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Jugando a Cambiar de Cuerpos

Un chico y una chica se odian, están en la misma escuela y ambos no se toleran. Sus cifras darán un giro de 360 grados cuando en el sótano de su preparatoria encuentran un libro de hechizos. Citan las palabras mágicas y sus vidas cambian por completo. ¿Habrá vuelta atrás?¿Cómo serán sus vidas?¿Por ese libro estaba allí? Acompáñame a ver la historia de Kevin y Fany y como sus vidas cambiaron de la noche a la mañana, habrá retos y situaciones que ambos tendrán que enfrentar, solos. Una historia basada en mi obra "Cambio de Cuerpos". Espero les guste. •

Spellman21 · Fantaisie
Pas assez d’évaluations
46 Chs

Capítulo 15: Nuevo trabajo.

Lunes por la mañana, es un nuevo día para Fanny. Mira al espejo y se mira de pies a cabeza pensando en lo mucho que han cambiado las cosas.

—Quien diría que mi vida diera un giro de 360 grados y sería una chica algún día—dice en voz baja a sí misma.

—¿De qué hablas?—se pronuncia su madre mientras entra a la habitación desconcertada por las palabras de su hija.

Fanny voltea rápidamente un poco sonrojada y sin saber qué decir, no creyó que su madre estaría en la puerta.

—Amm nada... lo decía porqué mirándome al espejo noté que mis pechos han crecido un poco a comparación de la semana pasada...—responde riendo.

Su madre ríe. —No te quiero hacer sentir mal, pero te sigo mirando igual, hija. Es bueno tener autoestima—contesta mientras se retira riendo.

—Bueno, gracias por tus hermosas palabras, mamá. Me bañare y cambiaré para irme a mi nuevo "trabajo", sí es que así se le puede llamar ir a ser niñera de alguien mayor que yo—agrega Fanny riendo.

Su madre asiente mientras se retira.

1 hora después...

Fanny baja por las escaleras y saluda a su familia. Su hermano casi no está en casa así que no le sorprende el no verlo ahí sentado en la mesa.

—Buenos días hija. ¿Quieres que te lleve?—pregunta el padre de Fanny antes de darle un sorbo a su taza de café.

—No papi. Tomaré Uber no te preocupes. Mañana iré de fiesta con unas amigas, la organizarán en la casa de Lili—responde Fanny mientras se sienta y come pan tostado.

Sus padres intercambian miradas un tanto sorprendidos por las palabras de su hija.

Fanny los mira extrañada. —¿Qué? ¿No puedo usar uber?—pregunta al ver la extraña reacción por parte de sus padres.

—Mañana es 17 de Mayo. Se cumple 3 años del fallecimiento de tu abuelo, solemos estar en familia ya que era lo que a él le gustaba. Me sorprende que lo hayas olvidado siento tú muy apegada a él, nunca lo habías olvidas...—responde la madre mirando extrañada a su hija.

—¿Por qué en estos últimos meses has cambiado mucho? No evadas mi pregunta esta vez, siempre la evades y llevas casi medio año evadiéndome....—pregunta su padre mientras coloca su taza en la mesa y la mira fijamente. Al mismo tiempo su pareja miraba a su hija.

Ríe Fanny. —Me tratan como sí hubiese cometido un crimen. No he cambiado, he madurado y eso es todo. Sigo siendo la misma chica tierna y cool que siempre he sido...—responde riendo. —Ya me iré porque se me hace tarde—agrega mientras toma su mochila y pide su uber.

—No...—responde su madre.

Fanny la voltea a ver extrañada. —¿No, que?—pregunta antes de irse.

—No eres la chica que solías ser, y no has madurado. Una chica no cambia de un día para otro...—responde la madre firmemente.

Suena la alerta que el Uber está fuera de la casa.

—A veces tu vida cambia drásticamente y no queda de otra que adaptarte a ella, por más difícil que sea o parezca siempre tienes que adaptarte...—responde Fanny con una sonrisa mientras cierra la puerta antes de irse.

Fanny aborda su uber y se dirige a la dirección que tiene indicada.

20 minutos después...

