Fu Yu Sheng fue objeto de burlas

—Ni se te ocurra —tan pronto como Fu Yu Sheng salió de la montaña rusa, Song Yan extendió su mano para ayudarlo, pero en lugar de considerar su gesto sincero, este simplemente la miró fijamente y le espetó con acidez:

— Ni se te ocurra, en un millón de años, decir algo.

Song Yan levantó las manos en un gesto de 'como usted diga, mi señor', mientras el resto de las personas que iban en la montaña rusa se bajaban rápidamente. Sus hombros temblaban mientras se alejaban de Fu Yu Sheng para reírse a carcajadas, Song Yan los habría seguido también si no estuviera preocupada de que su esposo explotara.

—No dije nada —dijo mientras extendía las manos inocentemente—. Quiero decir, tu agarre casi corta la circulación en mi brazo, ¿pero acaso dije algo?

Cuando los ojos de Fu Yu Sheng se entrecerraron peligrosamente, ella se calló inmediatamente y no volvió a hablar, pero solo porque ella hablara no significaba que alguien más también se quedara callado.