El perdedor que consiguió la Cima del mundo

Apenas salgo del edificio consulto la hora "son las 6:30 PM". Ahora tengo que darme prisa antes de que el último bus de la estación que me queda más cerca se valla.

Corriendo me alejo del edificio de dos plantas de fachada común, tengo que llegar a tiempo o tendré que correr hasta la siguiente estación a más de 20 minutos de aquí, mientras corro trato de cruzar las calles sin ser atropellado, si quiero llegar a la estación y cumplir mi misión debo mantenerme vivo.

Hace 5 años comencé a trabajar en la empresa de atención al cliente MaxiSale, y así comenzó mi rutina, Mi nombre es Daniel Seken tengo 23 años y puedo resumir mi vida como: "soy un desafortunado perdedor" Por supuesto que no me gusta la vida que llevo, salir corriendo hasta la terminal todos los días y solo ver el sol a través del vidrio de la ventana, mientras lo pienso en mi interior algo me molesta. Pero por ahora es la única opción de sobrevivencia disponible que tengo, el sueldo que recibo es apenas lo suficiente para no morir de hambre y no me alcanza para andar gastandolo en taxis, además ahora mismo debería estar preocupado por el hecho inevitable de ser remplazado por un bot, quién con un menú de opciones, obligan a nuestros clientes a ajustarse a ese menú.

Los que saben de tecnología y también los que no, dicen que el mundo de las tecnologías y las formas de trabajo avanza muy rápido, mientras que las personas parecen avanzar muy lento, o incluso retroceder, en los pasillo los compañeros del trabajo suelen comentar que la fecha de nuestra liquidación está ya muy cerca, la verdad desconozco de dónde obtienen está clase de información, pero parece que carezco de muchas mas habilidades de las que pienso, y tal vez por eso siempre soy el último en enterarme de todo.

Debo ser honesto no siempre me vi como un perdedor antes tenía sueños, quería ser respetado y reconocido, pero cuando llegó el momento de independizarme de mis padres, abandoné mis sueños y tuve que buscar empleo, aún que para consolarme me dije que a veces hay que hacer pequeños sacrificios, antes de poder hacer lo que realmente me gustaba. En aquel tiempo seguramente era alguien muy diferente, lleno de sueños y tenía muchas expectativas para mí vida.

Al principio me sentía lleno de confianza pero pasaron los días y el trabajo absorbía todo mi tiempo. Honestamente no me di cuenta cómo comencé a cambiar tanto y como fuí perdiendo la confianza en mi mismo, hasta convertirme en alguien tímido y cobarde, entonces me di cuenta que olvide aquellas cosas que consideraba importantes para mí.

A la distancia veo venir el bús, lo abordo como un automata, aún sumergido en mis pensamientos, ahora mi vida transcurre en estos pequeños viajes del trabajo a casa y viceversa, de las cosas que suceden afuera a penas si tengo noticias, empecé a aislarme poco a poco y ahora me aburre estar rodeado de gente. Recorró el interior del bus con la mirada en busca de un asiento libre, algunas rostros me resultan familiares, he tomado tantas veces está ruta, que aún yo que vivo en mis pensamientos; puedo recordar a estas personas que he visto cada tarde realizando la misma rutina que yo, algunos viven en esta zona de la ciudad cerca de la vieja vecindad donde vivo, nadie dentro del camión tiene cara amable, la fatiga en sus caras es evidente, al parecer estás personas también viven atrapados en una rutina interminable, después de poco más de 50 minutos he llegado, entonces bajo del camión.

El aire fresco y el olor a combustible golpean mi rostro, meto las manos en los bolsillos de mi pantalón para mantenerlas calientes y rápidamente me encamino hacia la vieja vecindad, afortunadamente está no se encuentra tan lejos y después de caminar unas cuantas cuadras, estoy frente al viejo, maltratado y oxidado portón principal, entro y de camino a mi apartamento, paso junto al apartamento del viejo Juan y su familia, mientras me acerco a su vivienda escucho que nuevamente ha llegado ebrio y causa problemas a su familia, el viejo y su familia son unos de mis vecinos más próximos, y por el escándalo que están montando me he dado cuenta que el viejo se ha vuelto a olvidar, perdido en las copas de traer dinero a casa, paso sigilosamente frente a su puerta tratando de ignorar los gritos y el escándalo y entonces introduzco la llave que ya traía preparada en la mano y rápidamente abró la puerta del cuarto, mi cuarto ese espacio estrecho y austero con paredes descascarilladas que me sirve como hogar. Busco a tientas el interruptor y, mientras enciendo las luces, contemplo la habitación desordenada: ropa tirada en el suelo, polvo acumulado en las esquinas y el tintineo persistente del grifo descompuesto que hace rechinar los dientes. Mientras tanto, el olor a humedad y casa vieja, impregnado en el aire, asalta mi nariz.