Llega a su destino, paga el servicio y baja del vehículo. Llega a la puerta y toca el timbre, alcanza a escuchar como rechinan unas escaleras. Abre la puerta una muchacha de aproximadamente unos 25 años y saluda a Fanny.

—Buenas tardes. Vengo por qué me dijeron que vendría a cuidar a un señor de nombre Joseph. Me contacte con una chica por Facebook—dice Fanny mientras estira su mano para saludar a la chica.

—Soy Elizabeth, la hija de Joseph, él es mi padre y yo te contacte—ríe. —Recientemente le hicieron una operación y quería asistencia y compañía para él—dice la chica mientras la invita a pasar.

—Él estará en cama por unos días, después podrá pararse. Tú lo cuidarás de 8 AM a 6 PM, me comentaste que no tendrás clases por unas semanas así que encaja perfecto con el itinerario. Será por 4 semanas según mis cálculos, yo estaré aquí a las 6, y de igual forma los martes estaré en casa—agrega Elizabeth mientras pasan por un pasillo.

—Entiendo...haré lo mejor que pueda, usted me dice que haré y yo lo hago—responde Fanny antes de que entren a la habitación.

Entran a la habitación y está un señor de avanzada edad, aunque no se le note en su rostro.

—Papá, ella es Fanny y es la chica que me ayudará a cuidarte por estas semanas—anuncia Elizabeth.

Fanny solo sonríe y saluda.

—Ya te dije que puedo yo solo, no sé porque te esfuerzas en siempre llevarme la contraria a todo lo que digo—dice Joseph un poco quejumbroso.

—Haré lo mejor que pueda y tratare que no se sienta incómodo—aclara Fanny.

Elizabeth solo sonríe y le envía por mensaje una lista, la cual contiene las medicinas que Joseph debe ingerir y a qué horas deben ser.

Finalmente Elizabeth se retira y deja sola a Fanny. Ella prepara la comida y la coloca en una charola para llevarla a Joseph.

Toca la puerta y Joseph le dice que pase. Le coloca la charola en las piernas y el agradece.

—Espero no darte problemas señorita Fanny—dice el señor un poco apenado.

—Dígame "Fanny nada más", y no es ninguna molestia, tengo experiencia en esto y además estudiaré enfermería así que esto no es nada fuera de lo común para mí—responde Fanny antes de retirarse a la cocina.

—Gracias "Fanny nada más"...—responde sonriendo.

Fany solo ríe ante el comentario. —Solo Fanny—responde con una sonrisa.

Minutos más tarde, después de retirarle la charola lleva un vaso de agua y prepara las pastillas. En el tocador están las pastillas que el debe tomar.

—Eres una chica extraña, pareciera que estás feliz y de repente algo te atormenta—agrega el señor mientras la ve como prepara la pastilla y el vaso.

—Soy una chica común con problemas, como todos en este mundo, como mis amigos y personas comunes...—responde mientras le entrega el vaso con la pastilla y sonríe.

El señor ingiere la pastilla.

—Soy un viejo y he visto muchas cosas, muchas miradas que dicen más que mil palabras, me han contado historias que jamás creerías, tú mirada no refleja que tengas los problemas de una chica común...—dice Joseph con voz tranquila.

—No son problemas que valga la pena contar. Son cocas comunes creo yo—agrega Fanny mientras acomoda las pastillas.

—Lamentó ser tan preguntón, pero suelo ver mucho a las personas, soy curioso y me gusta ver más allá de ellos. Todos tenemos problemas pero algunas personas podemos dejar ver nuestro interior, tu interior me deja ver que atraviesas una situación fuera de lo común...—responde el señor mientras la mija fijamente a los ojos.

—Usted es una persona muy inteligente... tiene razón en lo que dice. Pero no son problemas que me gustaría compartir...

El señor asiente. —Los años no pasan en balde, no se sobrevive en este mundo siento un novato. Todos tenemos secretos. Y entiendo si no quieres compartir tus problemas, Fanny—responde el señor con calma mientras toma su libro.

Fanny sonríe y se retira de la habitación...

¡Gracias por leer!

Próximos capítulos:

Capítulo 16: Recuerdos.

Capítulo 17: Clases con el enemigo.