—Sí, señor —respondieron inmediatamente.
Ya que Savannah era ahora la promotora del juego de JK, Fairy World se vería afectado si el público se enterase de que casi fue llevada por la policía.
Aún estaban conmocionados por lo que habían visto y escuchado, y estaban aún más curiosos sobre cuál era la relación entre la Srta. Schultz y el Sr. Sterling, quien vino en persona a pelear con su hermana por la Srta. Schultz.
Y parecía que su jefe no les explicaría nada.
Savannah, sostenida por Dylan, entró en silencio al ascensor. Tan pronto como la puerta se cerró, se despertó y sacó su mano de la palma de él. Lo miró hacia arriba.
—¿Old Sterling le prometió a Susan mandarme a la policía si no encuentras la evidencia en un mes?
—Sí —Dylan la miró, sus ojos brillaban.
—¿Por qué no me lo dices? —Savannah jadeó.
—¿Tiene sentido decirte? Solo te asusta.
El latido del corazón de Savannah se aceleró. La muralla que había construido contra él ahora parecía derretirse...
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