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Ambas

Sofía

Vi todo el hotel hasta que me detuve en el bar que hay frente a la playa, he intentado ser fuerte y estoy muy orgullosa de mi misma porque aunque me a costado lo he logrado, bueno hasta ahora.

Leo sigue llamando cosa que ignoro ya que no quiero gastar energías con el. Una conversación llama mi atención, bueno más bien un grito, miro y son un hombre y una mujer, ellos hablan y el se ve incómodo, luego ella trata de tocarlo y yo aparto la vista, no estoy para ver romance ahora, pero de repente siento que me jalan de la cintura.

-¿Amor porque tardaste tanto?- me pregunta el mismo hombre que estaba con la chica, yo lo miro sin entender y el me mira con súplica, se acerca a mi y me susurra- ayúdame por favor.

-¿Quién eres?- le pregunto en el mismo tono.

-Eso no importa, lo importante es que me ayudes- me dice pero a la ves me mira incrédulo.

-No sé de qué hablas- le digo y ya empezando a enojarme- suéltame.

-Ven- me dice y me jala. No sé a dónde me lleva, miro hacia donde estábamos y veo a la mujer que antes estaba con el mirarme con odio, genial lo que me faltaba.

-O te detienes o voy a gritar- le digo y en estos momentos debo de estar roja de la ira.

-Perdón, gracias por no delatarme- me dice y mira hacia donde estábamos hace unos segundos.

-¿A quien diablos buscas?- le pregunto, el me mira y ríe.

-Es que es una historia larga la cual creo tendré que contarte. ¿Qué tal si te invito a comer?- pregunta y la oferta es tentadora ya que yo amo comer.

Tiago

Estamos en el restaurante del hotel y tenía razón, esta chica es diferente, mientras que las que conozco les preocupa engordar a ella no y eso es una gran prueba de que es diferente.

-¿Quién eres? ¿Y porque hiciste eso?- me pregunta cuando termina de comer y la verdad me deja perplejo ósea, ¿quien no me conoce? ¿Cómo puede ella no reconocerme? Eso es imposible.

-¿No sabes quién soy?- pregunto y ella frunce el ceño como si le disgustara la pregunta.

-¿Si lo supiera porque te preguntaría?- me pregunta con irritación, siendo sincero es la primera mujer que me trata de esa forma y también la primera que no babea por mi ni se me lanza a los brazos.

-Hice eso porque esa mujer fue enviada por mi familia y la verdad no me gusta ni me agrada- le digo siendo directo y ella asiente.

-¿Y me usaste para espantarla?- me pregunta.

-Si- le respondo. Me agrada hablar con ella ya que entiende lo que digo sin yo tener que explicarlo mucho y es directa.

-Perfecto- dice con sarcasmo- para ser sincera lo que menos necesito es a una fan enamorada queriendo matarme por ti- rio por sus palabras y ella me mira mal, creo que habla en serio.

-No te hará nada pero de verdad necesito que me ayudes por un poco más de tiempo- le digo suplicante, ella me mira y niega.

-No te ayudaré en nada, no tengo porque- me dice y yo suspiro, al parecer es una fiera, no da el brazo a torcer.

-Tengo un trato para ti- le digo y ahora me mira intrigada.

-¿Qué será?- pregunta.

-Necesito que te cases conmigo, todo será por contrato, necesito que finjas ser mi esposa por un año- el digo y aunque si necesito una esposa no se de dónde salió la loca idea de pedírselo a ella cuando ni siquiera la conozco, pero me gusta su actitud cosa que espero no cambie cuando sepa quién soy.

-¿Estás bromeando?- pregunta ella riendo, pero yo estoy muy serio y ella al ver eso deja de reír- ¡¿estás loco?!

-Primero dime tu nombre- pido suspirando, ella duda pero después asiente.

-Mi nombre es Sofía Scott- me dice y yo la miro sorprendido, pensé que la sorpresa sería para ella al saber quién soy, pero yo me llevé una gran sorpresa ya que es hija de una buena familia, lo raro es que ella no es como las hijas de las familias ricas- ¿cual es tu nombre?

-Tiago Navarro- le digo y ella primero me mira y luego asiente como si estuviera procesando la información.

-¿El CEO de grupo Navarro?- pregunta con asombro.

-Si, ese mismo- le digo riendo y ella luego asiente.

-Con razón esa mujer casi te secuestra- dice ella riendo entre dientes.

-Ok, ya que nos presentamos quiero saber… ¿aceptas mi propuesta?- le pregunto, ella me mira y niega.

-No quiero problemas, estaré alejada por un tiempo de ellos- me dice y sigue comiendo su helado, es raro, no me mira con codicia ni se comporta como loca, todo lo contrario, es como si le diera igual- no es como que no puedas conseguir una esposa rápido, solo ve al otro lado de la habitación y pídeselo a esa mujer que nos está matando con la mirada- me dice y yo miro hacia donde ella indicó y ahí esta Alondra, ¿esa mujer no se cansa? Tomo del brazo a Sofía y la saco del restaurante para subir a mi habitación.

-¡Oye mi helado!- exclama ella y trata de volver.

-Eso puede esperar- le digo pero ella niega y hace un puchero.

-Tu puedes esperar, el no, ¿no ves que se va a derretir?- me dice y se le ve tan lindo el puchero.

-Pediré que te traigan uno a la habitación y así hablamos con mas calma sobre el trato, ¿si?- propongo y sus ojos se iluminan, creo que aceptará el trato.

-Quiero un helado doble- espera, ¿esta feliz por el helado? ¿Solo escucho que le pediría otro helado? Ahora si creo que está chica es rara, le dije quién soy y prefiere un helado, ¿le encanta demasiado la comida? ¿O no le importa quién soy?

Si, creo que ambas.

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