—Dado su estado de ánimo, me temo que podrían causar problemas. Sería mejor que te prepares para eso. Bueno, no molestaré más al señor Li.
Una vez que el hombre de traje dejó claro su punto, colgó el teléfono. Habiendo dicho esto, sintió que había cumplido con su obligación hacia su cliente de muchos años. Lo que sucediera a continuación estaba fuera de sus manos. Después de todo, él era solo un abogado novato.
—¡Bang!
El hombre de mediana edad, al escuchar el tono de marcado en el teléfono, golpeó la mesa con un golpe fuerte, y su expresión facial cambió drásticamente.
—Jefe, ¿qué pasa? —preguntó la hermosa mujer que acababa de entrar en la oficina, sobresaltada al ver al hombre de mediana edad colgando bruscamente el teléfono. Inmediatamente se acercó, colocó su mano en el hombro del hombre y susurró.
—Déjame en paz y no te interpongas.
Su tono era particularmente antipático mientras ella casi tropezaba al suelo.
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