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El cielo saludó a Alexander mientras él estaba sentado en el pequeño bote de Asora.

Creación.

Estaba como en trance, pero su mano, extrañamente temblorosa, se dirigió al bolsillo en su camisa de donde sacó un cigarro, más bien, creó. Él se había adaptado a crear cosas de sus bolsillos últimamente, sólo porque le pareció bien.

Hace mucho tiempo había dejado el vicio, pero hoy sus ganas de fumar habían vuelto con fuerza, como el galope salvaje de unos jinetes Dothrakis por la pradera debajo de una montaña...

El cigarro tembloroso se adentró en sus labios, y Alexander chasqueó sus dedos para encender el cigarro con magia de fuego.

*¡Woooshhh!*

¡Auge!

...

...

"Oh."

La cara de Alexander, ahora negra, de haberse quemado en exceso, se sorprendió un poco.

Al parecer, usó demasiado fuego.

Si, él no de dió cuenta del enorme torrente de fuego que deslumbró todo el camino hacia el cielo sobre su cabeza, para encender su cigarro...

Creación.

Nuevamente, sacó otro cigarro del bolsillo, mientras lo creaba, y temblorosamente lo colocó en su boca de nuevo.

Esta vez, asegurándose de usar poca Energía, chasqueó sus dedos para con el fuego creado, encender su cigarro.

*Swish*

El fuego negro, característico del Amaterasu, salió y quemó completamente el cigarro hasta que no quedó nada más que cenizas, y luego desapareció sin dejar rastros.

Alexander: "..."

Bien, parece que hoy no podría fumar.

Alexander miró hacia el cielo y con la cara negra y el pelo puntiagudo por el fuego de antes, pensando, '¿Voy a ser papá?'

'No, no es correcto.' Él negó con un gesto, 'Ya era algo así como la figura paterna de Kunou, e incluso la veía como una hija, pero... ahora, ¿voy a ser un papá, un papá de verdad?'

.....

Desde que Olga le había dicho la noticia, Alexander estaba algo aturdido, ya que nunca se esperó nada igual.

De hecho, él ni siquiera sabía cómo diablos llegó aquí al pequeño bote.

Pero eso no era importante en ese momento.

"Un papá... vaya, siempre leí que los padres se sentían raros cuando se enteraban de algo así, pero experimentarlo... no es lo mismo que saberlo."

Él sabía cada vez que tenía sexo, usaba insistente e inconscientemente su poder de físico Dios Yang para no embarazar a sus mujeres, sus compañeras en el coito.

Pero bueno... de tantas veces que lo había hecho, de tantas ocasiones, no dudaba que en algún momento un pequeño disparo podría dar en el blanco...

Aunque no se lo esperaba.

¡Pa!

Alexander se palmó duramente las mejillas.

"¿Qué mierda estás haciendo, Alexander? Piensa en tu mujer, tu mujer."

De pronto, Alexander despertó.

Su apariencia quemada se arregló con una circulación de su Energía, y entonces sus ojos azules profundos brillaron.

"¡Mierda, soy papá! No... ¡voy a ser papá!"

.......

Olga estaba todavía en el cuarto, y ella estiró su cuerpo divino por toda la cama recordando lo dicho por su Anata.

"Hmm, dame un momento, por favor."

Olga le asintió, ya que una noticia así era necesario digerirla bien, y Alexander salió por la puerta para algún lado a pensar.

Olga no estaba preocupada o algo así, ella sabía cómo reaccionaría Alexander.

De hecho, en todo caso, ella estaba divertida, porque en este tipo de cosas, aunque Alexander no las odiaba, tenía cierta acción retardada en cada ocasión.

Si, como ahora, ella casi podía adivinar que faltaba poco para que Alexander cayera finalmente de la palma.

Entonces, Olga esperó pacientemente.

Y después de unos momentos...

"¡VOY A SER PAPÁÁÁÁÁÁÁÁ!"

Escuchando tal grito salvaje a lo lejos, Olga sonrió como la primavera que llegaba con sus cálidos vientos, su cara estaba sonrojada, y su corazón palpitaba, pero la alegría que sentía no podía esconderse. Un fuego débil pareció manifestarse en su interior.

*Wosh*

"¡Olga!"

Alexander apareció por la ventana del cuarto, su apariencia era salvaje y estaba mirando a Olga con energía.

Ella también se emocionó al ver a su Amo así, y se sentó rápidamente en la cama. El fuego creció.

"Anata."

"¡Olga!"

"¡Anata!"

Alexander se señaló a sí mismo, "¡Voy a ser papá!"

Olga también habló en voz alta, como una chica que declaraba su amor, "¡Yo también voy a ser mamá!"

Luego se miraron.

""¡Vamos a ser padres!""

.......

"Entonces, ¿ya todas lo sabían?"

Prim respondió, "Si, Olga-sama lo dijo hace unos días."

"Hmm, ya veo..."

En ese momento, Chaia rió un poco, seguida de Eleonora y también Maia y Claudia, "Alex-sama, estás haciendo un puchero ahora mismo."

"¿Q-Qué? N-No estoy haciendo un puchero."

Luu Luu rió, "Si, Alex-onii-sama, lo estabas haciendo, huhu~"

Prim añadió, "Sus mejillas estaban estiradas."

"No me molesten, por Dios."

Alexander sonrió indefensamente.

Y el ambiente fue así por un rato, las chicas utilizaron este raro momento en que Alexander estaba en un humor extraño para burlarse de él, incluso, Aki también se unió a burlarse de alguien por primera vez, porque le pareció demasiado divertido e innovador, y Sui-chan, al mismo tiempo también infló adorablemente sus mejillas rosadas para molestar a Alexander con las demás.

La noticia se asentó, y Alexander no podía evitar tener un humor algo extraño, pero cuando Olga le tomaba la mano, sentía que todo estaba bien, de hecho, él también notó que Olga si bien estaba feliz, ella era un poco... ¿nerviosa? Hecho que despejó las dudas de Alexander y que se concentró en confortar un poco a Olga. Claro, eso fue tratando de ignorar las miradas ardientes que tenía en la nuca, por parte de Chaia, Eleonora, Claudia, Celestine, y extrañamente... Prim.

.......

Algunas horas después, Alexander, con apariencia y comportamiento renovados, salió de Asora, él desapareció de allí para reaparecer en la Mansión Kyuubi, más específicamente, en la oficina de Yasaka.

Cierto.

Ya todo estaba hablado, y era hora de que Alexander llevara a Yasaka y Kunou para conocer el resto de su familia.

"¿Querido?"

Después de tres días, Yasaka, que estaba sola en su lugar de trabajo, se sorprendió gratamente al encontrar a Alexander que reapareció allí con una sonrisa ahora mucho más natural en su rostro.

En la mente de Yasaka, Alexander se rodeó de... ¿flores? ... cuando sonrió, ella no sabía de dónde aparecieron las flores. Y en el cuerpo de Yasaka, se encendió un fuego caliente que afectó cada parte de su cuerpo, en especial, su entrepierna.

Era casi mediodía, y la luz del Sol se desparramaba en la oficina japonesa de Yasaka, donde él y ella se miraban a los ojos con muchas emociones detrás de sus miradas.