Laboratorio Secundario

El combate duró algunos minutos más, con los esqueletos cayendo uno tras otro. Al final, el último de ellos fue derribado por un hechizo de los chamanes de hombre pájaro, que envolvió su cuerpo en una tormenta de viento cortante hasta que solo quedó polvo en el aire.

No subestimemos este lugar dijo Tarek, que había permanecido cerca, observando cada detalle. Algo terrible ocurrió aquí para que estos muertos sigan de pie, incluso sin sus almas.

Ian asintió, mirando los restos en el suelo.

Este lugar está lleno de poder, Adelante.

Con la primera amenaza eliminada, Ian y su ejército de almas continuaron su descenso hacia las profundidades de las ruinas.

Ian avanzaba cauteloso, consciente de que las ruinas ocultaban mucho más de lo que aparentaban. La atmósfera era pesada, y aunque los esqueletos habían sido derrotados, un presentimiento oscuro seguía rondando el aire. A medida que descendía, el terreno se hacía más traicionero. Los ecos de antiguos rituales mágicos vibraban en las paredes de piedra, y el suelo estaba marcado con inscripciones que irradiaban energía residual.

A medio camino,Tarek se detuvo repentinamente. Ian sintió una leve vibración en el ambiente. De pronto, el suelo delante de ellos brilló con un fulgor tenue y apareció una trampa mágica: un círculo de runas que parpadeaban en tonos rojos y azules, listo para activarse al menor contacto.

¡Atrás! ordenó Ian, retrocediendo unos pasos.

Tarek, sintiendo la tensión de su amo, alzó sus manos. A través de la conexión del alma, Ian pudo ver cómo el goblin analizaba las runas, su esencia mágica resonando con las inscripciones del suelo. Tras unos momentos, el goblin murmuró un encantamiento, y las runas empezaron a desvanecerse lentamente hasta que la trampa se disipó.

Una trampa... no es la primera que veremos dijo Ian, con una mezcla de alivio y determinación. Vamos, sigan adelante.

El grupo avanzó con cautela, encontrando más trampas a lo largo del camino. Algunas eran simples, otras tan complejas que requerían la intervención combinada de varios esclavos del alma. Los guerreros goblins usaban su fuerza para desactivar mecanismos ocultos, mientras los chamanes de hombre pájaro empleaban sus hechizos para desintegrar barreras mágicas.

En una ocasión, una trampa casi se activa debajo de sus pies, liberando un aluvión de flechas imbuidas con energía oscura. Sin embargo, gracias a los reflejos de uno de los guerreros goblins, Ian fue empujado a un lado justo a tiempo, salvándose de una muerte segura.

Esto no es solo un sitio antiguo, es un campo de batalla sellado por magia pensó Ian, sus ojos buscando cualquier señal de peligro. Quienquiera que viviera aquí, estaba defendiendo algo.

Finalmente, tras horas de marcha y desactivación de trampas, Ian llegó a una sala más amplia. El techo estaba agrietado, dejando entrar una débil luz desde arriba, pero lo que más llamó su atención fue la gran puerta que tenía enfrente. Al abrirla, el aire se tornó pesado y frío, como si una fuerza invisible emanara desde el interior.

Al cruzar el umbral, Ian se encontró en lo que parecía ser un laboratorio destruido.

Ian avanzó con cautela por el laboratorio destruido, sus ojos recorriendo cada rincón. Aunque gran parte del lugar estaba cubierto de polvo y escombros, algunos documentos y artefactos aún permanecían, aunque claramente dañados por el paso del tiempo y lo que parecía haber sido una violenta batalla. Había rastros de magia residual en el aire, lo que confirmaba que este lugar había sido el escenario de experimentos más allá de la comprensión común.

Al acercarse a una mesa central que aún mantenía algunos papeles semi destruidos por el tiempo, Ian recogió un fragmento de pergamino. Sin embargo, al intentar leerlo, se dio cuenta de que el idioma era completamente desconocido para él.

No podemos entender esto dijo Ian, frunciendo el ceño. Pero quizás…

Ian abrió la tienda del sistema y, después de unos momentos de búsqueda, encontró lo que necesitaba: el "Conocimiento del Idioma Perdido". Sin pensarlo mucho, compró la habilidad y la usó tanto en él como en Tarek. Sintió una oleada de información invadir su mente, reorganizando las palabras y símbolos en algo que ahora podía entender.

Parece que ya podemos leer esto dijo Ian, mientras ambos se inclinaban sobre los restos de los documentos.

La información que descubrieron fue perturbadora. A medida que leían los fragmentos de los textos casi destruidos, una historia terrible comenzó a tomar forma. Este era un laboratorio secundario había sido creado para asistir al laboratorio principal en experimentos que involucraban una tecnología avanzada de apertura de portales. Los científicos de estas ruinas estaban intentando abrir portales a otros mundos con la intención de invadirlos y extraer sus recursos.

Sin embargo, en uno de esos experimentos, el portal se conectó a un mundo mucho más poderoso de lo que habían anticipado. Los seres de ese mundo no solo fueron capaces de descubrir el portal, sino que también lo modificaron para invertir la conexión, logrando abrirlo hacia las ruinas donde los científicos trabajaban. Fue entonces cuando la situación se descontroló.

Intentaron cerrar el portal… pero fue demasiado tarde murmuró Tarek por lo que hicieron explotar el portal, mientras leía otro fragmento por lo que La energía desatada provocó una explosión que mató a la mayoría de los que estaban aquí.

Y eso explica por qué estas ruinas están tan llenas de magia residual y de muerte añadió Ian, recorriendo con la mirada los escombros y los frascos rotos. El laboratorio quedó devastado, pero algo de esa energía aún sigue presente.

Ambos se quedaron en silencio, considerando lo que habían aprendido. No solo habían encontrado un laboratorio secundario, sino que ahora sabían que había un laboratorio principal en algún lugar de las ruinas, uno que probablemente ocultaba secretos aún más oscuros.

Esto es solo una pequeña parte del poder que estos científicos manipulaban dijo Ian, mirando las paredes destruidas. Debemos encontrar ese laboratorio principal… pero tenemos que estar preparados. Si los seres de aquel otro mundo lograron cruzar aquí, quién sabe qué otras cosas podrían haber dejado atrás.

Tarek asintió, visiblemente preocupado.

El laboratorio que habían encontrado no era solo un sitio de investigación, sino un testimonio de los peligros de jugar con fuerzas más allá de lo imaginable. Ahora, con la posibilidad de encontrar el laboratorio principal, Ian sabía que las cosas solo se pondrían más peligrosas.

Sigamos adelante. Hemos aprendido mucho aquí, pero aún queda más por descubrir dijo Ian, su determinación más fuerte que nunca.

Con cuidado, ambos abandonaron el laboratorio destruido, dirigiéndose hacia las profundidades de las ruinas, conscientes de que el verdadero peligro aún estaba por delante.

Ian avanzaba por los oscuros corredores de las ruinas, cada paso resonando en el silencio opresivo del lugar. La energía mágica en el aire era densa, casi palpable, lo que le indicaba que no estaba solo. Apenas unas docenas de metros después de dejar atrás el laboratorio secundario, sus instintos se activaron cuando escuchó un zumbido metálico.

A lo lejos, varias figuras humanoides se levantaban lentamente del suelo. Marionetas mágicas, criaturas de metal y magia, construidas por los científicos que mezclaban tecnología y hechicería. A pesar de estar desgastadas por el tiempo, sus cuerpos metálicos aún estaban en condiciones de combate, y las runas incrustadas en sus extremidades brillaban con una luz azulada, indicando que sus sistemas estaban activos.