UNA NOCHE DIFÍCIL

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—¿Zander...? —Lanza estaba impactado al ver a Zander, Cenit y Piros aquí. ¿Cómo sabían que estaría aquí con Aurel? Había planeado todo durante los últimos dos meses.

—Te dije que sabía de tu pequeña visita al calabozo. Deberías ser más inteligente y captar la indirecta —Zander no llevaba su máscara dorada y junto a él estaban Cenit y Piros.

Por primera vez después de mucho tiempo, Lanza temblaba con la vista de él. Zander no podía transformarse en su bestia, pero eso no significaba que fuera menos que un rey.

Su fuerte aura y la forma en que el aire cambiaba con su presencia mostraban su fuerte intimidación.

—Zan, puedo explicar esto... —Lanza no podía encontrar una razón para lo que había hecho, pero necesitaba que Zander entendiera la situación.

—Es una traición ir en contra de lo que tu rey te ha ordenado hacer.

Lanza abrió mucho los ojos ante la acusación. Era una acusación grave, sabía que Zander estaría furioso, pero una traición era una palabra pesada.