Otro día de lluvia.
- ¿Parece que no va parar?
- El servicio meteorológico anuncia lluvia indefinida. Bueno debo ir a trabajar.
Las calles veían caer incesantemente el aguacero y sin tregua no sabían como reaccionar los habitantes que estaban hartos. Pronto se suscitaron los accidentes y las inundaciones.
Clark regresaba.
- ! Querido!
- Lo siento los transportes están suspendidos. Llamé al trabajo para ingresar por la vía web desde remoto.
La cantidad iba creciendo cada vez más y el día avanzó. Los noticieros indicaron que algunas ciudades el crecimiento tomó terreno como un ejército arrastrando todo a su paso.
- ¿Será un cauce natural?
- !No lo sé! Quisiera que parase de llover.
Las tormentas no cesaban. Pronto un apagón total. El suministro de electricidad había explotado en las usinas. El efecto no tardó en todos los siguientes sitios esparcidos por el mundo.
- Dios ¿Qué ocurre?
- El agua está entrando aquí. La familia se dirigió a la azotea. Toda la ciudad estaba sumergida y cada vez subía más el nivel.
- ¿Qué será de nosotros?
El desastre llevó a producir una modificación de la cadena alimenticia.
- ¡¡Auxilio!! Gritaba alguien desesperado nadando. Un bote con otra persona le tendía la mano. Con fuerza lo fue arrastrando. Y el terror se compenetró cuando solo rescató parte de aquel. Sus entrañas podían verse conjuntamente entre fluidos de sangre y el agua de las lluvias.
- ! Qué rayos! – Y una enorme bestia ascendió con un salto tragándose aquel sujeto.
- ¡¡Cuidado!! ¡¡Un tiburón!!
- ¿Qué haremos no podemos ir a ninguna parte?
- Debemos esperar el rescate! – Dijo aquel.
Las complicaciones climáticas no cesaron. Han pasado años y lo que fue un planeta de bastos continentes ahora solo es agua.
La raza humana fue desapareciendo como toda especie terrestre, y a través de millones de años un brote de civilización rezaba en una tumba los ancestros antiguos. Y luego aleteando se dirigió a las profundidades. -