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Un sueño

Al despertar, los primeros rayos del sol se filtraron por las cortinas, iluminando la habitación impregnada de un aire cálido y sereno. Sus cuerpos entrelazados descansaban bajo las sábanas, aún envueltos en la dicha del amor compartido. 

En silencio, Shen, con una sonrisa suave dibujada en sus labios, contempló a Zhang, que yacía profundamente dormido. La suavidad de su respiración y la paz que emanaba su rostro transmitían una belleza cautivadora. Los hilos dorados de luz acariciaban sus facciones, destacando la delicadeza de sus rasgos y la serenidad que lo envolvía. 

Shen, se sentó lo más silenciosamente posible y se sintió abrumado por un torrente de emociones. Reflexionaba sobre lo que había sucedido para llegar a ese momento. Sintió su alma ser quemada por el frío del duro invierno en que vivió, fue doloroso sentir que los trocitos de su esencia eran desperdigados y tragados por un vacío infinito. Y ahora, al igual que en cada momento, como un rayo de luz y esperanza, como un bálsamo para el dolor, allí estaban esos hermosos ojos, los que podían resumir su mundo. Estaba allí, su salvación, su paraíso. 

Con ternura, acarició suavemente el cabello de su amante, disfrutando de la paz y la serenidad del momento. Como si su cuerpo actuara por sí sólo se acercó y depositó un suave beso en sus labios, deseando transmitir todo el amor que sentía. 

De repente Zhang abrió los ojos y sus miradas se encontraron. Shen sintió calor en su rostro, 

mientras los latidos de sus corazones parecían sincronizarse y acelerarse, reflejando la ternura e intensidad de la pasión que ambos compartían. El amanecer les recordó que el mundo exterior seguía su curso, pero por ese instante, se permitieron estar inmersos en su propio universo, donde solo existían ellos dos. 

Mientras Shen se perdía en su mirada, deseó: "Si tan solo pudiera olvidarlo todo y comenzar de nuevo, contigo…" adoptó entonces un rostro serio y frágil. Después de todo lo que había pasado, el descubrir que su mundo era sólo una novela, que estaba condenado a ser el villano. El pasar tanto tiempo en ese espacio en blanco, lo hacía cuestionarse si su vida tenía sentido. 

Pero, al mirar a su amado general, al menos ahora tenía una certeza indiscutible: amaba a Zhang con todo su ser. "...pero puedo renunciar a todo por ti y adoptar el papel del perfecto villano si es necesario, porque más allá de lo horrible que pueda ser quedarme aquí, atrapado en este invierno, lo que realmente me aterra es perderte otra vez"

Entonces Zhang, al notar dolor en el rostro de su amado, envolvió a Shen en un abrazo. Su respiración se ralentizó, los pensamientos oscuros que atravesaban su mente se disiparon y un calor reconfortante lo invadió. Deseó poder quedarse para siempre en ese abrazo, vivir en ese instante. Permanecieron en esa postura por una eternidad, hasta que Shen envolvió con más fuerza a Zhang y con una voz apagada, que parecía convertirse en un susurro, rompió el silencio. 

— Tuve un sueño… —hizo un silencio en el que parecía masticar sus pensamientos— soñé que cegado por una ira intensa hacia todo y todos… te lastimé de la forma más terrible… — su voz pareció quebrarse impidiéndole continuar. Parecía estar sufriendo tanto que Zhang rompió el abrazo y con suavidad acarició su rostro y luego sostuvo sus manos. Al mirarlo, parecía como si le prometiera que todo iría bien sin importar qué sucediera. Esto le dio fuerzas para seguir. 

— Yo… creí que si negaba quien era en realidad, podría conseguir lo que quisiera… —hizo un silencio nuevamente, bajó la vista, incapaz de ver a Zhang, parecía perderse en sus pensamientos. Pero finalmente sonrió, era una sonrisa cargada de melancolía, dolorosa y amarga, elevo nuevamente su vista. 

— En tus ojos, puedo ver quien realmente soy, sin pretensiones ni máscaras. Me siento libre de ser yo mismo, sin miedos ni juicios. La bruma de este lugar oscuro desaparece y esa sensación me motiva a tener desesperadamente… esperanza. Entonces se impone en mi mente la alocada idea de huir contigo a cualquier parte, fundirnos y ser uno para siempre.

Concluyó su confesión con un suspiro tembloroso, esperando que Zhang pudiera entenderlo y sentir lo mismo. No había nada más que pudiera añadir, había expresado todo lo que había guardado en su interior durante tanto tiempo. Ahora, solo quedaba esperar, con el corazón en la mano, la respuesta que daría forma a su futuro juntos. Sus ojos brillaban con la intensidad de su amor y vulnerabilidad. 

Zhang conmovido, observó la expresión de Shen cambiando varias veces. Una profunda tristeza fue opacada por una mirada que brillaba de esperanza, un nerviosismo y miedo que provocaba que desviara la mirada, sólo para dirigirla hacia él otra vez. Por fin, salió del trance en el que parecía estar cuando sus manos automáticamente acariciaron el rostro de Shen, limpiando las lágrimas que comenzaban a caer cada vez con más celeridad. 

Zhang lo atrajo hacia sí mismo, rodeándolo, intentando protegerlo de todo, deseando fuertemente que esta persona permaneciera siempre a su lado, deseando intensamente que sus almas se fusionaran. 

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