Entro con pasos lentos y desganados mientras se cierra la puerta detrás de mi, los gritos airados de la discusión de mis vecinos, se escuchan claramente, pero ahora estoy tan cansado que solo quiero ignorarlos, tengo ahora mismo mis propios problemas y las cosas no me han resultado nada bien, aún tengo que buscar un nuevo empleo, tengo hambre y ni siquiera tengo comida para cenar, y tampoco quiero salir a buscar, contempló el espacio casi vacío que tengo por hogar,de poco a poco comienza. Mis sentimientos de soledad, me siento como un completo perdedor sin familia y sin amigos. Después de vagar un poco en la viejo apartamento si es que se le puede llamar así, buscando algo comestible, deseo descansar y quizás entonces me sienta mejor y con energía para continuar, solo unos minutos después saco el teléfono celular decidido a leer algo, quizás una historia que me haga sentir menos mal, sueño disfrutar en mis ratos de soledad de historias donde el protagonista es menospreciado y nadie cree en ellos y tras un evento fuerte o traumático rompe su paradigma y logra sobreponerse a la adversidad, suelen darme cierto sensación de alivio y aveces pienso que algo así debe pasarme para despertar de lo que sea que esté viviendo, sin duda eso sería algo increíble.

Después de leer unos cuantos capítulos de un chico millonario que siendo millonario tiene que vivir en la pobreza y por ende sufre de maltratos y humillaciones me quedó dormido sin darme cuente. Entonces una luz muy intensa me despierta, intento abrir los ojos pero no puedo, la luz es tan brillante que no puedo abrir los ojos, todo está extrañamente silencioso, instintivamente me doy cuenta de que algo no está bien, no parezco estar en mi departamento y me preguntó si estoy en una especie de sueño, mientras mis ojos se acostumbran a la luz me preguntó "¿Dónde estoy? ¿Que es este lugar?" confundido puedo darme cuenta que no es mi departamento , pues a pesar de apenas ver más allá de mi nariz, ya no percibo el aroma característico de mi cuarto, comienzo a llenarme de ansiedad.

"¿si esto no es un sueño a caso?" un pensamiento atraviesa mi cabeza "estoy muerto "

Ahora ya mis ojos se van acostumbrandoa la brillante luz y comienzo a ver, todo parece un gran fondo blanco, un blanco que parece extenderse y perderse en el infinito. Escucho el eco de una voz femenina llamándome - Eres tú Seken acércate.

Hacía unos segundos mientras recorría el lugar con la mirada estaba vacío, pero ahora parece haber alguien más aquí - ¿Quien eres? - pregunto asustado

Mi corazón comienza latir rápidamente mientras espero la respuesta de la hermosa pero extraña voz, sintiendo que mis sospechas pronto serán confirmadas. - soy una Diosa, mi nombre es Yho y yo soy la creadora o la madre de la vida y del principio y el fin - contesta la voz mientras frente a mis ojos una figura comienza a tomar forma.

Sus palabras no tienen sentido para mí, no creo entenderlas, creo que estoy dentro de un sueño baste realista - por favor acércate Seken, no tengas miedo, aún no es tu tiempo y antes de que regreses quiero darte un regalo.

Dudo un poco estoy temeroso mientras frente a mis ojos aparece la mujer más bella que mis ojos jamás hayan visto, no se si es la luz que irradia lo que la hace lucir aún más bella, que no hay palabras que yo conozca capaces de describirla, su voz parece sonar como una canción relajante, siendo alguien que poco trata con las personas me quedado sin palabras y entonces la Diosa Yho extiende su mano y una luz toca mi frente - Lamento haberte traído asi, pero no hay otra forma, sin embargo cómo regalo quiero te daré mi bendición y cuando estés listo volveremos a hablar- acto seguido todo se oscurece, siento ser arrastrado hacia una profundidad donde no hay luz, ni aire, el cuerpo y cada parte de mi cuerpo se han vuelto sumamente pesado hasta hacerme perder la conciencia nuevamente.

De repente escuchó un gran alboroto y a alguien gritando y agitando las manos - hay alguien aquí, ¡Ayuda! por aquí, vengan por aquí hay alguien, por aquí- abró mis ojos y solo pude ver un lámpara encandilandome, acto seguido alguien tocandome el cuello y declarando - está vivo.