Cedric se acercó a ella y dejó las bolsas y los peluches en la máquina junto a la suya. Se colocó detrás de ella y sostuvo su mano que tenía la bola. La ayudó a alcanzar el objetivo de cincuenta mil. —¿Te estás divirtiendo?
Yuki se volteó y lo abrazó. —Me estoy divirtiendo mucho. No pensé que fuera tan difícil, pero pudimos hacer cincuenta mil juntos. ¿Eres bueno en este juego?
—No por presumir, pero he ganado este juego muchas veces antes. Trato de no jugar estos juegos porque agotaré los boletos y eso no es justo para los que están intentando. La última vez que estuve aquí le di mis boletos a los otros jugadores. No me expulsan porque a veces devuelvo los premios que gano. Por ejemplo, ese hada y perro se los devolveré para que los pongan de nuevo en la máquina. Solo los saqué para ayudar a la chica. A menos que los quieras tú.
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