Lin Baiyi llevó a Lin Laogeng a una habitación, Lin Caisang llevó a Lin Changhong a la sala principal, y la Señora Lin de la Familia Yang, con un suspiro, comenzó a descargar la mercancía del carro de bueyes a la casa. Tenía que devolver el carro por la tarde.
Así, quedó sola en el patio Lin Caihe.
—Ustedes... Ustedes... —Los ojos de Lin Caihe estaban empañados de lágrimas al ver que todos la ignoraban.
—Claramente es su culpa, ¿por qué me culpan a mí? ¿Qué dije mal? ¿Acaso no es un error que ella se haya gastado todo el dinero? No, ¡me aseguraré de que Hermana Sangsang entregue el dinero! —Apretó los dientes y giró para perseguir a Lin Caisang. ¿Por qué tenía que quedarse en casa comiendo gachas mientras Lin Caisang podía gastar dinero fuera? ¿No era esto realmente demasiado injusto por parte de la familia?
¿Por qué, de hecho?
—Hermana Sangsang, Hermana Sangsang. —Lin Caihe estiró el cuello para cuestionar a Lin Caisang.
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