"La Roca de la Inmortalidad y el Tumor Sin Nariz"

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Después de unos días normales, los tres enanos se acercaron a Stephen con caras algo enojadas.

"¡Tu apellido era Flamel!" dijo Hermione, molesta, mientras los otros dos asentían con enojo.

"Hola, enanos, ¿cómo están?" preguntó Stephen con una sonrisa.

"No me vengas con eso. Estuvimos buscando información sobre Nicolas Flamel por meses y resulta que era tu abuelo."

"Con ese cabello alborotado y tu mal humor, pareces un pequeño león. Qué gracioso", respondió Stephen en tono burlón. Antes de que Hermione pudiera atacarlo, añadió: "Bueno, pero ya les había dicho que era mi abuelo cuando preguntaron", se defendió con calma.

Esto detuvo la furia de Hermione.

"Entonces, ¿es verdad que él es el maestro de los gemelos?", preguntó Ron, sorprendido.

"Así es, pequeños Ronny. Es nuestro maestro desde el primer año", respondieron los gemelos que escucharon la conversación.

"El más grande alquimista de todos los tiempos es maestro de estos dos que solo crean herramientas de bromas", comentó Ron, asombrado. De Stephen no podía decir mucho, ya que había creado un estilo mágico totalmente nuevo que podría cambiar el mundo mágico. Y eso sin saber que los tres, incluidos los gemelos, habían creado una empresa de tecnología mágica que revolucionó el mundo mágico hace tiempo.

"Entonces es fácil. Jefe Stephen, tienes que decirle a tu abuelo que Snape está intentando robar la Piedra Filosofal", dijo Harry rápidamente.

"Ah, esa roca. No te preocupes, Dumbledore la tiene segura. Y Snape es el menos probable de querer robarla", dijo Stephen con indiferencia.

"¿¡Esa roca!?", preguntó Hermione, sorprendida.

"Esa es la piedra que el maestro muestra cada vez que pierde en un juego para demostrar que no podemos vencerlo hasta que creemos una. La hemos visto tanto que ya estamos insensibilizados", respondieron los gemelos.

"Sí, cuando era niño, mi abuela la ponía dentro de una botella y la usaba como sonajero", añadió Stephen, uniéndose a la diversión.

"¡¿Esa es la Piedra de la Inmortalidad?! ¿¡Y la usabas como sonajero?!", gritaron los tres, sorprendidos.

"Sí. No se preocupen por la piedra; Dumbledore la tiene segura. Nadie puede robar la Piedra Filosofal", respondió Stephen mientras se alejaba, dejando al trío estupefacto.

Más tarde, vio cómo el trío dorado pasaba el día corriendo como pollos sin cabeza, algo que todos miraban con interés.

"¿Cómo es que tienen tanta energía para correr todo el día, pero no para entrenar?", preguntó Angelina.

"Energía aventurera", respondió Stephen con burla.

"Es como cuando hacemos bromas. Ningún día de duro entrenamiento puede detenernos", dijeron los gemelos sonriendo mientras observaban al trío. Los demás ya habían empezado a ignorar sus tonterías.

Finalmente, llegó el día de la batalla final.

Dumbledore se fue a hacer su trabajo en el Wizengamot y dejó Hogwarts, mientras yo esperaba ver la interesante contienda.

Seguí al trío usando hechizos de invisibilidad e ilusiones, observando cómo pasaban prueba tras prueba. Aunque estaba preparado para ayudar, no fue necesario.

El trío dorado logró su cometido y llegó hasta la última prueba, aunque con una pérdida en el camino. Ron quedó desmayado cuando recibió un ataque de la reina enemiga en el juego de ajedrez gigante.

"(¿Cómo puede ser tan bueno jugando ajedrez y tan malo en clase?)", se preguntó Stephen mientras tocaba a Ron con una varita de energía.

Los otros dos no notaron esto, ya que estaban demasiado preocupados por seguir avanzando.

Finalmente, pasaron el fuego mágico de Snape. Hermione fue a avisar a los profesores.

"¿En serio estos niños se olvidaron de todo lo que aprendieron en el entrenamiento?", se preguntó Stephen mientras miraba el fuego. Creó un escudo para atravesarlo fácilmente.

Incluso si el fuego lo quemara, no sería un gran problema, ya que las pruebas estaban diseñadas para que los niños no pasaran. La verdadera última prueba era imposible para alguien que deseaba la piedra.

Incluso si era Voldemort. Stephen había reforzado un poco más el espejo, a pesar de tener una piedra falsa. Necesitaba la farsa de la destrucción de la Piedra Filosofal para que sus abuelos dejaran de ser molestados por todos lados.

"Vamos a conocer al señor tumoroso", dijo divertido Stephen mientras entraba justo a tiempo para observar la interacción de Quirrell con Harry.

"Déjame ver al muchacho", se escuchó una voz, y Quirrell, tras un momento de sorpresa, comenzó a quitarse el turbante. Debajo, había una cara humanoide aterradora.

"Wow, incluso como tumor te falta la nariz y eres aún más feo", comentó Stephen, que había aparecido junto a Quirrell sin que nadie lo notara.

"Jefe Stephen, Quirrell quiere la piedra para revivir a Voldemort", dijo Harry rápidamente.

