spray de pimienta de antes.

Durante su trayecto, le habían dado agua embotellada para lavarlo. Aunque la quemazón había disminuido, todavía ardía no obstante.

Él fulminó con la mirada a Olivia, quien era firme en su decisión de tener su parte del dinero como le había informado antes de ayudarlo.

Chapitre verrouillé

Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com