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Capítulo 1— Quiero Que Me Vea Como Lo Ve A Él

Mi nombre es Paola, tengo 17 años, también una mejor amiga a la cual quiero mucho, lo es desde los 7 años.

Ese día de verano en el cual hacía mucho calor...

¡Espera! mejor sigamos con la historia principal, después habrá tiempo para hablar de eso.

El lunes por la mañana yo me levanté como cualquier día, me lave los dientes, me bañe, comí algo pequeño y salí de mi casa cerrando la puerta y caminando muy tranquila por las calles de mi ciudad.

Después de una hora y media llegué a mi escuela, fui a mi salón donde me encontré con mi mejor amiga y me senté al lado de ella.

—Buenos días, Yume. —Le dije mientras me senté a su lado viéndola.

—Buen día. —Respondió con su tono dulce y lindo como siempre.

Me volteé y empecé a revisar al principio tranquila, pero más adelante muy histérica.

—¡Yume! —Volteé mi cabeza muy rápido para verla y ella puso una carpeta en frente a mi cara.

—¿Esto es lo que buscabas?

Abrí la carpeta, sin saber que era.

—¡Mi tarea de historia! ¿por qué la tenías tú? —Pregunté.

—La dejaste en mi casa ayer. —Me vio obvia.

—Oh, la verdad se me olvidó. —Solté una pequeña carcajada, cuando vi a una persona y me quedé congelada viendo a ese chico.

—Yume, Yume, es Gabo, está vez sí le voy a hablar. —Le dije segura.

Gabo es el ser más perfecto, hermoso y precioso de toda esta escuela, es la persona más buena, más inteligente y el más atlético o sea ¿¡Quién es más perfecto que él!?, respuesta ¡¡Nadie!!

—Paola, está es la decimoctava vez que le vas a intentar hablar, ¿por qué no te rindes? —Dice.

—Lo siento Yume, pero tú no sabes lo que es estar enamorada. —Es verdad, siempre que le intentó presentar algún chico lo rechaza o simplemente se aleja de ellos sin decir nada.

Y no me vengan con lo de: "¿y si no le gustan los hombres?" ¡Ya lo sé!, y ya lo probé, pero ni eso, le presenté a una chica tampoco funcionó.

—Ya vas a ver qué sí le voy a hablar. —Le digo de forma decidida.

—Está bien anda. —me da una sonrisa de aliento.

Me levanté de mi silla, mientras estaba caminando hacia donde se encontraba, note que también se me estaba acercando.

Ya estando uno frente al otro, él empezó a hablar primero.

—Hola, Paola ¿No? —Preguntó dudoso.

—Así es, hola, Gabo ¿No? —Le respondí algo nerviosa.

—Te quería preguntar, ¿querías salir conmigo hoy? —Me preguntó, con su mano en la nuca y otra en el bolsillo.

—¿En serio? Si, si, me parece perfecto. —Respondí un poco emocionada.

—¿A las 7? Te puedo ir a buscar a tu casa. —¡Va a venir a mi casa!

—Sí, claro, me parece perfecto, te envío mi dirección.

—Claro, esperaré con ansias.

Mientras estábamos hablando, un amigo llamó a Gabo.

—Bueno creo que ya me voy. —Dice.

—Si claro que te vaya bien. —Le di una sonrisa y volví a mi asiento con una expresión muy emocionada hacia Yume.

—¿Cómo te fue? —Me preguntó Yume.

Le expliqué todo lo que me dijo, pero su expresión empezó a cambiar mientras más le contaba lo sucedido, su cara cambió a una triste y no entendía porqué.

—¿Yume? ¿Qué pasa? — Dije con preocupación por no saber el motivo de su cambio repentino de humor.

—Nada, tranquila. —Dijo apartando la mirada.

—¿Segura?, somos mejores amigas, me puedes contar todo, si quieres nos vamos a otro lugar más privado para que me cuentes— le dije con una voz muy preocupada, en serio me preocupaba mucho su cambio de humor ¿y si se siente mal?

—Si tranquila, ya vengo. —Ella se levantó y se fue sin darme tiempo de decir algo más.

¿Qué le pasó? ¿Por qué se puso así?