"¿En serio, genio? Pensé que te estaba presentando a su hermano siamés", dijo Stephen en tono burlón, mientras esquivaba un hechizo de "Avada Kedavra" lanzado por Quirrell.

"Oye, es peligroso usar magia negra. ¿No sabes que corrompe el alma?", dijo Stephen mientras otro hechizo pasaba cerca de él.

"Ok, ok, tiempo fuera", dijo Stephen mientras detenía la acción.

"Tú eres ese chico que creó esa magia tan poderosa. Únete a mí y tu magia dominará el mundo mágico", dijo el tumor de Quirrell intentando tentar a Stephen.

"¿Mi magia dominará el mundo mágico y no yo? Eres tan predecible. Apuesto a que, después de aprender la magia de Eldritch, intentarás eliminarme", dijo Stephen mientras avanzaba lentamente hacia Harry.

"De todos modos, si no te unes, morirás", dijo Voldemort mientras apuntaba su varita hacia Stephen.

"Bueno, primero lo primero. Harry, ¿tienes la piedra?", preguntó Stephen a Harry, quien, aunque sorprendido y dudando por un momento, recordó el apellido de Stephen y se la dio.

"La piedra. Dámela, chico, y te dejaré vivir", dijo Voldemort con codicia.

"Mm? Nah", dijo Stephen, y de inmediato apareció un círculo mágico lleno de runas, y la Piedra Filosofal comenzó a quebrarse.

"¡NOO! ¡DETENTE!", gritó Voldemort intentando detener a Stephen, pero era demasiado tarde y la piedra se convirtió en cenizas.

"Maldito. Cruxio, Avada Kedavra, Imperio", Voldemort enloqueció y comenzó a lanzar hechizos sin parar.

Mientras esquivaba y, a veces, invocaba un escudo de luz, Stephen dijo: "Bueno, ya basta" y unos aros mágicos ataron a Voldemort, impidiendo que usara magia.

"Te has vuelto débil, pequeño Voldy. Está bien, Harry, puedes acercarte."obviamente no sería tan fácil con un Voldemort entero ya que aunque podía usar magia este en todo caso era el cuerpo de Quirrel. Y para ser sincero era un profesor de los más débiles.

"Ven, te mostraré cómo se ve un alma corrupta después de usar magia negra", dijo Stephen mientras lanzaba un hechizo que revelaba el verdadero ser de los enemigos.

En este caso, era una especie de criatura pequeña, bañada en sangre negra, putrefacta, toda deforme y atada, sin poder moverse. Solo pudo decir: "¿Qué me hiciste?"

"Esa es la verdadera forma de tu alma. ¿Qué más?", dijo Stephen mientras el hechizo duraba apenas unos segundos.

Cuando volvió a la normalidad, Voldemort intentó escapar.

"Bueno, Harry, ¿recuerdas cuando conociste al profesor Quirrell y no pudiste darle la mano? Ahora puedes", dijo Stephen al niño, que seguía sorprendido por todo lo que había pasado en tan poco tiempo.

"¿Qué?!", preguntó Harry, estupefacto.

"Vamos, dale la mano, confía en mí", dijo Stephen, animando a Harry.

Harry, algo preocupado y nervioso, se acercó al loco Quirrell que intentaba liberarse y tocó su mano.

Apenas tocó la mano de Quirrell, este se detuvo y comenzó a gritar de dolor, sorprendiendo a Harry, que vio cómo su mano se quemaba al contacto.

Entonces, se envalentonó y saltó para darle una bofetada en la cara, algo que causó risa a Stephen. Quirrell, después de sufrir unos segundos, desapareció en cenizas, igual que la Piedra Filosofal.

Luego de eso, Harry finalmente pudo descansar, pero de repente un espectro negro lleno de ira intentó atacarlo. Antes de que lo lograra, Stephen se colocó frente a Harry y usó un hechizo de luz y pureza. Con un grito, el alma huyó.

"¡Jefe Stephen, está escapando!", dijo rápidamente Harry al ver al espectro atravesar la pared.

"Sí, Harry. Lo siento, pero no puedo hacer nada. La magia que daña almas es muy peligrosa para usar", dijo Stephen, observando cómo se marchaba el alma corrupta de Voldemort.

"Pero esa magia de luz lo dañó", dijo Harry.

"Es porque es magia para pur

ificar, solo lo ahuyentó, no puede matarlo. Y aunque conozco magia astral, no quiero tocar un alma tan corrupta."

"No te preocupes. Aunque no puede hacer daño al alma, la magia purificadora lo debilitó un poco. Incluso si lo atrapamos, algo que es difícil podría hacer que su alma explote y estaríamos en más peligro. Podríamos ser corrompidos por su inmundicia. La única manera de vencerlo es cuando recupere su cuerpo, si es que lo recupera."

"¿Volverá?"

"Tal vez. Ahora vayamos a buscar a tus amigos y volvamos, que tengo sueño", dijo Stephen mientras comenzaba a caminar, mientras Harry, al ver que todo había terminado, empezaba a desvanecerse.

"*Suspiro* Bueno, tanto estrés para un niño puede ser malo", dijo Stephen mientras cargaba a Harry y lo llevaba a la enfermería.

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**Capítulo corregido por chatgpt**