Yume

Mi nombre es Yume tengo 17 años

Hay una persona muy importante para mí en mi vida, es mi mejor amiga, aunque me gustaría que fuera algo más qué mejor amiga, pero creo que eso ya no se podrá.

Estaba Paola hablándome de lo que pasó, no pude soportar que la persona, la única persona, a la cual yo amo, esté a punto de salir con la persona que ella también le gusta, fue muy difícil para mí y solo quise salir corriendo.

Y fue lo que hice, salí corriendo y me escondí en el baño y empecé a llorar.

¿ahora que hago? se van a enamorar, van a tener tres hijos, un gato y un perro juntos. ¿por qué no soy yo?

Sé que sueno muy posesiva, pero si el amor de su vida, la única persona que tú has amado, por 7 años, ¿no creen que se sentiría mal si esa persona se va con otra?

Estaba llorando en el baño, era el único lugar donde estaba relativamente segura, hasta que escuche la puerta abrirse y escuché una voz hablar, la reconocí inmediatamente, era Paola.

—¿Yume estás aquí? —Digo desde atrás de la puerta del cubículo.

—¡Ah!, si. —Dije intentando ocultar mi voz quebradiza.

—¿Qué tienes? ¿Quieres que llame a la profesora? —Tan linda, como siempre preocupándose por mí.

—Sí dile que me siento mal y que si me puedo ir a casa estoy muy mal.

—Está bien. —Dijo y escuché sus pasos alejarse.

Después de unos minutos llegó la profesora simplemente le dije una pequeña mentira para que me dejara ir a casa.

Cuando llegué a mi casa tiré todas mis cosas al suelo y subí las escaleras lo más rápido casi que corriendo, mamá me detuvo a mitad de camino preguntando algo.

—Hija, ¿Qué pasó? me llamaron del colegio y me dijeron que te fuiste porque te sentías muy mal, ¿Quieres que te prepare algo? —Preguntó con un tono de preocupación.

—No mamá tranquila, voy a mi cuarto a acostarme un rato ¿sí? —Dije sin verla a la cara, no quería que viera como su hija sufría por algo tan estúpido como: la que me gusta le gusta otro.

4:15 de la tarde

Estuve en mi cuarto toda la tarde, solo practicando con mi guitarra para intentar distraerme, aunque no funcionaba mucho, pero era mejor que estar acostada con la cara en la almohada sin hacer nada.

Mi teléfono sonó por una llamada, era Paola, obvio le respondí.

—Hola, Paola.

—Hola, hola, ¿cómo te sientes? ¿Ya estás mejor?

Me encanta c4:15 de la tardeomo se preocupa así por mi, me siento tan especial con ella.

—Sí, un poco Gracias. —Dije con mi voz feliz.

—Que bien, que bien Me alegro mucho. ¿Crees que puedes venir a mi casa?

—Creo que sí, ¿Por qué? ¿Una pijamada? —Dije muy emocionada, me encantaba hacer pijamada con ella, era muy divertido.

—No, Yume perdón, hoy no. ¡Voy a salir con Gabo! —Se le escuchaba lo emocionada que estaba

—Oh, si Gabo es cierto. —Di una risita algo fingida.

—Bueno, ¿puedes venir? Es para que me ayudes a elegir mi ropa, tú qué tienes un gran sentido para la moda.

—Claro me parece bien, ya voy para allá. —Colgué el celular para quedarme sentada otro momento para sacar un suspiro de frustrac

tal vez esté exagerando, ¿se ve como que estoy exagerando? no lo sé, espero que no, espero que mis sentimientos, el sufrimiento que siento, no sea una exageración y en serio sea algo que deba sentir, espero.

salí de mi casa sin antes avisarle a mi mamá que salía, no le importo mucho ya que sabe que me puedo cuidar sola, estaba caminando con un nudo en el pecho, con esa sensación de querer llorar, pero que no puede, esa sensación de tu pecho apretado, esa sensación que es un asco, más asco que las almejas.

más asco que las verduras cuando eres niño o en mi caso de grande, bueno, así de asco se sentía caminar por la calle con esa sensación…

No es fácil crear una obra, ¡deme un voto por favor!

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